31 de julio de 2008

Lecturas de vacaciones (y II)

La compañía de la Seda, David Liss

Magnífica novela histórica ambientada en el Londres del siglo XVII; si están bien escritos, siempre disfruto con los libros cuya trama se desarrolla en la vieja capital de Inglaterra, con mención especial para Charles Dickens y Wilkie Collins y sin olvidar las excelentes trayectorias en materia de intriga de Anne Perry y Bruce Alexander. "La Compañía de la Seda" tiene protagonista de serie: Benjamín Weaber, judío aunque no practicante, ex-boxeador y que se gana la vida como cazarrecompensas, aunque a los efectos novelescos actúa a modo de detective privado. En el libro se narran los tejemanejes de la Compañía de las Indias Orientales, un mundo de intrigas, maniobras sucias e intereses económicos. Se lee muy bien y te anima a buscar los episodios anteriores. Excelentemente editado por Grijalbo.

http://www.popularlibros.com/libros/COMPANIA-DE-LA-SEDALA/L0410009997/978-84-253-4115-1

Cuando el tiempo nos alcanza, Alfonso Guerra

Hace ya tiempo que tenía curiosidad por leer las memorias de Alfonso Guerra publicadas en dos tomos por la editorial Espasa hace unos años. El veterano lider socialitsa siempre me ha parecido un personaje interesantísimo y me apetecía conocer su visión de una época de la historia de España, los últimos años del franquismo y los primeros de la democracia, en la que tuvo un papel protagonista, primero en la clandestinidad, posteriormente en la oposición y, al final, teniendo responsabilidades de gobierno.

Es por lo dicho por lo que incluí en mi maleta el primer tomo de tales memorias, publicado en 2004 y que abarca desde el nacimiento del protagonista hasta la histórica victoria socialista de 1982. He de comenzar afirmando que esperaba más: no me parece un dechado de perfección literaria y he echado en falta más detalles y profundidad en el relato.No obstante el libro ofrece suficientes elementos positivos como para plantearme continuar con la segunda parte. El periodo histórico en el que relata su vida quien fuera vicepresidente del primer gobierno socialista de nuestra época es apasionante y Guerra cuenta episodios que ha protagonizado en vivo y en directo. El libro nos presenta, además, a un Alfonso Guerra más humano, con una imagen muy lejana al estereotipo habitual del personaje. El político sevillano deja claro que no se casa con nadie y ofrece una valoración de los personajes de la época en la que no escatima críticas incluso a sus propios correligionarios, como lo demuestra el duro tratamiento que hace de políticos como Pablo Castellano, Bettino Craxi o Francoise Mitterrand, así como el claro reflejo en varios momentos de cierto desencanto con determinadas actitudes de su lider y amigo Felipe González.

Pero, a la vez, Guerra muestra, en mi opinión, un cierto maniqueismo, ofreciendo una interpretación de la historia más reciente de España en la los buenos siempre son lo suyos, con impresiones demasiado subjetivas; por otra parte no puede disimular cierto dogmatismo socialista, en la línea del pensamiento único que a veces nos quieren imponer algunos políticos, como si el socialismo fuera el único camino para llegar a la verdad.

No quiero terminar sin referirme a a un aspecto misterioso del relato: Guerra habla con detenimiento de su familia, reflejando abundantes detalles acerca de sus padres y hermanos; por el contrario no hay ni la más mínima referencia a su vida sentimental, no nos dice ni quienes fueron sus novias, ni si estuvo casado ni quien era la madre de su hijo, se limita en un momento deteminado a referir el nacimiento éste y a hablar de él con una ternura y un cariño entrañable.

La tercera virgen, Fred Vargas

Fred Vargas ha sido una de las grandes apariciones de la novela de intriga europea en los últimos años. Todo el mundo habla maravillas de ella, pero he de reconocer que tras haber hecho un doble intento de leer si novela "El hombre de los círculos azules", no conseguí terminarlo, al tenerdificultades para seguir la narración. El prestigio de la autora y la fama de esta novela concreta me llevaron a darle una segunda oportunidad. Volví a comprobar que no es fácil leer a Vargas, pero a la vez descubrí suficientes razones para seguir haciéndolo: el protagonista, el comisario francés Adamsberg, aparece como un personaje apasionante, con orígenes cercanos, pues nació en el sur de Francia, sus libros contienen frecuentes referencias cultistas novedosas y de agradecer y, si tienes paciencia, acabas enganchándote a su complicada trama. Tiene la autora un estilo punzante, algo esperpéntico y claramente distanciado de las formas habituales en esta clase de obras. "La tercera virgen" nara la investigación de unos crímenes que parecen responder a una especie de rito.

