30 de noviembre de 2009

Paz en Tarraco




Andaba estresado y necesitado de cambiar de aires, y qué mejor ocasión para desintoxicarme que un par de días en Tarragona; la nostalgia, el clima y los amigos me han permitido recuperar oxígeno, reverberar el pasado y disfrutar de la vida y de la calma. No se equivocaban los romanos cuando eligieron Tarragona como lugar donde pasar las vacaciones; allí hay sosiego, una temperatura que por las noches se convierte en un tesoro si tenemos en cuenta que estamos casi en diciembre y en cada rincón uno encuentra algo que le evoca tiempos inolvidables. Y todo ello, a pesar de las petroquímicas.

El Balcón del Mediterráneo y el Paseo de las Palmeras, esa magia nocturna de la Plaza de la Font, el Foro Romano, el Puerto, la calle Apodaca, aunque no sea precisamente un modelo de modernidad, la Plaza Verdaguer y esa Rambla que se ha prolongado hasta el Hospital Juan XXIII en una imagen que es completamente nueva para quien se marchó hace ya más de ocho años de esa ciudad mediterránea y abierta.

Aproveché para comer con un viejo conocido, cercano a lo 80 años y con una experiencia abundante acerca del mundo y de la gente tras más de 30 años de director de una fábrica muy importante; una ocasión para aprender de la vida, de la experiencia, del mundo. Comimos en "La Goleta", un restaurante sito en la Playa de los Capellanes de Salou al que no iba desde que me fui de esa tierra; me alegró comprobar, en vivo y en directo, que sigue como en sus mejores momentos, con un encargado que sabe de que va el tema y todo un muestrario de platos que estaban de primera. Hablamos de muchas cosas y me reafirmé en la necesidad de mantener una mentalidad abierta, huir del radicalismo y el enrocamiento y buscar lo bueno de cada uno. Me comentó una frase que le había gustado del último escrito del arzobispo de allí: "Las verdades se proponen, no se imponen", que no está mal.

También saludé a Antoni, el antiguo director del "Diari de Tarragona", un hombre bueno y amable que, tras jubilarse como periodista, sigue colaborando con su periódico con su famosa "Plumilla" y está entregado de lleno a una actividad social con marginados y transeuntes; Antoni es toda una demostración de cómo la bondad y la voluntad de servicio son suficientes para arraigar un prestigio y convencer y tener a favor a los unos y a los otros.

Volví de nuevo a desayunar en el "Néctar" y a tomar la cañita en el "Florida", como si el tiempo se hubiera parado, como si siguiéramos viviendo ayer; y comprobé que el Mercado y la Iglesia de San Juan andan en reformas, que "El Corte Inglés " no tardará en estar terminado justo enfrente de donde estaba mi casa, que la Plaza Imperial Tarraco sigue siendo el lugar de encuentro, y la Rambla Nova a arteria principal, que los veladores del "Moto club" y del "Leman" siguen llenándose de "pijos", de esos pijos de Tarragona que tienen barquito y negocian con relojes de lujo. Y me encontré con Jesús, cordial y pausado, y con el viejo forense, que pasea su jubilación con la misma rapidez con que despachaba a los pacientes, con viejos compañeros de trabajo, con Xavier e Isabel, ya en la prórroga de la cañita de los viernes.

Y el sábado cené en el desconocido para mí "Rincón del maño", ¿qué mejor colofón?, con Celes e Isabel, los mejores anfitriones y con Paco y Gemma, personajes divinos que traían buenas noticias. Gracias a todos ellos, todos imprescindibles para devolver el tono, para recuperar el aire, para regresar a la batalla de cada día.



28 de noviembre de 2009

"Aguas heladas", Gisa Klönne














"Aguas heladas"
Gisa Klönne
Maeva. Madrid (2009)
350 páginas


La inspectora Judith Krieger no pasa por su mejor momento. Muy afectada por la muerte de su compañero, sufre pesadillas y comete repetidos errores en su trabajo. Se toma unas vacaciones, pero antes de reincorporarse al trabajo, decide investigar la desaparición de Charlotte, una amiga ornitóloga que había viajado a Canadá. Al mismo tiempo, en Colonia, Manfred Korzilius, amigo y compañero de trabajo de Judith, investiga la desaparición de un niño mientras se paseaba con su perro. Las sospechas recaen inmediatamente sobre su padre adoptivo, con el que no mantenía buenas relaciones. Incluso su propia esposa sospecha de él, ya que acaba de retirar una gran cantidad de dinero de su cuenta común y su comportamiento es de lo más extraño.

Las novelas de intriga se reproducen como setas, razón por la cual uno ha de andar con tiento antes de decidir leer alguna; "Aguas heladas" me llamó la atención desde la primera vez que la vi, aunque no caí en la tentación de leerla hasta que leí una excelente crítica en "La Gaceta de los negocios" y me fue recomendada por Isabel, esa magnífica empleada de "La Casa del Libro" que siempre acierta en sus diagnósticos literarios. Y, efectivamente, terminar su lectura puedo confirmar que se trata de una excelente novela policíaca, la primera de una serie que promete mucho.

No es una novela policíaca más, pues si algo destaca en el primer libro con proyección de esta nueva autora alemana es que trata temas de un enorme interés; así, junto a una trama interesante, Klönne hace una análisis, en mi opinión acertadísimo, de problemas tan serios y actuales como el acoso escolar, las malas relaciones matrimoniales y la situación de las personas mayores de edad; en concreto el tratamiento de la cuestión del acoso escolar es sencillamente magnífico, unido a una desde mi punto de vista acertada crítica social.

Los dos personajes principales tienen clara vocación de continuidad, los inspectores Judith Krieger y Manfred Korzilius, dos personas con dificultades, a los que no les han ido bien las cosas profesionalmente y que presentan una pasado complicado: ella tiene una serie de traumas infantiles y él está marcado por un padre rudo camionero que le maltrataba a él y a su madre y que nunca le perdonó que se hiciera policía. Ambos tienen un marcado aire de perdedores, pero a le vez saben sacar fuerzas de flaqueza para redimirse a lo largo del libro.

"Aguas heladas" es una novela de intriga psicológica, en la que predominan los sentimientos de los personajes por encima de las descripciones y los acontecimientos. El interés de la trama va creciendo conforme se avanza en la lectura y acabas con la conciencia de haber leído un excelente libro. Se trata de un libro duro, cargado de sucesos francamente crudos, pero en el que se sacan conclusiones positivas de lo sucedido y que deja claramente una puerta abierta a la esperanza.


27 de noviembre de 2009

Cafetería "Duquesa"



No hace mucho que se abrió el "Duquesa", un magnífico bar con restaurante ubicado en el centro de Huesca, frente al Palacio Villahermosa; puede que tenga cuatro o cinco años de vida, pero desde el principio quedaron claras dos cosas: que es un lugar donde se hacen las cosas bien y que se trata de un rincón en el que uno se encuentra a gusto ... y no es poco. Me temo que estamos en tiempos en los que cualquiera piensa que es capaz de poner un bar ... y así nos va; hay establecimientos de esta naturaleza que no paran de abrir y cerrar, incluso de cambiar el rótulo en el que figura su nombre, y es que algunos no se dan cuenta que hay que saber bastante del tema para ser capaz de sacarlo adelante y vivir de él.

En el Bar "Duquesa" se trabaja bien, y eso se nota en cada detalle. A la hora del desayuno, a la del almuerzo, a la del café, el aperitivo, la comida o la tapa y caña final uno se encuentra siempre con lo que necesita. Si tuviera que quedarme solamente con una cosa, no me cabe ninguna duda de que lo haría con su "torrada de foie", la gran especialidad de la casa y una auténtica obra de arte, capaz de satisfacer el paladar más sibarita; aunque no es lo único: las chiretas, las croquetas, empanadillas y mini-sandwichs de jamón y queso están al nivel de los mejores. Cada vez que uno se toma el café, tiene que hacer esfuerzos por no caer en la tentación de los mini bocadillos de jamón, lomo con queso, queso blanco con tomate y la múltiple oferta de bocatas de tortillas diversas, incluida por supuesto la tradicional de patatas. El menú, que se disfruta en el pequeño comedor del sótano, es excelente, con nota especial para la paletilla y el entrecot de buey.

