
La Escuela de Hostelería de Huesca tiene un prestigio ganado en buena lid desde hace tiempo; habitualmente se puede comer allí por un módico precio y el resultado suele ser muy positivo. Cada año realizan unas jornadas gastronómicas, ya van por las XIX y este año han estado dedicadas a la cocina rusa de la época imperial, y no hay ninguna duda de en tiempo de los zares sabían lo que hacían en materia culinaria.

Los platos habían sido, lógicamente, elaborados por los alumnos de Hostelería, quienes también servían las mesas, ataviados por cierto con ropajes propios de la época, de manera que uno era atendido por jóvenes estudiantes de hostelería vestidos de cosacos, princesas rusas, nobles de la estepa, etc, todo un espectáculo simpático y bien presentado. La comida era amenizada por profesores del Conservatorio oscense que tocaban música rusa con el acordeón, el violín y el contrabajo.
Pero, por encima de todo, quiero destacar el ambiente, lo bien organizado que estaba todo, la simpatía del personal y lo grato que resulta ver a unos chavales normales y corrientes disfrutando de un montaje que es un éxito repetido en Huesca y que nos hizo pasar unos momentos agradabilísimos.
3 comentarios:
Sí que nos han puesto los dientes un poco largosssss...
... y bueno, ¿me creerías si te digo que yo hoy tengo metido en la cabeza que es lunes? ainsss.
No0s lo vamos a tener que hacer mirar.
No sé... Modestino. A lo mejor estamos mejor así... despistadillos y tan contentos. Orientarse estrictamente me da a mí que no va a ser muy bueno en los tiempos que corren...
;))
Que empieces la semana con el mejor pie... para qué vamos a hablar de días... ni de pie derecho o izquierdo... ;))
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