http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=6257

Dos novelas de serie

Hay una lista de autores de novela criminal cuyas novelas procuro ir leyendo por orden de publicación, al tener protagonistas fijos y engarzar unas aventuras con otras. Es el caso de Anne Perry, que tiene tres series concretas: la protagonizada por el inspector Thomas Pitt y su esposa Charlotte, la que tiene como personaje principal al detective William Monk y una amientada en los inicios de la 1ª Guerra Mundial. Este verano leí "Las raices del mal", protagonizada por Monk, recien casado con la enfermera Hester Latterly. Se trata de un libro ambientado en el Londres de la época victoriana y, como todas las de Perry, se lee con facilidad y placer. En la novela se tratan temas tan importantes como la desatención médica a las clases sociales menos favorecidas, la infrautilización de las enfermeras por los médicos de la época y la situación precaria de los viejos soldados que quedaron con secuelas por las heridas sufridas en batallas históricas como Trafalgar y Waterloo y en la Guerra de Crimea. Perry aprovecha para mostrarnos el modo de desarrollarse el proceso penal de la época.

http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=3634

Hace tiempo que empecé a leer la serie de la norteamericana Donna Leon protagonizada por el comisario Guido Brunetti, ambientada en Venecia, ciudad donde reside la autora. Brunetti forma, con su esposa Paola, una profesora universitaria nacida en una noble familia veneciana, una pareja protagonista entrañable; la trama de los libros de León se mezcla con los avatares caseros de la familia Brunettí, compuesta por el matrimonio y sus hijos Rafaelle y Ciara, y con las valoraciones socio-políticas que hace la pareja. Esta vez he leído "Amigos en las altas esferas", novela que parte del asesinato de un funcionario que ha tenido una breve relación con Brunetti y la investigación de éste le lleva a descubrir una importante red de corrupción a altas instancias.Son de destacar dos personajes secundarios imprescindibles en la autora: el Vice-questtore Patta, de quien siempre se da una imagen chusca y la secretaria de éste, la "sinyorina" Electra, una funcionaria con aspiraciones de hacker y chica bond. Como leí recientemente, conforme avanza la serie de Brunetti Donna Leon se centra cada vez menos en las tramas para detenerse en sus valoraciones sociológicas en políticas, en las que, por cierto, se le ve algo el "plumerete".

http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=1637

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30 de julio de 2008

Un plan brillante

Se trata de una entretenida película de Michael Radford, con un guión de Edward A. Anderson y estrenada en 2007. La trama se desarrolla en Londres durante el año 1960; Demi Moore encarna a una brillante ejecutiva de la "London Diamond Corporation", la mayor compañía de diamantes del mundo, que es animada por el señor que limpia las oficinas por la noche, un formidable Michael Caine, a dar un golpe en la caja fuerte donde se guardan las piedras preciosas. La frustración de ella y una misteriosa intención de él se unen en un plan audaz y que parece imposible.

Estupenda la caracterización de los personajes, con mención especial para el máximo responsable de la Compañía (Joss Ackland), el detective contratado por ésta para investigar el robo (Lambert Wilson) y el villano de turno, el tramposo jefe de la Compañía de Seguros (Constantine Gregory). Muy lograda la recreación del ambiente de la época, con una magnífica presentación del peculiar mundo de la city londinense.
Demi Moore encarna su personaje con acierto, pero quien lo borda, una vez más, es Michael Caine, quien como el buen vino mejora con los años. Tan solo por contemplar su interpretación, habrá valido la pena gastar la hora y media larga que dura la película.
"Un plan brillante" consigue ganar la atención y, sin ser una joya del séptimo arte, obtiene una buena nota.

29 de julio de 2008

Olimpiadas





En breve comenzarán los Juegos Olímpicos de Pekín. La verdad es que en esta ocasión no estoy excesivamente puesto al día ni sobre los atletas que aspiran a convertirse en héroes del evento ni sobre las expectativas y aspiraciones del equipo español. Pero a mi memoria vienen multitud de recuerdos relacionados con la celebración de las Olimpiadas, en concreto a partir de las celebradas en Méjico en 1968 , pues fueron las primerass que soy consciente de haber seguido con cierta atención.

