Hay quien opina que últimamente leo cosas muy raras ... es posible. En el elenco del mes de noviembre hay algún libro curioso, sin duda, pero que la peculiariedad no impida valorar tres magníficos libros: "La retornada", "El sol verde" y "Una visita a Portugal", por los tres pongo la mano en el fuego. El resto queda para la curiosidad de cada cual.
Jenny Erpenbeck es una escritora alemana, originaria de la antigua Alemania del Este y con cierto bagaje literario: se hablan maravillas de su novela "La puerta de Brandeburgo". Por esta razón anduve pendiente de la Bibiloteca Pública de Zaragoza para hacerme con "Yo voy, tu vas, el va", relato traducido al español y publicado este mismo año por "Anagrama". El tema que plantea resulta de enorme interés y actualidad: la situación de los inmigrantes que desde África llegan a Europa por vía marítima, asumiendo riesgos tremendos y pasando mil penurias. EL argumento concreto hacía aún más apetecible la lectura, teniendo como protagonista a Richard, un profesor universitario aleman, viudo y recién jubilado, que ve como puede redimir su vida aburida y egoista al descubrir a unos cuantos de esos emigrantes manifestarse en la plaza pública. Surge una relación entre el intelectual europeo y los inmigrantes africanos que constituyen el núcleo de la novela. A pesar de las expectativas, el libro no me ha satisfecho plenamente, pienso que la autora tiene un estilo literario difícil, con frases largas, pocos puntos y aparte y escasa delimitación de situaciones. Tal vez esperaba más acción y no tanta filosofía, ... la cuestión es que me ha costado su lectura, aunque la última parte me ha resultado más ágil. Insisto en el indudable interés humano del tema y la interesante reflexión que supone contrarrestar la comodidad del personaje europeo con las vicisitudes extremas que viven los otros.
Hay libros que te entran directamente por los ojos. Es lo que me ocurrió a mí cuando en la última semana de agosto, recién llegado de mis vacaciones, me di una vuelta por "Cálamo", una de esas liberías con librero ... y bueno. A pesar de que éste, Paco, me aconsejó, seguro que con criterio, un par o tres de novedades, la novela de la que me encapriché con solo verla fue "La retornada", escrita por la italiana Donatella di Pietrantonio, tal vez por lo sugerente de su temática: una adolescente que vive en una familia pudiente de la capital y debe regresar a hacerlo con sus padres naturales, gente rural, ruda y pobre, aunque puede que mi elección se fundamentara simplemente en lo llamativo de su portada. La novela ha respondido a las expectativas: la autora nos narra una historia llena de crudeza y ternura a la vez, con un realismo llamativo y en la que se reflejan la inteligencia y la sensibilidad de dos adolescente: la que llega nueva a la casa y la que ha vivido siempre allí. Estamos ante un relato sin excesos, que nos cuenta una historia dura sin recurrir a la sal gorda, al dramatismo excesivo, lejos de maniqueismos y demagogias. La literatura de di Pietrantonio es fácil de leer, tiene un estilo claro y escribe con gusto y calidad. Una lectura que se hace de cabo a rabo y un final que me ha parecido el "summum" de la finura y el acierto ... de esos que lo dicen todo sin escribir mucho.
En el "Babelia" de hace unas semanas apareció un artículo donde se enumeraban una serie de libros poco conocidos sobre la Guerra Civil española. Los había de todas las tendencias y opiniones, y se me ocurrió hacerme con una par de ellos, uno más bien partidario del bando nacional y otro del republicano. Comencé por el primero, "Viaje por España", escrito por la periodista australiana, residente por entonces en Inglaterra, Eleonora Tennant. El libro se limita a componer una serie de artículos sueltos sobre distintas vivencias de la autora en un viaje por diversos lugares de España -Toledo, Sevilla, ... - al tiempo de la contienda. Me ha llamado la atención que pácticamente la mitad de las páginas del volumen estén dedicadas a una crítica, en ocasiones bastante negativa, del libro, como si hubiera que explicar y justuficar la posición de la periodista que lo escribe. Así se dice que daba una visión parcial y limitada, que su familia tenía intereses económicos en España y que al libro le faltaba calidad literaria. Una vez leído, hay que admitir que la redacción es simple, poco elaborada, que afirma mucho y profundiza poco y que desde luego su testimonio es limitado tanto en el espacio como en el tiempo. Eso sí, tal vez hubiera sido más ecuánime el haber dejado las valoraciones al arbitrio del lector.
Xuan Bello es un escritor asturiano de 53 años, en cuya obra hay un poco de todo, aunque parece que predomina la poesía y el recurrente tema de su tierra natal. El año pasado publicó "Escrito en el jardín", una recopilación de relatos de muy diversa naturaleza, con el nexo común de un afinado formalismo, un perfecto manejo de la prosa poética y una búsqueda positiva y ágil de la belleza y la humanidad. En este libro aparecen recuerdos personales, descripciones de paisajes bonitos, relatos costumbristas, referencias a otros autores e incluso alguna poesía interlazada. Me han gustado unos más que otros, pero no cabe duda de que Bello escribe con finura literaria, tiene chispa y quiere decir cosas. Rebosa en el libro de Xuan Bello su militante asturianismo, con referencias a localiddaes bellisimas del principado -Llanes, Cudillero, Rivadesella, ...- y menciones al clima, a la naturaleza, a sus gentes y a su lengua, el bable. En definitiva, un libro para leer poco a poco, en momentos de espeical inspiración y con ambiente propicio ... un día lluvioso, al calor de una estufa y/o una manta, en plena naturaleza, ...
