Agatha Christie fue una de mis vías de escape cuando en la primera mitad de los años 80 preparaba mi oposición; después de jornadas de 10 o 12 horas estudiando, de semanas llenas de tensión interior y temas tostón en la cabeza, enfrentarme con los enigmas de la dama británica me servía de eficaz tónico, incluso aprovechaba mis viajes a examinarme a Madrid para cubrir con las pequeñas ediciones de "Molino" los largos trayectos del Talgo de la época. Creo que leí casi todas las obras publicadas en la mencionada editorial, desde "En el Hotel Bertram", que fue la primera hasta "Un crimen dormido" que creo recordar fue la última que paso por mis manos; entre ambas toda una larga serie de misterios: "Tercera Muchacha", "Trayectoria de boomerang", "Sangre en la piscina", "Tragedia en tres actos", "Muerte en la vicaría", "Asesinato en el campo de golf", "Cita con la muerte", "La señora McGinty ha muerto", "Un gato en el palomar" ....
Pero hubo algunas que se quedaron pendientes, entre ellas "Diez negritos", una de las más célebres y en este largo fin de semana he concluído su lectura. Es realmente una obrita deliciosa, si es que se puede llamar así a un relato cargado de cadáveres. La novela relata la historia de 10 personas (el joven Anthony Marston, el señor y la señora Rogers, los criados; la señora Emily Brent, el general MacArthur, el juez Lawrence Wargrave, el doctor Armstrong, el detective William Henry Blore, el aventurero Phillip Lombard y la joven Vera Claythorne) que son invitadas a pasar unos días en una isla privada; sin embargo su misterioso anfritión no aparece y entonces comienzan a ser asesinados uno por uno siguiendo las ingenuas instrucciones de una canción de cuna y en venganza por crimenes sin castigo de los que les acusa una voz desconocida. Su lectura ha sido como un reencuentro tan inesperado como feliz. Recuerdo que una de las razones por las que no llegué a leerla en su día fue el haber visto una película, realizada en 1974 y con un plantel de actores de lo más plural: desde un ilustre como Sir Richard Attenborough hasta el cantante Charles Aznavour, pasando por los españoles Alberto de Mendoza y Teresa Gimpera o excelentes secundarios como Herbert Lom, Oliver Reed y Elke Sommer. El libro ha superado, con creces, a la pantalla.
Posiblemente esta obra sea una de las tres más representativas de la genial escritora, junto a "Asesinato en el Orient Express" y "Poirot en Egipto", protagonizadas por Hércules Poirot y llevadas al cine con repartos estelares: en la primera el detective belga era encarnado por Albert Finney, mientras en la segunda el papel se lee otorgó a un versátil Peter Ustinov, junto a ellos aparecían en el primer caso actores de la talla de Jean Pierre Casel, Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Vanessa Redgrave, Richard Widmark, Sean Connery, Michael York o Jacqueline Bisset y en el segundo, Mía Farrow, Bette Davis, David Niven, Jack Warden, Jane Birkin, Maggie Smith, George Kénnedy y Olivia Husey. Salta a la vista que Agatha Christie atraía a los mejores de Hollywood.
Agatha tiene dos personajes principales, el detective belga Hércules Poirot, un personaje peculiar, que puede caer muy mal a algunos, pero de una eficacia espectacular: Poirot cuida su atabilario aspecto esmeradamente y le gusta comer chocolate; en algunas novelas aparece con otros personajes como el Coronel Hastings o la escritora Ariadne Oliver, a los que Christie viene a utilizar a modo del Watson holmesiano. Historias protagonizadas por Poirot que me agradaron especialmente fueron "Cinco cerditos", "El asesinato de Rogelio Ackroyd" y "La muerte de Lord Edgware".
Su otro personaje excepcional es Miss Marple, una vieja solterona que vive en la localidad de St. Mary Mead y que disfruta contemplando las peculiaridades de su villa, pero sobre todo, de la naturaleza humana. Formidables sus creaciones de "Un cadáver en la biblioteca", "Un puñado de centeno", "Se anuncia un asesinato" y "El tren de las 4'50".
Volver a leer a Agatha Christie me ha traído grandes recuerdos, me ha hecho reencontrarme con una "vieja amiga" y hacer el propósito de releer sus novelas, como en los viejos tiempos.
Pero hubo algunas que se quedaron pendientes, entre ellas "Diez negritos", una de las más célebres y en este largo fin de semana he concluído su lectura. Es realmente una obrita deliciosa, si es que se puede llamar así a un relato cargado de cadáveres. La novela relata la historia de 10 personas (el joven Anthony Marston, el señor y la señora Rogers, los criados; la señora Emily Brent, el general MacArthur, el juez Lawrence Wargrave, el doctor Armstrong, el detective William Henry Blore, el aventurero Phillip Lombard y la joven Vera Claythorne) que son invitadas a pasar unos días en una isla privada; sin embargo su misterioso anfritión no aparece y entonces comienzan a ser asesinados uno por uno siguiendo las ingenuas instrucciones de una canción de cuna y en venganza por crimenes sin castigo de los que les acusa una voz desconocida. Su lectura ha sido como un reencuentro tan inesperado como feliz. Recuerdo que una de las razones por las que no llegué a leerla en su día fue el haber visto una película, realizada en 1974 y con un plantel de actores de lo más plural: desde un ilustre como Sir Richard Attenborough hasta el cantante Charles Aznavour, pasando por los españoles Alberto de Mendoza y Teresa Gimpera o excelentes secundarios como Herbert Lom, Oliver Reed y Elke Sommer. El libro ha superado, con creces, a la pantalla.
