28 de mayo de 2014

Isabelita Garcés

Mi primer recuerdo de Isabel Garcés se remonta a las películas de Marisol, y más en concreto a "Ha llegado un Ángel" (1961), la segunda protagonizada por la niña malagueña tras el éxito de "Un rayo de sol" (1960). Isabel Garcés aparecía como una señora mayor simpática y divertidísima, papel que repitió tantas veces a lo largo de su vida. La actriz, nacida en 1901, fue una magnífica intérprete de teatro, destacando en comedias de autores tan relevantes como Benavente, Jardiel Poncela, Arniches, Mihura, Pemán, Calvo Sotelo y López Rubio. En el cine fue una habitual de los productos típicos españoles de la época: "El taxi de los conflictos" (1969), "No desearás al vecino del quinto" (1970), "La novicia rebelde" (1971), "El abuelo tiene un plan" (1973), ... además de acompañar a la citada Marisol en otros filmes como "Marisol rumbo a Río" (1963), "Búsqueme a esa chica" (1965) o "Las cuatro bodas de Marisol" (1967). Por encima de todo, yo, a mi tierna edad, veía a esta mujer como una persona ocurrente, divertida, y por encima de todo entrañable. Los actores, es de Perogrullo, son actores y siempre pueden aparentar un carácter que no tienen, actuar dentro y fuera de los platós, pero siempre pensé que Isabel Garcés era así por naturaleza, la abuelita que todos desearíamos tener, la bondad personificada, con un toque de ingenuidad y sencillez delicioso.

Isabel Garcés también actuaba en televisión, y recuerdo perfectamente una de esas breves piezas que programaban por la noche y duraban menos de una hora; no recuerdo ni la fecha ni los datos de guionista y director, aunque intuyo que era en días navideños. La actriz interpretaba a una anciana que vendía tabaco, cerillas y chucherías en un carrito; vivía pobremente en una casucha con su marido, interpretado por Erasmo Pascual, enfermo y deprimido. El día de Nochebuena la mujer llega a su casa y cuando va a empezar a cenar con su esposo, hace su llegada una mujer siniestra que es la muerte, quien evidentemente viene en busca del anciano. La mujer que interpretaba la Garcés manda a la cama a su marido y comienza una entrañable conversación con la muerte, interpretada por Lola Lemos, en la que le explica como ha engañado a su marido diciéndole que ha vendido mucho cuando en realidad en todo el día solamente ha podido colocar una caja de cerillas, pues "en Navidad los niños ya se sienten bien correspondidos con dulces y regalos y no necesitan chucherías", a la vez que le dice que prefiere llamarle "Carmencita", pues eso de "Doña muerte" le suena muy mal. En el diálogo trata de convencer a la "parca" de que no se lleve al marido, y termina concertando con ésta que la muerta sea ella misma. El final de la historia nos presenta a una Isabel Garcés que se despierta tras haber quedado dormida en la mesa camilla y manifiesta su enfado con "Carmencita" por no haberle hecho caso, aunque luego comprueba que su marido sigue vivo y ambos celebran que la muerte decidiera regresar a su lugar sin cumplir su siniestra misión. No me cabe duda de que Isabel Garcés era la actriz adecuada, no se si ahora tenemos personajes así.

26 de mayo de 2014

Más espectáculo que fútbol


Llegó el día señalado y Lisboa se vistió de gala; Atlético de Madrid y Real Madrid pelearon hasta la extenuación -literalmente- para ganar unos la décima y otros la primera, aunque a la hora de la verdad lo que vimos fue un despliegue informativo espectacular, un estadio lleno de luces y colores, unos jugadores sometidos a una tensión llamativa y bastante poco fútbol. El espectáculo estuvo más en las gradas y en el palco, donde los "prebostes" se apelotonaban, con u Rey Juan Carlos que parecía dormirse y un presidente del Gobierno al que se intuía contenerse ante los goles blancos, no fuera a ser que perdiera alguna papeleta colchonera.

No me atrevo a calibrar si el resultado fue justo o no; sin lugar a dudas fue abultado, pues hubo bastante igualdad y de ninguna manera los atléticos merecieron tantos goles en contra. Es más, aseguraría que hasta bastante más allá del minuto 70 los hombres del "Cholo" Simeone habían controlado perfectamente el partido y eran acreedores de la ventaja que llevaban en el marcador. En el último cuarto de hora de partido, no se si por agotamiento o por táctica el equipo del Manzanares dejó todo el campo para su rival y aunque tardó, el empate se veía venir. Por cierto, no comparto las críticas a los cinco minutos de prórroga decretados por el árbitro: hubo cambios, lesiones y alguna pérdida de tiempo ... a lo que cabe añadir que el gol de Ramos llegó pasados algo menos de tres minutos.

