22 de agosto de 2018

Adiós a la "Bomba"


Juan Carlos, la "Bomba" Navarro, anunció hace pocos días su retirada del baloncesto activo. Ni pretendo hacer un informe de la vida profesional de este deportista excepcional ni entrar en consideraciones sobre la polémica que ha rodeado su decisión y la acusaciones que desde algunos sectores de la prensa se han hecho a su club de toda la vida, insinuando que tal decisión es forzada.

 La "Bomba" Navarro ha sido sin duda uno de los mejores jugadores  de su época, y entra por méritos propios en el Olimpo de los grandes deportistas españoles de la historia, como lo hicieron en su día Francisco Fernández Ochoa, Miguel Induraín o Fermín Cacho, entre otros. Con Navarro, junto a los hermanos Gasol y cía, el Basket español llegó a cotas que nadie podía soñar sólo hace un par de décadas. Navarro ha sido fundamental para obtener los títulos que han coleccionado en este siglo tanto la Selección como el Barça, con muy especial recuerdo del primer mundial obtenido por España en ese inolvidable mes de agosto de 2006.

Navarro ha sido un jugador completo, con técnica, fuerza y sentido del juego colectivo, pero además tenía ese don que pocos poseen: el de la imprevisibilidad, porque era un genio, un mago del balón de basket capaz de llevar a buen puerto las jugadas más difíciles e increíbles. Su capacidad le otorgaba un plus a su equipo, a la vez que le creaba un problema al rival y se convertía en garantía de éxitos continuados.

El Balon-cesto sigue, nuevas generaciones esperan su oportunidad, pero será difícil que aparezca alguien capaz de sustituir a la "Bomba" Navarro.

1 de agosto de 2018

Lecturas de julio


Unas lecturas muy diversas antes de tomar vacaciones. Una buena novela ambientada en Portugal, un acierto nuevo de "Anagrama", una muestra más del Holocausto, un drama histórico y tres ensayos interesantes.

No hace mucho leí, y aquí dejé constancia, "Una ilusión", un breve libro de recuerdos de Ismael Grasa, escritor aragonés inquieto y con un buen número de libros escritos a cuestas. Una prueba de que Grasa me convenció es que no he tarado en repetir. El primer libro que terminé en julio fue "La hazaña secreta", su última obra: un ensayo filosófico muy breve (92 páginas) donde nos habla, siguiendo el título que puso Miguel Serrano a su reseña de "El Cultural", del "heroísmo de lo cotidiano". Ismael Grasa nos oifrece una especie de guía de urbanidad adaptada a los tiempos modernos, llena de acierto y originalidad, huyendo de tópicos y de inclinaciones a lo políticamente correcto y francamente interesante. Un exposición sucinta y a la vez extensa de "pequeños detalles" de buen estilo, de planteamientos vitales ... Grasa nos habla de higiene personal, de costumbres personales, de coleccionismo, de relaciones humanas, ... Cada capítulo, muy breve -lo que le permite hablar de muchas cosas- concluye con una cita interesante, así incluye referencias de Montaigne, Albert Camus, Salman Rushdie, Aristóteles, ... Un libro pare leer despacio, tomar notas y asimilar algún consejo para los propia vida.

De siempre han despertado mi interés las sagas familiares: "Los Budennbrook", "La casa de los espíritus"; "Nosotros, los Rivero", ... se encuentran entre mis novelas  favoritas. Imagino que es ésta la razón por la que llamó mi atención "Donde quiera que yo esté" cuando la vi expuesta en la "Casa del Libro" de la zaragozana calle de San Miguel. La novela nos cuenta la historia de tres mujeres relacionadas familiarmente -madre, hija y madrastra- y está ambientada en la Lisboa de la época de la dictadura de Oliveira Salazar, aunque en el último tercio del relato ya ha tenido lugar la "revolución de los claveles" de 1974. Curiosamente la autora no es portuguesa, sino que lo firma la periodista italiana Romana Petri. Del libro destacaría tres cuestiones: la magnífica descripción de la realidad portuguesa de esos años, reflejando el ambiente oscuro, de pobreza y represión propio del país y de las circunstancias políticas, el excelente retrato psicológico de todos y cada uno de los personajes y la enorme fuerza de las mujeres protagonistas, de tal manera que cabría afirmar que estamos ante una novela donde se reserva la virtud y el heroísmo a las mujeres, mientras los hombres se nos muestran egoístas y débiles. Es un relato largo -620 páginas- que entretiene, aunque en algún breve momento se me hizo espeso y es bueno advertir que en la traducción de la editorial "La huerta grande" existe algún error material.

Mark Lilla es un célebre ensayista, catedrático de historia de las ideas de la Universidad de Columbia y colaborador frecuente de medios tan importantes como The New York Times". Recientemente la editorial "Debate" ha publicado "El regreso liberal", un breve e interesante ensayo que lleva como subtítulo "Más allá de la política de la identidad". Lilla es un hombre claramente alineado con el Partido Demócrata, advertencia que es bueno hacer para que quede claro qué está queriendo decir al hablar del liberalismo, un concepto que en Europa, al revés que en USA tal vez pongamos más cerca de la derecha que de la izquierda. El esquema esencial de la idea que transmite Mark Lilla lo resume perfectamente la revista "letras libres": "Las recientes preocupaciones en torno a la identidad racial, de género y sexual han distorsionado el mensaje del liberalismo, porque han desplazado temas relevantes para la comunidad en su conjunto. Ese discurso, según Lilla, no basta para ganar elecciones. El autor parte de la aún reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales USA, algo que considera un auténtico desastre, y hace un análisis histórico para llegar a sus conclusiones políticas. Lilla se refiere a la situación de su país cuando en 1980 se impuso Ronald Reagan y critica una política que se alabó en su día y él considera un error. Para el profesor Lilla frente al capitalismo radical de los republicanos, los demócratas no han sabido aportar una postura trasversal que defienda a los ciudadanos más allá de meras cuestiones de defensa de la identidad, legítimas pero que carecen de visión global. Un ensayo interesante que imagino hubiera entendido mejor si tuviera una base de conocimientos más amplia, tanto de la historia política reciente de los Estados Unidos como de las posturas de Mark Lilla.

