15 de octubre de 2010

La odisea de los mineros chilenos



Terminó con éxito el rescate de los treinta y tres mineros chilenos atrapados a 700 meteros de profundidad en la mina "San José"; durante 69 días todo el mundo ha sido testigo de un drama que ha tenido un final totalmente feliz. Uno se regocija de que de vez en cuando pueda disfrutar de escenas tan reconfortadoras como la de unos hombres que pueden volver a ver la luz, además -y sobre todo- de poder abrazar de nuevo a sus seres más queridos, de poder disfrutar de una nueva oportunidad.

Situaciones como la vivida en ese rincón de Chile aportan un foco de solidaridad que tan bien nos viene en este mundo en el que fácilmente caemos en el individualismo, la visión negativa y la inclinación egoísta. Todos, sin distinción de ideologías, inclinaciones, colores o convicciones, del norte y el sur, del este y el oeste, hemos seguido con interés, tensión y solidaridad los avatares de estos hombres, todos hemos compartido las esperanzas y las inquietudes de sus familiares y amigos y todos hemos respirado al comprobar que el último de ellos salía sano y salvo del agujero, a la vez que nos hemos identificado con la alegría de sus deudos y hasta sentido cierta emoción, ese "run-run" interior que nos enternece al menos algo.

Situaciones como ésta nos vuelven, en cierta manera, más humanos, porque todo lo que tenga que ver con la búsqueda del bien común, la alegría por el gozo ajeno, es indudablemente un escalón para hacernos mejores. La vida sigue, y los problemas de todos y cada uno de estos hombres que han vuelto a nacer continuarán vigentes, porque tras los momentos de euforia uno se suele volver a encontrar con el mundo real, incluso hasta hay quien se estrella contra el suelo, pero la experiencia tiene que haber sido aleccionadora, y no creo que ande lejos esa frecuente mención por más de uno de los mineros de la gratitud hacia la providencia, porque puede que en los peores momentos sea cuando Dios se convierte en el único hueco por donde entra el rayo de luz.

Ya se habla de películas, y en la prensa han ido apareciendo todo tipo de historias, algunas realmente truculentas que tendrán su mayor o menor dosis de exageración y hasta de fantasía, pero es éste otro capítulo inevitable, porque hoy en día todo pasa por lo mediático, todo es negociable.


9 comentarios:

ana dijo...

La verdad es que ha sido emocionante, era inevitable no acordarse en algún momento de su circunstancia. A mi me admiraba verlos alegres en esa situación.

Alegría por su alegría.

Saludos!!!
Y a descansar en breve (algunos)... hoy es viernes!!!!

Modestino dijo...

Sí, siempre se escuchó y se notó una actitud optimista, algo digno de seguir como ejemplo.

tomae dijo...

Gracias por esta entrada Modestino, creo que son sobrecogedoras estas historias de lucha humana por salvar vidas humanas, Chile se merecía una historia así de que todos sobreVIVEN.

Un abrazo, me ha gustado el toque que le has dado.

Modestino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Modestino dijo...

Puede que sea Chile el país más civilizado de Sudamérica, gente seria y trabajadora.
Recuerdo que de niño tuve una profesora chilena de la que guardo un excelente recuerdo.

veronicia dijo...

Modestino me gusta tu entrada, no se si alguien habrá caido en la coincidencia de que 13 de octubre de 1972 un avión cayó en los Andes durante 72 días, superaron la muerte en la cordillera de los Andes cuando ya los habían dado por muertos.
El 13 de octubre de 2010 ha empezó el rescate uno por uno de los mineros de la mina San José. En un primer momento los dieron por muertos.
He seguido la noticia... no se que será ahora de ellos pero su ejemplo dentro de la mina es un ejemplo para el mundo.
Una lata de atún y la repartieron.
Entre funcionarios indolentes aparece alguien con conocimientos de minería y poder de decisión que toma las riendas de no abandonar el rescate.
Para mi son un ejemplo de supervivencia.
Y como última reflexion todos los mineros hacen referencia a Dios y le dan gracias...

Modestino dijo...

La cultura occidental tiene raíces cristianas y por muy alejadas de la práctica religiosa que estén las personas, al final ese fondo sale a la luz.

sunsi dijo...

Un ejemplo de cómo el mundo puede estar pendiente de unos hombres y de sus vidas en peligro. Un ejemplo de fe. Me emocionó el minero que permaneció varios minutosde rodillas dando gracias a Dios.

Pero ahora me preocupa que se comercialice su sufrimiento... ¿Por qué es casi inevitable que todo, absolutamente todo, sea susceptible de comprarse o venderse?

Precioso post, Modestino

Modestino dijo...

Me temo que es inevitable que se saque negocio del tema ... y si hacen una peli, al menos que sea fiel a la realidad ... lo más posible.