26 de octubre de 2008

Teresa Perales


Ayer tuve que subir a Jaca por razón de mi profesión; en las ondas se escuchaba una entrevista con Teresa Perales en Radio Zaragoza y la verdad es que me quedé cautivado por el personaje, también por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.

Hace tiempo que admiro mucho a esta zaragozana de 32 años que funciona desde muy niña en una silla de ruedas a causa de una operación quirúrgica mal realizada que le dejo sin movilidad en las extremidades inferiores. Y le admiro por su capacidad de superación, por sus éxitos como atleta paralímpica -en la últimas Olimpiadas ha ganado 5 medallas de oro en natación, batiendo el record del mundo paralímpico en una de ellas- y por su entrega en el mundo de la política -¡claro que hay políticos que valen la pena!-, donde es representante en las Cortes de uno de los partidos aragoneses y es Directora General de Atención a la Dependencia en el Gobierno regional. Y mi admiración también se extiende a su sonrisa franca, sincera, de esas que acreditan la fiabilidad de una persona y que luce siempre; he coincidido con ella en algún acto oficial y siempre me he quedado con las ganas de saludarla, pero uno no puede evitar ser vencido con frecuencia por la timidez.

Tras escuchar a Teresa, comprobé que estamos ante una persona de una categoría personal espectacular; habla con seguridad, con elegancia y con una simpatía arrolladora. Explicó con precisión y un gran poder de convicción su visión de los avances que se han producido en los últimos años en todo lo que supone facilitar las cosas a las personas con discapacidades y, por supuesto, habló también de las asignaturas que quedan pendientes en la materia.

Al menos a mí me quedaron muy claras dos cosas: que estamos  unas personas con pleno derecho a tener acceso exactamente a lo mismo que los demás, que tienen la misma legitimidad que el resto, ... es decir que la accesibilidad es la concreción de un derecho no un favor que se hace y que hemos de aprender a mostrar estas situaciones a los demás con naturalidad, como una circunstancia más de la vida.

La entrevista con Teresa Perales me ayudó mucho, por eso se lo agradezco y le dedico mi post de hoy.


18 comentarios:

Suso dijo...

Conozco algo a Teresa por razones de parentesco con un cuñado de Zaragoza: he coincidido en alguna celebración con ella, hemos cantado juntos y nos echamos una risas.Y es , efectivamente, una gigante.Una belleza por dentro y por fuera. Una persona que no se da un pijo de importancia y que a su lado uno sabe que es una caquica.Tiene una sonrisa fantástica: de esas que te pasarías diciendo tonterías a todas horas para provocarla.

Si la ves un día,salúdala y no te cortes.¡No seas burro!

Anónimo dijo...

Modestino, a veces pienso cómo sería un día de mi vida si, Dios no lo quiera, sufriera alguna desgracia de este tipo. Y llego a la conclusión de que no podría hacer ni la décima parte de lo que hago.

¿Cómo subiría hasta el tercero, cómo haría la compra si hay un escalón en la entrada del súper, cómo iría a trabajar, si el autobús que me lleva no tiene plataforma, cómo entraría en la librería a echar un ojo a las últimas novedades si la puerta es un imposible, cómo haría la comida si el fogón está muy alto, dónde metería la comida, cómo pondría la mesa, cómo haría la cama, cómo conduciría...?.

Podría seguir hasta el infinito.

Modestino dijo...

Suso, en cuatro líneas has expresado muy bien lo que he querido decir; me alegro haber acertado.

La saludaré, descuida.

Anónimo dijo...

Modestino, no dejez que la timidez te pueda, porque perderás mucho.

No se debe dejar pasar la oportunidad de conocer a alguien por nuestros miedos... yo un día, por timidez, perdí una ocasión estupenda... que ya no podré volver a tener, al menos, en esta vida.

Un saludo.

Ana.

Modestino dijo...

Esto de los blogs te lleva en ocasiones a mostrar tus limitaciones, y toa de las mías es que tiendo a autocontrolarme demasiado. Creo que a veces lo supero, pero más de una vez me he quedado con las ganas.

También es cierto que en otras uno se puede lamentar de no haber sido más prudente.

Anónimo dijo...

Modestino, mejor arrepentirse de lo que se ha hecho que de lo que no.

Suso dijo...

No tengo tan clara la sentencia de "mañanamás", sentencia que durante años la tuve por máxima.
Creo que hay veces, no pocas, que es mejor no hacer según qué cosas.

Pero, vamos, saludar a Teresa no es una de ella.

Modestino dijo...

Depende, a veces se puede decir eso de "es mejor querer y después perder que nunca hacer querido", otras simplemente, te equivocar, aunque también es cierto que uno puede aprender de sus errores.
Pero vencer timideces y complejos es bueno.

Anónimo dijo...

Vencer complejos o lo que sea siempre es sano, porque la victoria aumenta la confianza en nosotros mismos y, también, dicho sea de paso, nuestro ego.

Modestino, a tus años y todavía tímido... No puede ser.

Yo era muy tímida en mis 20, ahora en los 30, menos. Me costó mucho pero me di cuenta de la cantidad de cosas que me había perdido por ser tan pava. Entre otras, no exprimir hasta dejarlos secos a los buenos catedráticos con los que me topé en la Universidad y, haber empezado con mi marido antes (estuve cuatro años en silencio, ya hay que ser tonta).

Lo de ser tímido no es igual que ser prudente. Pues qué más quieres que la sonrisa de Teresa. No desprende más que simpatía y saber estar. No creo que te reciba con cajas destempladas. No parece de ese tipo.

Modestino dijo...

Vamos a ver :), no compliquemos las cosas, ya se que no me va a tratar mal, simplemente hay gente que disfruta abordando a desconocidos y a mí me da más corte. Además, está el tema de que los famosos pueden estar hartos de ser abordados.