El partido del Atlético de Madrid estuvo a la altura de toda su temporada: una lección de entrega y esfuerzo, con los jugadores perfectamente colocados, sabiendo cada uno lo que tenía que hacer y sometiendo al rival a una presión agobiante. Aunque fue para enmarcar el partido de sus centrales, Miranda y Godín, quiero destacar a dos jugadores a los que tengo especial cariño por su pasado zaragocista: David Villa, un hombre que puede parecer en el ocaso de su carrera, pero que realizó un trabajo enorme y continuo y Gabi, a quien en Zaragoza se le llegó a negar el pan y la sal, que terminó siendo el alma del equipo y que el sábado estuvo espléndido. Buena nota también para Juanfran, Raúl García y Adrián. Sorprendente el affaire Diego Costa: me parece increíble que en una Final de la Liga de Campeones un entrenador juegue a la ruleta rusa de esa manera.

En cuanto al Real Madrid, pienso que hubo tres jugadores clave: Sergio Ramos, que se ha convertido en un central poderoso y brillante, siempre que no se le crucen los cables, y que ha sido decisivo tanto frente al Bayern como en la final; Di María, que al contrario que otras veces, fue creciendo conforme avanzaba el partido y se convirtió en una pesadilla para la defensa colchonera y Marcelo, un jugador cuya suplencia no entendemos quienes disfrutamos con el fútbol de ataque, aún a costa de correr los riesgos propios de quien sólo busca la portería contraria, cuando entró el brasileño el Madrid recuperó frescura y poder ofensivo. También me gustaron Modric, Varane e Isco. A la delantera blanca le tengo que poner mala nota: Benzemá me volvió a parecer un jugador al que le falta inteligencia y pillería para sacar partido a unas indudables cualidades futbolísticas, Cristiano anduvo 80 minutos desaparecido y solamente se le vio cuando tiró un penalty intrascendente y se dedicó a lucir inoportunamente sus músculos pectorales, mientras que Bale pudo convertirse en el "fallón" de la noche: a un jugador que ha costado 100 millones no se le pueden perdonar tres torpezas de ese calibre, aunque el fútbol es así y en un segundo pasó de villano a héroe.

Poniéndome puntilloso añadiría que pienso que sobraban las euforias de Florentino, tal vez porque soy tan antiguo que considero que quien está en el palco debe de guardar las formas, y portarse como un forofo solo se lo consiento a Pertini. Tampoco me gustaron las salidas de tono de Simeone cuando saltó por dos veces al campo, es posible que fuera la pasión del momento, pero intuí cierto afán de protagonismo.

El sábado pasamos unas horas entretenidos,más si como es mi caso aderezamos el partido con buena pitanza y buen caldo, hubo emociones y pasión siempre y presenciamos un partido de fútbol, aunque de éstos los hemos visto mejores.

22 de mayo de 2014

Una vida trágica


Muchas veces hemos escuchado hablar de las vidas complicadas de los artistas, de la gente de la "farándula"; a la hora de hablar de "juguetes rotos" es fácil traer a colación un buen número de nombres al primer intento: Montgomery Clift, Judy Garland, Márilyn Monroe, Capucine, Ana María Pier Angeli, Romy Schneider, Rita Hayworth, ... son muchos los nombres que por una y otra razón acabaron sus días -algunos aún siguen ahí- sumidos en una cruel decadencia. Uno de los casos más dramáticos es el de Jean Seberg, una mujer de aspecto misterioso y de una belleza singular, a quien conozco más por las noticias aparecidas cuando se suicidó en París en 1979 y por algún que otro artículo en la red que por haber visto sus películas. En concreto hay dos enlaces cuya lectura resulta casi estremecedora que nos ofrecen una visión bastante completa de la complicada y convulsa vida de esta mujer nacida en el estado de Iowa y cuya vida da para varias películas: cuatro bodas, tres divorcios, mujer comprometida en la lucha política a favor de los derechos civiles, simpatizante de los "Panteras negras", perseguida por el FBI, adicta a las drogas, ...

Seberg comenzó en el cine muy joven y con apenas 19 años fue la protagonista de "Juana de Arco" (1957), el film que dirigió Otto Preminger con guión de Graham Greene y sobre una obra de Bernard Shaw, para consolidar su fama en "Bonjour tristesse" (1958), con el mismo director, basada en la novela que dio fama a Françoise Sagan y en la que llegó a imponerse a dos estrellas consagradas como David Niven y Deborah Kerr; inolvidables su aspecto de joven díscola y caprichosa en una formidable ambientación en la Costa Azul. Tras conseguir llegar a lo más alto a la primera llegó su experiencia con la "nouvelle vague" y compartió estrellato con Jean Paul Belmondo en "À bout de souffle" ("Al final de la escapada"), de Jean Luc Godard, una película que no he visto pero que tuvo en su día un éxito de público espectacular, aunque haya quien asegure que todo era snobismo, pues el film resultó para muchos un tostón inaguantable.

Jean Seberg siguió rodando películas, aunque he de admitir que ninguna me suena demasiado por lo que dejo a la pluma de expertos alguna valoración más. Eso sí, cabe citar "Lilith" (1964), una tierna historia romántica con Warren Beatty, y, sobre todo, el famoso western musical "La leyenda de la ciudad sin nombre" (1969), con Clint Eastwood y Lee Marvin con escenas que han dado la vuelta al mundo. Recuerdo haber visto en mi época de COU "El atentado", un film de Yves Boisst en torno al asesinato del político marroquí Ben Barka reconstruido desde los clichés más manidos del cine militante de los 70 y donde Seberg alternaba con actores tan "comprometi dos" como Gian Maria Volonté, Jean-Louis Trintignant y Michel Piccoli, una película de la que no me enteré de casi nada.

