Leyendo ayer la prensa digital me topé con esta foto, una imagen que podríamos denominar informal y veraniega en la que aparecen algunos de los principales representantes de la candidatura "Junts pel sí", la coalición electoral que reúne a quienes pretenden conseguir al terminar la jornada electoral del próximo 27 de septiembre que el Parlament catalán tenga una mayoría suficiente como para realizar experimentos independentistas de riesgo. La verdad es que la imagen me ha llamado la atención, entre otras cosas porque se puede ver al personal distendido y contento, cosa que no es mala; pero no puedo evitar tener la impresión de que a todo un artista de la talla de Llach parece que se le ha hecho tarde haciendo chapucillas en el baño de su casa, el "Rey Artur" anda un poco descolocado en el grupo, el número uno de la candidatura parece más un entrenador de basket que un político con aspiraciones, la señora de la ANC acaba de llegar del mercadillo y el tal Junqueras aparenta las formas del yerno colgado con pinzas en la foto familiar.
Es evidente que los tiempos han cambiado, pero cuando recuerdo las formas y las arrogancias de los políticos de CIU en los tiempos en que yo vivía por esas tierras, cuando alardeaban cual gallo dominante de sus reiteradas mayorías absolutas, de su pretendida eficacia como gestores, de su responsabilidad casi empresarial, no puedo evitar pensar que si por entonces hubieran podido siquiera vislumbrar el futuro y contemplar semejante "presidencia", algún que otro temblor les hubiera entrado en las piernas, ... o sencillamente no la hubieran creído real y posible. En plena crisis de las bolsas orientales y europeas, con Grecia manteniendo su papel de patata caliente en la Unión Europea y el mundo sacudido por el drama enorme e injustificable de los inmigrantes, estas cosas son "pecata minuta", pero si la gestión de la independencia se tiene que basar en este foto, miro a Cataluña, ejemplo durante tanto tiempo de tantas cosas, y pienso aquello de "quien te ha visto y quien te ve".