28 de febrero de 2010

¿Happy End?



A mí me gustan que las películas, los libros, ... acaben bien, pero no siempre es fácil, porque la vida misma no es precisamente abundante en finales felices; estamos en tiempos de crisis: de valores, desde hace ya bastante tiempo y económica desde hace un par de años aproximadamente y con excesiva frecuencia nos enteramos de historias que terminan mal: matrimonios, negocios, empresas, iniciativas, ... Corren tiempos en los que uno ha de aprender a ser fuerte, estar preparado para los malos momentos y asumir que esto no es una novela rosa; para ello cada cual tendrá sus recursos, aunque a uno le costaría asumir cualquier desgracia, cualquier fracaso sin la fuerza que da la fe en algo trascendente.

Creo recordar la primera vez que vi una película que no terminaba bien, fue en el verano de 1975, con el COU recién terminado y la selectividad aprobada yo era un pipiolo de 16 años, infantil e ingenuo y alguien me animó a ver "Turín negro" (1972), una película del italiano Carlo Lizzani y que tiene como circunstancias llamativas el papel protagonista de Bud Spencer en un papel dramático muy alejado de Trinidad y cía y la presencia del cantante Nicola di Bari en el personaje de un modesto abogado; este film del neorrealismo italiano tiene un desarrollo que no me chocaba con otras películas vistas: la investigación de un adolescente acerca de un crimen cometido por la Mafia y del que se acusa injustamente a su padre. El shock vino con el desenlace: el chaval es arrojado a las vías del tren y su padre se venga de loa asesinos y se entrega a la policía para cumplir, esta vez con causa justificada, la pena correspondiente. Tuve una crisis: ¿cómo era posible que hubiera películas en las que no ganaran los "buenos"? ... en mi ingenuidad, tan adolescente como la del protagonista, seguía teniendo por un lado esa visión idealista de la vida y, por otro, esos planteamientos maniqueos ... aunque en este caso pienso que quedaba claro que los mafiosos eran unos "hijos de la gran gusana".

Pero, en realidad ¿qué significa que una película acabe bien? ... porque muchas de esas con happy-end dejan por el camino a unos cuantos en muy mala situación; recuerdo una peli de guerra de mi infancia, "36 horas en el infierno" (1969), una aventura de un comando de marines que realizan una expedición a una isla japonesa durante la 2ª Guerra Mundial: de todos los que llegan, creo que al final solamente regresan a casa 2 o 3, a pesar de lo cual uno se iba a casa con la sensación de que al final las cosas les habían salido bien a los yankees. Y no digamos en películas del tipo "La jungla de Cristal" o "Arma letal", en las que el "happy-end" iba precedido de una auténtico desfile de cadáveres de unos u otros. Alguna vez me he parado a pensar en cómo estamos tensos ante la posibilidad de que acabe muriendo el héroe o la chica guapa, mientras nos parece un precio lógico la muerte, por lo visto necesaria, del guarda jurado de turno, el ayudante del sheriff o doscientos indios de esos que caen con 3 o 4 tiros.

La vida, desde luego, no es una película; pero ... ¿las películas nos enseñan la vida?; hay películas históricas que deberían mostrarnos los acontecimientos históricos tal como pasaron; yo recuerdo con agrado haber visto cintas como "Waterloo" (1979), "Un hombre para la eternidad" (1966) o "Gandhi" (1986), pero vete a saber cuanto hay de verdad y cuanto no en lo que nos narra cada una. Pero también es cierto que hay veces en las que uno valora más un trabajo cinematográfico en la medida en que se siente identificado con un personaje, con un acontecimiento concreto o con una visión de la vida que allí se refleja; en ese sentido, es más fácil meterte en films como "Krammer contra Krammer" (1979) o "Secretos y mentiras" (1996) que en "Independence day" (1996) o "Air Force One" (1997). Por eso uno se enfrenta con la paradoja de que teóricamente le apetece que todo termine bien, pero a la vez busca realismo y aquí abajo las cosas frecuentemente se tuercen.

No obstante, sólo estoy hablando de películas, es decir, de ficción. En la vida de cada uno hay blanco y negro, luces y sombras, y por encima de todo montones de matices; pero compensa vivir con la esperanza de que uno puede alcanzar, vete a saber cuando toca, el auténtico "happy-end"



7 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Quizá, Modestino, podría ser que el final feliz es más abierto que lo que a veces podría plantearse. O también depende del plazo de ese final feliz. A largo se puede ser muy optimista ;-), a corto quizá menos. Pero yo creo que una cosa, como tú explicas, es el final feliz y otra la esperanza. Se pude no tener un happy end en una peli... pero que la peli no sea demoledora, no sé... Yo creo que falta esperanza más que finales felices, me parece.

Entrada para hacer pensar mucho... un abrazo y buena semana, jurisconsulto...

Tommy dijo...

Lo del final feliz de las pelis es siempre relativo. Ni Scarlett O´Hara ni Rick Blaine se quedan al final junto a las personas que aman, pero ¿puede decirse que ni "Lo que el viento se llevó" ni "Casablanca" terminan bien? Y para finales "unhappy", el del "Teléfono rojo" de Kubrick, con las bombas atómicas estallando una detrás de otra. Y se supone que era una comedia...

Modestino dijo...

Te agradezcop Aurora que digas que es éste un post para pensar, porque hasta ahora a nadie le había hecho pensar;) ... lo digo en broma.

Pues sí, Tommy ... es que a veces lo que hemos considerado final feliz es simplemente un maquillaje rápido de última hora y lo que parece que no lo es, es mucho más positivo en realidad ... ah, y el final de "Casablanca" me parece inmejorable.

Esperemos que en 1ª División sí haya Happy-end.

veronicia dijo...

El año pasado la ganadora de los Oscar fue Slumdog Millionaire Happy End se asemeja a las películas de la India con su Bollywood donde con todos los dramas que tienen el cine es terapia, la vía de escape de una sociedad donde por unas horas a todos se les permite alejarse de sus dramas y soñar que es posible que la cenicienta se convierte en princesa…
Aquí en occidente nos podemos permitir “lujos” como que el cine nos sirva para algo mas que evadirnos, y que no haya happy… que haya reflexión, que lo que no queremos mirar directamente en la vida nos lo cuenten en forma de historia…
Para quienes a diario no se abstraen de la humanidad del prójimo no importa que haya finales felices…

Modestino dijo...

Profunda reflexión, Veronicia. En África hay muchos lugares donde las familias sólo tienen una comida al día, en la India viven apelotonados en las calles, en Perú, Bolivia, son tan pobres como felices ... aquí andamos en plan decadentes.

Asier dijo...

para mi, lo util de la ausencia de "happy end" garantizado en la vida, asi comoel de la ausencia de sentido es que eso puede llegar a espabilarle a uno obligandole a darsela. No me quiero poner muy mistico, pero yo ya me entiendo.
Abrazos, Modestino.

Modestino dijo...

Encontrarle sentido a la vida es algo necesario para ser feliz; la cuestión es tener valentía para asumir lo que ese sentido trae consigo.

Un saludo¡¡¡¡