De la azarosa vida de la actriz no diré nada más, dejo los dos enlaces referidos anteriormente que explican muy bien todo. En su día me impresionó la forma en que murió la actriz: un suicidio siempre estremece; al cabo del tiempo vas conociendo cómo se llegó a esa situación extrema.

http://smoda.elpais.com/articulos/la-leyenda-de-jean-seberg-renace-en-el-documental-jean-seberg-eternelle/4386

http://www.sysvisions.com/feedback-zine/cine/c_jeanseberg.html

21 de mayo de 2014

Cuando el tren era tren




Una de las conversaciones más fáciles de provocar y de mantener es la de alabar las ventajas del AVE; no cabe duda de que desde que la "alta velocidad" se ha ido imponiendo en nuestro país han cambiado radicalmente los planteamientos a la hora de viajar: se han acortado las distancias temporales entre muchas ciudades, el avión ha dejado de ser la panacea a la hora de buscar un viaje rápido y casi ha desaparecido esa especie de leyenda negra acerca de la impuntualidad de los trenes españoles. Fácilmente se escucha hablar con admiración de cómo viajar desde Zaragoza a Málaga o Sevilla se puede hacer en una mañana cuando antes habías de dedicar  toda la jornada, las ventajas de poder ir y volver a Madrid en el día o lo bien que se siente uno tratado por el servicio que atiende a los pasajeros.

Pero no se puede tener todo, y uno no puede evitar la añoranza cuando recuerda aquellos viajes en tren, los departamentos del tren "Express" en los que el personal comenzaba mirándose de reojo y terminaba contándoselo casi todo, a veces hasta las intimidades, cuando asomaban el chorizo y las hogazas de pan con la que se convidaba a quien hiciera falta, los trenes "Correo", con vagones de madera que parecía iban a descuajeringarse, los "Rápidos" y "Automotores", estos últimos con una apariencia que impresionaba en su tiempo, grandes y metalizados, aún recuerdo al "TAF", que llegaba de Valencia a la vetusta estación del Norte, o el "TER" y los "Electrotrenes", con colores azul y rojo que añadían cierto glamour al vehículo y, por supuesto, el "Talgo", que era el acabose, el último grito, casi un tren de ciencia ficción.

Entonces viajar en tren tenía su parte de aventura; los andenes estaban abarrotados, se accedía a ellos sin limitaciones, subir al vagón podía no ser fácil, había escalones altos y de difícil acceso, menudeaban los descuideros con chaqueta al brazo, el personal portaba maletones enormes, cestas de mimbre con viandas y hasta algún animalillo. En el tren muchos aprendimos a ser pacientes, a asumir retrasos, averías y paradas larguísimas. Eran tiempos de revisores serios y respetuosos, que ejercían su trabajo con ritmo premioso y seriedad llamativa, gente entregada al trabajo, de los que casi se podía decir que se habían casado con la RENFE.

Las estaciones eran lugar de despedidas emotivas y encuentros alegres, fuente inagotable de argumentos para una novela o guiones cinematográficos, Para un niño un tren era magia, ilusión, novedad, ... ¿quien no tuvo uno de esos trenes a pilas que daban vueltas constantes a una vía negra redonda y vulgar?, ¿y quién no aspiró a poseer uno de esos trenes eléctricos que eran unos cuantos escalones superiores a aquéllos?, trenes objeto de coleccionismo, de pasión de mayores, hasta de cierta locura. Hoy todo es más eficaz, se ha afinado mucho, pero la nostalgia nos devuelve, sólo en el recuerdo, en la memoria, en el pensamiento, otros tiempos de menos progreso y, quizá, algo más de encanto.




20 de mayo de 2014

¿Qué hay de la empatía?


En bastantes ocasiones he escuchado eso de que uno elige a sus amigos; posiblemente sea, como tantas otras, una verdad relativa, algo que no permite comprobaciones matemáticas. Ya he tratado otras veces la cuestión de las amistades interesadas y desinteresadas, a lo que cabe añadir tantas circunstancias que pueden condicionar nuestras relaciones, nuestras inclinaciones y hasta nuestros afectos. Con todas las precisiones que se quieran hacer, a mí no me cabe duda de que existe la empatía, que hay personas con las que se conecta mejor que con otras, que en este camino de la vida te cruzas a veces con quien estarías dispuesto a estar el tiempo que haga falta mientras que en otras ocasiones no descansas hasta que te quitas de encima una visita, alguien que te encuentras por la calle o al típico individuo que comparece en la fiesta para deslucir expectativas.

