En febrero he terminado seis libros; sin ninguna duda la mejor nota se la pongo a "Los recuerdos", de David Foenkinos, aunque me han gustado también mucho la cuarta entrega del inspector Sejer creado por la noruega Karim Fossum y la novela del egipcio Alaa al Aswany. Los otros tres han sido una novela negra de un autor de moda, Carlos Zanon, que me parece algo sobrevalorado, un clásico de Shakespeare con los inconvenientes propios de leer teatro y un relato de un escritor local al que tendré que leer más para una valoración completa.
Siempre he pensado que la noruega Karim Fossum es de lo mejor en novela de intriga escandinava; tras terminar "Una mujer en tu camino", la cuarta entrega protagonizada por el inspector Konrad Sejer, me reafirmo en tal opinión, es más, pienso que estamos ante la mejor novela de Fossum. Desde mi punto de vista, la novela presenta tres aspectos que avalan su calidad literaria y su capacidad de entretener: está bien escrita, nos plantea un argumento que es a la vez coherente, original y atractivo y nos hace pensar, porque en los relatos de Karim Fossum la intriga correspondiente no es la única cuestión de interés, sino que las vidas de los personajes y el ambiente de los lugares donde ocurren los hechos tienen cosas que decirnos. No estamos ante una novelista que nos de sorpresas ni nos reserve giros inesperados, sino ante una escritora que nos presenta un caso que desarrolla perfectamente, con unos personajes de carne y hueso, a los que los hechos criminales que se investigan afectan de una manera u otra. El protagonista, el citado inspector Sejer, carece de los aspectos conflictivos que ofrecen otros cercanos como el Wallander de Mankell o el Martin Beck de Sjöwall y Wahlöö, pero aporta una sensatez y humanidad notorias. Destaca en esta autora el sentido positivo de sus novelas, en las que, a pesar de relatarse crímenes tremendos, siempre incorpora una visión esperanzadora de la gente y más de un personaje realmente entrañable. La recomiendo muy vivamente.
Ya hacía tiempo que quería leer "El edificio Yacobian", la novela del escritor egipcio Alaa al Aswany que fue llevada al cine en 2006 por Marwan Hamed y en la que se disecciona a los habitantes de El Cairo tomando como centro un antiguo edificio, construido en 1930 como un auténtico lugar de lujo y que con los años fue perdiendo "caché". Ya leí en su momento "Chicago", otra novela de este autor en la que narra las andanzas de los emigrantes egipcios en América, un libro interesante en el que, desde mi opinión, al Aswany dedica demasiado tiempo a los quehaceres sexuales de los protagonistas. Me ha gustado bastante esta novela, además de que el autor se modera bastante más que en la otra citada, porque sabe mover con acierto esa auténtica galería de personajes que dan lugar a tramas distintas que se van cruzando a lo largo del relato. Desde mi punto de vista, acierta el autor del libro al remarcar el contraste entre el ambiente financiero-capitalista de El Cairo, claramente occidentalizado al tiempo de ser escrito el libro, y el mundo islamista, radicalmente distinto. El terrorismo islámico, las ambiciones económicas, las costumbres locales y otra serie de temas quedan reflejados en los capítulos de esta novela que se lee con agrado y que ha supuesto el segundo libro que termino con mi nuevo libro electrónico.
En las últimas semanas se ha hablado mucho de Carlos Zanon como el nuevo fenómeno de la novela negra española; RBA acaba de sacar "Yo fui Johnny Thunders",m un relato del que todos hablan maravillas -además de insistir en que es super-duro- y que ha sido elogiado por los críticos de los medios más prestigiosos. En mi último paso por "Negra y Criminal" -ya han pasado un par de años- me hice con "Tarde, mal y nunca", libro que se hizo en 2009 con el "Premio Brigada 212" a la mejor primera novela en castellano, por lo que ahora que el nombre del autor comienza a adquirir relevancia me pareció un buen momento para hincarle el diente. Realmente está bien escrita y es verdaderamente "negra": está ambientada en la Barcelona más marginal, sus personajes son genuinos perdedores, de esos de chandall, tatuajes y desaliño y se mueven en un mundo auténticamente "lumpen"; es tan negra que éstos últimos son los verdaderos protagonistas, tanto que el primer policía no aparece hasta la página 166 -el libro tiene 221-. Zanon domina el lenguaje y le pone ritmo a su relato, aunque uno no pueda evitar intuir cierta artificialidad en la composición de la narración. Para quien guste del género es una buena recomendación y, sin duda, se trata de un autor puntero en el ámbito de la novela negro-criminal española, un campo que en los últimos años ha sufrido un importante crecimiento. Eso sí, si uno anda deprimido o triste, mejor que lo reserve para otra ocasión.