No obstante, mis primeros conocimientos sobre la historia de los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna se retroatraen a mi primera infancia, pues recuerdo que teniendo 5 o 6 años asistía a un colegio de monjas, y antes de entrar a clase me compraban, para tomar como almuerzo en el recreo, un bollo, croissant o cristina junto a una pequeña chocolatina de Nestlé, de chocolate blanco o negro, en la que salían unos pequeños cromos sobre las Olimpiadas, desde las de Atenas de 1896 hasta las de Tokio de 1964, dichos cromos los conservaba cuidadosa y pacientemente en un album de tapas duras y a través del mismo empecé a conocer a los grandes héroes olímpicos, desde Spíridon Louis, el cartero griego que venció en la primera Marathon, hasta Abebe Bikila, el atleta etíope que corría descalzo y se impuso en las maratones de Roma y Tokio, pasando por el italiano Dorando Pietri, que se impuso en la marathon de Londres (1908) pero acabó descalificado por tener que ser ayudado a entrar en meta y por Jesse Owens, el atleta de color que humilló al mismísimo Adolf Hitler al conseguir cuatro medallas de oro en las olimpiadas de Berlin, organizadas por el Fuhrer para mayor gloria de la Alemania nazi. También se recogían las hazañas de Paavo Nurmi, el genial atleta finlandés que consiguió entre Amberes (1920), París (1924) y Amsterdam (1928) nueve medallas de oro, del checo Emil Zatopek, la llamada locomotora humana, dominador de las carreras de fondo en Helsinki (1954), Toni Sailer, el esquiador austriaco que logró las tres medallas de oro en las pruebas de esquí de fondo en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en 1956 en la estación italiana de Cortina D'Ampezzo, del lanzador de disco americano Garret y de la patinadora noruega Sonja Henie.


Recuerdo como si fuera ayer cuando la antorcha olímpica pasó por España en 1968 camino de Méjico, cómo acudí a ver su llegada a Zaragoza, a primerísima hora de la mañana, en el mercado central de la capital aragonesa. Esos juegos acabrían siendo famosos por la hazaña de Bob Beamon que en la prueba de salto de longitud, favorecido por la altura de la capital azteca, realizó un salto estratosférico (8,90 metros) que junto a la medalla de oro le valió un record del mundo que duró 22 años y por el salto de altura, prueba ganada por Dick Fósbury que instauró una nuevo estilo que se impuso con los años. Los españoles nos quedamos con las esperanzas frustradas en la natación con los catalanes Santiago Esteva y Mari Paz Corominas. En Méjico explotó también el fenómeno del black power, con las reivindicaciones de los atletas Tommie Smith y John Carlos tras levantar su puño enguantado en la entrega de medallas de la prueba de 200 metros lisos.





Los juegos de Múnich pasarian a la historia por un trágico hecho ajeno al deporte: el dramático secuestro de la delegación israelí que acabó con la muerte de los nueve secuestrados. En Múnich el rey fue el nadador yankee Mark Spitz quien consiguió la friolera de siete medallas de oro en natación. Imborrables también las carreras de 5.000 y 10.000 metros lisos, ganadas por Lasse Viren, un policía finlandés del que se aseguraba se cambiaba la sangre para correr, y en las que peleó hasta el final Mariano Haro, el pequeño y fibroso atleta palentino, que al carecer de un buen sprint final se tuvo que conformar con el cuarto puesto. También quedó para siempre en mi retina la espectacular carrera de 400 metros vallas en la que un ugandés semidesconocido, John Akii-Bua se impuso con claridad pasmosa a los favoritos corriendo con permanente sonrisa en la boca y con una potencia que provocaba la impresión de que las vallas las saltaba con la simple zancada. Pocos meses antes, en la localidad japonesa de Sapporo, el recientemente fallecido Paquito Fernández Ochoa rompía todos los pronósticos y vencía en el Slalom especial de los Juegos de Invierno tras imponerse a los favoritos italianos, los hermanos Gustavo y Arnaldo Thoeni.










