2 de octubre de 2008

El cant dels ocells

He asistido esta tarde al funeral de un amigo en la Parroquia de San Lorenzo de Huesca; Miguel era un hombre bueno, de una humanidad grandiosa y un sentido común aplastante. Tras año y medio luchando contra un cáncer con una deportividad y un sentido sobrenatural apabullante, falleció ayer y hoy ha tocado despedirle: ahora nos ayudará a todos desde allí arriba.

Cuando ya terminaba la Misa y antes de que el oficiante nos diera la bendición final, de entre los bancos de la familia ha salido un muchacho joven que ha subido al presbiterio, ha cogido un violonchelo y ha tocado unas breves notas de "El cant dels ocells", la bellísima canción que sublimó Pau Casals. Hacía años que no la escuchaba y la emoción contenida por la marcha del amigo ha crecido al oir algo tan bonito.


El origen de la canción hay que encontrarlo en la tradición navideña catalana; era un villancico popular y su letra explica la alegría de la naturaleza el día del nacimiento del Niño Jesús en el establo de Belén. Pau Casals la interpretó en numerosísimas ocasiones y creó una versión maravillosa de la misma. El "Cant del ocells" se convirtió con el gran compositor catalán en un símbolo de paz y libertad alrededor del mundo. El acompañar a quienes mueren con esta canción es una costumbre típica de Cataluña que, visto lo relatado, se ha extendido también a otros lugares de España.


Su letra es preciosa y tiene un contenido lleno de significado:

En veure despuntar el major lluminar, en la nit més joiosa
els ocells cantant a festejar-lo van amb sa veu melidrosa.
Els ocellets cantant a festejar-lo van amb sa veu melidrosa.


L'ocell rei de l'espai va pels aires volant cantant amb melodia
dient Jesús és nat per treure'ns del pecat i dar-nos alegria.
Dient Jesús és nat per treure'ns del pecat i dar-nos alegria.


Cantava la perdiu. Me'n vaig a fer el niu dins d'aquesta establia
per veure l'Infant com està tremolant en braços de Maria.
Per veure l'Infant com està tremolant en braços de Maria


Fotos: upload.wikimedia.org; www.xavierblancafort.net; www.di-arezzo.es



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Modestino. Soy Asier
Lo siento por quienes queriais a tu amigo. Espero que hayas podido despedirte de él a tu manera y que eso te resulte bonito de alguna manera.
Un sincero saludo,

Asier

Modestino dijo...

Gracias Asier; dijo ayer el cura en la homilía que la muerte siempre nos pilla por sorpresa, incluso cuando, como en este caso, se trata de un final ya previsto hace tiempo.
Creo que se ha instalado una cultura de cerrar los ojos a la realidad de la muerte, y me parece un error: desde niños, con prudencia y con sentido positivo, se nos debería educar considerando la muerte como lo que es, algo que va a ocurrir seguro. Luego las convicciones de cada uno ofrecerán las explicaciones y razonamientos que se considere oportunos.
Bequer decía eso de "¡qué solos se quedan los muertos!", ayer no dejamos solo a Miguel, pero tendrá más mérito que sepamos seguir no dejandolo solo manteniendo un recuerdo permanente suyo.

Máster en nubes dijo...

Muchas gracias, cónsul, por "El canto de los pájaros", no lo conocía y me ha encantado, buena manera de empezar el viernes. ¡Qué cosa los pájaros! ¿verdad? Aquí en Madrid hay una pareja de halcones que anidaron en el edificio del BBVA, pero halcones de verdad... no los financieros. ¿Sabías que en España hay un momento en el el que hay más gorriones que personas? Luego mueren... y volvemos a superarles en población...