Pero hay otra cuestión que no es menor: en el "Duquesa" estás como en tu casa: el ambiente es humano, hay simpatía por doquier y nunca, jamás¡, uno puede pensar que molesta. Y para eso, además de probada profesionalidad, hay que poseer categoría humana, algo que tienen por arrobas las dos personas que lo regentan; y junto a ellos es preciso citar a Marina, que suele atender el restaurante y la barra por la tarde, una de esas mujeres de la Europa Oriental que, como le dijo un galante y veterano amigo el otro día mientras nos tomábamos unas cañas, tiene que tomar pastillas para curarse el dolor de guapa .... y, por encima de todo, ¡qué ojos, madre mía!.

Reitero, y sin ánimo de trascendentalizar, por supuesto, uno necesita tener bien anotados esos rincones a los que acudir cuando, sencillamente, necesitas encontrarte a gusto en algún sitio. Y ésto no lo sabe hacer cualquiera.

http://www.cafeteriaduquesa.com/


25 de noviembre de 2009

"I Say A Little Prayer", Aretha Franklin (1968)



Aretha Franklin, que nació en Memphis hace 67 años, tiene ahora 67 años y es considerada la reina del soul. La verdad es que en las últimas fotos esta sensacional cantante de color aparece con una voluminosidad espectacular, pero sería injusto dejarse impresionar por ésto y, sobre todo, trasladar la esencial de Aretha a su tamaño corporal y no a una voz, un ritmo y un estilo inigualables.

Franklin tiene evidentes raíces gospel; con sus hermanas Carolyn y Erma, quienes mantuvieron también carreras en solitario, cantaba en la Iglesia Bautista de Detroit (First Baptiste Church), regentada por su padre, C.L. Franklin, un predicador baptista, apodado "La voz del millón de dólares" y uno de los principales confidentes del líder Martin Luther King. La defensa de los derechos raciales es una constante en la vida de esta cantante.

A finales de la década de los 60 Aretha Franklin revoluciona el mundo de la música con el soul y se consagra como una auténtica "number one". Posterioremente amplia su repertorio y, sin abandonar el soul, hace magistrales versiones de canciones de otros, como el "let it be" de The Beatles y "Bridge over troubled water" de Simon & Garfunkel. Tras una época de cierto oscurecimiento a partir de 1975, reaparece con nuevas fuerzas en 1980.

Imagino que cada uno tendrá sus preferencias respecto del amplio repertorio de esta maravillosa intérprete, pero yo no tengo ninguna duda de que la canción elegida tiene que ser "I Say A Little Prayer", una de esas canciones que, paradójicamente, a uno ya le suenan un montón cuando la oye por vez primera y que, al mismo tiempo, no se cansa nunca de escucharla.


23 de noviembre de 2009

Manuel Pellegrini:



Manuel Pellegrini tiene 56 años y lleva cinco en España; fue fichado para el Villarreal por esa gente que tan bien gestiona el "submarino amarillo" y que ha sabido convertir en equipo puntero de 1ª División a un club que hasta hace 12 o 13 años navegaba en las categorías malditas del fútbol español. Una sabia política de fichajes ha conseguido que el Villarreal no solamente juegue competiciones europeas año tras año, sino que juegue al fútbol que gusta al aficionado: Forlán, Riquelme, Pirés, Capdevila, Nihat, Palermo, Joseba Llorente, Nilmar, ... son jugadores que en diferentes momentos han dado a los amarillos un caché notable.

Y en los éxitos más recientes del equipo levantino ha tenido mucho que ver este chileno: discreto, elegante, poco amigo de "boutades" y polémicas, que nunca dice una palabra más fuerte que otra, que sabe estar en su sitio, algo para lo cual hay que saber cual es. Un trabajo serio, callado y constante le llevó a tener un prestigio que movió al Madrid de Florentino (2ª época) a incorporarle a sus filas y convertirle en el rector del nuevo proyecto galáctico del hombre de ACS, un individuo que parece una mezcla de emperador romano, kaiser alemán y Napoleón Bonaparte.

Y en Madrid el bueno de Pellegrini ha encontrado poca paciencia, bastante crítica y demasiada incomprensión. Allí es todo diferente, porque con Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzamá y cía solamente le van a exigir gloria y no le van a pasar ni una; y nos encontramos con la paradoja de que siendo en la actualidad los líderes de una clasificación, por delante del Barça del triplete, el míster chileno está siendo discutido y tras el desastre de Alcorcón se ha llegado a exigir su cabeza. Si a ésto añadimos que siempre habrá quien suspire por la titularidad de Raúl, quien no comprenderá la necesidad de prescindir de un jugador caprichoso e inmaduro como Guti o quien discutirá cualquier once titular que forme, podemos entender que Pellegrini debe estar en la actualidad agobiado y, tal vez, añorante de esos tiempos más sencillos y descomplicados de Villarreal.

Y es que el fútbol es así: tan pronto estás arriba como abajo, la norma de funcionamiento más habitual es la paradoja y puede que sea el lugar donde más cierta es la experiencia de la ingratitud y con más frecuencia se da el olvido instantáneo de lo que poco antes eran esperanzas u entusiasmos. Poco hay más tendente a la radicalidad de sentimientos y el olvido fácil que un aficionado al fútbol.

Por eso, los amantes del buen fútbol no acabamos de comprende tanto palo al pobre Pellegrini y nos daríamos con un canto en los dientes si acabara firmando por nuestro equipo.


22 de noviembre de 2009

"El hombre tranquilo" (1952)

SINOPSIS: Sean Thorton, un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y escapar de su pasado. Allí se enamora de una alegre chica, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, incluidos el pago de una dote y la oposición del temperamental hermano de su prometida.

Ayer vi por segunda vez esta película y, como pienso que suele pasar con las que son buenas, me gustó más que la primera vez; por mucho que el tiempo haga que cada vez quede más en evidencia la ausencia de los grandes medios técnicos de la actualidad, la maestría de John Ford queda patente en cada minuto de la cinta. Con esta película Ford consiguió su cuarto y último Oscar al mejor director después de las estatuillas recibidas por "El delator", "Las uvas de la ira" y "Qué verde era mi valle", sin que podamos dejar de mencionar que en 1952 Ford tuvo que pelear con cuatro primeros espadas: John Huston ("Molin Rouge"), Cecil B. de Mille ("El mayor espectáculo del mundo"), Fred Zinnemann (High noon") y Joseph L. Mankiewicz ("Operación Cicerón"); el film se llevó también la estatuilla a la mejor fotografía en color.

El ambiente de la Irlanda de principios del siglo XX es fantástica y la película es un canto a la amistad, la bonhomía y la buena vecindad, sin olvidar las referencias al poco respeto a la intimidad y la preferencia por la taberna de los irlandeses. Buen trabajo de John Wayne en una de esas extrañas ocasiones en las que no interpreta un western y, desde mi punto de vista, aún mejor de Maureen O´Hara, en ese papel que tan bien le viene de irlandesa pelirroja y casi salvaje. Llama la atención como todos los actores principales de la película fueron habituales del director de origen irlandés, John Wayne hizo con él, entre otras, "La diligencia", "Río grande", "La taberna del irlandés", "El hombre que mató a Líberty Valance", "Fort Apache" y "El álamo", mientras Maureen O´Hara lo hizo en "Qué verde era mi valle", "Río Grande", "Escrito bajo el sol" y "Cuna de héroes". También actuaron con Ford Victor MacLaglen, formidable como Will Danaher y Barry Fitzgerald, que borda el papel del entrañable Michaleen Flynn.

