1 de febrero de 2010

El presidente que forjó la mejor Real Sociedad de la historia



Me entero que el pasado día 18 de enero falleció en San Sebastián a la edad de 80 años el que de 1967 a 1983 fuera preseidente de la Real Sociedad José Luis Orbegozo; y murió con las botas puestas, pues sufrió un derrame cerebral mientras presenciaba desde su casa el partido que en el viejoestadio de Balaidos enfrentaba a su equipo con el Celta de Vigo. Orbegozo fue un presidente excelente, como lo demuestra el hecho de que cuando en 1966 entró en la directiva, un año antes de alcanzar la presidencia, la Real estaba en 2ª División y cuando, 17 años después, dejó la presidencia el equipo Txurri-urdin había ganado dos ligas, era uno de los grandes y siete de sus jugadores se habían convertido en fijos de la selección nacional española.

En la temporada 1966-67, siendo tesorero Orbegozo, la Real Sociedad consiguió el ascenso a 1ª división, categoría donde siempre había militado y que había perdido cuatro años antes, en reñida disputa con el Sporting de Gijón; el Betis fue el otro equipo que le acompañó en el ascenso directo, sumandose posteriormente el Málaga, que ganó al Granada en la promoción. El partido decisivo lo jugaron los blanquiazules en el campo del Calvo Sotelo de Puertollano, donde empataron a dos. El equipo que presentó la Real en esa ocasión estuvo formado por Zubiarraín; Gorriti, Martínez, Iguarán; Lema, Lasa; Urreisti, Arzac, Arregui, Arambarri y Boronat. Con estos jugadores y algunos más, también de la casa, la Real encaró dignamente la siguiente campaña en la máxima categoría. El equipo tenía un portero de gran futuro, Zubiarrain, que luego ficharía por el Atlético de Madrid y al que malograrían las lesiones; la defensa era durísima, con el lateral Gorriti y el central Martínez como cabecillas en el reparto de estopa y en medio campo tenía tres jugadores fundamentales: el zurdo Mendiluce, auténtico cerebro del equipo, Arzac, un todo terreno y Urreisti, un extremo derecho que se retrasaba a medio campo y creaba mucho peligro. Arriba destacaban el goleador Arregui y, por encima de todos, el extremo izquierdo Marco Antonio Boronat, un hombre rapidísimo y muy hábil. El meta suplente Esnaola, que acabaría como figura en el Betis, Lema, Silvestre, Ormaechea, Arambarri, ... eran otros jugadores de la plantilla.

Orbegozo supo ir elaborando un equipo con paciencia y constancia, para lo que contó con la colaboración de Javier Expósito, el gran forjador de la cantera realista y d eunos entrenadores que conocían y asumían la filosofía del club: Andoni Elizondo, José Antonio Irulegui, Rafa Iriondo y, por encima de todos, Alberto Ormaechea. Para hacer crecer al equipo Orbegozo utilizó dos tácticas, una la operación retorno, consiguiendo que regresaran a San Sebastián guipuzcoanos que estaban en el "exilio": Amas, que vino del Español, el goleador Ansola, quien había jugado en el betis y Valencia y Urtiaga, fichado del Atlético de Madrid; a la vez fue fomentando el trabajo de la cantera, saliendo grandísimos jugadores que fueron entrando en el primer equipo y cuajando como figuras: Gaztelu, Cortabarría, Oyarzábal, Araquistain, Murillo, Urruticoechea, Idígoras, Muruzábal, ... hasta que cuajó el gran conjunto que consiguió dos ligas consecutivas.

La Real Sociedad, con Orbegozo de presidente y Alberto Ormaechea en el banquillo ganó las Ligas 1980-81 y 1981-82, aunque ya en la 1979-80 estuvo a punto de conseguirla y solamente una única derota en Sevilla en el penúltimo partido le quitó el título en beneficio del Real Madrid; el equipo base que dominó la Liga española en esos años lo encabezaba Arconada, portero indiscutible de la selección y un auténtico felino en el área; los laterales era el ya fallecido Celayeta, un seguro en la derecha, y Olaizola, un hombre sobrio y poco dado a subir la banda; en el centro mandaban dos internacionales: Górriz, la sobriedad en persona, y Cortabarría, que sabía sacar la pelota con clase, estando Gajate a la expectativa; el medio campo tenía dos líderes: Periko Alonso, un hombre que estaba subiendo y bajando todo el partido, con menos clase que su hijo, el hoy madridista Xavi Alonso, pero con buen disparo a puerta y Jesús Mari Zamora, el líder del equipo, un jugador "10" por el que Orbegozo rechazó la oferta de Josep Lluis Núñez de 200 millones de la época, el interior diestro Diego completaba la media. Arriba el goleador era Satrústegui, un ariete con remate y movilidad, mientras por la derecha jugó primero Idígoras, veloz aunque algo "tozolonero" y luego Bakero, un auténtico primer espada, mientras que en la izquierda imperaba la enorme clase de Roberto López Ufarte, un auténtico genio capaz de cualquier diablura. Uralde, Larrañaga, Murillo, Orbegozo, Iriarte, ... eran otros miembros de la plantilla campeona, mientras que Beguiristain fue el última joya que se incorporó al primer equipo bajo el mandato de Orbegozo.