Francisco González Ledesma es sin duda uno de los autores míticos del género"negro" español. En 1948, con sólo 21 años, ganó el Premio Internacional de Novela con "Sombras viejas", aunque en España la censura prohibió su publicación por considerar la obra "roja y pornográfica", según los estrechos y parciales criterios imperates en esos años. Se tuvo que ganar la vida escribiendo novelas del oeste con el pseudónimo de "Silver Kane" hasta que con los nuevos tiempos lanzó al mercado al Inspector Méndez con su "Expediente Barcelona" y obtuvo el Premio Planeta de 1984 con "Crónica sentimental en rojo". De entre sus libros menos conocidos he encontrado "El adoquín azul", una novelita de 74 páginas, escrita en 2002 y publicada de nuevo en 2014, que a las virtudes propias del autor añade el incentivo de la brevedad. Se trata de un relato negro de posguerra, con policías corruptos, gente perseguida y una cruda historia de amor por el medio. Una novela ambientada en Barcelona, con todos los alicientes que eso lleva consigo: una ciudad conocida, un ambiente y una época llena de contenidos y sugerencias y unos personajes especialmente significativos ... y con un final emotivo y de cierta ternura.
Hablaba más arriba de los libros que me entran por los ojos. Es también el caso de "El sol verde" , primera novela de entidad del norteamericano Kent Anderson, con una portada atractiva y un argumento interesante. A mi elección contribuyó, además, la excelente reseña de Juan Carlos Galindo en el blog "Elemental". Anderson es un personaje especial, que fue policía y luchó en la guerra del Vietnam, habiendo creado un personaje, el agente Hanson, que viene a ser un alter ego, pues también es excombatiente. LA novela se ambiente en los inicios de los años 80 en Oackland, ciudad californiana donde conviven los conflictos raciales y el crimen violento.No estamos ante una novela con un argumento concreto, con un caso policial que resolver, sino el relato del trabajo habitual de citado protagonista, auténtico núcleo fundamental del libro de Anderson. Estamos ante un auténtico antihéroe, un policía complicado, con pasado difícil e inestabilidad personal evidente. A la vez es un personaje con el que te sientes identificado, y anda acompañado de unos coprotagonistas llenos de fuerza e interés. La novela es dura, ambientada en un clima de marginalidad, desarraigo y miseria, pero me ha pareciedo todo un descubrimiento. Quedamos a la espera de nuevas vivencias del agente Hanson, aunque Galindo nos cuenta que el autor es poco aficionado a escribir demasiado.
Hans Christian Andersen fue un danés que vivió en el siglo XIX y se hizo famoso escribiendo una serie de cuentos que hoy son inmortales: "Pulgarcito", "El patito feo", "El soldadito de plomo", "La reina de las nieves", "Las zapatillas rojas", ... Pero con los años, se ha descubierto que la producción literaria de Andersen fue más allá del citado género, y como muestra la editorial "Funambulista" ha publicado recientemente "Una visita a Portugal", un breve y delicioso libro de viajes en el que el autor escandinavo nos cuenta una estancia en nuestro país vecino, invitado por el cónsul danés. Se trata de un relato redactado en un tono amable y positivo, en el que Andersen habla con admiración de la belleza del paisaje portugués, algunas de sus ciudades -Lisboa, Setúbal, Coimbra, ...-, su historia y literatura y los habitantes del país. El escritor se muestra entusiasmado con la belleza, el ambiente positivo y la paz que se respira en tierras lusas. Todo ello, por cierto, en contraposición con una España que atraviesa para llegar desde Francia a Lisboa y en la que comprueba un ambiente agitado y se cruza con unos habitantes crispados y mal carados. Un libro francamente grato de leer.
Hans Christian Andersen fue un danés que vivió en el siglo XIX y se hizo famoso escribiendo una serie de cuentos que hoy son inmortales: "Pulgarcito", "El patito feo", "El soldadito de plomo", "La reina de las nieves", "Las zapatillas rojas", ... Pero con los años, se ha descubierto que la producción literaria de Andersen fue más allá del citado género, y como muestra la editorial "Funambulista" ha publicado recientemente "Una visita a Portugal", un breve y delicioso libro de viajes en el que el autor escandinavo nos cuenta una estancia en nuestro país vecino, invitado por el cónsul danés. Se trata de un relato redactado en un tono amable y positivo, en el que Andersen habla con admiración de la belleza del paisaje portugués, algunas de sus ciudades -Lisboa, Setúbal, Coimbra, ...-, su historia y literatura y los habitantes del país. El escritor se muestra entusiasmado con la belleza, el ambiente positivo y la paz que se respira en tierras lusas. Todo ello, por cierto, en contraposición con una España que atraviesa para llegar desde Francia a Lisboa y en la que comprueba un ambiente agitado y se cruza con unos habitantes crispados y mal carados. Un libro francamente grato de leer.