Formidable el personaje de Sean Thorton y de primer nivel el de Mary Kate Danaher, aunque Ford no se luce solamente en ellos, sino que borda a unos secundarios de primer orden, los citados de Will Danaher, un villano que no lo es tanto y Michaleen Flynn, un simpático bebedor empedernido y el resto de habitantes de Innisfree, como el padre Lonergan, que resulta que se lleva bien con el pastor protestante y que encarna Ward Bond, un habitual de los western: "Centauros del desierto", "Rio Bravo", "Johnny Guitar", "Los inconquistables", ... Y no quiero dejar de comentar la genial escena de Barry Fitzgerald entrando en el cuarto de Wayne y O'Hara la mañana siguiente a la noche de bodas, con una cama destrozada por motivos bien distintos a los que se imagina y su curioso y llamativo comentario de "homérico".

Es posible que el argumento, los planteamientos y mensajes de "El hombre tranquilo" puedan parecer hoy algo desfasados, así como que la película se ha quedado demasiado extensa, pero verla ha resultado una buena ocasión de oxigenarse.




20 de noviembre de 2009

Aquellos viejos rockeros del gol



Después de más de 40 años siguiendo el deporte rey, creo que entre los jugadores considerados como los mejores no se suele incluir a los goleadores puros; Pelé, Beckenbauer, Cruyf, Kempes, Maradona, Platini, Zidane, ... casi todos eran hombres que tenían cierta facilidad goleadora, pero la categoría que alcanzaron se debió a algo más: eran jugadores de una técnica privilegiada, un estilo elegante y una visión de juego reservada para los elegidos. Pero existe otro tipo jugadores que, no poseyendo un buen dominio del balón, acaban siendo tan necesarios como los primeros, y éstos son los goleadores, jugadores que tienen la habilidad de saber convertir en gol cualquier oportunidad, hombres que generalmente son luchadores infatigables, valientes hasta la temeridad y astutos como raposas; buenos ejemplos de ellos serían el legendario ariete del Bayern Munich y la selección alemana "Torpedo" Muller, el italiano Roberto Béttega, el brasileño Mario Jardel o el actual dirigente madridista Jorge Valdano.

En España también hemos tenido unos cuantos de estos jugadores, frecuentemente encuadrados en la categoría de "modestos" pero que han prestado servicios impagables a sus respectivos equipos. El primero que me viene a la cabeza es Fernando Ansola, un larguirucho mozo de Elgoibar que jugó cinco años en el Betis, otros cinco en el Valencia y cuatro en la Real Sociedad, consiguiendo en estas 14 temporadas la friolera de 127 goles, una media de la que pocos jugadores que han disputado la Liga española pueden presumir. Ansola no era un jugador de grandes detalles técnicos, era más bien tosco y no sabia regatear, pero tenía auténtico instinto asesino ante portería, remataba muy bien de cabeza y poseía una enorme fuerza; cuentan que el fotógrafo valencianista "Finezas" supo hacer la mejor definición posible sobre la forma de jugar de Ansola: "Cuando Ansola choca contra un poste, en lugar de los camilleros salen corriendo los carpinteros". Ansola llegó al equipo de su tierra, la Real, en sus últimos años de carera, pero al revés de lo que se podría suponer, supo rendir como en sus mejores momentos. Ansola falleció en 1986 a los 46 años de edad a consecuencia de un tumor cerebral.

Jugador bien distinto al vasco fue el aragonés Enrique Porta; Porta nació en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego -el famoso pueblo de las tres mentiras, pues ni es villa, ni es nueva ni pasa el Gállego- y se formó como futbolista en la S.D. Huesca, donde ya mostró su facilidad goleadora almarcar 34 goles en la temporada 1967-68; como en tantas otras ocasiones, el Zaragoza no supo aprovechar los valores de la tierra y Porta acabó fichando por el Granada, un equipo que gestionaba muy bien Cándido Gómez y que se supo nutrir, entre otros, de buenos jugadores formados en la cantera zaragocista -Chirri, Hidalgo, Izcoa, Fontenla, ...-. Aunque en la ciudad de La Alhambra no comenzó con buen pié, Porta acabó demostrando sus habilidades goleadoras y obtuvo el Trofeo "Pichichi" en la temporada 1971-72 con 20 goles; en su momento se aseguró que el Madrid y el Barça lo querían incluir en su nómina, aunque al final no cuajó el fichaje. A diferencia de Ansola, Porta era un jugador con un físico poco poderoso y basaba su juego en una enorme habilidad para moverse en poco espacio de tiempo, en una colocación excepcional y en una picardía propia de los elegidos para el gol. Los dos últimos años de su vida profesional los pasó en el Real Zaragoza, donde aunque no jugó muchos partidos siguió marcando goles decisivos.

Manolo Clares se formo como jugador en el C.D. Castellón; su presencia en el club de la capital de la Plana coincidió con los mejores años de la historia de los de Castalia, pues consiguió ascender a 1ª División el año 1972 y lograr la mejor clasificación de su historia al conseguir el 5ª lugar, así como disputar la Final de Copa al Athletic de Bilbao, con quien la perdió por 2-0; en ese equipo Clares era la figura junto a dos jugadores cedidos por el Real Madrid: Del Bosque y Planelles, sin olvidar al central Cela, los volantes Ferrer y Cayuela y el extremo zurdo Félix. Clares era peleón hasta decir basta, enredaba en el área continuamente y sacaba petróleo de cualquier jugada. En el Castellón jugó dos años en primera y acabó siendo traspasado al Barça, donde jugó cuatro temporadas; el paladar de los culés era demasiado exquisito para aceptar un ariete como Clares y aunque siguió marcando goles -recuerdo cinco al Valencia en un mismo partido-, el levantino fue siempre un jugador discutido y cuando Josep Lluis Núñez llegó a la presidencia del club blaugrana vendió al jugador al Rayo Vallecano, donde disputó sus dos últimas temporadas como profesional.

Marianín fue bautizado en su momento como "el jabalí del Bierzo", apodo que ya de por sí resulta significativo y nos da idea de un jugador fuerte, recio y luchador. Marianín saltó a la fama en el equipo de su tierra, la Cultural Leonesa que en el año 1971 ascendió a 2ª División tras muchísimos años deambulando por la dura Tercera, algo a lo que contribuyó Marianín con 36 goles; la temporada 1971-72 supuso su lanzamiento, pues el equipo fue la revelación de la Liga, ocupando un meritorio 5º puesto final con una delantera que se hizo famosa: Ovalle, Villafañe, Marianín, Larrauri y Zuazaga. En el verano de 1972, tras rumorearse su fichaje por el Zaragoza, Marianín firmó por el Real Oviedo, donde además de solicitar que se le llamara Mariano, contribuyó a la permanencia de los carbayones en su primer año en primera con 19 goles que le convirtieron en "Pichichi"; Marianín, que destacaba por un formidable salto y remate de cabeza y un disparo seco, fue un pilar de los azulones y solamente las lesiones impidieron que llegara más lejos. Tras causar baja en el equipo de la capital del Principado el jugador regresó a la Leonesa.

El "Tigre" Barrios fue un ariete canario que triunfó en diversos equipos. Debutó en el equipo de su tierra, el Tenerife, que por aquél entonces navegaba entre 2ª y 3ª y su capacidad goleadora hizo que se fijara en él el Granada, que lo incorporó a sus filas en 1971; en "Los Cármenes" jugó muy bien y al cabo de tres años fue fichado por el F.C. Barcelona; decían entonces que buena parte del mérito del Pichichi de Porta lo tenían los huecos que provocaba Barrios en su lucha con los defensas. En el Campo Nou Barrios no tuvo suerte y solamente estuvo dos temporadas, aunque dejó noticia de sus cualidades: la lucha, la picardía y, por encima de todo, un remate de cabeza auténticamente espectacular, equiparable a los grandes cabeceadores de la época (Marianín, Santillana, Quini, ...). En 1974 Barrios se fue al Hércules, donde protagonizó los mejores años del equipo alicantino, que por aquellos tiempos se peleaba en la zona alta de la tabla y contaba con jugadores que hoy son míticos entre los aficionados herculinos: Giuliano, Baena, Saccardi, Deusto, Ribera, Juan Carlos, Carcelén, ... Barrios acabó jugando en el Levante y el Tenerife.


