Buena cosecha literaria en febrero. Nota alta para un libro sobre el asesinato de Ellacuría, una recopilación de cuentos de una premio Nobel y el primer trabajo como escritora de una editora de prestigio. El resto no está mal: el último "Planeta", un breve relato de juventud, unas breves memorias del gran Camilleri y un autor de cierto éxito en el panorama negro-criminal español.
Parte de enero y febrero los he dedicado a leer el último premio "Planeta", galardón que consiguió en octubre la donostiarra Dolores Redondo con "Todo esto te daré", una novela de intriga con aspiraciones literarias y una extensión notable (614 páginas). Un amigo tuvo el detalle de regalármela dedicada estas Navidades, lo que incrementó mis deseos de leerla, casi la obligación de hacerlo. Con este nuevo y premiado libro de la Redondo me ha pasado como con su célebre Trilogía del Baztán: me ha parecido literatura de cierta calidad, pero he visto demasiada fantasía en el argumento. Como escuché decir a alguien con quien comentaba esta lectura, hay bastante intriga pero poca tensión: las páginas van pasando y se urde una trama concreta, pero aquélla no consigue ser aditiva. La escritora logra ofrecer una buena descripción del ambiente de la Galicia aristocrática y caciquil, pero lo hace con un argumento que no me ha terminado de parecer sólido. Eso sí, el final, sin pretender adelantar nada, tiene aires -salvando las distancias- de tragedia shakespiriana.
Relacionarse con grandes aficionados a la lectura tiene como ventaja el que de vez en cuando te recomienden libros excelentes. Es lo que me ha ocurrido a mí con "Noviembre", un magnífico trabajo de investigación del escritor y poeta salvadoreño Jorge Galán. Se trata de la reproducción por vía literaria del asesinato en 1989 del jesuita español Ignacio Ellacuría y siete personas más en la Universidad Católica de El Salvador. Aunque Galán le de forma de novela, estamos más bien ante un ensayo histórico en torno a uno de los hechos más graves y comentados de la reciente historia de Hispanoamérica. El autor va desentrañando poco a poco los antecedentes y consecuencias del múltiple crimen, poniendo de relieve la implicación de los militares y, en consecuencia, del gobierno de El Salvador en los hechos. Por medio de entrevistas y documentos se van reconstruyendo unas muertes dramáticas e injustas. Se habla de cuestiones tan interesantes como el asesinato del Obispo Oscar Romero mientras celebraba misa, la postura del presidente del Gobierno Cristiani, la valentía del Obispo Rivera o la desconcertante e impropia intervención del FBI y de la diplomacia estadounidense en la investigación, que entorpecieron todo lo que pudieron. Un libro francamente bueno: no solamente por tratar un tema de interés, sino por la buena estructura y la claridad con la que se relata.
Hay libros que llevas tiempo deseando leer, de la misma manera que los hay que se cruzan en tu camino casi por casualidad. Esto último me ha pasado a mí con "Cariñena", una breve novela de Antón Castro que descubrí en los anaqueles de la Biblioteca Pública de Zaragoza cuando buscaba otro título. Me llamó la atención que el relato se ambientara en un pueblo relevante dentro de la provincia de Zaragoza, que un día me presentaran a su autor, un gallego afincado en Zaragoza y zaragocista de pro, y que su argumento se ubicara en los finales de los 70, esa época de la Transición que coincidió con mi primera juventud. He leído el libro con gran agrado, me ha parecido un relato que surge de la experiencia, del recuerdo, intuyo que con claros matices autobiográficos. "Cariñena", tiene algo de novela de aprendizaje, incluso su toque costumbrista. A eso cabe añadir la referencia a localidades zaragozanas que merecen ser citadas y descritas, como Alfamen, Longares, Paniza y Almonacid de la Sierra, el pueblo de mis ancestros. Me ha parecido una "novelita" -y la llamo así por su tamaño, no por su calidad- que refleja muy bien la realidad de una generación y de una época.
