1 de noviembre de 2019

Lecturas de octubre

Buena cosecha de lecturas en el mes de octubre. Veo que han predominado los autores hispanoamericanos: un argentino, un chileno, una colombiana y un mejicano. Sus cuatro obras, con calificación por encima de la media. Completan una "curiosidad" venida del País Vasco, la primera parte de una trilogía histórica con buena pinta y un siciliano, clásico en este rincón de internet.

El próximo día de Reyes se cumplirán dos años del fallecimiento del escritor argentino Ricardo Piglia víctima de una enfermedad tan dura como el ELA. Piglia fue un escritor polifacético, aunque destacó de manera especial en el género policial. Durante el tiempo que duró su enfermedad tuvo la fortaleza de trabajar, junto a su asistente Luisa Fernández en una impagable labor de recopilación de textos inédito. Fruto de este trabajo son "Los casos del comisario Croce", un conjunto de relatos policíacos que tienen como protagonista al citado comisario Croce, un policía que ya fuera protagonista de una de sus mejores novelas, "Blanco nocturno". Se trata de un volumen en el que se nota un excelente trabajo de selección. Ricardo Piglia tiene ese lenguaje propio de su tierra que en ocasiones puede costar entender, pero que resulta tan atractivo como adecuado para el tipo de literatura que nos ocupa. Todos y cada uno de los relatos me ha parecido bueno y algunos de ellos realmente magistrales. Hasta la fecha el único libro qué había leído de este autor argentino era "Plata quemada", sin duda tendré que buscar alguno más.

Juan Carlos Galindo, "alma mater" del blog "Elemental", ubicado en el ámbito  digital del diario "El País", nos ofrece periódicamente breves listados de novelas del género que resultan útiles para seleccionar lecturas. Entre las nueve recomendaciones que ofrecía en su artículo del pasado 25 de septiembre se encontraba "Aves del paraíso", una brevísima novela de la escritora donostiarra Luisa Etxenique. Ya avisaba Galindo que el relato era inclasificable, y verdaderamente solamente de refilón cabe clasificarlo como novela policíaca, aunque tiene su intriga y su sorpresa final ... aunque más que sorpresa se trata de una explicación. El libro tiene muy poco más que 100 páginas y en casi todas aparecen dibujos de distintas aves, lo que hace que haya poco texto y se pueda leer en unas pocas horas. Apenas hay dos personajes, está escrita con pulcritud y tiene algo de poético, cierto lirismo. Etxenique nos cuenta una vida triste, la de una persona con un dramático secreto que solamente se desvela al final. Eso sí,  conforme avanza el argumento, ausente de toda acción, aparece cierto tono más positivo. Una novela original  distinta e interesante.

Los suplementos culturales suelen incluir en sus secciones literarias, además de artículos amplios sobre libros y autores, breves referencias a determinadas publicaciones. En "El cultural" de ABC de hace varias semanas encontré una referencia a "La Moneda, 11 de septiembre", un relato no muy extenso del antropólogo chileno Francisco Aguilera sobre el golpe de estado que puso fin al gobierno de Salvador Allende e instaló en el poder de Chile al general Augusto Pinochet. Me costó encontrar el libro y tuve que recurrir a la siempre eficaz gestión de los propietarios de la librería "Cálamo" para conseguirlo. Se trata de una especie de ensayo "novelado", publicado por "Drácena", en el que a través de la versión de cuatro personajes -un detective, un recluta, un camarero y un bombero" se narra lo que ocurrió en el Palacio de La Moneda el día en cuestión. No se trata de un relato explicativo de los antecedentes,preparación, desarrollo y consecuencias del golpe militar, sino de una especie de rompecabezas en el que cada cual cuenta sucesos muy concretos del drama sucedido en Santiago. La tesis que defiende Aguilera es que de hecho apenas hubo defensa del poder establecido, que Salvador Allende estuvoprácticamente solo: "nadie defendió el Palacio de la Moneda". Un libro interesantísimo.

