He regresado en enero a la cifra de siete lirbos terminados. Este mes he leído las cosas más variadas, con un par de crónicas francamente interesantes -una de carácter histórico en torno a la revolución de Asturias y otra de actualidad en torno al continente africano- y algún que otro "pinchazo".
A lo largo del año recién terminado, las páginas y suplementos literarios de diarios, blogeros y demás expertos se han referido con frecuencia y habituales halagos a las nuevas generaciones de escritores españoles. Las editoriales más importantes han incrementado la publicación de primeras obras de jóvenes a quienes se consideran con calidad y futuro. Entre éstos, y clasificable en el apartado de novela policíaca, me llamó la atención desde que supe de su existencia, la primera novela de Jerónimo Andreu, un periodista de buen currículum que ha debutado con "En el vientre de la roca", un thriller lleno de ritmo ambientado en Gibraltar. Pienso que el hecho de que la trama se desarrolle en el Peñón es un acierto añadido, pues añade originalidad al relato, sirve para despertar curiosidades. Desde mi punto de vista, los dos grandes valores de esta novela son su excelente ritmo, que no decae en ningún momento y mantiene el interés del lector de modo permanente, y la variedad y originalidad de sus personajes. Andreu nos introduce en el mundo "lumpen" de contrabandistas, traficantes, descuideros, ... con los alicientes del paso de ida y vuelta de la península a Gibraltar y la concurrencia de la policía inglesa, la española, los llamados "yanitos" y personal análogo. Una novela entretenida y literariamente muy digerible.
El blog "Elemental", ubicado en la sección digital de"El País" y dirigido por Juan Carlos Galindo, se ha convertido en una de mis guías favoritas en materia de novela negro-criminal. A principios de noviembre apareció un magnífico artículo titulado "Cinco ensayos sobrecogedores sobre el mundo criminal", en el que se diseccionaban cinco libros ajenos a la ficción, muy en la línea de relatos míticos como "A sangre fría", de Truman Capote o, bastante más reciente, "El adversario", de Emmanuel Carrere. Los puse todos en lista de espera y comenzé por "La casa de los lamentos", un extenso relato de la australiana Helen Garner que responde perfectamente a su subtítulo: "Crónica de un juicio por asesinato". Garner nos cuenta al detalle un proceso judicial que cubrió como periodista en torno a un suceso que conmovió Australia, cuando un hombre se precipitó al río con el coche que conducía y donde llevaba a sus tres hijos, consiguiendo él salvarse y pereciendo los niños. El ciudadano en cuestión fue acusado de provocar a conciencia el accidente como venganza contra su ex-mujer. El libro es extenso, y nos cuenta al detalle los dos juicios -hubo que repetir el primero- y sus respectivas apelaciones. En ocasiones puede resultar reiterativo y premioso, pero como narración de un hecho real y el correspondiente proceso me ha parecido un testimonio magnífico.
Hace ya tiempo que compré y comencé a leer "Las cosas como son", una especie de balance político de Carlos Solchaga, quien fue el ministro económico más duradero y famoso de los 14 años de gobierno socialista de Felipe González. No se trata de unas memorias, entre otras razones porque Solchaga se limita a hablar de los catorce años en que tuvo protagonismo político, así lo precisa, además, el "cótitulo" del libro: "Diarios de un político socialista: 1980-1994", el tiempo que fue desde su acceso al Congreso de los Diputados como parlamentario navarro hasta su dimisión como jefe del grupo parlamentario socialista en la primavera de 1994. Leer las 710 páginas de las que consta el texto me ha costado año y medio, entre otras razones porque lo he ido haciendo a empujones, con meses sin tocarlos. El político de Tafalla da buena cuenta de cuestiones interesantísimas desarrolladas en eñpocas tan importantes como ls de las mayorías absolutas del PSOE, los eventos del 92, los desencuentros de Solchaga y su equipo con los guerristas, los casos de corrupción tan sonados como el de Juan Guerra, Filesa o Roldán, las fusiones bancarias, la reconversión industrial, los avatares de personajes claves en su momento como Mario Conde, Mariano Rubio o Javier de la Rosa y tantos otros temas. También hay mucha terminología económica que en ocasiones he optado por leer en diagonal. El autor nos desvela cuestiones apasionantes, aunque no falte, como suele ocurrir en este tipo de relatos personales y autobiográficos, esa cierta vanidad de quien parece creerse tener siempre la clave y la solución de todo.
