En alguna ocasión alguien me ha comentado que mis valoraciones de los lirbos que leo tienden a ser positivas, que prácticamente incito a leer todos los que expongo. Creo que no es exactamente así, pero al menos en mi resumen de los siete libros leídos en noviembre dejo claro que dos de ellos no me han convencido, y eso que han sido publicados con cierta aureola. Eso sí, no puedo dejar de poner en el "podium" a una excelente y antigua novela negra, un ensayo sobre la muerte violenta de uno de los personajes más influyentes de la vieja Roma y una maravillosa colección de cuentos protagonizados por hindúes. La lista se completa con una buen ensayo histórico sobre la España contemporánea y la visión del Nueva York de los años setenta a cargo del último "Cervantes".
Hacía mucho tiempo que no leía nada de Arturo Pérez Reverte. Si la memoria no me falla, el último libro del escritor cartagenero que pasó por mis manos" fue Trafalgar", y desde entonces ya ha llovido. Por esta razón inicié con ilusión a la tarea de leer "Falcó", su último best-seller: la aparición de un personaje nuevo, al parecer con vocación de repetirse y la llamativa promoción que ha tenido la novela me movieron a pensar que podía estar de nuevo ante el Reverte del "Maestro de esgrima", "El club Dumas", "Territorio Comanche" o "La reina del sur". No se si ha sido por albergar estas amplias perspectivas, pero la lectura de "Falcó" me ha dejado frío. El personaje me ha parecido artificial, forzado, poco creíble ... aunque muy de la línea del autor, eso sí. Por otra parte, la historia, que tratándose de época real y reciente carece, en mi opinión, de credibilidad, de esas que van agotando páginas sin que te acabe de "coger". El final me resarció un poco y me pareció bueno y con fuerza. Seguro que los incondicionales de Pérez Reverte encuentran sus valores a "Falcó", y probablemente acertarán, pero más allá de ellos no es novela que recomiende.
En la web de "Libertad Digital"existe un apartado donde diversos intelectuales y periodistas muestran sus bibliotecas al lector. Uno de estos vídeos tiene como protagonista a Florentino Portero, un verdadero especialista en cuestiones internacionales quien además estudió algunos años en el mismo colegio que yo, aunque un curso por encima. De tal reportaje saqué obtuve el consejo de leer "España (1808-1996): el desafío de la modernidad", un excelente ensayo de los historiadores Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox en el que al hilo de los acontecimientos históricos sucedidos en nuestro país en el amplio espacio de tiempo citado, nos van explicando cómo España fue adaptándose poco a poco a los avances modernos, con épocas de mayor lentitud y algún que otro retroceso. Cada momento histórico se describe en dos partes, una primera donde se relatan los hechos histórico-políticos y una segunda en la que se explica la evolución económica y social del período. De esta manera se configura un libro muy bien estructurado, con una visión bastante objetiva de los hechos relatados y una valoración que en ocasiones se puede escapar a quien como yo no es precisamente un experto en economía, pero que da un diagnóstico bastante interesante que, en mi caso, aporta no pocas cuestiones escasamente sabidas.
Creo que fue en "Elemental", el blog negro-criminal del diario "El País", donde leí una laudatoria reseña de "El arrecife del Escorpión", novela escrita y publicada en 1955 por Charles Williams de la que "Editorial Medianoche" hizo en 2016 una acertada reedición. Williams fue considerado en su día como uno de los mejores autores de novela negra, a la altura de los grandes de la llamada "segunda época" como Jim Thomson, Ross Macdonald o Chester Himes. Muchos consideran a este autor tejano como el gran olvidado, alguien al que no se le ha reconocido la calidad de sus novelas. Tras leer el libro referido, me apunto sin duda alguna al grupo de quienes reivindican a Charles Williams, pues "El arrecife del Escorpión" me ha parecido una novela negra magnífica. El ambiente reflejado y los personajes que protagonizan el relato pienso que están a la altura de los mejores Hammet y Chandler. Un héroe venido a menos, una mujer hermosa casada con un tramposo, dos gangster de escuela, un misterio, una climax ... todos los ingredientes para disfrutar, con un toque de aventura incluido. En la novela se reflejan al mismo tiempo pasión, codicia, venganza, ... y también amor y generosidad. Y un final excelente y fascinante.
