A largo de la semana que hoy termina -aunque el puente nos permita incrementar la fiesta- los telediarios y periódicos han tenido abundantes noticias que comentar; eso pasa siempre y no creo que esta semana haya sido especial, pero me apetecía hablar de una serie de cuestiones que no tengo tiempo de desarrollar en post individuales.
Comenzamos la semana con polémica a causa de los excesos verbales de Arturo Pérez Reverte respecto de las lágrimas derramadas por Miguel Ángel Moratinos tras su cese como Ministro de Asuntos Exteriores; a mí me encanta Pérez Reverte y me he leído casi todos sus libros, de la misma manera que no son pocas las veces que disfruto con sus artículos del "Semanal", pero también me parece que con demasiada frecuencia escribe como si se hubiera tomado un "Tripis", con una vehemencia que en ocasiones le lleva a faltar al respeto. Decir que Moratinos se ha ido "como un mierda" ni es justo ni es elegante; a mí personalmente las lágrimas del ex-ministro han conseguido que lo vea más humano, más de la tierra. Creo que nos viene bien que nos demos cuenta que también los llamados "VIPS" tienen su corazoncito y sus sentimientos y son de carne y hueso, y el que muestren sus debilidades no los hace peores profesionales.
Esta semana también ha habido unos cuantos que nos han dejado; el jueves falleció de manera repentina el ex-presidente argentino Néstor Kirchner. Como es lógico la noticia conmocionó a Argentina, máxime cuando el país está actualmente presidido por la mujer del finado, Cristina. Kirchner accedió a la Casa Rosada en las elecciones del 2003, unas elecciones caracterizadas por la lucha entre varios de los miembros del Partido Justicialista creado por Juan Domingo Perón que terminó en una segunda vuelta entre el hoy fallecido y el entonces ya ex-predidente Carlos Menem que no se llegó a celebrar tras retirarse éste. El viernes quien murió fue el histórico líder sindicalista Marcelino Camacho; Camacho representa el sindicalismo en estado puro, fue líder de Comisiones Obreras y entró 18 veces en la cárcel, llevando la iniciativa en la lucha sindical cuando era algo realmente comprometido y arriesgado. Camacho no tuvo nada que ver con la actual imagen de líderes sindicalistas de salón, habituales de los mejores restaurantes y vestidos casi de "Armani", sino que fue un hombre íntegro, que vivía de su sueldo de fresador de la "Perkins" y habitaba un modesto piso alejado del centro de Madrid. Se hicieron famosas sus chaquetas de punto con cremallera que acabaron poniéndose de moda entre los madrileños más pijos de la calle Serrano y adyacentes, tanto que se podía entrar en una tienda y pedir un "Marcelino". El sábado nos despertábamos con la noticia de la muerte inesperada y repentina de la actriz Lisa Blount, una de las protagonistas -junto a Richard Gere y Debra Winger- de "Oficial y Caballero" (1982) una de esas películas que protagonizan las carteleras de su época. Blount hizo algún trabajo más -"Gran bola de fuego" (1989), "Furia ciega" (1990) y "Caja de Luz de Luna" (1996), entre otros-, pero nunca de tanto relieve como su papel de mejor amiga de Debra Winger. Eso sí, Blount, como productora, y su esposo Roy McKinnon, como director y protagonista, se llevaron un Oscar en 2002 cuando 'The Accountant' ganó como mejor cortometraje.
Y siguen los dramas humanos por el mundo; a lo largo de estos días vamos conociendo detalles de un nuevo Tsunami por la zona de Indonesia; otra vez lugares como Sumatra, Borneo, Java, ... son trágicos protagonistas de escenas de muerte y desolación, con un número de muertos que ya supera los 400; por otra parte la tragedia vuelve a apoderarse de Haití, donde se ha desatado una terrible epidemia de cólera que se está cobrando un elevadísimo número de víctimas. Mientras por estos pagos seguimos con cierta indiferencia lo que acontece a personas iguales que nosotros, pero inmensamente más desprotegidas y débiles en todos los aspectos. Tal vez estos sucesos deberían hacernos meditar cuando le damos excesiva importancia a nuestra salud, nuestra economía familiar o las desventuras de nuestros equipo del alma.