A partir de entonces no soy capaz de dar una relación temporal adecuada de mis recuerdos, aunque tengo perfectamente situada en la memoria la sublime actuación de la gimnasta rumana Nadia Comaneci en los juegos de Montreal (1976), la caida de la favorita norteamericana Mary Decker, cuando luchaba por la victoria con la sudafricana Zola Budd en los 3000 metros femeninos de Los Angeles (1984), con triunfo final de la rumana Marisica Puica, la medalla de plata del equipo español de basket en esos mismos juegos, las carreras de 800 y 1500, que siempre han sido mis favoritas y donde recuerdo a los neozelandeses John Walker y Rod Dixon, al keniata Mike Boit, al belga Vandamme, al finlandés Pekka Vassala, al trío británico formado por Sebastian Coe, Steve Owett y Steve Cram y, por supuesto, a los españoles José Manuel Abascal y Fermín Cacho y el escandaloso doping del canadiense Ben Johnson, que tras vencer con pasmosa superioridad en los 100 metros lisos de la Olimpiada de Seul (1988), pasó de héroe a villano en un instante cuando se comprobó que había necesitado hacer trampas para consumar su hazaña. También podríamos hablar de dos héroes del deporte cubano: el atleta Alberto Juantorena, de una planta imponente yapodado "el caballo", vencedor de las pruebas de 400 y 800 metros lisos en Montreal y Teófilo Stevenson, quien ganó la medalla de oro en los pesos pesados de boxeo en Múnich, Montreal y Moscú.


Y mis recuerdos olímpicos no pueden prescindir de la Olimpiada de Barcelona 1992, toda una exhibición de organización perfecta y que vino aderezada por toda una apoteosis de triunfos españoles, con más de veinte medallas y con especial recuerdos para el espectacular triunfo del soriano Fermín Cacho en la carrera de 1500 metros y para la victoria de la selección española de fútbol con el histórico gol de Kiko. En Barcelona fue todo un espectáculo presenciar las acciones del "dream team", el equipo de basket norteamericano, que unió una auténtica pléyade de estrellas: Larry Bird. Scottie Pippen, Par Ewing, Magic Johnson, Karl Malone, John Stockton, Charles Barkley y, por supuesto, la gran figura Michael Jordan.




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28 de julio de 2008

Discoteca Manhattan: un año después

Se ha cumplido el primer aniversario del terrible accidente ocurrido en las inmediaciones de la Discoteca "Manhattan" de Huesca y en el que, además de perder la vida dos personas otras tres quedaron con secuelas gravísimas. El suceso, como es lógico, causó una terrible conmoción en la ciudad, que se llenó de dolor,a la vez que surgía espontáneamente, entre los familiares y amigos de los afectados y entre la gente buena en general una reacción unánime de repulsa y una lógica reivindicación de justicia.

Ayer domingo se celebró una manifestación por las calles oscenses en las que junto al apoyo a los heridos y a las familias de los que ya no están, se volvió a reivindicar Justicia y a reclamar el apoyo de las instituciones. Me pareces lógicas estas reclamaciones, a la vez que entiendo que la manifestación, tal como se desarrolló, supuso toda una manifestación de humanidad y sentido de la amistad. Todo un ejemplo la actitud de José Antonio Fernández, que perdió la vista y las dos piernas en el accidente: una demostración de entereza, de ganas de vivir y de saber enfrentarse con la adversidad, en su caso grandísima.

Las distintas administraciones, antes estas reclamaciones, tienen que responder estando a la altura, unos cumpliendo las promesas que hicieron en su día, otros poniendo los medios para controlar el cumplimiento de las leyes en materia de tráfico y la Administración de Justicia con un juicio que de a los damnificados la mayor satisfacción posible, que siempre será poca en proporción a su sufrimiento.

Pero a mí la manifestación de ayer me hizo pensar otras cosas. En primer lugar, pensé en la célebre definición de Justicia que nos da Ulpiano: dar a cada uno lo que en Derecho corresponde", y llegué a la conclusión de que eso es algo enormemente difícil, porque por un lado comprendo absolutamente las exigencias de quienes, de una forma tan triste, han perdido a un ser querido o han quedado lisiados de por vida, mientras por otro quiero pensar que para dar a cada uno lo que le corresponde no puede pasarse el límite que va de la justicia a la venganza, del "hacer justicia" al "ser justiciero".

Por esta razón, pienso que va a ser muy importante que el día del Juicio Oral cada cual cumpla con rigor y exigencia su papel: quien tenga que dictar sentencia ponderando todas las pruebas, respetando a las partes y al público y resolviendo con independencia, sin miedo a parecer blando si la verdad que surge del juicio lo exige y sin que le tiemble el pulso a la hora de imponer un duro correctivo si así corresponde; el Fiscal, actuando conforme a la ley, trabajando el juicio al límite y respondiendo a la exigencia constitucional de actuar con imparcialidad, pues a veces el ciudadano olvida que su papel exige ponderar lo que favorece y lo que no favorece a la acusación y los letrados, poniendo de su parte todos los recursos legales para defender los intereses de sus representados. No es tarea fácil, pero solamente así se podrá devolver, al menos parcialmente, la paz y la serenidad a quienes han sufrido tanto dolor.

