En marzo han caído otros siete libros. Esta vez destacan dos lecturas de "no ficción" francamente interesantes, una escrita por el papa Francisco y otra por un psicoterapeuta italiano que ha sido todo un descubrimiento. También me han parecido muy recomendables "larga carta a Francesca" y una colección de relatos de Sciascia. Una buena novela de aprendizaje, un thriller del que esperaba más y un premio "Goncourt" nada fácil de entender completan la lista.
Habitualmente no leo libros por segunda vez, pero siempre hay alguna excepción; "Larga carta a Francesca", una breve novela de Antonio Colinas, ha vuelto a pasar por mis manos al cabo de casi 30 años de la primera vez. Recuerdo que me lo recomendó un aventajado estudiante de clásicas allá por finales de los 80 y ahora he sentido el deseo de releer esta joya de uno de los más inspirados poetas españoles de nuestra época. "Larga carta a Francesca" es pura prosa poética, un relato lleno de lirismo, de ternura y, también hay que decirlo, de tristeza. Está ambientado en el balneario de una supuesta villa de los Balcanes y lo protagoniza Jano, un poeta que ha vivido una maravillosa -y tortuosa- historia de amor con una virtuosa de la música, Francesca, una joven italiana de Monterroso a quien los dramas económicos y familiares han llevado hasta la locura, un delirio irreversible que la tiene recluida en un sanatorio y del que no se recuperará nunca. A lo largo del relato Jano va redactando a Francesca una carta de amor y despedida, una misiva jalonada con la presencia en el balneario de otros personajes tan complicados como él: Peter, un pintor judío enfermo y solitario, Adriana, una idealista italiana, anarquista militante, que se enamora de Marescu, un ciudadano del Este, apátrida, que precisamente huye de un régimen que para Adriana representa el ideal político y Betina, una joven enamoradiza que pretende sustituir a Francesca en el corazón de Jano. El autor divide su relato en tres partes, "Arte", "Amor" y "Enfermedad", en los que junto a los dramas personales, describe paisajes, cuadros y edificios con lirismo y maestría. Un libro para leer con calma, sin nada que altere la lectura y con capacidad para identificarse con el drama del protagonista.
Hacía tiempo que tenía en mi librería "Meursault, caso revisado", la novela con la que el periodista y escritor argelino Kamel Doaoud ganó el Premio "Goncourt" a la primera novela del año 2015. En diversas críticas leídas en internet el libro recibe todo tipo de elogios, ... y sus razones tendrán quienes los realizan, pero debo admitir que a mí me ha costado mucho leerlo ... y que tras ello no soy consciente de haber entendido demasiado. La novela constituye un homenaje a una de los mitos de la literatura francesa -y mundial-, "El extranjero" de Albert Camus; de hecho el protagonista es el hermano del argelino que muere a manos del protagonista del libro de Camus, Mersault ... un personaje que aquí queda bautizado como "Moussa", pero a quien Camus solamente se refiere en su obra como "el árabe" , ... de hecho Daoud recoge varias frases literales de aquélla. El relato es realizado en primera persona por un personaje duro y amargado, que ya en su vejez vuelve la cabeza al pasado y desahoga todos sus odios y resentimientos. Hay frecuentes referencias a la guerra de independencia de Argelia, a Francia y en general al contraste entre la metrópoli y las colonias. Una secuela de un libro inmortal, casi unánimemente alabada por la crítica, que ha recibido un galardón importante ... pero que se ve no he conseguido aprovechar bien.
Siempre estaré agradecido a quien me recomendó "El poder de la bondad", un ensayo escrito por el psicólogo italiano Piero Ferrucci que desgrana por capítulos los distintos valores que en su conjunto favorecen el ejercicio de algo tan necesario como la bondad. Pienso que el libro es todo un compendio, una lección de vida, un libro de cabecera al que recurrir muchas veces. La primera razón por la que me ha encantado ha sido por el hecho de que Ferrucci no habla desde una "atalaya", sino que nos cuenta su experiencia, habla desde la sencillez y la humildad y hace fácil su enseñanza.Por otra parte, a la vez que es exigente -queda claro que la verdadera bondad cuesta esfuerzo, exige entrega y renuncias- nos lo muestra como algo asequible y amable. Ferrucci se implica además, son continuas la referencias a experiencias vitales y en ellas tiene la honestidad de contarnos lo bueno y lo malo, no le duelen prendas en mostrarnos sus errores y sus actuaciones equivocadas, algo que le hace cercano y humano a la vez. Que nadie piense que es una especie de "manual", como esos libros de "aprender inglés en 10 días", "cómo ser un lider" o "los secretos de internet", es algo mucho más serio y profundo. Una lección magistral, un libro cargado de contenido y de enseñanzas, una lectura absolutamente aconsejable. Ah, y un magnífico prólogo del Dalai Lama.