De vez en cuando viene bien leer un thriller: es una lectura que sirve de descanso, una vía de escape cuando necesitas huir del stress o similares. Con este planteamiento, decidí optar por una de las novedades literarias dle momento e inspirado por un artículo del antes citado blog "Elemental" del diario "El País", me hice con "La soga", una novela de éxito en USA y que suponía el primer trabajo de Matthew FitzSimmons, un profesor de teatro que por la vía de Amazón ha llegado al éxito de ventas. El blog citado calificaba al libro como un "thriller conspiranóico" y al quedar ubicado el argumento en el desarrollo de unas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, no dejaba de tener su toque actual y oportunista. Para que un relato de esta naturaleza responda a lo que se le exige es precisa una mínima corrección literaria y que su lectura despierte un interés, que sea "aditivo". No le niego a FitzSimmons que el libro esté bien escrito, pero en mi opinión adolece de esa tensión, ese "enganche" que provoca una lectura difícil de abandonar. Si tuviera que definir la trama de "La soga", la calificaría de "deshilvanada", algo que me parece grave si hablamos de un thriller. Lo leí hasta el final, y su desarrollono dejó de provocarme cierta curiosidad, pero no respondió a las expectativas. Queda por ver la opinión de otros lectores para ver si la carrera de este nuevo autor tiene continuidad.
Llegó a mis manos "La muerte de César", un excelente ensayo histórico sobre lo que la propia carátula del libro denomina "el asesinato más célebre de la historia", el de Julio César. Su autor es el historiador estadounidense Barry Strauss, quien ya ha escrito sobre episodios tan importantes como la guerra de Troya y la revolución de Espartaco. Queda dicho que el libro me ha parecido magnífico, francamente interesante. Strauss nos relata el asesinato de uno de los personajes clave de la historia de Roma prácticamente al minuto, con antecedentes y consecuencias. Las 273 páginas de que consta el ensayo -el resto son fuentes y notas a pie de página- nos ofrecen, al menos a quienes solamente sabíamos lo esencial, una amplia explicación de los hechos, nos argumentan las causas y entran en detalles que dotan al estudio de interés y amenidad. Por otra parte, hay una importante y enriquecedor estudio sobre los principales protagonistas de esta historia, no solamente la víctima y los victimarios -Bruto, Casio y Décimo-, sino del resto de personajes que giran en torno a los "Idus de marzo" en una u otra posición: Cicerón, Marco Antonio, Lépido, Sergio Pompeyo, Servilia, ... con especial referencia a la importancia histórica y la hábil postura de Octavio Augusto, con cuya consagración como emperador termina el relato. Un ensayo muy recomendable.
La reciente concesión a Eduardo Mendoza del premio "Cervantes" me ha animado a volver a leer algo suyo. Habiendo pasado ya por mis manos sus "libros estrella" -"La ciudad de los prodigios" y "La verdad sobre el caso Savolta"-, así como "Sin noticias de Gurb", las tres primeras entregas de su genial detective sin nombre y "Riña de gatos", que le valió el Planeta de 2010- pensé que era buena una oportunidad para leer "Nueva York", los recuerdos de su estancia en dicha ciudad como traductor de las Naciones Unidas. No se trata ni una guía de Nueva York ni un relato ordenado y exhaustivo sobre la gran ciudad americana, pero si una acumulación interesante y entretenida de la experiencia de Mendoza, que se marcho allí en 1973, estuvo diez años y escribió el libro en 1986. El escritor catalán nos habla de establecimientos, calles, costumbres, anécdotas concretas y, sobre todo, de personajes, algunos bien originales y curiosos. Todo ello sazonado con la excelente prosa y la divertida y ocurrente forma de escribir de Eduardo Mendoza, ... porque para disfrutar más de la lectura de un libro que me ha hecho pasarlo de miedo, es recomendable conocer bien la idiosincrasia de su autor.
Jhumpa Lahiri es una escritora estadounidense de origen bengalí de la que "Salamandra", una editorial que suele acertar con mis gustos, ha publicado en los últimos años una magnífica novela corta -"La hondonada"- y una recopilación de cuentos -"Tierra desacostumbrada"-. Después del verano dicha editorial ha puesto en el mercado una nueva versión del libro que le valió a la escritora el premio "Pulitzer" de ficción del año 2000, "El intérprete del dolor", una colección de nueve relatos cortos verdaderamente maravillosos. Como siempre ocurre en los relatos de Lahiri, los protagonistas de sus historias son hindúes, en este caso emigrantes en países occidentales, unas ambientadas en éstos últimos y otras en la propia India cuando aquéllos se encuentran en período de vacaciones. Se trata de relatos en los que la autora está más preocupada de contarnos el carácter de sus protagonistas, sus pequeñas incidencias cotidianas y, de ahí el título, ese toque de sufrimiento del día a día, casi rutinario. Jhumpa Lahiri hace, desde mi punto de vista, un tipo de literatura suave y profunda a la vez que me encanta. Se lee muy bien y rápido.