¿Dónde está la empatía?, ¿la llevamos dentro de nosotros?, ¿surge cuando dos personas conectan mutuamente?, ¿unos son más "empáticos" que otros?, ... a mí hay personas que me cautivan, y quienes lo hacen en los últimos tiempos no son ni ricos, ni excesivamente sabios, ni van por la vida de ejemplares, ...  ¿tienen empatía?, intuyo que ahí está la clave, la empatía que a veces tiene forma de sonrisa, otras de amabilidad, otras de servicio, ... la empatía que produce una mirada sincera, un apretón de manos que va más allá del compromiso o el protocolo, un detalle de proximidad, una manifestación de confianza. 

La clave de una amistad que funciona tiene que ver, en buena parte, con la confianza, y ésta supone una recíproca inclinación que tiene mucho de empatía, ... o de lo que por ahí se entiende por empatía. En ocasiones compruebo como algunos intentan, incluso desesperadamente, conseguir la amistad de otros, puede que por intereses económicos, de influencias, de poder, ... por necesidad de senitrse querido, hasta por afanes de ayudar llenos de buena intención, ... y veo como no hacen más que dar coces contra el aguijón. Podemos teorizar todo lo que queramos, pero no podremos prescindir de la empatía, tenemos que contar con ella.

18 de mayo de 2014

Liga colchonera


Reconozco que me pasé de listo; tras el fiasco de la penúltima jornada, en la que el Atlético de Madrid tiró por la borda la posibilidad de proclamarse campeón de liga con una semana de anticipación, pronostiqué que el Barça no se dejaría sorprender en su estadio, ante más de cien mil incondicionales, y ganaría una Liga que pocas semanas antes parecía tener perdida. A la hora de la verdad, los chicos de Simeone demostraron estar preparados física y mentalmente para todo e incluso superaron mazazos de la envergadura de perder por lesión  a los que posiblemente son sus dos mejores jugadores -Diego Costa y Arda Turán- a los pocos minutos de comenzar el partido, así como al hecho de que los azulgrana se adelantaran en el marcador con un gol impresionante de Alexis.

Los rojiblancos reaccionaron a tiempo y tras empatar el partido supieron aguantar las desesperadas embestidas rivales y proclamarse, con merecimiento y para alegría de buena parte de los aficionados españoles, campeones de Liga. El equipo de Simeone ha batido records este año y, sobre todo, ha roto todo tipo de tópicos, entre otros el de quienes piensan que al final al equipo teóricamente inferior le tiemblan las piernas, en el que como he comentado antes cayó quien esto suscribe.

Hace unos días en el Carrusel Deportivo de la COPE alguien comentaba que en la alineación que triunfó por todo lo alto en el estadio del Chelsea figuraban nueve de los jugadores que habían fracasado rotundamente en el último partido de Gregorio Manzano en el banquillo atlético, el que supuso su cese y la llegada de Diego Pablo Simeone. El "Cholo" ha sido sin duda el gran artífice del cambio colchonero y se ha convertido en héroe indiscutible a orillas del Manzanares, aunque ya sabemos lo efímera que es la gloria futbolística. Tengo curiosidad por comprobar si el argentino resistirá el aluvión de tentaciones que sin duda va a tener para cambiar de aires y marcharse a un equipo de postín ... si es que lo hay superior al suyo actual.

El éxito del Atlético tiene mucho que ver con la sabiduría y el acierto a la hora de sacar partido a jugadores que en principio no parecían fenómenos, como Diego Rocha, un ariete brasileño que llevaba varios años de peregrinación por equipos más bien modestos y que había estado en un tris de causar baja, o Arda Turan, un turco con poca planta futbolística que ahora es una máquina de hacer fútbol, o jugadores que no acababan de explotar, como Juanfran o Gabi, o a un portero que nadie conocía _Courtois-, jugadores jóvenes a los que hay que tener la valentía de poner de titulares -Mario, Koke, ...- o buenos complementos como Godín, Miranda, Filipe Luis, Tiago, Adrián, Raúl García  o el incombustible David Villa.

Viva el Atléti, Viva Neptuno y vivan los atléticos, entre los que hay unos cuantos buenos amigos.

16 de mayo de 2014

Las chicas guerreras del bus de las 7.15


El pasado sábado tenía que estar temprano en Zaragoza,  y para ello hube de coger el autobús que sale de Huesca a las 7.15 de la mañana. A esa hora las taquillas permanecían cerradas y me dirigí a la máquina expendedora de billetes que a tal efecto se ubica en el hall de la Estación Intermodal oscense. Junto a dicho "trasto" se encontraban tres adolescentes, género femenino, con aspecto de haber dormido poco -o nada-, vestimenta habitual en esta generaciones y en las que se observaba cierta alteración. 

Al parecer no conseguían que la máquina les facilitara los tres billetes para la capital e Aragón que pretendían adquirir. Efectivamente, comprobé como la que aparentaba ejercer cierto liderazgo sobre las otras intentaba introducir por la ranura de los billetes uno de 50 €, el cual era continuamente devuelto. Comenzaron a despotricar del aparato y en un momento de especial desesperación la que llevaba la voz cantante se dirigió  a mí, que me encontraba guardando pacientemente cola, preguntándome si sabía como funcionaba "esta mierda", sin respetar por lo visto la "Presunción de inocencia de la máquina" ... Les hice ver que la misma no admitía billetes de ese calibre, indicación que de entrada no se tomaron en serio, aunque la admitieron cuando les indiqué las siluetas de unos billetes de 5, 10 y 20 € que aparecían dibujados junto al lugar de introducción de los mismos.