Jesús Marchamalo es un escritor y periodista madrileño que en los últimos tiempos ha gozado de un gran predicamento como experto en literatura y gestor cultural. Le descubrí hace unos años leyendo "Tocar los libros", un pequeño y delicioso tratado sobre la lectura que me encandiló y no he dejado de regalar y recomendar. Hace ya un tiempo encontré en alguna de esas librerías recónditas "Retrato de Baroja con abrigo", un brevísimo dibujo sobre la siempre original y atractiva figura de Pío Baroja, sin ninguna duda uno de los grandes escritores españoles contemporáneos. Se trata de un relato ágil, entretenido, lleno de chispa y en cierta manera entrañable. Con pocos trazos Marchamalo nos ofrece un acertado análisis de una figura llena de aristas, peculiariedades y genialidad. Nos cuenta anécdotas, nos describe las formas de actuar, relacionarse y vestir del escritor donostiarra y nos hace pasar un rato estupendo. Y no digo mal al hablar de "rato", pues el "librito" tiene 37 páginas y más o menos un tercio de ellas son dibujos. Se lee en menos de una hora, aunque deja tan buen gusto que siempre te queda la oportunidad de releerlo sin bajar ni un ápice el grado de placer lector.

"Guerra y trementina" es un libro escrito en 2014, y ganó en su día el Premio ECI 2014, el Premio de las Letras Flamencas 2014 y el Premio del Lector Gouden Boekenuil 2014, además de ser finalista del Man Booker Prize 2017 y elegido Mejor Libro del Año por "The New York Times" y "The Economist". No obstante, no ha sido publicado en España hasta este año en que "Anagrama" ha tenido el acierto de difundir por todo el mapa la novela escrita por el belga Stefan Hertmans. Se trata de un libro que vale la pena, ambientado en la ciudad belga de Gante y donde se refleja, a través de unos diarios escritos por el abuelo del autor y entregados a éste  por su redactor antes de morir, lo ocurrido en Europa central a lo largo del siglo XX. El libro se divide en tres partes, la primera relativa a la pobre y cruda infancia del citado, una segunda donde relata su durísima experiencia en las trincheras del frente de la 1ª guerra mundial, con escenas escalofriantes y donde fue  gravemente herido en tres ocasiones y una tercera en la que consta la dedicación a la pintura del protagonista y la romántica y dramática historia de quien fuera el amor de su vida. Un relato autobiográfico plasmado con excelencia literaria por el nieto del protagonista. Un libro con valores, arte y drama.

De vez en cuando me hago con una novela histórica. Aún consciente de las limitaciones del género -si quieres "aprender historia" lo mejor es "leer historia"- no deja de ser entretenida y hasta cultivadora una novela histórica. Me había llamado la atención recorriendo librerías "Locura imperial", de la escritora catalana Laura Martínez Belli y la elegí para mis lecturas de julio. Se trata de un libro que habla de un acontecimiento de interés del que sabía bien poco: la época en la que México fue un imperio gobernado por el emperador Maximiliano de Habsburgo, un mandatario impuesto por Napoleón III y cuyo imperio concluyó con su deposición y fusilamiento. Como toda novela histórica que se precie, se mezclan los personajes reales -Maximiliano, la emperatriz Carlota, Napoleón III, Eugenia de Montijo, Leopoldo I de Bélgica, Benito Juárez, ...- con los de ficción, a la vez que se les da un baño de imaginación literaria a los sucesos históricos. La novela, por encima de la historia de Maximiliano y su gobierno,  se centra en la emperatriz Carlota, hija de los reyes de Bélgica y que llegó muy joven a la capital azteca con unos planes e ilusiones que resultaron un fracaso y terminaron en drama. Un relato lleno de conspiraciones, intrigas palaciegas, amores ilícitos, traiciones, ... es decir una novela entretenida, pero que te saca de pocas dudas históricas. Además, literariamente no pasa de discreta.

David Foenkinos es un joven escritor francés del que ya leí, con entusiasmo y plena satisfacción, "Los recuerdos". Se ha convertido sin duda en uno de los autores de prestigio del país vecino. Su novela "Charlotte" fue galardonada en 2014 con el "Premio Renaudot" y el "Goncourt des lycéens", lo que supuso su consolidación literaria. La novela narra una historia real, la de Charlotte Salomos, pintora alemana de origen judío que se vio obligada a huir a Francia en la época nazi y terminó muriendo en  Auschwitz. Aunque me atraían mucho el tema y el autor, me costaba empezar el libro al tratarse de un nuevo drama del holocausto, pero me convenció la magnífica y muy favorable reseña leída en el blog  "Un mundo para Curra", cuya autora, además de tener los pies más famosos y bonitos de internet, suele ofrecer unas reseñas literarias excelentes, que intuyo me sirven más a mí que a ella las mías. Y ha valido la pena: una novela dura y tierna a la vez, dramática y entrañable, ... un relato precioso escrito con maestría y que vale la pena leer con calma, degustando cada página y cada frase. Se trata de una novela breve (216 páginas) que está escrita casi telegráficamente, lo que añade originalidad a la excelencia de su narrativa.