Por otra parte, me temo que en ocasiones olvidamos que junto a las medidas legales y judiciales, que hay que exigir con toda la vehemencia precisa, es necesario que nos rearmemos de algunos valores; con frecuencia diaria vemos pasar coches tuneados y con la música a tope circulando a toda pastilla por el interior de la ciudad, cuando salimos a la carretera no es infrecuente observar barbaridades cometidas por algún que otro conductor, hay motoristas que parecen tener aspiraciones de jugarse la vida a la vez que ponen en peligro la de los demás, ...... por supuesto que las leyes penales y administrativas tienen que ser duras y quienes las aplican, implacables, pero también hay una responsabilidad previa de quienes a lo mejor, teniendo como padres o educadores esa responsabilidad, no han sabido formar suficientemente bien a esos infractores. Porque en estos problemas sociales, las leyes, las autoridades, los jueces son el castigo, pero no la solución.

Fotos: http://www.heraldo.es/; mrsbullet.blog.com

27 de julio de 2008

Lecturas de vacaciones (I)


Hotel Almirante, Marta Rivera de la CruzUna novela deliciosa; bien escrita, amena y con capacidad de dar que pensar. Partiendo de un suceso trágico como es el suicidio de una cliente de un Hotel de provincias, la autora nos relata la historia del mismo desde que la modesta dueña de una fonda convirtió en establecimiento hotelero la casa noble de una familia rica; magníficas las descripciones de los distintos platos que se sirven en el restaurante, excelente la ambientación tanto de la imaginaria ciudad de Ribanova como de la época -desde principios de siglo hasta la postguerra- y perfecta descripción de personajes.

Es el primer libro que leo de la autora, pero me parece un soplo de aire fresco en la literatura española, dominada por quienes Manuel García Viñó denomina "tontitas del sistema". Es de agradecer que centrándose el argumento en un Hotel solamente dirigido por mujeres, no se convierta el libro en una apología del feminismo radical y que a pesar de desarrollarse la parte más importante de la trama entre la república y la postguerra, no se haya aprovechado para manipular en dirección alguna nuestra "memoria histórica". Marta Rivera de la Cruz ha renunciado a ser políticamente correcta y no se ha visto obligada a incluir parejas homosexuales encantadoras, eclesiásticos corruptos, engreidos y/o pervertidos ni cuernecillos consentidos. Repito: muy aconsejable.


El Falsificador de Hitler, Lawrence MalkinLibro del periodista norteamericano Lawrence Malkin en el que se ha basado la película "Los falsificadores"; narra la experiencia de una serie de judíos recluídos en un campo de concentración nazi durante la 2ª Guerra Mundial que fueron recolectados para colaborar en un programa de falsificación de libras esterlinas con el que los nazis pretendieron desestabilizar la economía de los aliados. El tema es interesantísimo y Malkin nos traza muy bien la situación y personalidad de los protagonistas judíos, así como su jefe aleman, Bernhard Krueger, pero el libro se extiende demasiado en datos y cifras haciendose a veces algo monótono. De cualquier manera, es un formidable testimonio de un hecho real y apasionante.

Tres novelas policiacas

En mi maleta introduje, entre otros, tres ejemplares de novela negra escritos por autores de los que no había leido nada; sentía cierta curiosidad por comprobar si podía llegar a incluirlos en mi lista de "imprescindibles".

El primero que concluí fue "El Camaleón", del británico Peter Robinson, autor que venía avalado por alguien que sabe mucho de ésto, y no me decepcionó. La trama se desarrolla en una localidad inglesa y tiene todos los elementos exigibles a un relato de este género: mantiene la tensión hasta el final, es ágil y contiene la intriga necesaria. El personaje principal, el comisario interino Alan Banks, no tiene nada que envidiar a los creados por autores del nivel de Michael Cónnelly o Harlan Coben, y Robinson, además, enriquece el argumento con otros personajes llenos de riqueza, entre los que destaca el de Maggie Forrest, la torpe e ingenua vecina de la casa donde suceden los terribles crímenes que relata la novela.