Arreglado el problema de la compra de los "tickets", la siguiente "movida" se produjo una vez iniciado el viaje; las mozas se acomodaron en los últimos asientos del bus, y desde el principio se observó que pretendían continuar la marcha que debían haber iniciado la noche anterior. Como el conductor, posiblemente por la hora temprana que era, no consideró adecuado encender la radio las jóvenes iniciaron una especie campaña de motivación, solicitando al conductor,  a voz en grito y sin pedirlo por favor, que pusiera la radio, imagino que para escuchar "música disco", pues no parecía que pretendieran escuchar las noticias o un programa cultural. Al hacer el chófer oídos sordos a su solicitud, decidieron tomarse la justicia por su mano y obsequiaron al resto de los pasajeros con la música de un aparato que al parecer llevaban consigo, que no era precisamente una sinfonía de Beethoven, un aria de ópera ni un minueto de Chopin.

Las tres chicas se bajaron en la parada del Paseo María Agustín, cuando aterrizaron en la acera de "Averly" observé como su "líder" se había quitado el jersey y lucía una especie de "top" que dejaba al descubierto las partes superior e inferior de su cuerpo, comprobando que en la cintura llevaba tatuada una larga frase; evidentemente no pude descifrar la misma, aunque vete a saber si lo que ponía era una pregunta como la que una hora antes me había hecho: ¿cómo funciona esta ...?.

Juventud, divino tesoro ...

14 de mayo de 2014

En la muerte de Mercedes Salisachs


El jueves 8 de mayo falleció en Barcelona Mercedes Salisachs; contaba 97 años y su obra literaria fue tan amplia como magnífica. Pienso que la escritora catalana debería figurar por méritos propios en la lista de los mejores autores de noevela española contemporánea. Mercedes fue quizá demasiado sencilla, bondadosa y discreta como para ganar enteros en el Olimpo de los mejores, pero pocos como ella supieron relatar con tanta pulcritud y calidad la sociedad de su época, muy especialmente la burguesía barcelonesa. Hace unios cuantos años redacté un post que ahora reproduzco en su homenaje, añadiendo al final un enlace a un artículo de "El Mundo" que me ha encantado. Descanse en paz.

Desde siempre esta veteranísima escritora barcelonesa me ha parecido de lo mejorcito de nuestra literatura. Salisachs tiene 92 años y a sus espaldas una enorme lista de libros de temáticas bien variadas, muchos de ellos excelentes. Yo he leído unos pocos, pero en mi lista de pendientes aún quedan bastantes que espero ir saboreando en el futuro. Mercedes Salisachs pertenece a una productiva generación de mujeres escritoras: Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Carmen Laforet, Elena Quiroga, ...

Acabo de leer una entrevista de hace un año en la que se refleja muy bien la personalidad de esta autora que asegura dio un cambio en su vida tras la prematura muerte en accidente de tráfico de su hijo Miguel, de 20 años.

http://www.hoymujer.com/trabajo/lideres/Mercedes,Salisachs,41717,10,2007.html

Acabo de terminar su última publicación, "Goodbye, España", una novela que ha ganado IX Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio y que narra la vida de Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII y Reina de España hasta la proclamación de la II República. Se trata de una biografía narrada en primera persona en la que la autora se mete en los recuerdos de la reina Victoria cuando ésta regresa a España 37 años después de su partida para hacer de madrina de bautizo de su nieto Felipe; momentos decisivos de la Historia de España van quedando reflejados en esos recuerdos a la vez que las vivencias personales de una mujer cuyo periplo por España estuvo marcado por las desdichas. No me parece, ni mucho menos, la mejor novela de la escritora, pero esta redactada con la pulcritud y la elegancia habituales.

Creo que el libro que más huella me ha dejado ha sido "La gangrena", con la que ganó el premio Planeta en 1975; se trata de un libro que narra la vida de Carlos Hondero, desde su niñez al tiempo de la dictadura de Primo de Rivera hasta su esplendor empresarial en los años setenta; toda la vida de un país, con los avatares de la caída de la Monarquía, la llegada de la República, la Guerra Civil y la dictadura del General Franco van pasando por sus páginas, con especial hincapié en la burguesía catalana de la que hace una disección imponente. Años más tarde se publicó una segunda parte, titulada inicialmente "Bacteria mutante" (1996) y luego "Las mutaciones del alma" que, si bien pierde la originalidad y fuerza de la primera, es también una obra literaria de calidad. En ambos libros se refleja la crudeza que caracteriza la obra de Mercedes Salisachs: suele describir unos personajes atormentados, no tiende precisamente al romanticismo y al "happy end" y el dolor y la muerte están siempre presentes.