19 de noviembre de 2009

De pasiones, mariachis y rancheras



Todos hemos escuchado en multitud de ocasiones canciones mejicanas; desde el "Cucurrucucú Paloma", hasta el "Cielito lindo" son temas que aparecen en cualquier cancionero, pupurri o cinta grabada, posiblemente desde tiempos ancestrales. Esa popularización de estas canciones puede conllevar el peligro de que pensemos que se trata de simples composiciones populares sin más mérito ni calidad, cuando con frecuencia nos encontramos con auténticas joyas musicales dotadas de letras hermosas y tonos muy difíciles de entonar. Cabe añadir la fuerza con la que habitualmente las interpretan los grandes cantantes de esa tierra, con un contenido que suele tener muchos elementos de pasiones, amores y desengaños.

José Alfredo Jiménez fue uno de los grandes de la canción mejicana; compositor y cantante, se dice de él que nunca tuvo una educación musical, ni siquiera sabía tocar instrumento alguno, sin embargo a él le debemos canciones tan bonitas como "Amanecí en tus brazos", "Corazón, corazón", "Cuando vivas conmigo", "El jinete", "El rey", "Ella" y "La mano de Dios". Jiménez murió joven -contaba 46 años-, consumido por la cirrosis y sus adicciones, pero quedó para siempre el recuerdo de tantas canciones sencillamente maravillosas. De entre todas, he escogido "Deja que salga la luna", cantada con fuerza y convicción y que habla de amores, pasión y deseos.




Puede que sea Jorge Negrete el mito mayor de la música mejicana; su prematura muerte, ocurrida en Los Ángeles cuando contaba 41 años, no le impidió dejar grabadas un importante número de películas y canciones. Negrete cantó las grandes canciones mejicanas de siempre como "Ay Jalisco no te rajes", "México Lindo y querido", "Adelita", "Qué suerte la mía" o "Aunque me cueste la vida". Jorge Negrete tuvo también una azarosa vida sentimental y estuvo casado con la gran María Felix. Cantó maravillosamente la canción "Ella", compuesta por el propio José Alfredo Jiménez.




Chavela Vargas nació en Costa Rica, aunque tiene la nacionalidad mejicana desde los 17 años, es decir, hace un montón de ellos. Chavela solía cantar canciones normalmente interpretadas por hombres sobre su deseo por las mujeres; vestía como un hombre, fumaba tabaco, bebía mucho, llevaba pistola y era reconocida por su característico poncho rojo. Su personalidad es arrolladora y hay interpretaciones suyas francamente inolvidables como "la llorona", "Que te vaya bonito", "Piensa en mí", "Paloma negra" o "En el último trago". Y es que ya sabemos que " ... las amarguras no son amargas cuando las canta Chavela Vargas". Dejo una excelente interpretación de otra pieza de José Alfredo Jiménez, "De un mundo raro":



16 de noviembre de 2009

Una obra de teatro deliciosa














La Ratonera
Agatha Christie
RBA, Barcelona (2009)
111 páginas



Andaba el sábado por la tarde necesitado de relax, sumido en el stress y con preocupaciones profesionales objetivas, por lo que opté por buscar un libro que tuviera los atributos de ser breve, ameno, ingenioso y de calidad; pienso que tuve la suerte de aceptar.

Agatha Christie es un camino seguro, y aunque casi todas sus novelas las leí hace muchos años, siempre queda algo pendiente. Desde hace tiempo sentía curiosidad por esa obra de teatro de la "reina del crimen" que lleva siendo representada ininterrumpidamente desde el lejano año en que fue escrita, "La ratonera", ya había leído la versión en novela breve, "Tres ratones ciegos", pero además de que no recordaba en absoluto su desarrollo, disfrutar en teatro leído de la imaginación de la "dama del suspense" fue un ejercicio delicioso, algo absolutamente recomendable.

Claro, que asistir a su representación ya debe de ser la caraba.


15 de noviembre de 2009

Muerte de "Chamaco"

Quien no tenga demasiados años, o teniéndoles no le guste -o incluso de disguste- eso de los toros puede pensar que quien ha fallecido es un famoso mariachi o un "bailaor" gitano , o que estoy hablando en metáfora sobre un personaje de dibujos animados del tipo del pato Lucas o el gallo Claudio. Pero no, Antonio Borrero "Chamaco" fue un torero de éxito en su época que falleció el pasado miércoles en Huelva, su ciudad natal, a los 75 años tras pasar los últimos diez con la mente fuera del mundo como consecuencia del "Alzheimer": hay ocasiones en que un famoso desaparece del mundo mediático y solamente al cabo del tiempo uno se entera de la triste razón que justifica tantos años sin saber de él.

Una de las razones que me han llevado a decidir poner a "Chamaco" en mi bitácora -¡madre mía que cursi queda la palabreja!- es el hecho de que fue un torero cuyo éxito se cimentó fundamentalmente en la Plaza Monumental de Barcelona, algo que resulta llamativo en tiempos en los que que la otrora llamada "fiesta nacional" anda en peligro por el principado. Es posible que Barcelona, y Cataluña en general, no hayan sido nunca lugares excesivamente taurinos, aunque no lo es menos que unos cuantos de los grandes empresarios de toros han nacido en esa zona de España: Enrique Patón, Pedro Balañá, ...que en Barcelona había dos plazas: "Monumental" y "Las Arenas" y que "Chamaco" montó la revolución por allí entre la segunda mitad de los 50 y la primera de lo 60. Allí tomó precisamente la alternativa con presencia de dos monstruos del momento: Miguel Báez "Litri", un torero peleón y poderoso y Antonio Ordóñez, que era por entonces (14 de octubre de 1956) el más claro representante del toreo puro y artístico.

"Chamaco" había trabajado de pastelero hasta que pudo ganarse los garbanzos con el percal, y era tan famoso en su barrio que en la confitería donde había trabajado se acabaron vendiendo unos dulces llamados "chamaquitos". "Chamaco" representaba una línea intermedia en un toreo que se debatía -en España siempre nos ha gustado la polémica irreconciliable- entre los partidarios del toreo clásico, representado por el citado Ordóñez, la seriedad castellana de Santiago Martín "El Viti" y la templanza de diestros como Manolo Vázquez, Antonio Bienvenida y Paco Camino, frente al tremendismo que se convirtió en fenómeno en España con Manuel Benítez "El Cordobés"; Antonio Borrero era un torero poderoso, que combinaba la valentía de Diego Puerta con la raza de Jaime Ostos; no obstante, para los más puristas se trataba de un matador que no respondía a los gustos clásicos.

En Barcelona también se creó el dilema entre los partidarios de un torero local, Joaquín Bernadó, un diestro clásico y más bien medroso, que por cierto y como tantos otros, estaba casado con una folclórica, María Albaicín y el propio "Chamaco", que siendo onubense había sido adoptado por sus íncondicionales del noreste español.




14 de noviembre de 2009

"Le meteque", Georges Moustaki (1968)



Moustaki se llama realmente Yussef Mustacchi y nació nada menos que en Alejandría hace 75 años. La primera vez que le vi fue en un concierto retransmitido por Televisión Española desde algún lugar de Europa y en el que intervenían diversas figuras internacionales de la canción de las que, además del citado, solamente creo recordar a Ella Fitzgerald; recuerdo que en mi ingenuidad infantil me planteaba que no podía gustarme un hombre tan feo y barbado, y así me quedé yo pensando que lo bueno estaba en Cristina y los Stop.