También me pareción excelente "Muerte en Hamburgo", primer tomo de la trilogía del aleman Craig Rusell protagonizada por el "esaterkriminalleuptkcomissar" Jean Fabel. Tras concluir el libro no me cupieron dudas sobre la necesidad de leer los otros dos. Se trata de un relato completísimo, lleno de acción y suspense, acerca de unos terribles asesinatos que tienen como escenario la ciudad de Hamburgo. La novela de Rusell es una novela de personaje; Jean Fabel se convierte de principio a fin en el alma del relato y, junto a sus habilidades como investigador, se muestra como un hombre tremendamente humano, con tiempo para los sentimientos, la reflexión y hasta la ternura. http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=3492

Con quien pinché en hueso fue con "Sospecha", de la autora sueca Helene Tursten; la excelente valoración de las distintas novelas de la literatura policiaca escandinava que han pasado por mis manos me llevó a pensar que también el libro de Tursten colmaría mis aspiraciones, pero no fue así. Pienso que el libro no está bien escrito, por lo menos bien traducido, lo que dificulta ya de entrada una lectura ágil. Los personajes, a diferencia de los que describen Mankel, Holt o Sjöwall y Wahlöö, son poco profundos y la inspectora Irene Huss, protagonista con vocación de serie, te hace añorar permanentemente a los entrañables Kurt Wallander o Martín Beck. Mucho me temo que la aventura de Helene Tursten en España no va a tener continuidad, aunque me puedo equivocar y estoy dispuesto a darle una segunda oportunidad. http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=5751





Fotos: http://www.negraycriminal.com/; http://www.estudioenescarlata.com/ y http://www.laislalibros.com/.




26 de julio de 2008

Benedicto XVI en Sidney










He seguido con especial atención el reciente viaje del Papa a Australia con motivo de la celebración de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud. Todo lo que he visto no ha hecho más que renovar mi admiración y mi respeto por la figura del Romano Pontífice, .... y no digo el cariño porque éste ya lo tenía de manera incondicional.

Benedicto XVI llegó al Pontificado próximo a cumplir los 80 años, edad en la que cualquier ciudadano lleva mucho tiempo dusfrutando de la jubilación. Hay quienes entienden esto como un contrasentido, como aquéllos que reclamaban en su día la jubilación de Juan Pablo II, pero para quienes entonces y ahora pensamos que su reino no es de este mundo, su presencia al mando de la nave de Pedro nos suena a generosidad y entrega y nos lleva al agradecimiento y hasta un cierto orgullo filial.

Cuando Joseph Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI, conocíamos a un cardenal serio, discreto, con pinta de aleman seco y sin demasiado sentido del humor y cierta fama de inquisidor; hoy en día llevamos ya más de tres años contemplando a un hombre abierto, sencillo, agradable y humilde.Benedicto XVI no es ni grandilocuente, ni arrollador ni polémico: se limita a ofrecer lo que tiene y a hablarnos de Dios. Sin tácticas ni estrategias se ha convertido, como ya lo fuera a lo largo de 28 años de pontificado Juan Pablo II, en el gobernante con mayor autoridad moral del mundo, en un referente indudable, algo para lo que no necesita ni vender humo, ni grandes campañas de márketing ni ser politicamente correcto, le basta la seguridad de la verdad.


Con la prudencia y discrección que le caracterizan, sin levantar la voz, ha sido firme y elocuente al afirmar ante los jóvenes del mundo algo que tantas veces hemos olvidado: la vida es mucho más importante que el éxito, que acumular riquezas; ha sido rotundo al condenar los efectos nocivos del relativismo, ofreciendo como única alternativa para la felicidad una fe que "madure en el trabajo, el estudio, el deporte, la música y el arte", todo un programa sugerente y ambicioso.


No me cabe ninguna duda de que una vez más el Papa, como los equipos cualificados y bien entrenados, venció y convenció; ya se lo dije el día de su eección a un buen amigo: a mí Ratzinger me ofrece toda la confianza, mucha más que Bardem, Zerolo o Lucía Echeverría.


Fotos: http://www.eluniversal.com/; http://www.elsiglodedurango.com.mx/.




Dos lugares para comer en Sevilla

La capital de Hispalis también te permite desahogarte con una buena pitanza. Voy a destacar dos sitios que me parecieron excelentes:

Por un lado está el Restaurante "Cambados", un establecimiento de comida gallega donde puedes tomar también cosas propias de la tierra. Está ubicado en la calle Uruguay, en una bonita zona de Heliópolis. Excelentes las zamburiñas, el pulpo a la gallega y el lacón. Tiene una terraza muy apropiada para cenar o tomarse unas tapas.