En 1983 la escritora ganó el premio "Ateneo de Sevilla" con un libro que leí hace pocos años y me impactó tremendamente: "El volumen de la ausencia", una novela sobre la importancia de la ausencia de los seres queridos; así describía la autora su novela al poco de conocer su premio: "contra lo que generalmente se dice, no creo que la ausencia de un ser querido cree un vacío en la persona, sino más bien al contrario, un volumen. El recuerdo de la persona querida no es un vacío, sino un volumen, algo presente en la vida de quien siente esa ausencia, y que cree cada vez que se piensa en ella. Eso es lo que trato de explicar en mi novela".

http://www.lecturalia.com/libro/4498/el-volumen-de-la-ausencia


Muy posterior a los citados es "Desde la dimensión intermedia" (2003), otra novela de esas que no puedes dejar y que ofrece calidad e interés hasta la última página; su argumento creo que lo dice todo: "Felipe Arcalla se debate entre la vida y la muerte tras sufrir un atentado. Desde esa dimensión intermedia en la que se encuentra mientras los médicos luchan por reanimarle, el protagonista, un escritor reconocido de carácter emprendedor, ve ante sí su existencia. Desde su humilde infancia en San Sebastián bajo el franquismo, hasta sus años adultos determinados por su exitosa carrera literaria, Arcalla aborda el día a día con su mujer e hijos, su determinante amistad con Pablo Guijarro y la obsesiva relación que estableció con Micaela, una mujer casada." Es un libro que no deja indiferente, en el que se describen con una crudeza notable las miserias humanas, la falsedad de los hombres. Eso sí, Salisachs siempre abre una puerta a la esperanza, la autora es una mujer de fe y es algo que también se nota en sus libros; siempre hay una reacción, un hecho, un personaje que aporta luz al drama que se vive.

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/7434/Desde_la_dimension_intermedia/


"Primera mañana, última mañana" (1955) y "La estación de las hojas amarillas" (1963) son los otros libros de esta autora que he leído; también les pongo buena nota, en especial al segundo de ellos. "Adagio confidencial" (1973), "Viaje a Sodoma" (1977), "El secreto de las flores" (1977), "La conversación" (2002) y "Reflejos de luna" (2005) se encuentran entre mis planes futuros de lectura y, aún sin haberlos leído, me atrevo también a recomendarlos.

http://www.elmundo.es/cultura/2014/05/13/5371d4bc268e3e86508b4577.html

11 de mayo de 2014

Eurovisión por entonces



Hace ya muchos años que no veo el festival de Eurovisión; el certamen ha dejado de tener ese encanto especial, ese estilo en el que si bien no abundaba una calidad excesiva, si  encontrabas elegancia, dinamismo y alguna que otra emoción. Ayer ganó Austria, cuya intérprete lucía barba y se hacía llamar "Conchita"; no tengo ganas de morbo y ni he escuchado la canción triunfadora ni tengo demasiadas ganas de hacerlo. Son varios decenios sin seguir los temas más destacados del Festival, lo que me impide entrar en valoraciones sin arriesgarme a ser injusto, pero tengo claro que las cosas ya no son como antes, lo que no deja de tener su lógica; ya sabemos que los años no pasan en balde, pero en la Eurovisión que conocí a lo largo de los años 60, 70 y 80 todo era menos complicado, más abierto, más objetivo ... o a mí, que no niego ingenuidad, así me lo parecía.

El Festival de Eurovisión para quien esto suscribe va íntimamente unido a nombres como el de Sandie Shaw, triunfadora de la primera gala que seguí en directo con sus "Marionetas en la cuerda", el de Massiel, que rompió con el "La,la,la" lo que parecía una maldición: que España quedara primera, sin olvidar al "Gwendolyne" de Julio Iglesias que no pasó del cuarto lugar, la inolvidable actuación de Mocedades con "Eres tú", quienes debieron ganar y sólo fueron superados por la imponente voz de Anne Marie David, el triunfo de Vicky Leandros en 1972 con una elegantísima versión de "Apres toi", el boom de Abba en 1974 con Waterloo, la derrota de Betty Misiego en 1979 por causa del propio jurado español, sin olvidar incluso el eco de éxitos que no llegué a ver como el de Gigliola Cinquetti con "Non ho l´etta" o el de France Gall con "Poupée de cire, poupée de son". Doménico Modugno, Al Bano y Rómina Power, Udo Jurgens, Iva Zannichi, Cliff Richard, Frida Boccara Johnny Dolan, Celine Dion, Olivia Newton John, Paloma San Basilio o Nicola di Bari son otros nombres que con mayor o menor éxito también pasaron por el certamen. Eran momentos para disfrutar con el ritmo y el saber estar de los intérpretes británicos, el esfuerzo por superar las dificultades del idioma de los alemanes, holandeses o eslavos, la belleza sentimental de las canciones en francés o la ilusión que poníamos por el representante que cada año mandaba TVE, que nos solía parecer el mejor aunque en la clasificación final no solía quedar muy airoso.