Afortunadamente, la vida te suele dar una segunda oportunidad y tuve ocasión de reencontrarme con la música de Moustaki y disfrutar con canciones que tienen, junto al encanto propio del idioma francés y la bella voz del cantante, toda la magia especial de la música de un hombre verdaderamente polifacético, con todo su halo de bohemia. Moustakí bebió directamente de personajes tan míticos como Georges Brassens y Edith Piaf, y al parecer la adopción del nombre de Georges para su carrera artística es un homenaje al primero.

En los años 60 Moustaki escribió canciones para los grandes nombres de la canción francesa, como Dalida, Yves Montand, Colette Renard, Michèle Arnaud y Serge Reggiani; de esta época son algunos de sus grandes éxitos: "Sarah", "Ma Solitude", "Il est trop tard2, "Ma Liberté" y "La longue dame brune" que interpretó a dúo con la cantante Barbara. También son preciosas diversas composiciones realizadas para Moustaki por el gran Mikis Theodorakis, como "L'homme au coeur blessé".

Hay otras canciones de Moustakí que me ponen igualmente la carne de gallina: "Il y avait un jardin", "La mer m'a donné", "Le temps de vivre" y "Joseph", pero por encima de todas, sin ningún género de duda, elijo "Le meteque", probablemente su tema más emblemático y que supuso su relanzamiento musical tras un tiempo de cierta desaparición. Se trata de una canción de amor y se dice que tiene algo de autorretrato; su traducción en español es "el extranjero" y en ella se habla de un personaje que tiene bastante que ver con Moustaki: "cara de extranjero, judío errante y pastor griego", "cabellos al viento", "aire de soñador", "músico y trotamundos", ... una canción para disfrutar siempre que la oyes.


13 de noviembre de 2009

El Garito de Gareta

Anoche tuve en Zaragoza una cena con amigos. Un antiguo conocido de Huesca y su mujer tienen una "peña caracolera" y periódicamente organizan una cena con caracoles, cada vez en un restaurante distinto. Como hay que ir y volver a Huesca y se suele hacer tarde no me prodigo siempre, pero de vez en cuando me dejo caer con un grupo de personas diverso, simpático y fundamentalmente sano. Ayer los caracoles fueron en el "Quart", local ubicado en la calle Cesáreo Alierta y que antes, al parecer, se llamaba "La sal". El menú fue excelente, e incluso hubo alternativa para quienes no somos excesivamente "caracoleros", y es que estos moluscos no son la parte más importante del montaje: es aún mejor el buen ambiente y la ocasión de desintoxicarte un poco y aparcar los problemas de cada día, algo de lo que estoy y estaré necesitado en estas semanas.

El momento mejor fue el colofón.  Había oído hablar en las dos anteriores ocasiones que asistí al evento del "Garito de Gareta", un pequeño establecimiento ubicado en la calle del Rincón, en la zona de San Miguel, donde no solamente se acude para tomar las copas de rigor, ya que allí van muchas personas de Zaragoza a las que les gusta cantar. 

El dueño se llama Jesús Gareta, quien al parecer es hombre muy vinculado al mundo musical de la capital maña. El sitio es pequeñito y decorado en plan "kirsch". Ayer había un ambiente estupendo; Gareta y un cliente cuya cara no era nada desconocida y que también ducen ha dedicado buena parte de su vida a la música, cogieron sendas guitarras y los espontáneos del día fueron entonando sus canciones, casi siempre muy bien. Hubo tangos, rancheras y boleros: "Deja que salga la luna", "El cambalache", "María Dolores", "La flor de la canela", "Caballero de fina estampa", "El viejo amor", .... los guitarristas, como bien decía mi amigo Vicente, se encontraban cada vez más a gusto, y no faltaron las jotas, interpretadas por un individuo solitario, de impecable blazer y aires clásicos y por Fernando, la aportación de los "caracoleros" al show.

Quedaba el arreón final: un ciudadano que canta a Sabina mucho mejor que el propio Sabina quien se sacó de la cartera dos maravillosas versiones de "Y nos dieron las 10" y "19 días y 500 noches". Cuando nos fuimos aún seguía la cosa, se comentaba que una vez actuado "Sabina" aún faltaba por llegar "Serrat", daban ganas de quedarse a ver amanecer, pero no cabían más excesos por permitirse. 

Hay momentos especiales, ocasiones en que uno se encuentra especialmente a gusto, instantes que no te gustaría que terminaran, aunque cuando terminan su regusto grato y sano permanece mucho tiempo. Gracias a Vicente y a Amparo, a José Luis y a Luisa, a Carlos y a María Eugenia, a Fernando y Roxy, al otro Carlos, ... a todos.

12 de noviembre de 2009

Música que eleva


"La música es el lenguaje que me permite comunicarme con el más allá."

(Robert Schumann)


Robert Alexander Schumann nació en Zwickau, una ciudad alemana situada en una zona montañosa de Sajonia el 8 de junio de 1810 y murió 46 años después en Endenich, localidad cercana a Bonn; fue un compositor de la época del romanticismo y uno de los músicos de mayor fama en la primera mitad del siglo XIX. De la obra de Schumann podrían hablar mucho mejor que yo quienes sean más expertos en la materia. Yo, simplemente me he quedado con la frase escrita más arriba. Recuerdo que me lo comentaba un compañero de promoción hace muchos años, casi 25, y creo que tiene razón: una de las razones por las que la música clásica supera a la moderna se encuentra en que el escucharla facilita la posibilidad de orar.

Y es que muchas veces hacer oración no es más que conseguir el reposo del alma, la paz interior, el descanso de un espíritu agitado por los aconteceres, las preocupaciones y los sobresaltos de la vida. Y esa música puede suponer una ayuda formidable para encontrar ese contacto con Dios. No cabe duda que con el fondo de la 5ª sinfonía de Beethoven, una cantata de Bach, un nocturno de Chopin, el "Serenade" de Schubert o el "Adagio" de Albinoni resulta más sencillo encontrar ese punto de elevación que nos traslada a la cercanía del Creador.

Aunque a veces lo parezca Dios no es un personaje lejano que permanece en las alturas, ausente de los problemas de quienes deambulamos por este mundo, lo que pasa es que unos se niegan a buscarlo, otros lo rechazan y algunos tal vez tienden a buscarlo con mirada esquiva o con simples arranques de voluntarismo; pero el camino tal vez sea más sencillo, como lo es ir entrando en los acordes suaves y elevados de la música más selecta.

Por desgracia, y a diferencia de buena parte de mi familia, no soy persona de excesiva formación musical, pero nunca es tarde y la experiencia ayuda a buscar el modo de recuperar el tiempo perdido.


11 de noviembre de 2009

"Hay gente pa tó"



Rafael Gómez "El Gallo" fue un torero español de principios de siglo; era de raza gitana y fue el hermano mayor de "Joselito", el joven matador que rivalizó en su día con Juan Belmonte y a quien el toro "Bailador" hirió de muerte en la plaza de Talavera de la Reina el 16 de mayo de 1920. El "Gallo" fue un personaje pintoresco, con una vida azarosa y un carácter entre divertido, misterioso y genial. Como matador fue un hombre de contrastes, muy lejos de la figura del torero peleón y valiente; "El Gallo" alternaba tardes de gloria cuando el toro "le gustaba" con grandes "espantás": «prefiero una bronca a una corná», afirmaba sin vergüenza alguna. El hombre era supersticioso hasta decir basta y las armaba de órdago si entendía que el toro le había mirado mal.

