En el mes de junio no he leído tanto como en los anteriores; la cercanía de mis vacaciones y las premuras del tiempo me han impedido leer todo lo previsto. En este mes que da inicio al verano -los calores este año comenzaron antes- he disfrutado de dos lecturas de primer nivel: un antiguo premio Pulitzer -"Así de grande" y un interesantísimo diario de un escritor genial, Josep Pla. Del resto he reflejado mis pegas, como se puede comnprobar.
La escritora norteamericana Edna Ferber obtuvo en 1925 el premio Pulitzer por su novela "Así de grande"; tras leerla no me cabe ninguna duda de que el galardón fue completamente merecido, es más, al terminarla quedé con esa sensación que se da tan pocas veces de haber leído una obra excelente. No es Ferber una autora conocida en España, hay quien lo atribuye a que al realismo propio de tantos autores y autoras allí nacidos, esta mujer añade un toque de sentimientos que a algunos no gusta ... a mí este plus es el que ha conseguido maravillarme. El libro ha sido publicado por "Nórdica", una editorial que como "Península", "Impedimenta", "Libros del Asteroide", "Acantilado", ... ha tenido el acierto de desempolvar los escritos de viejos autores, algo que habrá que agradecerles. "Así de grande" es ante todo la historia de una mujer fuerte, de Selina de Jong, una madre que lucha por vencer las dificultades y salir adelante en una comunidad agrícola cercana a Chicago en el primer cuarto del siglo XX. Un relato que tiene mucho de épico, y de tierno, que refleja con gran acierto el ambiente y las tensiones sociales de la época y el paisaje natural y humano del Medio Oeste. Está muy bien escrito, y sin que pase nunca nada especial -la gente vive, se relaciona, tiene problemas y muere como en la vida normal- mantiene siempre el interés y nunca te hace ver nada de postizo, de artificial. Una lectura que no puede decepcionar.
"Queda inaugurado este seto" es un librito publicado por tres jóvenes estudiantes aragoneses de periodismo, Berta Comas, Alba Giner y Javier Lafuente; en la contraportada definen el contenido del libro como "un recorrido ameno y desenfadado por las mejores anécdotas electorales en Aragón desde los lejanos comicios municipales de 1979", un reclamo atractivo que invita a comprarlo para pasar una tarde de fin de semana entretenida y relajada, y con esa idea lo compré. A la hora de la verdad, más que un conjunto de acasos divertidos, el trabajo me ha parecido una sucinta historia de las elecciones autonómicas y municipales en Aragón, poco profundo y caracterizado por haber sido escrito por quienes han nacido mucho después de la transición y desde un punto de vista que me ha parecido escorado hacia una posición concreta. Los autores lo redactan con un escrupuloso y loable respeto a las personas, citando sus fuentes, que me han parecido prestigiosas y de fiar, aunque poco plurales y sin que aportaran excesivas novedades a la historia local de la democracia moderna.
Con "Ofrenda a la tormenta" concluí la "Trilogía del Baztán" de Dolores Redondo, una colección que es aconsejable leer seguida, pues las tres novelas se relacionan entre ellas, de manera que si pasa demasiado tiempo entre una y otra corres el riesgo de perderte ... siempre que uno quiera leer estos libros, por supuesto. Se trata sin duda de un proyecto ambicioso, una trilogía bien preparada, con una proyección mediática y una cobertura publicitaria previa y paralela llamativa. Esta tercera entrega, como las anteriores, está bien escrita y contiene una historia atrayente y lograda, aunque, al igual que aquéllas, me ha parecido que en su conjunto resulta un relato "excesivo", y como tal entiendo la elaboración de un drama tremendo, casi desmedido, la presencia constante de elementos mitológicos, sobrenaturales que le da un tinte distinto a la intriga y que a mí no me convence en exceso y la pasión con la que se mueven la inmensa mayoría de los personajes. De cualquier manera, en tiempos donde existe una auténtica eclosión de la novela negra y de intriga en España, donde parece que algunos las escriben prácticamente "en serie", se agradece encontrarse con novelas trabajadas y en las que también se ha tenido en cuenta la calidad literaria.