Como ejemplo de esos tiempos tan antiguos me viene a la cabeza el Festival que en 1970 de celebró en Ámsterdam; España había ganado los dos anteriores -el segundo ex-aequo con otros tres países- y acudía al concurso con "Gwendolyne", un tema tiernísimo de Julio Iglesias que se había impuesto en un certamen previo frente a otros intérpretes pujantes del momento como Nino Bravo, Los Mismos, Margaluz, Voces Amigas, Luciana Wolf y Julián Granados. No parecía probable un tercer éxito consecutivo y las apuestas se inclinaban por el Reino Unido, representado por Mary Hopkins una rubia cantante que había triunfado años antes con "Que tiempo tan féliz" y Gianni Morandi, por entonces uno de los más importantes solistas italianos. En los ensayos causó sensación una escultural alemana llamada Katja Ebstein, que interpretaba un estiloso tema titulado "Wunder gibt es immer wieder"; los periodistas casi daban por supuesto el éxito de la germana, aunque a la hora de la verdad el triunfo fue para una jovencísima irlandesa de 19 años que respondía al nombre de Dana, actuó en último lugar e interpretó una canción dulce y emotiva llamada "All kinds of everything", un tema que se impuso en las votaciones de principio a fin. La mocita lucía una encantadora sonrisa, con dos palas llamativamente separadas por cierto, cantaba sentada y tenía una mirada tierna y encantadora. La canción no es nada del otro mundo, pero a mí me parece deliciosa y me devuelve a 45 años atrás.

8 de mayo de 2014

Charlie Chaplin y el respeto


Recibí el otro día, vía washap, un vídeo en el que aparecían diversas imágenes de Charlot, todas entrañables, con la música de "Candilejas" -un tema que para mí es debilidad-  como fondo; iban apareciendo una serie de frases relativas a la autoestima que daban más o menos en el clavo. De entre estas me quedo con una:

"Cuando me amé de verdad comencé a comprender porqué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento, o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy se que el nombre de eso es ... respeto".

Vete a saber que quería decir Chaplin con tal afirmación, ... incluso podríamos dudar que alguna vez hubiera dicho eso, pero la idea me gustó. Y es que a veces "forzamos" a la gente, tal vez porque nos ciegan nuestras ambiciones, a lo mejor porque estamos tan convencidos de nuestra postura que no nos cabe en la cabeza que otro se plantee las cosas de manera distinta, quizás porque nos ciegan ideas fijas, consignas o rutinas, o simplemente porque nos hemos olvidado de que en esta tierra vivimos gentes bien diferentes y el arte está en que todos seamos compatibles y no uniformes.

Que gran palabra esa de "respeto", una idea en el que todos deberíamos profundizar; porque respeto no es sólo cuidar las formas, no caer en excesos, no ser agresivo, vehemente, grosero, ... respeto es, por encima de todo, estar dispuesto a que el otro ejercite la libertad, que nadie pueda decir que hemos coartado sus decisiones, frustrado sus expectativas, cerrado sus ideas e iniciativas o impuesto las nuestras. Como en tantas otras facetas de la vida, que fácil es presumir de respetar a los demás y cuan difícil puede ser hacerlo de hecho.

6 de mayo de 2014

De aquí a la eternidad


Hoy se ha confirmado que, si todo va bien, estaré al menos cinco años más en Huesca. Cuando pase este tiempo ya habré entrado en una nueva década de mi vida, y eso de tener 60 años comienza a tener cierto eco de haber llegado a algo más que la madurez. Ya son doce años y ocho meses en la capital del Altoaragón y Huesca ha dejado de ser un destino interesante para entrar a formar parte de mi pequeña historia personal, como Zaragoza lo fue de mis primeros años y Tarragona de buena parte del núcleo de mi vida.

A veces me pregunto si sigo siendo el mismo que llegó en septiembre de 2001, con la nostalgia de 22 años junto al Mediterráneo y las expectativas de continuar mi vida en mi región originaria. Imagino que en lo esencial no ha debido de haber grandes cambios, ni soy precisamente persona excesivamente audaz ni amante de revoluciones. Pero, sin duda, a la vez que he perdido algo de energía -en cuanto pasas los 50 las cosas ya no son como antes- y algunos gramos de ingenuidad, me parece que he sumado experiencia y -no lo puedo evitar- un poco de retranca.

Huesca, sus gentes, los capazos, el Coso y el Parque, Loreto, Salas, Loarre, el Románico y los valles del Pirineo -siempre sin subir- seguirán formando parte de mi entorno, de mi propia vida. Y tomaremos tapas, pinchos y cazuelitas en el "Oscense", el "Mi Bar", el "Da Vinci" y tantos otros, y comeremos con y sin estrella Michelín, y disfrutaré de la amabilidad de los oscenses, de quienes trabajan aquí, tras el mostrador de Ascaso, el "Duquesa", la "Farmacia Central" y tantos otros sitios. Y a la vez que comienzo a hacerme viejo, llegan a la plenitud os oscenses del futuro, tantos y tantas que a no tardar mucho tomarán el testigo.

Estoy contento, seguimos en "Huesqueta". Espero estar a la altura y devolverle lo que me ha dado.

3 de mayo de 2014

Ser más "cuqui"


El pasado martes hube de coger el temido autobús de las 22.15; se trata del último servicio que "ALOSA" cubre para ir a Huesca y el vehículo, antes de llegar a su meta definitiva, va pasando por los pueblos que se encuentran entre ambas capitales: muchos kilómetros por carretera, varias paradas, ... en fin, que hasta las 11.30 no vuelves a pisar tierra. Eso sí, todo no impide que el viaje sea cómodo y tranquilo y que los habitantes de Villanueva de Gállego, Zuera y Almudévar, gente estupenda y respetable, sean excelentes compañeros de viaje.