Leonardo Sciascia se está convirtiendo en uno de mis autores de cabecera. El escritor siciliano, que falleció hace ya 30 años, fue,además de un novelista excelente, un  pensador crítico, incisivo e independiente. En las páginas del ya citado "Cultural" de ABC suele escribir Pedro García Cuaratango, veterano periodista, que llegó a ser director de "El Mundo" entre 2016 y 2017, y de cuyo buen criterio literario me fio bastante. Por eso no dudé en poner por delante en mi lista de lecturas "urgentes" la breve novela de Sciascia "Todo modo", publicada por vez primera en 1974 y cuya lectura ha resultado tan atrayente como pronosticaba el referido periodista. El rlibro es podría definirse por un lado, como un telato policíaco, pero a la vez contiene una ácida y despiadada crítica política,  dirigida muy en concreto a la Democracia Cristiana, partido que dirigió durante décadas el gobierno italiano, y con plkena vigencia, por supuesto, al tiempo de la elaboración de la novela. Se ambienta la trama en una especie de Monasterio reconvertido en Hotel, dirigido por un original y misterioso monje, al que acuden políticos, banqueros y otros prebostes a unos peculiares ejercicios espirituales. Tiene algo de irreverente, muy propio de Sciascia, pero eso no hace desaconsejable la lectura ... diría que más bien al contrario.

Hacía ya años que había oido hablar muy bien de la trilogía que sobre Marco Tulio Cicerón escribió en su día el británico Robert Harris, un auténtico experto en best-sellers´, con especial capacidad para la novela histórica. A lo largo de octubre he comenzado y terminado "Imperium", primera entrega de la serie, que ha respondido a las buenas perspectivas planteadas. A lo largo de este primer volumen, se nos cuenta los inicios de Ciceron como abogado y su lucha por intentar -y conseguir- ser elegido primero edil y posteriormente cónsul. El libro nos muestra además el equilibrio social de esa época del Imperio romano, con una aristocracia que dominaba el poder y con la que se enfrentaba el protagonista del relato. Me ha parecido magnífica la escena histórica que realiza el autor, que además de relatarnos los diversos sucedidos históricos, describe al detalle las normas, usos y modos de funcionamiento del gobierno y de la soiedad romanas. Junto al de Cicerón aparecen personajes históricos como Pompeyo, Craso, Catilina, un joven Julio César, el jurisconsulto Gayo y Tiro, esclavo de Cicerón y que figura como relator de la historia.

"Seix Barral" publicó no hace mucho "La casa de la belleza", una novela de la colombiana Melba Escobar, que es anunciada por la crítica y la publicidad como un relato de intriga policial. Efectivamente, así es, aunque tanto como de policial lo tiene de crítica social, ... ácida, triste y justificacada crítica social, diría yo. La trama se ambienta en Bogotá y se centra en un establecimiento de peluquería, estética y demás de lujo, al que acuden damas de la alta sociedad colombiana, en contraste con el origen modesto de las empleadas, algo que acentúa el elitismo que critica la autora. Todo se complica on una trama de prostitución y corrupción política, social e institucional que degenera en crímenes y asesinatos. Escobar resalta la fragilidad e indefensión de la protagonista, una incauta joven de provincias que intenta salir adelante para poder traer a su hijo d cuatro años a la ciudad. Se trata de una novela muy bien escrita y elaborada, cuyas vicisitudes argumentales te van cogiendo poco a poco hasta crear un climax que se apodera de quien la lee. EL gran problema son las fuertes dosis de maldad y tristeza que van unidas a la vida de algunos de los personajes protagonistas. Aunque con ésto alguien pueda pensar que he perjudicado el misterio que toda lectura de intriga conlleva, no puedo evitar referirme al amargo sabor de boca que te queda al concluir el libro, que de todos modos me ha parecido excelente.
 
Juan Villoro pasa por ser uno de los mejores representantes de la narrativa mexicana contemporánea. En mi última visita a "Cálamo", el librero me aconsejó vivamente "Dos amores perdidos", un breve libro compuesto de dos pequeños relatos: uno en el que habla de un hombre que intenta regresar con su mujer, de la que lleva varios años divorciado, ""Llamadas desde Ámsterdam" y otro, más breve si cabe y  titulado "Conferencia sobre la lluvia", donde un bibliotecario que va a dar una conferencia acerca de la relación entre la lluvia y la poesía romántica, pierde sus anotaciones y debe improvisar. Paco me aseguró que se trataba de unos relatos "deliciosos", calificativo con el que coincido plenamente en el primero de ellos, si bien el segundo me ha costado algo entenderlo, lo que no quiere decir demasiado, pues ya he dicho otras veces que en ocasiones me sobra precipitación en la lectura. De cualquier manera, puedo asegurar que considero muy positiva mi primera experiencia lectora con Villoro.