De pié: Arconada, Celayeta, Cortabarría, Periko Alonso, Górriz, Olaizola
Agachados: Idígoras, Diego, Satrústegui, Zamora y López Ufarte.

Hasta sus desgracias actuales, la Real siguió siendo un conjunto de primera fila, llegando a ganar la Copa del rey el año 1987 en el estadio de "La Romareda", único título no conseguido bajo el mandato de Orbegozo. Han seguido saliendo grandísimos jugadores de la cantera realista: Xavi Alonso, Aranzábal, Imaz, López Recarte, Xavi De Pedro, Goicoechea, Lasa, ... así como llegaron por vez primera en la historia del club jugadores extranjeros, algunos de la calidad del serbio Kovacevic, el bosnio Kodro, los portugueses Carlos Xavier, Oceano y Sa Pinto y el irlandés Aldridge. La Real ha jugado en Europa unas cuantas veces. Ahora lidera la división de plata y parece que pronto volverá a estar entre los grandes.

Pero Orbegozo también tuvo protagonismo por la batalla que desencadenó junto al presidente del Athletic Juan María Eguidazu contra el escándalo que en los años 70 suponía en el fútbol español la cuestión de los oriundos, jugadores sudamericanos a los que se permitía jugar en España, donde no se permitían jugadores extranjeros, por tener antepasados de nuestro país; la realidad era que muchos de ellos llegaban con documentación falsificada. Así jugadores con pasaporte falso como el españolista Roberto Martínez o el valencianista Oscar Rubén Valdez llegaron a vestir la casaca roja de la selección, el también valencianista Adorno aseguró que su padre era de Celta de Vigo y el "zaraguayo" Lobo Diarte al ser preguntado si su abuelo era vasco contestó que no, que era de Bilbao. El Athletic y la Real se sintieron perjudicados y desataron una batalla jurídica que llevó a la Federación Española de fútbol a solventar el tema permitiendo la llegada de extranjeros, eso ocurrió en 1973 y será tema para otra entrada.
Fotos: el diario vasco y blog "Corazón Txurri Urdin"



7 comentarios:

annemarie dijo...

Esto no tiene nada que ver con lo que escribes hoy, que no sé comentar, (me encantaba João Sá Pinto, primo de otro jugador genial de la misma generación, João Vieira Pinto, pero eso es todo, y no llega a comentario, qué flop! :)). Enhorabuena por el cambio de portada, buena frase, la primavera ya se siente por aquí, levísimamente.

Modestino dijo...

¿Cambio de portada?..... la verdad es que no "pillo" a qué terefieres.

Aquí aún no se nora la primavera y sigue haciendo bastante frío.

annemarie dijo...

Me refiero a la frase de Chesterton, que a lo mejor ya has puesto hace mucho. (Como se llaman las portadas de los blogs? )

Modestino dijo...

Ah¡¡¡¡:), la cambié hace unas semanas: pìenso que es bueno actualizar los pensamientos. Me gustó la frase de Chesterton´, sin olvidar la de Carmen Martín Gaite que ha protagonizado casi dos años de este rinconcito de internet.

Más que "portada" cabría hablar de "encabezamiento"; la poprtada es toda la página principal, por eso me ha dado miedo que algo le hubiera pasado a la misma...;).

Un abrazo¡¡¡¡

annemarie dijo...

Pues enhorabuena por una feliz actualización de pensamientos! Un abrazo también! :))

Brunetti dijo...

Creo que Annemarie se refiere a Joao Pinto, delantero centro no muy alto que fue del Benfica, del Atlético de Madrid, del Sporting de Lisboa y del Boavista, entre otros (no sé si también jugó en el Betis). Y capitán de la selección portuguesa durante muchos años.

Un excelente jugador, dotado de exquisita técnica y grandísima movilidad, aunque poco goleador, a pesar de jugar de delantero. Y algo pendenciero, creo recordar.

En cuanto a la Real Sociedad de aquella época, le reconozco su tremendo mérito (hoy día, sería imposible que consiguiera algo semejante), aunque a mí no me gustaba nada su forma de jugar.

Modestino dijo...

Era un fútbol poco vistoso, pero tremendamente sólido. Además, las dos ligas de la Real, y las dos posteriores del Athletic supusieron la novedad de que por fin la Liga no la ganaban los de siempre.

Ya sabes lo que decía Javier Clemente cuando se le acusaba de que su equipo -el Athletic de principios de los 80- no hacía un fútbol bonito: "nosotros el espectáculo lo damos bajando en la gabarra con la Copa de Liga".