Josep Pla es sin duda uno de los escritores que se lee con más gusto; tras leer su ensayo sobre la proclamación en Madrid de la II República hice el propósito de insistir con este autor y he cumplido mi idea aprovechando la salida al mercado de un diario inédito que hace referencia a su vida en los años 1956, 1957 y 1964 y que ha publicado la editorial "Destino" con el título de "La vida lenta". No se trata de una apuesta fácil, pues lo que se ha hecho es publicar unos apuntes realizados por el escritor de Palafrugell que están redactados de manera telegráfica y sin más orden ni concierto que su mera relación temporal. A pesar de ello resulta de gran interés y lo he leído con agrado, pues en este diario el autor se muestra con una sinceridad abrumadora, contándonos sus estados anímicos, condicionados pos su salud, su visión negativa del régimen vigente entonces en España, sus excesos con la bebida, la frágil salud de su madre y su correspondencia con alguien a quien llama "A" y que todo hace pensar que es una especie de amor imposible. Pla incide mucho en sus comidas y acredita ser un sibarita irredento así como en sus lecturas y viajes, refiriendo andanzas por Francia, Alemania, Grecia, Italia, ... y en sus escritos, resaltando su "Cuaderno gris", que redactaba en aquella época y sus colaboraciones con la revista Destino y el Correo Catalán. También aparecen personalidades notables del mundo de la cultura, la oposición política y la sociedad civil en general de la Cataluña de entonces: Manuel Ortínez, Frederic Rahola, Armand Carabén, Josp Vicent Foix, Gaziel, Vergés, Raimon, Ibáñez Escofet, Fabián Estapé, Duran Farrell, ... Un libro interesante, que aún lo será más para quien conozca con mayor profundidad que yo la figura de Josep Plá y el ambiente de la Cataluña de los años 50 y 60.
El escritor alemán Dietrich Schwanitz publicó una especie de "biblia" cultural con el fin de enriquecer los conocimientos de una juventud cuya solidez cultural le preocupaba notablemente. Dicha obra, titulada "La cultura. Todo lo que hay que saber" contiene un pequeño volumen dedicado a la literatura europea, un librito de unas 180 páginas que he leído con interés y, a ratos, con deleite en la segunda quincena de junio. Schwanitz divide en una introducción y tres partes; la primera está dedicada a las mejores novelas de la literatura europea, desde "La divina comedia" hasta el "Ulises" de Joyce, pasando por el "Quijote", "Fausto", "Los hermanos Karamazov", "Guerra y paz", ... un maravilloso recorrido por los mejores autores europeos que sirve de acertadísima guía de lecturas. La segunda parte está dedicada al teatro y el autor elabora una especie de conversación con un psiquiatra en la que intervienen Ionescu, Bernard Shaw, Bertold Brecht, Pirandello y Samuel Becket, ... sin duda cinco genios, aunque he de reconocer que no conseguí hacerme una idea de lo que se intentaba reflejar con aquélla. Finalmente Schwanitz elabora una larga lista, ordenada cronológicamente, de libros que afirma "cambiaron el mundo", libros de filosofía, ciencia, ensayo, ... y están escritos por personajes de la altura de San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Galileo, Tomás Moro, Rousseau, Voltaire, Darwin, Adan Smith, Freud, .... entre muchos otros. Un libro ameno que da buenas ideas para leer, aunque algo irregular de contenido.
Anna Katherine Green fue una novelista estadounidense que vivió entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX; escribió fundamentalmente novelas de misterio protagonizadas por personaje femenino, la señorita Butterworth, que para algunos es el antecedente inmediato de la inolvidable Miss Marple de Agatha Christie. Butterworth es una solterona cotilla y con aficiones investigadoras, aunque desde mi punto de vista se aleja de la Marple, pues además de la notable diferencia de épocas y nacionalidad, carece del encanto y los aires provincianos del personaje surgido de la imaginación d ela dama del crimen. La editorial "d'Época" ha tenido la brillante idea de "desempolvar" una serie de novelas de intriga antiguas, entre otras "El misterio de Gramerscy Park", de la citada autora y con la protagonista referida; cogí el relato con ilusión, aunque no ha respondido a las expectativas: me ha parecido una narración en exceso embrollada, con largos capítulos que, desde mi punto de vista, adolecen de unas frases excesivamente extensas y una redacción complicada. El personaje de Amelia Butterworth no tiene la fuerza de otras figuras similares surgidas a lo largo de la historia de la literatura de misterio. Eso sí, consigue cerrar la novela adecuadamente y el final no carece de la sorpresa y la habilidad de las mejores novelas del género. La novela tiene la presentación propia de los dramas y misterios victorianos ... pero no cabe mover a confusión: se desarrolla en Nueva York.