Doris Lessing fue una escritora británica nacida en la antigua Persia y que ganó el Nobel de Literatura en 2005. Dicen quienes saben de esto que los escritos de Lessing tienen algo de autobiográfico y reflejan unadesilusión vital, social y política que le llevó al comunismo, al feminismo, al pacifismo y al anticolonialismo ... ni más ni menos. El libro que me llamó la atención tanto como para adquirirlo en ese excelente comercio de 2ª mano que facilita "Iberlibro", fue "Historias de Londres", una colección de 18 relatos donde narra escenas de la vida cotidiana en las que no suelen pasar más que sucesos ordinarios -un atasco tremendo, un reencuentro de ex-parejas, algún problema protagonizado por emigrantes , ...- y que no suelen tener desenlace, porque la autora no pretende contar una historia sino narrar vivencias. Salvo tres, que pasan de las 40 páginas, son narraciones brevísimas, muy bien escritas y que se leen con agrado. Me ha gustado la autora, hasta el punto de encontrar motivado el Nobel recibido. El tono, sin ser ni de lejos dramático, si contiene una dosis de pesimismo, de amargura. De cualquier manera, me parece una autora de la que vale la pena leer algo, no es una más en la historia de la literatura.
Me apunto a la referencia que no hace mucho hizo un colega de afición a la lectura y afirmo tener devoción literaria a Andrea Camilleri, ese nonagenario escritor italiano que publica libros como churros. Ya avanzado 2016 salió la edición castellana de "Mis momentos", una breve recopilación de vivencias del autor, fundamentalmente en su época de juventud, cuando Italia era dominada por el fascismo de Benito Mussolini. La mayoría de estos breves relatos biográficos, no duran más de seis páginas, tienen un protagonista concreto, alguno de ellos tan conocido como Primo Levi, Antonio Tabucchi y Pier Paolo Pasolini. Se trata de pequeñas anécdotas, sin más trascendencia que el buen gusto literario de Camilleri, el tenor a veces divertido, a veces profundo, a veces crudo de cada una y esa sensación deliciosa de estar compartiendo la experiencia de un personaje entrañable. En la portada, debajo del título, se incluye una frase publicada en L'Espresso que lo complementa muy bien y sirve de descripción de su contenido, : "Encuentros y recuerdos de pasiones, vicios y deseos que hacen historia."
"La triunfante" es la primera novela de Teresa Cremisi, una editora de éxito nacida en Alejandría y de nacionalidad francesa. Leí alguna crítica positiva de la obra y me topé con el libro, editado por "Anagrama" -que sin duda ofrece seguridad- en la Biblioteca de Zaragoza, decidiendo sobre la marcha tomarlo prestado para su lectura inmediata. Se trata del primer relato de esta mujer quien triunfó por todo lo alto en el mundo editorial y tiene en la actualidad 71 años. La novela es de carácter autobiográfico y está escrita con pulcritud literaria y notable elegancia. En el libro no pasan grandes cosas, sino que Cremisi nos cuenta su vida, comenzando con su feliz infancia en Alejandría, su culto al Mediterráneo, la ruina familiar, sus aficiones literarias, con nombres como Stendhal, Cavafis, Conrad, Proust, ... Sus amores, su llegada a Francia, .... Se trata de un libro gratísimo de leer, que refleja la vida de alguien notoriamente inteligente y delicado, con abundantes citas cultas de historia, literatura, ... Además es una novela breve (191 páginas), de lectura fácil, que no cansa, de calidad llamativa. Todo un descubrimiento.
Entre los muchos autores que se han asomado al panorama reciente de la novela negra española, uno de los más elogiados es Carlos Bassas del Rey, un periodista barcelonés. Bassas comenzó a destacar hace diez años como guionista publicitario para adentrarse después en el mundo de la intriga con el acierto de ganar algún que otro premio, amen de ser el alma del certamen "Pamplona negra". El citado autor ha creado un personaje peculiar hasta en el nombre, el inspector Herodoto Corominas, quien desempeña sus funciones policiales en la supuesta ciudad de Ofidia. "Mal trago" es la tercera entrega de los casos de este inspector, y decidí leerla por el aval de gente que sabe. Efectivamente, se trata de una novela original, bien escrita, con acentuado toque de crítica social, como suele ser habitual últimamente, y con un estilo muy especial que da personalidad al autor. En mi opinión, es posible que el interés por profundizar en los dramas personales de los protagonistas pueda distraer el seguimiento de la trama principal, o, sin más, que ésta adolezca de la entidad que se le podía presumir.