Hoy he coincidido en el AVE con ella, pero no he tenido ocasión, a ver a la vuelta.

sunsi dijo...

Muchas veces he pensado en la sabiduría que encierra la famosa frase que dice, más o menos, "eres esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios".

No creo que se trate tanto de timidez, que también, como de saber qué decir en cada momento. Y hay momentos en los que está muy bien callarse... para calibrar qué dirás cuando no estés bajo los efectos del subidón.

Y a la inversa. Hay veces que callarse tiene delito. La situación pide a gritos que alguien hable.

Me he ido del tema. Perdón.La idea era hablar o no hablar con Teresa. No te conozco como para saber si lo harías o no; en todo caso aquí también ¡viva la libertad! ¿Gracias a Dios, el mundo es mundo porque hay extrovertidos, introvertidos, prudentes, desafiantes y el largo etcétera que todos sabemos.

Ser un pelín introvertido ( o mejor secundario)tiene muchas ventajas. Ya lo creo que sí.

Saludos

Anónimo dijo...

Modestino, brujo, otra vez provocando. Sólo falta Palenciana y armamos otro follón, ja, ja, ja.

Si es por abordar a un famoso a mí tampoco me va el tema, que el peso de la púrpura debe ser insoportable.

Aunque también me quedé con ganas de abordar un día a Doña Leticia, que vino a visitar mi barrio y aparcó justo en mi puerta (¡ya es casualidad!). Tengo curiosidad por saber cómo le va de princesa y si no se arrepiente de haberse metido en semejante fregado. Si lo tenía todo... ¡Ya son ganas!.

Que me desvío del tema. Lo de los famosos debe ser complicado, ¿qué les dices?. Hola, soy Modestino y... ¿y qué?. Aquí es donde te quedas clavado.

A Sunsi: qué buena la frase, me la apunto, ¿de quién es?

sunsi dijo...

Con tu permiso, Modestino. Ni idea, "Mañana mañanera". Lo que está claro es que, si me la sé, es porque me la tengo que aplicar.

Saludos

Suso dijo...

La frase que cita Sunsi es de Harpo Marx, creo

Anónimo dijo...

He leído el nombre de 'Palenciana' escrito (¿invocado?) por "¿Mañana Más?" y me he despertado de mi letargo como un resorte. La verdad es que no pensaba participar hoy en este 'foro' dedicado a Teresa y sus circunstancias. Y mucho menos pensaba incendiarlo o montar follón: me he pasado el 'finde' leyendo a Murakami y, a pesar de este durísimo lunes, aún conservo el espírito sereno y la calma que irradia ese japonés al que tanto admiro. Tanta serenidad y calma como la que transmite este Mediterráneo que nos comptempla a algunos afortunados: 23 grados y cielo sereno (¡¡¡aaahh, se siente!!!).

Resulta difícil que lo que pueda decir o añadir aquí en relación a lo que habéis comentado de Teresa mejore lo que ya se ha escrito. Pero, puesto a aportar algo nuevo, me he acordado de mi madre, a quien hube de pasear en silla de ruedas por mi ciudad durante casi dos años. Hasta que no te ves en esa tesitura, ni te imaginas la enorme cantidad de barreras y obstáculos de toda clase que impiden a estas personas manejarse o desplazarse con un mínimo de comodidad o dignidad. En esos momentos, maldije a la clase política, en general, y a los rectores de mi Ayuntamiento, en particular, por no poner los medios necesarios y dejar a estos ciudadanos completamente aislados (más de lo que, por desgracia, ya están). Menos mal que vivimos en el Estado del Bienestar.... (sic). Las ciudades parecen hechas para que sean habitadas sólo por jóvenes de 20 años que salvan obstáculos y barreras con un simple salto o escorzo o pirueta. Podría indignarme un poco más, amigo Modestino,pero como sigo con el alma serena, prefiero dejarlo aquí, por hoy.

Salud y suerte, gente.

Modestino dijo...

Pues yo te agradezco, palenciana, que hayas devuelto el debate a sus orígenes, pues al final parecía que lo importante era sí me atrevía o no a saludar a Teresa. Magnífico tú comentario.

Aquí me tienes regresando de Madrid en el AVE, y purgando mi pecado de haberme metido entre pecho y espalda unos fetuccini con jabalí que estaban de piston pero no me han sentado nada bien.

Anónimo dijo...

Desde luego, eres incorregible, gran jurisconsulto: ¡¡fetuccini con jabalí!! Suena de muerte. ¡Cuántas cosas buenas se comen en los madriles! Esta noche, una manzanita y a la cama.

Por cierto, hablando de temas culinarios y mundanos: me ha comentado hoy tu colega y buena amiga mía Gloria (zaragozana de pro y visitadora de todos los templos gastronómicos que se precien) que en la calle Mayor de Zaragoh!za ha descubierto un nuevo lugar de tapeo excepcional (viniendo de ella el adjetivo, he de creerlo). Se llama "MEL Y MELÓ" (sí, sí, en catalán). Tendrás que ir en avanzadilla a probarlo e informarnos a todos tus fieles (esta noche te ruego que te abstengas de ir, no vaya a ser que explotes cual zambomba y nos quedemos sin tu música, a menudo celestial).

P.D. Una última maldad: me extraña que, con ese nombre (Mel y Meló), aún no haya habido ningún bruto que haya quemado o inutilizado o dañado el letrero del local. Hay gente muy loca loca y Cataluña produce muchas focbias, como bien sabes....

Modestino dijo...

Más que una manzanita, necesito una manzanilla. Exploraré el "Mel y meló" ese, aunque a lo mejor lo de Mel es por el entrenador del Rayo;).