"El puñal" es un thriller del argentino Jorge Fernández Díaz -no confundir con el Ministro del Interior- que se ha vendido bastante en nuestro país y ha tenido una crítica generalmente bastante positiva. Se trata de una novela centrada en el narcotráfico en Argentina, eso sí, con vinculaciones también en España ... de hecho buena parte de la trama se desarrolla en nuestro país -Madrid, Barcelona, Asturias, ...-. Las 448 páginas del libro son un continuo relato de corrupción, trampas y negocios sucios, sin que parezca que se salve nadie. El protagonista tiene fuerza, un hombre de color, ex combatiente de la guerra de las Malvinas que no se para ante nada y ante nadie; junto a él aparece Nuria, una abogada española que se muestra como el personaje central de los negocios oscuros entre ambos países. Se trata sin duda de una narración entretenida, muy del estilo al "Cartel" de Don Wislow, aunque tal vez con menos acción. El autor aprovecha para añadir un toque romántico y sentimental, ya que entre ambos protagonistas, personajes sin duda antagónicos, surge una atracción indudable. Buena novela para pasar el rato, aunque, siempre desde mi punto de vista, no responde -ni de lejos- a las expectativas que algunos críticos expertos me abrieron.
Hacía semanas que tenía ganas de leer
"El nombre de Dios es Misericordia", la entrevista que el vaticanista italiano
Andrea Tornielli realiza al Papa
Francisco. Me lo habían recomendado desde distintos ámbitos, me encantó en su momento la presentación que realizó Roberto Benigni y de hecho tenía en mi poder un ejemplar desde mi última estancia en Madrid allá por la primera semana de febrero. La conversación del periodista con el Santo Padre es, efectivamente, deliciosa, una fuente permanente de aprendizaje y enriquecimiento. Se trata de una lectura grata, con esa forma de explicarse tan propia del pontífice argentino que consigue que los conceptos sean asequibles y las ideas sugerentes. Pienso que Francisco ha conseguido despertar en nuestros corazones inquietudes que siempre estuvieron en el Evangelio y teníamos más bien olvidadas, que ha dado un nuevo empuje y hasta un nuevo enfoque a la doctrina de siempre poniendo el acento tal vez en aspectos distintos de aquéllos que primaban hasta ahora. En este caso reflexiona sobre la Misericordia divina de forma muy atrayente en este año jubilar dedicado precisamente a este atributo divino. Como apéndice el libro contiene el texto íntegro de la Bula "Misericordiae vultus" promulgada con tal motivo.
"El bar de las grandes esperanzas", del periodista norteamericano y premio "Pulitzer" del 2000
J.R. Moehringer es uno de esos libros que decides leer en cuanto has echado un vistazo a portada y contraportada, ... si a eso añades una buena crítica generalizada queda claro que pasa a ocupar un lugar preferente en tu lista de lecturas pendientes. El libro es autobiográfico, Moehringer nos cuenta su vida y los personajes no solamente son reales, sino que la inmensa mayoría, como nos explica el autor al final, conservan su nombre. "El bar de las grandes esperanzas" es también una de esas novelas llamadas "de aprendizaje", y nos narra las dificultades del escritor para salir adelante en un ambiente difícil, con un padre que desaparece de la noche a la mañana, una madre que tiene que sacarle adelante sin un dolar y un entorno social bajo y complejo. La vida del protagonista gira en torno al bar "Públicans", donde se concentran una buena parte de los personajes del relato, cada uno de ellos con un buen número de peculiariedades y con su particular historia. El libro, y así lo he leído en algún comentario al mismo, tiene su algo de "dickensiano", nos introduce además en los ámbitos más desfavorecidos de la sociedad neoyorquina, donde no todo es éxito, glamour ni liderazgo. A mí me ha gustado, no he perdido el ritmo del interés en ningún momento y ha confirmado las expectativas creadas ... También pienso que no es la típica novela que gusta a todos.
Uno de mis escritores italianos favoritos es el siciliano
Leonardo Sciascia, un hombre agudo, brillante y con sentido crítico que escribió un buen número de novelas, generalmente breves, en las que solía narrar con pluma ágil e incisiva historias y enredos habitualmente ubicados en Sicilia, así como algún ensayo brillante como el que relataba el secuestro y asesinato del líder democristiano Aldo Moro. La editorial "Gallonero" ha reeditado una colección de relatos cortos bajo el título de
"Una comedia siciliana". Se trata de narraciones que no exceden de diez páginas y que son muy gratas de leer. Me han gustado especialmente "llegan los nuestros", "Los alemanes en Sicilia" y "La estafa", pero todas ellas no me cabe duda de que valen la pena. Sciascia se sitúa ideológicamente a la izquierda -de hecho simpatizó con el PCI- pero por encima de todo muestra una independencia e imparcialidad notables. Leyendo sus relatos nos ofrece un muestrario plural, acertado y en ocasiones hasta hilarante de la idiosincrasia de los sicilianos, del ambiente en dicha región italiana de la segunda mitad del siglo pasado. Contiene dos anexos, al parecer póstumos, que me costó algo leer.