Aún me gustó más "La Montería", sito en la calle Felipe II de Sevilla, en una zona donde abundan los establecimientos de este tipo. El local estaba lleno hasta arriba: una buena señal. Allí comí el mejor salmorejo que he tomado nunca -cfr. foto, por lo deberá ser verdad lo que me dijo quien me llevó: es el mejor de Andalucía. Muy buenas también las croquetas de jamón, los tacos de merluza y, especialmente, la presa.

http://es.viajes.yahoo.com/p-guia_viaje-1205232-la_monteria_casa_joaquin_marquez_sevilla-i

Fotos de 11870.com

Sevilla tiene un sabor especial







Así lo dice la copla popular y ya no me cabe duda alguna de que es verdad. Es Sevilla una ciudad que no puede dejar indiferente; nunca te cansas de visitarla, de pasear por sus calles. Tiene un encanto permanente y siempre queda algo nuevo por descubrir.

Existe una Sevilla monumental, con joyas arquitectónicas de primera fila, como la Catedral, en la que se eleva majestuosa la Giralda, los Reales Alcázares, la Torre del Oro, el Parque de Maria Luisa o el Archivo de Indias. Espectaculares las iglesias barrocas como la del Salvador y la de San Luis, así como las múltiples capillas como la llamada “Capillita de San José” y la de Santa Marta, con mención especial, por su profundo significado, para las Basílicas del Gran Poder y de la Macarena. En Sevilla descubrí, extasiado, el Hospital de la Caridad, con cuadros de Murillo y Valdés Leal; dicen que hay en la capital hispalense más de 150 conventos de religiosos, la mayoría habitados y auténticas joyas.Uno puede encontrar arte en cualquier sitio, hasta en el cementerio, donde destaca el espectacular monumento de la tumba de Joselito el Gallo y la elegantísima de la gran Juanita Reina.

Pero junto a esa Sevilla grandiosa aparece otra más popular, cargada de gracia y salero, con zonas características como el Barrio de Santacruz, por cuyas callejuelas puedes pasear extasiado por el olor del azahar y el jazmín, por el encanto ambiental, a la vez que descubres la casa natal de Luis Cernuda o la Plaza de Doña Elvira; y el más populoso de Triana, cuna de artesanos, en el que aún subsisten los viejos alfareros y también abundan los orfebres, arte que se plasma en los ricos sagrarios que encuentras en cada iglesia que visitas. Más modernas son las zonas de Nervión, plena de establecimientos comerciales, y Heliópolis, con esos chalets que uno desearía adquirir del primer al último.

Y también te acabas encontrando una Sevilla profundamente religiosa, cargada de piedad y devociones; empezando por la Capilla de la Virgen de los Reyes, en la Catedral, donde da gusto rezar y en la que los seises despliegan toda su magia en la Inmaculada y en el Corpus; y la Macarena, punto y aparte en las devociones marianas, dueña de la ciudad y refugio de todo sevillano necesitado de ayuda o consuelo. Cuando callejeas por Sevilla se nota vivo el recuerdo de la Semana Santa más especial de todas, uno siente el eco de las saetas, los pasos y la estremecedora respiración de los costaleros, todo ese conglomerado de fervor religioso y pasión popular.

No podemos dejar de lado el arte y el folclore, en una tierra de toreros inolvidables, desde Juan Belmonte, cuya estatua luce en el Altozano, hasta Morante de la Puebla, pasando por el destino trágico de Joselito, por cuya casa natal en la localidad de Gelves pasé casi cada día, el valor de Diego Puerta, el arte de Paco Camino y, por encima de todos, el tarro de las esencias de Curro Romero, el Faraón de Camas; la Maestranza será siempre el centro académico del torero español. Y, al mismo nivel, el flamenco, las sevillanas, la copla y la profundidad excelsa del “cante jondo”.

Recorriendo Sevilla uno busca, y siempre acaba encontrando, el sentimiento especial de una tierra distinta, el encanto de una forma de ser: la prestancia de los sevillanos y la belleza de las sevillanas, una belleza que tiene mucho que ver con la gracia, con el donaire.

No tengo ninguna duda, cuando marchas de Sevilla tu primer pensamiento siempre será volver, porque uno se resiste a abandonar lo que ha visto y vivido y porque siempre quedan maravillas que contemplar.


Fotografías:
upload.wikimedia.org
www.fotomaf.com

2 de julio de 2008

Vacaciones




Mañana comienzo mis vacaciones; ésto va tan deprisa que al cabo de los años irse de veraneo parece que acaba perdiendo ese matiz mágico, especial, novedoso. Aún tenemos en la retina las experiencias del verano anterior y te toca de nuevo coger el montante y pasar unos días de descanso lejos de tu sede habitual: no pretendo construir una especie de coplas de Jorge Manrique para agencias de viajes, sino constatar que a cada década que pasas los acontecimientos son más fugaces. Cuando era niño irse de vacaciones era casi una aventura, ante ti se abría un panorama apasionante, ahora al tiempo que te marchas ya estás empezando a hacer planes para el regreso, algo que se presenta casi como si fuera pasado mañana.