De Rafael "El Gallo" se cuentan un sinfín de anécdotas; por ejemplo cuando acababan de celebrarse las corridas de la feria de Córdoba en las que había rivalizado con su paisano Ricardo Torres "Bombita", el torero regresaba en el tren a Sevilla; durante el trayecto, en el pasillo del coche-vagón tropezó con un amigo que, desde Madrid, se dirigía con el mismo destino. Tras saludarse efusivamente, recayó la conversación sobre las corridas de Córdoba; el amigo preguntó al Gallo por la actuación de todos los diestros que en ellas tomaron parte, así como el juego que había dado el ganado. Al fin le dijo:

— Y tú, ¿qué tal has estado? ¿Qué opinaba el público de tu actuación?, a lo que el Gallo contestó con seguridad:

— Pues mira, de mí sólo sé decirte que las opiniones quedaron divididas.

— ¿Entre tú y el “Bomba”? – preguntó el amigo.

— No, respondió Rafael, que unos se metían con mi madre y otros con mi padre.


También se dice que después de salir por la puerta grande de la plaza de toros de La Coruña, se despidió a toda prisa de los aficionados para tomar el tren a Sevilla. El gerente del hotel más lujoso de La Coruña le ofreció una habitación para hospedarse y disfrutar esa noche del triunfo; “Maestro, le dijo, cómo se va a ir Vd. para Sevilla con lo lejos que está Sevilla de La Coruña”; entonces Rafael "El Gallo" torció la mirada y le contestó serio: “Sevilla está donde tiene que "está", la que está "lejo" es La Coruña”.

Y también se asegura que es de Rafael Gómez una anécdota que otros atribuyen al diestro cordobés Rafael Guerra "Guerrita"; un día coincidieron en un mismo acontecimiento torero sevillano y el filósofo D. José Ortega y Gasset; alguien los presentó, intercambiaron los saludos de cortesía y, cuando se hubo alejado el gran pensador, El Gallo preguntó quien era "aquél gachó" y a qué se dedicaba "con esa pinta que tenía de estudiao"; cuando le informaron que era filósofo, el diestro preguntó: "¿ Y ezo qué e lo que e, joé?.", algún alma caritativa le apuntó que los filósofos eran gente que se dedicaban a pensar... y , después de hacer lo propio durante unos eternos segundos, el matador soltó su propia frase filosófica: ¡¡Hay gente pa tó!!.

Y, verdaderamente es cierto eso de que "hay gente pa tó", y ya no sólo porque haya filósofos, que no tengo demasiado claro si ahora tenemos muchos de la talla de Ortega, sino porque basta leer algún día la prensa o asomarse de vez en cuando a la ventana de los telediarios para comprobar que ya quedan pocas cosas nuevas que inventar, que las personas somos capaces de casi todo; y compruebas que hay quienes siguen "cascado" a su mujer, quienes se lían a tiros con el personal, quienes se forran a costa de detsrozar personas y familias enteras con la droga y quienes utilizan la red como ejercicio de vicios y deformaciones.

Pero no nos equivoquemos,el que haya gente "pa tó" no debe de ser valorado desde una vertiente exclusivamente pesimista, como si sólo existiera la maldad humana, y es que afortunadamente uno puede comprobar con frecuencia que sigue existiendo gente capaz de entregarse, de ofrecer su vida por una causa buena, de batir records de solidaridad, generosidad y bonhomía .... porque verdaderamente "hay gente pa tó", ... aunque luego nadie les de un premio.



10 de noviembre de 2009

Alex Sánchez



A muchos, incluidos bastantes "futboleros" el nombre no les sonará de nada; aunque si confirmo que se trata del primer jugador manco que consigue debutar en primera división pienso que más de uno caerá en la cuenta de que en algún telediario, en el diario o en la red ha escuchado o leído la noticia. No creo que el hecho en cuanto tal deba de tener más trascendencia, fundamentalmente porque intuyo que al protagonista del caso no le debe interesar demasiado ser noticia por ello, sino que seguro que le hace más ilusión el haber debutado con el primer equipo de Aragón y su gran esperanza es consolidarse como futbolista de élite.

Eso sí, hay que dejar constancia del mérito que tiene este chico, entre otras cosas porque es bien cierto que lo suyo es afán de superación y, aunque él mismo asegure que no tiene especial mérito, más de uno ni habría intentado llegar a lo máximo en su situación; y además de eso está estudiando tercero de Derecho -tiene 20 años, lo que significa que va al día- y se va a matricular en ciencias políticas, es decir, nada que ver con ese jugador que no hace mucho aseguraba no haber leído "ni los libros del colegio".

Hay quien echa de menos mis crónicas semanales del partido del Real Zaragoza, ya avisé que este año me limitaría a realizar comentarios muy de vez en cuando, posiblemente porque intuía que la trayectoria del equipo no iba a constituir precisamente una senda de alegrías; por esta razón la presencia de jóvenes de la cantera es uno de los pocos motivos de ilusión, una de las pocas notas positivas de este año que, como los anteriores, sigue siendo de bastante más pasión que gloria. En la primera plantilla ya figuran dos flamantes internacionales sub-21, Ander Herrera y Víctor Laguardia, un central que si alguien se atreve a darle partidos puede dar mucho que hablar, a estos cabe añadir la reciente incorporación de Raúl Goni, otro central que se rompió los ligamentos la temporada pasada cuando se estaba convirtiendo en uno de los valladares del equipo. En el Zaragoza B, que ha ganado todos los partidos que ha disputado hasta ahora bajo el mando de un histórico de la "Quinta de París", José Aurelio Gay, hay otros jugadores que prometen mucho, como el central Ramiro Mayor, los centrocampistas Matute, Miramón y Kevin Lacruz y los atacantes Adrián Barba y Alberto Montejo, casi todos ellos internacionales en las selecciones inferiores.

Alex Sánchez es la punta de lanza de esta camada que esperamos que, como por desgracia ha ocurrido en tantas ocasiones anteriores, no se convierta en otra generación perdida. Alex es un atacante incisivo, rápido y, por encima de todo, tiene el gol en sus botas, habiéndose hinchado de meter el balón en la portería contraria tanto en el equipo juvenil, en el Universidad -segundo filial del club blanquillo- como en el filial y no es que la primera plantilla ande precisamente muy sobrada de goleadores.

La noticia ha llamado la atención de los medios nacionales, la minusvalía -si es que se puede llamar así- de Alex Sánchez le ha dado un protagonismo muy distinto del que desearía, pero esto es solamente el primer paso, porque si se es valiente para darle partidos, cuando triunfe y se convierta en el estandarte del ataque del primer equipo de Aragón lo de menos serán sus circunstancias físicas. Y es que me da la impresión de que la aspiración de Alex Sánchez no es ser el "futbolista sin mano", sino una de las referencias del futbol de ataque en España.


9 de noviembre de 2009

Elvis Presley, "Suspicious Minds" (1970)



A Elvis Presley lo he conocido desde siempre, pero no lo he descubierto y escuchado con algo de frecuencia hasta pasado el medio siglo, es decir, más de cinco años después de que el 16 de agosto de 1977 falleciera en Memphis a los 42 años como consecuencia del grave deterioro sufrido por su salud en sus últimos años a causa de los excesos en sus hábitos alimenticios y su dependencia a las drogas. Recuerdo que en mi infancia él y Tom Jones eran los cantantes de habla inglesa que más me sonaban y cuando a finales de los 60 se publicó en España "In the gettho", llegué a plantearme comprar el single porque me gustaba su carátula.

Elvis tiene muchísimas canciones espectaculares, bastantes propias suyas y también unas cuantas versiones formidables de temas de siempre, como el "My way" que junto a las interpretaciones de Sinatra y Paul Anka subí aquí hace poco más de un año. Hace unos meses, cuando regresaba de hacer la travesía Humo de Muro-Escanilla, escuché en el coche de unos amigos un DVD con canciones de esas de ayer, hoy y siempre, desde el Dúo Dinámico hasta Abba, pasando por Los Bravos y unos cuantos más; de entre todas me encantó una que resultó ser uno de los grandes éxitos del "Rey del rock", "Suspicious minds", tal vez por ser lo que más recientemente me ha impactado del gran cantante nacido en Tupelo (Misisipi) la he escogido como tema para esta semana.


