2 de junio de 2008

Fin de semana a ritmo marcial

Mi último fin de semana ha venido protagonizado por el mundo militar; se conmemoraba en Zaragoza el día de las Fuerzas Armadas y he aceptado las invitaciones recibidas para asistir a dos de los actos celebrados con tal motivo. No deja de ser una muestra de respeto y consideración acoger determinadas propuestas, además de que los militares suelen tener, entre otras, las virtudes de la puntualidad y de saber acoger bien a sus invitados.

El viernes por la noche asistí, desde posición privilegiada, a la retreta militar en homenaje a los aragoneses caídos hace ahora doscientos años en defensa de la ciudad frente a la invasión de los ejércitos de Napoleón. La misma se celebró en la Plaza de España y resultó brillante y, sobre todo, tremendamente emotiva. Estuvo amenazando lluvia desde el primer momento, pero a pesar del negro cielo que cubría todo el Paseo de la Independencia, no apareció la lluvia todo el tiempo que duró el acto.

Diversas bandas militares de música, así como la de la Diputación Provincial de Zaragoza, tocaron varias piezas que sonaron con fuerza y ritmo en la noche zaragozana, destacando la interpretación conjunta final de “Los sitios de Zaragoza” que nos puso a todos los pelos de punta; muy bonito también el homenaje a los paisanos muertos en ese trágico y heroico acontecimiento.

Hablaron al final tanto el General Jefe del Estado Mayor como Juan Alberto Belloc, alcalde de Zaragoza. Bien el General, hablando con fuerza y mostrando un cariño enorme a esta tierra aragonesa, pero mejor aún el primer edil zaragozano: le alegra a uno escuchar, con valentía y sin preocupación por lo políticamente correcto, hablar con energía de la infamia del ataque francés, porque la lucha que se mantuvo en nuestra ciudad, como en tantas otras de España, no era una batalla ideológica, sino la defensa de nuestra libertad y de nuestra integridad territorial. Cada vez me gusta más este alcalde, a quien veo siempre mucho más como tal que como un hombre de partido, algo que si hablamos de ayuntamientos, considero esencial.

Tras el evento me fui con un par de amigos a cenar un poco a “Condolías”, un excelente bar de tapas ubicado en la Calle Zurita, casi en la esquina con Plaza de los Sitios, y del que me habían hablado maravillas. No me decepcionó en absoluto: cuidado, con buen ambiente y con unas tapas de primera calidad; y sobre todo con algo imprescindible para estar a gusto: un servicio cordial y humano, una atención por parte de quienes estaban tras el mostrador que rezumaba simpatía, respeto y buena voluntad, y es que uno agradece que te pregunten qué quieres con una mirada que asegura que a quien la tiene no le eres indiferente.

El domingo asistí al desfile presidido por los Reyes de España; la tribuna donde me acomodaron estaba en exceso alejada de la de los monarcas, motivo por el cual los primeros actos de la mañana, el homenaje a la bandera y la oración por los muertos, posiblemente los más bonitos, apenas los escuché, pero pude contemplar una excelente demostración aérea y terrestre y gozar de un ambiente grato, desengrasante y familiar. Y tras el desfile, antes de regresar a Huesca, probamos la excelente “torrada de foie” del “Bodegón Azoque”, toda una obra de arte, .... y no exagero nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como al final has terminado con otro restaurante, ayer me hablaron de uno en Zaragoza que se llama Hermanas Teresa, eso sí, no me dijeron donde estaba, tendré que mirarlo,...mi fuente dice que las tapas son espectaculares

Modestino dijo...

Tendré que abrir un hilo específico para bares y tapas....Aquí he encontrado datos de Hermanos Teresa:

http://www.atapear.com/guia-de-bares-de-tapas/opiniones/zaragoza/hermanos-teresa
http://www.ciao.es/Hermanos_Teresa_Zaragoza__721362

Modestino dijo...

Y aun otros datos:

http://www.gastronomia-aragonesa.com/tapas/zaragoza/san_jose/hermanos_teresa.php?PHPSESSID=f74078ab0a1ca553bf4ba93ee39ea215