Posiblemente esta obra sea una de las tres más representativas de la genial escritora, junto a "Asesinato en el Orient Express" y "Poirot en Egipto", protagonizadas por Hércules Poirot y llevadas al cine con repartos estelares: en la primera el detective belga era encarnado por Albert Finney, mientras en la segunda el papel se lee otorgó a un versátil Peter Ustinov, junto a ellos aparecían en el primer caso actores de la talla de Jean Pierre Casel, Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Vanessa Redgrave, Richard Widmark, Sean Connery, Michael York o Jacqueline Bisset y en el segundo, Mía Farrow, Bette Davis, David Niven, Jack Warden, Jane Birkin, Maggie Smith, George Kénnedy y Olivia Husey. Salta a la vista que Agatha Christie atraía a los mejores de Hollywood.
Agatha tiene dos personajes principales, el detective belga Hércules Poirot, un personaje peculiar, que puede caer muy mal a algunos, pero de una eficacia espectacular: Poirot cuida su atabilario aspecto esmeradamente y le gusta comer chocolate; en algunas novelas aparece con otros personajes como el Coronel Hastings o la escritora Ariadne Oliver, a los que Christie viene a utilizar a modo del Watson holmesiano. Historias protagonizadas por Poirot que me agradaron especialmente fueron "Cinco cerditos", "El asesinato de Rogelio Ackroyd" y "La muerte de Lord Edgware".
Su otro personaje excepcional es Miss Marple, una vieja solterona que vive en la localidad de St. Mary Mead y que disfruta contemplando las peculiaridades de su villa, pero sobre todo, de la naturaleza humana. Formidables sus creaciones de "Un cadáver en la biblioteca", "Un puñado de centeno", "Se anuncia un asesinato" y "El tren de las 4'50".
Volver a leer a Agatha Christie me ha traído grandes recuerdos, me ha hecho reencontrarme con una "vieja amiga" y hacer el propósito de releer sus novelas, como en los viejos tiempos.
6 comentarios:
No sé si habrás leído " Tres ratones ciegos", de la que se hizo la versión de "La ratonera". No está protagonizada ni por Poirot ni Marple.
Un delicia...
El último caso de Poirot titulado "Telón" también es mágnífico...¡Poirot muere!
He redactado el post deprisa y corriendo porque me iba a Zaragoza, por eso me he olvidado hablar de "Tres ratones ciegos" y "Testigo de cargo", lo haré otro día. "Telón" es otra de las pocas que me faltan por leer. También, de entre las que no tienen protagonista "habitual" me gustaron "El misterio de las siete esferas" y "Hacia cero".
Me encanta que "te atrevas" con autores que mucha gente considera menores y no lo son... Muchas tardes buenas con ella, pero muchas...
Y su biografía una delicia, una mujer lista, divertida, ... "casate con un arqueólogo, cuanto más vieja estés mejor le parecerás".
Gracias jurisconsulto
No creo que haya autores mayores o menores, sí acaso autores buenos y malos, o para un momento concreto o para otro. Sí que hay obras maestras. A veces me parece que hay quienes caen en la pedantería de creerse unos "selectos" y tener derecho a despreciar a algunos, mientras otros incurren en el error de rechazar todo lo que no se ajusta a sus esquemas, frecuentemente rígidos.
Modestino,
Agatha es fenomenal, si. Su filosofía de vida es impagable, totalmente british y divertidísima. Nunca se lleva muy en serio, lo que es adorable,y los chistes son siempre en tono menor: si quieres te ríes, si no, pasas: lo que también es adorable.Nunca es estridente, y siempre ve la vida muy a su modo: anarquía de fondo, civilizadísima.
Agatha autora menor? Ya me gustaría conocer a muchos autores con un modo de escribir tan sencillo, directo, concentrado, con una imaginación tan ingeniosa y un sentido del humor tan cáustico y sereno a la vez. :)) Y es como dices: Agatha Christie es una compañia infalible en las peores ocasiones de la vida. :)) Dejame recomendarte "Intriga en Bagdad". Lee el início del capítulo 6: es de las cosas de mejor suspense que yo conozco, y de amistad real.
Muchas gracias, Modestino!
He llegado a este blog en paracaidas, pero pienso quedarme...
Agatha Christie fue mi tutora, mi madre y mi compañera en una infancia solitaria. Como toda hija desagradecida, crecí y me olvidé de ella hasta que tú, Modestino, la volviste a traer a mi memoria. La recuerdo con mucho cariño, devoraba sus libros y, sin embargo, todo es tan lejano que no conservo en mis pensamientos más que "Asesinato en el Orient Express", protagonizada, si no recuerdo mal, por Hércules Poirot. Lo que me sorprendió de este libro es su complejo y bien estructurado simbolismo, el final abierto, los personajes tan complejos. Para mí, de lo mejor de la escritora.
Es una lástima que los adolescentes ya no lean estos libros, o los de Sir Arthur Conan Doyle. Ahora, les ponen a leer pamplinas de farambulistas de medio pelo. Así nos va.
Muchas felicidades por tu blog, Modestino.
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