8 de noviembre de 2009

Quino analiza la cosa pública




El dibujante argentino siempre me ha parecido muy expresivo. Y no cabe duda que muchos ciudadanos se pueden sentir tan agobiados como el del remo.


7 de noviembre de 2009

Privilegios balompédicos



La Liga de Fútbol Profesional se encuentra en pie de guerra porque, al parecer, el Gobierno quiere subir al 43% el IRPF de los futbolistas extranjeros que ganen más de 600.000 euros; el presidente de dicho organismo, el donostiarra José Luis Astiazarán, asegura que dicha medida supondría un golpe para la fortaleza del campeonato, ... pues vaya¡¡¡.

Uno podría plantearse la injusticia de dicha medida si supusiera la aplicación de un régimen diferente a los "dioses" foráneos del balón, pero de hacerse así tan sólo se produciría una equiparación con el resto de ciudadanos en su situación. Por esta razón, esas amenazas de huelga y esos llantos de cocodrilo me parecen, por un lado, una resistencia a perder privilegios que suena a egoísmo y, por otro, una evidente falta de solidaridad por parte de unos señores que ganan muchísimo dinero en momentos en que hay más de 4 millones de parados y en los que muchas personas se las ven y las desean para disfrutar de los mínimos exigibles de supervivencia. De siempre me ha parecido un exceso el régimen especial que en materia de impuestos gozan los futbolistas y un abuso las claúsulas contractuales que los hábiles y ambiciosos personajes que los representan exigen a los incautos clubs que se hacen con sus servicios.

Tal vez entre la crisis económica que ha sumido a una parte importante de clubs de fútbol en siuaciones próximas a la quiebra y la aplicación de una fiscalidad más exigente, amen que más justa y equitativa, pueda servir para bajar el mundo del balón redondo del cielo de pompa y desmadre económico en el que está, para convertir a los futbolistas, que con cierta frecuencia son unos niñatos consentidos, en seres más humanos, más próximos al ciudadano de a pié que por mucho que trabaje tiene que afinar el bolsillo y a reducir la nómina de especuladores, trileros, buscavidas y aprovechados que bajo nombre de managers, representantes o no se sabe qué pululan con codicia y malas artes en torno al negocio en que se ha convertido lo que hace unos años solamente era el deporte rey.

Por lo visto la amenaza de huelga queda, al menos por ahora, suspendida: menosmal, pues cualquier otra actitud ni sería sensata ni podría ser entendida por cualquie trabajador dela General Motors, emigrante en paro o padre de familia de esos que se va agobiando conforme se acaba el mes.


6 de noviembre de 2009

Fumadores contra las cuerdas



La nueva ley anti-tabaco, que el Ministerio de Sanidad pretende que entre en vigor el primer trimestre de 20010, supondrá la prohibición de fumar en cualquier lugar público; por lo tanto, se acabó el tabaco en bares, bodas, espectáculos deportivos y hasta en los toros ... A partir de ahora, en las bodas tendrán que repartir peladillas, como en los bautizos, mientras que los trucos para echarse un pitillo en determinadas ocasiones harán trabajar la imaginación de los que aún tienen el vicio; y ¿qué será de nuestros amigos del puro?, porque el palco del Bernabeu o el Nou Camp, o los tendidos de Las Ventas o La Maestranza ya no serán lo mismo sin que podamos disfrutar mirando a quien se está deleitando con un Montecristo o un Cohiba de esos de 90 minutos o corrida entera. Vienen, por lo tanto, malos tiempos para los fumadores.

Que el tabaco perjudica a la salud es algo que nadie discute, de la misma manera que también parece claro, al menos yo lo veo así, que nos habíamos acostumbrado a situaciones que no eran de recibo: he trabajado durante años en un habitáculo con tres personas más que fumaban y, a pesar de que casi había que entrar con machete, me había acostumbrado a considerar normal la situación; los fumadores te echaban el humo a la cara y era algo que se había establecido como servidumbre obligatoria. La regulación del uso del tabaco entiendo que ha servido para racionalizar las cosas.

Pero, al mismo tiempo, no puedo evitar que tanta norma anti-tabaco me parezca, por un lado, una especie de nueva inquisición, a la vez que a uno le carga bastante que desde el Estado se le impongan tantas reglas, o dicho de otra manera, uno acabe teniendo la sensación de vivir en una especie de "Gran Hermano" que puede llegar a ser insoportable. Y es que de la misma manera que nos prohiben el tabaco, pueden acabar controlándote los pasteles que comes, los gin tonics que te tomas o las partidas de mus que echas con los amigos. Aparte de que también parece que mientras en ocasiones da la impresión de que se está creando una nueva casta de apestados, dirigentes y medios de comunicación se la cogen con papel de fumar, por poner un ejemplo, a la hora de hablar del abuso de la coca en determinados ambientes o de los efectos secundarios de la píldora del día después.

Yo nunca he fumado en serio, aunque a veces he ejercido de fumador social -elegante forma de definir al gorrón- y hasta he tenido épocas en que me compraba paquetes de tabaco que vaciaba poco a poco con excusa de concentrarme en el trabajo. Pero hace ya tiempo que dejé de usar el tabaco de manera definitiva, a pesar de lo cual cada vez siento una solidaridad mayor con los fumadores. Imagino que habrá quienes eludan cualquier sentimiento de piedad o conmiseración con quienes aguantan el tipo cajetilla en ristre, pero no me parece justo esa especie de rechazo radical hacia el fumador, ese aislamiento al que se le somete y es a modo de etiqueta negra que se le pone en la frente. No hacemos más que predicar la tolerancia, se ha caído a veces en el relativismo más radical en temas hasta hace poco inmutables, mientras a los fumadores ya no se les perdona prácticamente nada, para ellos no existen matices, flexibilidad ni excepciones.

Vuelvo al principio, y comprendo que hay medidas que son beneficiosas para la salud, pero no me gustan ni algunas formas de hacer ni determinadas posturas que me empiezan a parecer maximalistas y no exentas de ese fanatismo que curiosamente suele gustar tan poco con carácter general y en clave de corrección política.




5 de noviembre de 2009

Cuando un tal Fermín le dejo al Barça sin la Liga



El Córdoba C.F. tuvo su época dorada en el fútbol español. Los de la ciudad del califato ascendieron a 1ª división al final de la temporada 1961-62, manteniéndose, con más o menos dificultades, en la máxima categoría durante siete cursos seguidos. Junto al Pontevedra, Elche y Sabadell formaron un grupo de modestos que dieron mucha guerra en la década de los 60: viajar a "El Arcángel", "Pasarón", "Altabix" o la "Nova Creu Alta" era en aquella época una aventura difícil de superar incluso para los grandes de la Liga.

En aquel viejo equipo de la ciudad de la Mezquita destacó por encima de todos el portero Miguel Reina, padre del actual meta titular del Liverpool, quien se iría pronto al F.C. Barcelona, para fichar años más tarde por el Atlético de Madrid. Reina, tan ágil como irregular, alternó con el "Chopo" Iribar y el catalán Sadurní en la meta de la selección española del momento. En el conjunto que ascendió por primera vez en la historia del club a la división de honor destacaban también el fornido central Mingorance, quien llegó a debutar con la roja, y el ariete valenciano Miralles, jugadores que acabarían marchándose al R.C.D. Español. Tenía el Córdoba una defensa sobria y veterana que los niños de la época recitábamos de memoria: Simonet, Navarro López, mientras que en la delantera destacaba el goleador Juanín, de quien en los cromos, como en Simonet, destacaba su incipiente alopecia y que marcó 44 goles en 1ª, así como el paraguayo Jara, que luego triunfaría en el Valencia y colaboraría con un gol en la consecución de la Copa que los ches ganaron al Atlético -entonces- de Bilbao en 1967, los locales Rojas y Riera y el rubio extremo Luis Costa, que luego triunfaría como jugador y, sobre todo, como entrenador en el Real Zaragoza. Alfonso, el joven extremo Álvarez, que triunfaría luego en Málaga y Salamanca, el malogrado volante Ricardo Costa, que fallecería en un accidente de coche en 1968, Arana, Toledo, Jaén, Rodri, Muñoz, ... fueron otros jugadores relevantes de esos tiempos.