No es fácil leer teatro, pero también es cierto que sobre mi conciencia pesaba no haber leído ninguna obra de William Shakespeare, razón por la cual escogí la tragedia de "Macbeth" para cubrir esta laguna. Recordaba haber visto hace varias décadas la versión que para Estudio-1 realizó en su día Pedro Amalio López, con la intervención de actores de la época como Francisco Piquer, Irene Gutiérrez Caba, Julio Núñez, José María Escuer y Tomás Blanco. Se trata de una de las obras cumbre del dramaturgo inglés, dotada de unos aires de enorme tragedia, pues en ella todo es tremendo: la codicia, el ansia de venganza, la traición, las pasiones, ... Shakespeare se remonta al siglo XI de la historia británica y nos relata el drama de Macbeth, rey de Escocia al que pierden sus deseos desmedidos de poder y la codicia de su mujer. Hay que leerlo despacio para enterarse bien de lo que pasa, pues el autor deja cuestiones solo hilvanadas, siendo útil tener el argumento al lado. Una tragedia impresionante que se lee con afán y puede cubrir una tarde con poco más que hacer.
El escritor francés David Foenkinos es sin duda una de las revelaciones literarias de los últimos tiempos; ya lleva tres libros que se han vendido como rosquillas y ahora luce en los estantes de las librerías una original biografía de John Lennon de la que hablan maravillas. Brunetti fue quien me alentó de este hombre, y sin duda responde a las exigencias de mi buen amigo: novelas no muy largas, escritor francés y ambientación contemporánea. Opté por comenzar por "Los recuerdos" y puedo decir que ha sido una lectura deliciosa; en esta novela, relatada en primera persona, Foenkinos nos habla de la vida sencilla, de cosas ordinarias: estamos ante lo que podríamos llamar literatura descomplicada. Durante buena parte de la narración quien relata nos habla de su abuela, a quien sus padres ingresan en una residencia, hecho ante el que el protagonista se rebela y decide darle a aquélla el cariño que tal vez no le había dado antes. Posteriormente pasa a hablar de sus afectos amorosos y de sus extrañas relaciones con sus padres. Buscando referencias del libro encontré a alguien que comentaba que Foenkinos es mejor narrador que escritor, que cuenta mejor que escribe, precisión que no se si es adecuada pero que intuyo cierta. A lo largo de la novela no pasa nada especial, tan sólo episodios normales que le pueden pasar a cualquiera. Todo un descubrimiento que obliga a repetir.
Me he propuesto darme de vez en cuando un garbeo por el panorama de la novela policíaca nacional, y puestos a ello me pareció oportuno acudir a Esteban Navarro, un autor oscense del género y entre sus obras elegí "La noche de los peones", novela ambientada en Huesca y que resultó finalista del Premio Nadal de 2013. Me atraía que en el argumento se explicara que el relato estaba ambientado en Huesca, así como el haber escuchado mencionar con frecuencia a este escritor. He de empezar diciendo que la ambientación en Huesca es relativa: sólo aparece su Comisaría y el Hospital "San Jorge", pues al estar la narración centrada en los recuerdos de sus dos protagonistas -un veterano policía y una joven policía en prácticas- la historia se traslada a la costa del norte de Barcelona: Mataró, Caldas de Estrac, Arenys, ... Por otra parte no me ha parecido una novela propiamente policíaca, pues como queda dicho más que una investigación policial -no hay crimen alguno- lo que se describe son los recuerdos vitales de dos personas marcadas por una infancia difícil, lo que sin duda aumenta el mérito del autor. Me ha parecido un relato bien construido, humano y realista, aunque en mi opinión la calidad literaria es mejorable y el autor no puede evitar caer en el maniqueismo tan al uso de que lo de antes todo estaba mal y lo de ahora es estupendo. Tengo "La casa de enfrente" y la leeré.-