Robert Hugh Benson fue un sacerdote inglés que vivió entre finales del siglo XIX y principios del XX. Benson fue un converso del anglicanismo y miembro de una familia con notoria vocación literaria: sus dos hermanos fueron también escritores. Hace unos pocos años leí "Señor del mundo" una fábula sobre las fuerzas oscuras que gobiernan el Planeta, reeditado recientemente y recomendado en su día por el mismísimo Papa Francisco. A finales del año pasado "Arcaduz" publicó otra de sus obras, "A la horca", una novela histórica que narra la persecución sufrida por los católicos ingleses durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Ana Bolena. Desde que leí alguna crítica el tema me pareció interesante y la época atractiva, lo que unido a la favorable impresión del libro ya leído, provocó que terminara colocándolo en primera línea de lectura. Me ha parecido una novela entretenida y de buen ritmo, aunque con un estilo literario tal vez ya algo anticuado. El autor escribe desde la implicación absoluta y tomando claramente partido. Todos los personajes son históricos, salvo los dos principales protagonistas. Destaca de manera especial la inclusión en la trama del cautiverio y ejecución de la Reina de Escocia, María Estuardo.
La revolución de Asturias de 1934 es, sin duda, uno de los episodios más impactantes de la historia reciente española, y posiblemente también de los más influyentes en los aconteceres posteriores. De ahí que me llamara poderosamente la atención la obra publicado hace algo de más de un año por "Libros del Asteroide": "Tres periodistas en la revolución de Asturias", en el que se recoge el balance de la revolución por tres profesionales del nivel de José Díaz Fernández, Josep Pla y Manuel Chaves Nogales. No estamos ante un trabajo de historia ni ante un ensayo, sino que se trata de escritos periodísticos realizados por tres periodistas honestos, de fiar, que nos cuentan lo que ven y escuchan "a pie de obra" y nos ofrecen su versión desde perspectivas diferentes. La verdad es que lo compré incentivado por mi "devoción" a Pla y Cahves Nogales, pues no conocía al tercero, aunque a la hora de la verdad el relato de Díaz Fernández ocupa más de la mitad del texto. Mientras éste lo que hace es contar los sucesos que conoce a modo de relato, el editor incluye las magníficas crónicas que Pla y Chaves enviaban diariamente a "La veu de Catalnya" y el diario "Ahora" de Madrid, respectivamente. Mientras Díaz vivía en Asturias -llegó a ser diputado del partido de Azaña-, tanto Josep Pla como Manuel Chaves Nogales fueron los primeros periodistas que consiguieron entrar en el Principado una vez restablecido el orden. La narración del primero rezuma cierta simpatía con los rebeldes, mientras los otros dos ofrecen crónicas bastante más críticas, aunque los tres lo hagan con una fiabilidad y honestidad evidentes. Son versiones que se complementan y conforman un relatoi vivo e interesantísimo de unos sucesos fundamentales. El prólogo de Jordi Amat, a la altura del resto.
Lo que tiene que ver con África es sin duda atractivo, por eso cualquier libro que trate el tema suele apetecr leerlo, ... evidentemente cuando intuyes que se trata de un trabajo bien elaborado, de calidad. Por esta razón me entró por los ojos "África. La vida desnuda", una crónica periodística del reportero español Alberto Rojas. No estamos ante un libro de viajes, ni ante un elenco de misiones humanitarias ejemplares y generosas -aunque alguna heroicidad humana se refleje-, sino frente a una crónica del drama que asola a muchas zonas del continente africano: guerras, epidemias, hambrunas, ... con la maldad y ambiición humana que suelen llevar como compañía. El autor recorre las zonas más conflictivas de África -Niger, Sudán, Somalia, República Centroafricana, Congo, Chad, ...- y va relatando historias con frecuencia estremecedoras, mostrándonos personajes que tienen tanto de héroes como de vícimas, situaciones dantescas, .... en suma, reflejando historias que duele leer, como debe doler vivir y testimoniar. No se trata de un libro para entretenerse ni diusfrutar, pero a la vez reuslta tan interesante como posiblemente necesario leer. Es bueno saber lo que está pasando en esos países, tomar conciencia del sufrimiento de tantos ... y además está bastante bien escrito.
Me llamó la atención un reciente artículo de "Elemental", el ya más arriba mencionado blog "negro-criminal" de "El País" sobre lo que denomina "True crime literario", es decir, la moda de escribir y publicar novelas basadas en crímenes reales. Tomé buena nota de los títulos que Laura Fernández, ajtora del trabajo, recomendaba y opté por comenzar con la lectura de "Chicago", una historia criminal ambientada en los años 20 de cicha ciudad. El tractivo del libro venía reforzado por el prestigio de su ator, David Mamet, célebre entre otras actvidades, por ser haber hecho el guión adaptado de películas como "El cartero siempre llama dos veces", "Veredicto Final, "Los intocables de Elliott Ness" y "Cortina de humo"., así como de la pieza teatral -luego también versionada en el cine- "Glengarry Glenn Ross", con la que ganó el Pulitzer en 1984. A la vista de este currículum, deposité grandes esperanzas en la lectura del libro, pero a la hora de la verdad ésta se me ha hecho pesada ... con mayor intensidad conforme avanzaba en ella. Mamet nos cuenta una historia interesante y presenta unos personajes de cierta entidad, pero no se siu es la forma de relatar los hechos, un ritmo que me ha parecido irregular o que la falta de soltura ha sido del lector, pero me ha costado mucho seguir la trama y la novela no ha respondido a mis expectativas.