14 de enero de 2009

"Plenilunio", Antonio Muñoz Molina














"Plenilunio"
Antonio Muñoz Molina
Alfaguara, Madrid (1997)
555 páginas



En el panorama de las letras españolas del momento, pienso que Muñoz Molina es uno de los valores más firmes. He leído unas cuantas obras del autor ("Beltenebros", "Invierno en Lisboa", "Ventanas de Manhattan", "Ardor guerrero", ...), pero fue "Plenilunio", sin ninguna duda, la que más me gustó: me parece lo más próximo a una obra maestra.

"Plenilunio" es la historia de un hecho dramático ocurrido en una ciudad española de provincias: la violación y asesinato de Fátima, una niña de pocos años. Pero no estamos ante un simple thriller, ni ante una novela de intriga, ni siquiera ante el relato de un crimen horrendo; "Plenilunio" es una novela completa, con personajes muy trabajados, una ambientación excelente y su mensaje político-social.

El protagonista es un inspector de policía recién llegado a una ciudad española "del montón" desde el País Vasco; su estancia en Euskadi le ha marcado, pues ha vivido con la permanente amenaza terrorista sobre su persona, algo que no solamente le ha dejado marcado a él, sino a su mujer, quien se halla internada en un sanatorio psiquiátrico por causa de los traumas ocasionados por aquélla tensión. Junto a él destaca el personaje de Susana Grey, la maestra de la niña asesinada que también tiene su propia historia personal y de la que se enamora el policía.

Junto a la historia del inspector, corren otras paralelas: la del asesino, sórdida, triste, complicada, la del pistolero enviado de propio con la exclusiva misión de matar al inspector y la de la propia ciudad donde transcurren los hechos, toda una radiografía de lo que era una ciudad española de provincias al tiempo de la transición.

El autor hace un tratamiento duro de la investigación del crimen, descarnado, desprovisto de suavidad o despojado. La dureza de la experiencia hace que la narración sea eléctrica, haciéndote pasar de un capítulo a otro de forma frenética, descubriendo al pasar la página. Es de destacar la gran carga reflexiva que Muñoz Molina nos presenta; a través de los ojos de los personajes vemos pasar temas como la religión y la crisis de la fe, el terrorismo y la psicosis permanente que le acompaña, la soledad y la frustración que conlleva, la sociedad actual, la desinformación y el desequilibrio generacional que provoca, y el amor y la esperanza que suscita entre quienes lo sienten.

Ya hemos hablado de los personajes; en "Plenilunio" destacan una serie de personajes secundarios formidablemente elaborados: el Padre Orduña, un jesuita que había sido confesor del inspector, con quien le une una relación de amistad, un lazo de unión constante con su pasado y con su conciencia; Ferreras, el forense, amigo también de Susana Grey y con una sabiduría y sentido común notables, sin olvidarnos a la esposa del inspector, quien ya hemos comentado ha perdido la cabeza y la propia Fátima, siempre presente, con esa mezcla de inocencia y crueldad que aparecen en aquellos que creemos mártires de una situación en la que fueron convidados de piedra.

Destaca finalmente cómo Muñoz Molina, que ha puesto nombre al resto de los personajes, omite hacerlo con el inspector y el asesino, en un anonimato que salta a la vista que no es casual, que viene a decirnos que lo importante no es la identidad sino las vivencias de las personas.

"Plenilunio" es, en mi opinión, una de las mejores novelas de la literatura española contemporánea, creo que una lectura imprescindible para quienes tenemos afición por la lectura.


11 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Tomo nota para el futuro. Tengo como 10 en la lista ... y otros 10 comprados ya y pendientes...
Muñoz Molina como "columnista" me encantaba, tenía simple y llano sentido común tantas veces...

Modestino dijo...

Creo que Muñoz Molina es un "imprescindible" entre los escritores españoles contemporáneos. He de reconocer que me faltan muchos de éstos por leer: Millás, José Luis Sampedro, Pombo,... pero de los que he catado para mí es el mejor, junto a Luis Landero y Julio Llamazares.

Anónimo dijo...

En un artículo de una revista cultural alternativa (creo que era "Ajoblanco", pero no podría asegurarlo), José Angel Mañás, el autor de "Historias del Kronen", ponía en un mismo saco a las grandes vedettes de la literatura española contemporánea (Muñoz Molina, Millás, Marías...) y les tachaba de "postbenetistas" o continuadores estilísticos del insufrible, más como individuo que como escritor, Juan Benet, concluyendo Mañás con un llamamiento desesperado ("joder, ¿dónde estáis?", decía) a algunos de los que él considera grandes como Dostoievsky o James M. Cain (sí, el de "El cartero siempre llama dos veces", todo un detalle).

Volviendo al asunto, no negaré la calidad literaria de "Plenilunio", aunque también admito que su lectura me pesó como una losa y que, de hecho, no he vuelto a leer nada del escritor jienense. Hay, como seguro sabrá Modestino, una adaptación cinematográfica perpetrada por Imanol Uribe de la que... caray, mirad que hora es, las 11 y media de la noche, mejor no me extiendo más y me voy a la cama.