El sueño del Córdoba concluyó en 1969 cuando el equipo blanquiverde regresó a 2ª división a las órdenes de Ladislao Kubala, pero todos los aficionados cordobeses pudieron entonar, con todo el derecho, eso de "que nos quiten lo bailao". En 1971, a los dos años del descenso, el Córdoba tuvo una segunda oportunidad y ascendió junto a Deportivo de La Coruña, Burgos y Betis el año en el que la 1ª pasaba de 16 a 18 equipos. En esta ocasión la estancia en la máxima categoría fue efímera, pues el equipo volvió a descender al año siguiente, aunque tuvieron tiempo de disfrutar de buenas tardes de fútbol y  vivir una jornada histórica, la penúltima del campeonato, en la que al vencer 1-0 al Barça le pusieron el título en bandeja al Real Madrid, equipo que siempre tuvo una buena relación con los blanquiverdes y muchas simpatías en la ciudad. Entrenaba al equipo un auténtico mito del fútbol: Edvaldo Izidio Neto, más conocido como Vavá, que en su día había formado parte del equipo brasileño ganador de los mundiales de 1958 y 1962 con la histórica delantera Garrincha, Didí, Vavá, Pelé y Zagalo. En el equipo cordobés que logró el ascenso entonces destacaban por encima de todos dos jugadores: el lateral zurdo Verdugo, que se fue al Real Madrid y el extremo Manolín Cuesta, un goleador que acabaría siendo traspasado al Español tres años después. Escalante, que también jugó en el Betis y entrenó al propio Córdoba, Causanilles, que destacó luego en el Castellón, el paraguayo Rojas, Rodri, Tejada, Cruz Carrascosa y Alarcón eran otros jugadores destacados. Para fortalecer al equipo en primera la directiva cordobesa recurrió al club merengue y se trajo de Madrid a tres piezas valiosas: un veterano, Sanchís, el lateral izquierdo del Madrid de la sexta Copa de Europa y dos jóvenes promesas, el volante Vicente del Bosque, un jugador cerebral y trabajador a la vez y el interior Fermín, un hombre de gran técnica y que sabía hacer auténticos malabarismos con el balón. Los dos jóvenes madridistas fueron los mejores de la temporada y Fermín protagonizó la historia que motiva esta entrada.

Esa temporada, de la que recuerdo que el Zaragoza estaba en 2ª junto a equipos tan sorprendentes como Langreo, Leonesa, Mestalla y San Andrés, el Real Madrid decidió remozar su plantilla; seguía dirigiendo el equipo el perenne Miguel Muñoz y la directiva que presidía el inefable D. Santiago Bernabeu había dado la baja a históricos como Betancort, Calpe, Sanchís, Manolín Bueno y Gento, la "galerna del Cantábrico", ganador de seis Copas de Europa. El equipo titular siguió manteniendo a la vieja guardia -Pirri, Zoco, Amancio, Grosso y Velázquez-, pero ese año había llegado gente joven: el meta García Remón, que el año anterior había cuajado una sensacional temporada cedido en el Oviedo, el referido lateral Verdugo, el extremo izquierdo argentino Anzarda y las tres figuras del Racing de Santander: el meta Corral, que acabaría pasando desapercibido y vendido al Castellón, el extremo Aguilar, rápido y habilidoso, y por encima de todo el ariete Carlos Alonso Muñoz "Santillana", un goleador que acabó siendo el mejor rematador de cabeza que recuerdo en la Liga española.

La liga anterior la había ganado, después de muchísimos años sin hacerlo, el Valencia, entrenado por Alfredo Di Estéfano, con Abelardo, Sol, Antón, Lico, Jesús Martínez, los hermanos Claramunt, Adorno, Sergio, Forment y Valdez y que ese año había fichado a la estrella del Betis, el goleador Quino. Junto a los ches y los merengues estaban el aspirante de siempre, el Barça que había fichado para esa temporada a Rinus Michels, el forjador del gran Ajax y contaba con jugadores tan ilustres como Gallego, Costas, Torres, Juan Carlos, Marcial, Asensi y Rexach y un Atlético de Madrid entonces muy españolizado: Ufarte, Luis, Adelardo, Gárate, Eusebio, Irureta, Salcedo, ... El Madrid dominó la clasificación durante toda la Liga, pero al final perdió fuelle y los azulgrana se comenzaron a acercar peligrosamente. Se llegó a la penúltima jornada con las espadas en todo lo alto y el equipo catalán visitaba el campo del Córdoba, que ya no se jugaba nada, pues ya no podía salvar la categoría; una victoria del Barça pondría el título en bandeja a los blaugrana, quienes por cierto llevaban 12 años sin llevarse la Copa de Liga a las vitrinas de su elegante museo.

El encuentro se disputó el 7 de mayo de 1972 y, por mucho que al final de la temporada el equipo diese con sus huesos en segunda, los aficionados cordobeses no olvidaran nunca esa fecha y ese partido. El equipo franjiverde, evidentemente primado por los de Chamartín, puso toda la carne en el asador y se llevó el gato al agua gracias a un penalty que transformó Fermín y ante el que Miguel Reina, cordobés de pura cepa, no pudo hacer nada. Fermín había realizado una temporada magnífica y su gol a los culés fue la culminación de la misma, de paso que daba al Real Madrid, que caía estrepitosamente (1-4) en el Santiago Bernabeu ante su rival del Manzanares, la oportunidad de llevarse el gato al agua, es decir el título de Liga. El equipo que protagonizó la gesta estuvo formado por Molina; López Prieto, Rodri, Cepas; Tejada, Alarcón; Rojas (Cruz Carrascosa), Escalante, Fermín (Garrido), Del Bosque y Manolín Cuesta, mientras que Michels alineó un once de auténtico lujo: Reina; Rifé, Gallego, Paredes; Torres, Zabalza; Juanito (Rexach), Juan Carlos, Marcial (Martí Filoxía), Asensi y Pérez.

Al terminar la temporada tanto Del Bosque como Fermín regresaron a las filas madridistas, aunque sus trayectorias fueron bien diferentes. Mientras Del Bosque, que era el menos loado, se convirtió en indiscutible para todos los entrenadores que tuvo, fue internacional y ahora es el seleccionador español, Fermín no dio la talla y su temporada en el primer equipo madridista fue mediocre, tanto que acabó la misma en situación de transferible. Recuerdo perfectamente que en el verano de 1973 se rumoreó insistentemente su probable fichaje por el Real Zaragoza, algo que ilusionó mucho a la afición maña, pues se pensaba que un hombre con su técnica y visión de juego -lo que hoy llamaríamos un auténtico "jugón"- encajaría muy bien en el tradicional juego de los blanquillos, pero al final no se sabe que ocurrió y Fermín acabó en el Castellón, donde tampoco destacó. Lo último que recuerdo de este jugador es que regresó a Madrid, donde fue titular con el Rayo Vallecano.

El Córdoba, desde entonces, ha caminado por aguas difíciles, a veces turbias, entre la 2ª División y la 2ª B, aunque parece que se va asentando en la División de Plata. Su afición, bien me consta, se merece bastante más que eso, pero hasta ahora sus rectores no han acertado con la tecla que les haga revivir esas épocas doradas en las que se codeaba con los mejores; nada cuesta soñar y desear que pronto vuelvan a vivir un sueño parecido.

Por cierto, he encontrado el enlace de la crónica del "Mundo Deportivo":

http://hemeroteca.elmundodeportivo.es/edition.html?bd=08&bm=05&by=1972&x=11&y=18



Fotos obtenidas de http://cordoba.incondicionales.com/