En febrero solamente conseguí terminar tres libros. otros tres han quedado con su lectura avanzada, pero no he sido capaz de concluirlos en plazo. No pasa nada, y además puedo asegurar que los tres que hoy traigo han valido la pena. Zweig y Galdós son una garantía siempre, mientras Laura Ferrero es una de esas autoras que asoman con fuerza en el panorama de la actual narrativa española.
Hace ya bastantes años que decidí ir leyendo por orden los "Episodios Nacionales" de Benito Pérez Galdós. Sin ningún género de duda, D. Benito es el mascarón de proa de la brillante generación española del siglo XIII. Debo confesar que el propósito lo estoy cumpliendo con más lentitud de lo previsto, y tras terminar "Cádiz" hace ya tiempo hasta este segundo mes de 2021 no he recomenzado, en este caso con "Juan Martín El Empecinado", una figura histórica apasionante de la que debo admit9ir conocía bastante poco. Galdós siempre está a la altura, y esta novela también me ha gustado. Eso sí, me ha satisfecho más la primera mitad de la misma, donde aparece con más protagonismo y fuerza el personaje que d atítulo al libro, pues a partir de un momento el gran escritor español se dedica más a narrar las aventuras y desventuras de su Gabriel de Araceli, con magnífico relato del ambiente del escenario de la época, pero con cierta distancia repecto del Empecinado. No obstante, una historia bien contada.
Provoca tanto mi interés como mi curiosidad la nueva generación de escritoras españolas que se están imponiendo en la narrativa española de este primero quinto de siglo. Sara Mesa, Marta Orriols, Marta Sanz, ... son autoras de nuevo cuño que tienen bastante que decir. Una de ellas es Laura Ferrero, una periodista barcelonesa de la que “Alfaguara” ya ha publicado una novela y dos colecciones de relatos, la segunda de ellas, “La gente no existe”, este mismo año 2021. En su día compré su primera colección, que tiene el título de “Piscinas vacías”, y publicó en 2016. Se trata de una serie de relatos muy breves en los que se nos cuentan historias cotidianas de la vida de las personas, ajenas a cualquier toque dramático o a cualquier intriga o misterio. Son narraciones de tipo psicológico y casi todas narradas en primera persona y relativas a recuerdos del pasado. Pienso que se trata de literatura de cierta calidad y que se lee con interés y facilidad. También es cierto que todos los relatos, creo no equivocarme si afirmo que al 100%, tienen un notorio baño de tristeza y pesimismo.
Stefan Zweig fue sin duda uno de los más grandes escritores centroeuropeos de mitad del siglo XX, lo que desde luego no es decir poco. Fue un auténtico precursor de la novela histórica con sus formidables “Momentos estelares de la humanidad”, además de haber escrito magnificas biografías y ser un auténtico maestro de la narrativa. escritor de narrativa. También escribió buenos ensayos, entre los cuales destaca “Encuentros con los libros”, un excelente estudio de autores de su entorno y época que ha publicado hace unos meses la Editorial “Acantilado”. Zweig da un repaso por lo mejor de la literatura alemana -Rilke, Goethe, Thomas Mann, ...-, francesa -Balzac, Stendhal, Flaubert, ...- centroeuropea -Joseph Rota, ...- y hasta rusa -Gorki, Goncharov, ...-. El escritor austriaco consigue que el lector se encuentre con un libro culto, profundo y ameno que se lee con un interés que aumenta conforme se avanza en la lectura. Un libro que, además, conviene leer con papel y boli, pues descubre autores y lecturas en abundancia.