Suso dijo...

Plenilunio me pareció buena novela, pero con el pecado de muchos: le sobran muchas páginas. Una vez que tiene conseguido el ambiente, se dedica a dar peladas. me costó terminarla.

Millás. Le he leído dos.Insulso.Le falta argumento.

Marías. Lo mismo.Corazón tan blanco, precindible,Negra espalda del tiempo, un coñazo, y un ejercico de caradura.

Sampedro, imprescindible. No me gustó el amante lesbiano, pero ya te recomendé dos muy buenas el río que nos lleva, y la sonrisa etrusca

Pombo. Tiene de todo. El héroe de las mansardas de mansard es un pasote de guarra, muy bien escrita.La biografía de San Francisco, un petardo. Muy aburrida.

Terminé hace dos semanas Juegos de la edad Tardía, de Landero. Buena idea, pero le sobran muchísimas páginas. Se me hizo plasta e interminable. Muy barroca.

Es mi opinión, claro.

Modestino dijo...

Vaya elenco de novelas actuales: gracias. Lo de "Plenilunio" debe ser verdad, porque muchos opinan como tu, pero a mí me encantó.

Marías me da miedo leerlo, porque intuyo que me voy a perer en el laberinto, aunque tiene admiradores incondicionales que intervienen en este mismo blog y de quienes espero una defensa.

De Alvaro Pombo empecé su Planeta, "La fortuna de Matilda Turpín" y me cansé a las 100 páginas.

De Luis Landero me encantó "El mágico aprendiz"; he ojeado "Juegos de la edad tardía" y me ha pareciudo difícil de leer, aunque mi intención es hacerlo.

annemarie dijo...

Modestino, yo, de literatura española, contemporánea o no contemporánea, sé muy poco. Por eso me gustan tanto las apreciaciones que publicas y también el modo como las piensas: en mi opinión, no hay nada más detestable que la mayoría de las críticas literarias que leemos habitualmente. (Creo que es completamente imperdonable hablar sin conocimiento de causa, y por otra parte estoy en una fase en que la ficción literaria – excepto las novelas policíacas buenas – me aburre terriblemente. Pasará? Tal vez sí. :))

Tu consigues describir perfectamente la trama sin desvelarla, y los personajes sin quemarlos, y transmitir perfectamente el gusto o no que sentiste al leer. Por otra parte, yo también pienso que la marca de los verdaderos lectores está en la vieja frase de que la última cosa que debemos hacer es leer un libro hasta el final solo porque lo hemos empezado. Creo que era Borges el que decía que la vida tiene ya obligaciones suficientes. :))

Modestino dijo...

A mí siempre me ha dolido tener que interrumpir una lectura, pero a veces no tienes otro remedio. No obstante lo hago pocas veces, sólo cuando leer el libro se me hace insufrible, aunque a veces, es el caso de Matilda Turpin, me parece que el problema estuvo en no enganchar desde el principio.

Hace muchos años, haccía yo 5º de carrera, tuve que interrumpir "La sombra del ciprés es alargada", de Delibes, porque me deprimía leerlo, pero en cuanto pude reenganché la lectura.

A mí me gusta la novela en general, aunque hoy en día me parece que hay mucho pufo, mucho vendedor de humo y mucho autor/a que vende más por lo que dice, hace y opina que por lo que escribe.

annemarie dijo...

Sí, es verdad. La mayor parte de los autores de best-sellers son forzados a una vida de circo para promocionar a sus libros, lo que, visto desde fuera, no parece muy conveniente para el oficio honesto de la escrita...

Modestino dijo...

Sí, aunque yo me refería también a otro tipo de autores, a los que se vende como la caraba literaria y son auténticos bluffs.

Imagino que sabrás el cuento del Rey al que engañaron unos sastres diciéndole que le iban a hacer un traje cuya tela solamente la podían ver quienes eran hijos legítimos: el hombre se paseaba desnudo por su reino sin que nadie se atreviese a decir que no veía traje alguno ....

Anónimo dijo...

Es evidente que, para gustos, los colores; y no puedo (ni debo) tratar de convencer a alguien a quien no le gusta mi admiradísimo Javier Marías; posiblemente, el mejor escritor español vivo y, en todo caso, quien mejor domina el lenguaje. Además, él no necesita abogados defensores porque, al margen de que maneja el lenguaje mejor que nadie, va sobradísimo de autoestima, de manera que ya se encarga él mismo de repartir estopa entre todos los que osan criticarle: muchos genios de cualquier rama del arte suelen ser así de petulantes, por desgracia.

Presumo de haber leído ya tres veces "Corazón tan blanco", y tengo para mí que es una novela absolutamente imprescindible: un clásico. Y, en especial, el primer párrafo de ese libro ha quedado ya inscrito en los anales de la literatura española contemporánea. Si lo hubiera escrito yo, ya me podría morir tranquilo.

P.D. Ni soy pariente de Marías ni tengo comisión por la venta de sus libros.

Modestino dijo...

Doy fe de que no cobras comisión, pues nunca me has presionado para que leyera a Marías. No obstante me han regalado "Los dominios del lobo" y no dudes que lo leeré.