Me debo de estar haciendo viejo, pues ya no aspiro a grandes viajes ni a grandes aventuras. Fundamentalmente pretendo descansar, recuperar fuerzas, disfrutar sanamente de las personas queridas y de las cosas de la vida y despejar de la cabeza aquellas cuestiones que me han quitado paz y serenidad en los últimos meses.

Cada uno tiene sus planteamientos y, sobre todo, su manera de ser, por esto no pretendo ni elaborar recetas ni fijar criterios de lo que debe de hacerse en vacaciones, pues considero craso error pretender ampliar la nómina de los dogmas; pero un servidor, que de ingeniero -por suerte o por desgracia- no tiene ni un gramo, huye como de la pólvora del descanso organizado. No tengo planes para el verano, lo único que en estos momentos me importa es encontrar paz y recuperar fuerzas.

Las vacaciones de verano están para eso, para ser feliz, para descansar. Y este planteamiento no lo pretendo hacer desde una perspectiva egoísta; entiendo que vale para todos, también para quienes tienen hijos pequeños y un veraneo puede suponer tanta o más faena que, como dicen en Cataluña, "los días de cada día", tan solo se trata de aprender a divertirse, algo que no siempre equivale ni a grandes viajes, ni a grandes planes ni a grandes espectáculos.

Cada uno sabemos donde nos encontramos a gusto y tan sólo se trata de compaginarlo con las posibilidades que tenemos a mano. Yo me embarco -metafóricamente, porque viajo en AVE- con la ilusión de leer buenos -y entretenidos- libros, de callejear sin rumbo, de reencontrarme con unos cuantos viejos amigos y de estar en paz con Dios y con los hombres.

Hasta la vuelta¡¡¡

Fotos: cardila.wordpress.com; http://www.reena.es/; inaicool.wordpress.com;

1 de julio de 2008

Eurocampeones






Un viaje a Madrid me impidió ayer hablar del gran éxito de la selección, pero no puedo dejar de escribir sobre lo que hemos vivido los aficionados estás últimas semanas; he disfrutado como nunca lo había hecho con la selección y el triunfo consumado el pasado domingo casi hasta ha compensado las amarguras de un Zaragoza condenado al infierno de 2ª División.

¡Que bien ha jugado España!; he de reconocer que en los primeros compases de la Final el empuje teutón me hizo temer lo peor y comencé a insinuar ese futuro incierto que solemos pronosticar quienes tenemos tendencias cenizas a nuestros equipos más queridos. Pero pronto se vio que la selección española era la de todo el Campeonato y, tras otro momento difícil en el inicio de la segunda parte, le dimos un auténtico baño a Alemania, que acabó entregada, desquiciada y claudicante, algo que históricamente no se suele ver en el equipo germano.

Podríamos destacar a muchos jugadores, pero no puedo evitar darle mención especial a tres de ellos por el partido del domingo: Xavi, que dio una auténtica lección de inteligencia, saber estar y precisión, Iniesta, que demostró que en el fútbol moderno se puede triunfar sin necesidad de un porte de atleta y Fernando Torres, que el domingo, por fin, fue el enorme jugador que decían lo había sido en Inglaterra; y por su actuación global durante todo el torneo, otras tres matrículas: Iker Casillas, que no ha tenido un fallo en todo el campeonato, Senna, un ejemplo de que los fichajes más rentables no suelen ser los más sonados y Marchena, un jugador que nunca me ha gustado en exceso y que en Austria ha parecido Beckenbauer.
La Alemania actual está muy lejos de tantas épocas gloriosas de los germanos, desde Beckenbauer y Uwe Seeler hasta Matthaus y Jurgen Klinsman, pasando por Overtah, Uli Hoeness, Rumenigge, Schuster, Voeller, Sammer o Andreas Brehme. Hoy por hoy, tan solo Ballack, y de lejos, se acercaría a cualquiera de esos fenómenos.

Hace años que nos merecíamos ésto: han sido tantas frustraciones¡¡¡; ahora hay que soñar con seguir el rumbo, para lo cual conviene que a nadie le entren delirios de grandeza, que los jugadores no se duerman en los laureles y que los aficionados comprendamos que son humanos y no les quitemos todo ese crédito que ahora les damos a la primera derrota.