En el asiento inmediatamente posterior al mío se sentaron dos chicas jóvenes que se iban a bajar en Zuera y que demostraron ser grandes amantes de los animales, pues se pasaron la media hora larga que tarda el bus en llegar a su pueblo hablando de las excelencias de sus respectivos perros. En un momento dado ambas coincidieron en que no cabe hablar de que haya perros feos, aunque una de ellas precisó que hay perros "más cuquis que otros" ... toda una afirmación. ¿qué entendía la moza por "cuqui"?, son así los más alegres, los más "monos", los más "estilosos", ... No deja de ser divertido como vamos creando conceptos y dejando sobrentendidos. Y aún diría más: ¿es posible extender la consideración a los seres humanos?, ¿cabe hablar de que no hay persona fea?, ¿somos unos más "cuquis" que otros? ... si alguien, de Zuera o de fuera, te pone la etiqueta de "cuqui", ¿debes preocuparte? ... porque no sabes si es que le has caído en gracia o que te tiene la consideración de animal de compañía ... pero ¡qué complicada es la vida!.

1 de mayo de 2014

Abril literario

En abril he terminado nada menos que nueve libros; sin duda los días de Semana Santa han favorecido el incremento del número, sin olvidar que los tres primeros ya los tenía avanzados al comenzar el mes y que el de Richard Ford ya venía "de lejos".. Un mes que literariamente ha venido marcado por la muerte de un premio Nobel, Gabriel García Márquez., lo queme  ha forzado a comenzar a cubrir una de mis tantas lagunas literarias. 

Ya he hablado algunas veces de aquellas novelas que uno elige para oxigenar; un recurso que no suele fallar es el de los Thriller, esos relatos en los que hay acción, intriga y protagonistas que se arriesgan; y un buen thriller es sin duda "Sin una palabra", la primera novela traducida al castellano del norteamericano residente en Canadá Linwood Barclay, 400m páginas que no te dan descanso, especialmente a partir de que pasas el ecuador del libro. Barclay nos cuenta una historia tremenda, una chica de 15 años que un día, al despertarse, comprueba que sus padres y su hermano mayor han desaparecido sin dejar rastro; 25 años después el caso despierta y el autor de la novela consigue construir un relato ordenado y convincente; he de admitir que ésta ha sido una de esas novelas que te cogen, que se convierten en aditivas, por mucho que su riqueza literaria no pase de un texto bien escrito. En algunas ocasiones me ha recordado a Mary Higgins Clark, aunque el libro no tiene el ambiente selecto que suele reflejar y su acción es más trepidante que la de la veterana escritora neoyorkina. Es curioso cómo el relato es narrado en primera persona por el marido de la protagonista. No faltan los toques emotivos, sobre todo al final, ni la vuelta de tuerca en las últimas páginas. Una novela de mucha acción, de mucha intriga y con un misterio francamente complicado de resolver, aunque ya se sabe que en la ficción todo se consigue.

Hasta ahora el único libro que había leído de Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura 2010, era "La fiesta del chivo", sin duda una obra maestra, pero en cualquier caso un bagaje escaso a la vista de la enorme calidad literaria del escritor peruano. He reducido en algo este déficit con su última novela, "El héroe discreto", posiblemente una obra menor dentro de los libros escritos por Vargas Llosa, pero desde luego una novela magnífica. El libro se lee de un tirón, fundamentalmente porque su autor escribe con una soltura y una elegancia enorme, siempre con los giros propios de su tierra que exigen un frecuente uso del diccionario, además de haber logrado un relato ameno, a ratos divertido e interesante. Los personajes me han encantado, algunos de ellos con una bondad y una sencillez apabullantes, como D. Felicito Yanaqué, D. Rigoberto y Dª. Lucrecia, el sargento Lituma, ... unos personajes llenos de vida, creíbles y con los que te identificas, incluso con aquéllos con un toque de debilidad; Vargas Llosa incluye ese toque mágico, casi sobrenatural con el misterioso Edilberto Torres, un curioso sujeto que se aparece a Fonchito, hijo de D. Rigoberto y Dª Lucrecia y que uno no termina de aclararse quien es, aunque no hace falta porque forma parte den encanto del relato. El gran escritor hispanoamericano nos relata dos historias paralelas que, como uno espera desde el principio, terminan conectando, y lo hace con una maestría tal que logra que en ningún momento pierdas el hilo de la narración; consigue una narración ágil, original, llena de ironía y chispa, ... sencillamente deliciosa.

Hacía tiempo que debía haber reanudado la lectura de la serie de "Los Reyes malditos" escrita por Maurice Druon, una auténtica joya literaria, pero como no se puede abarcar todo lo que apetecería leer, he tardado más de dos años en hincar el diente al segundo volumen, "La reina estrangulada", un relato que se inicia con lo que acaba "El rey de hierro": el fallecimiento de Felipe el Hermoso. La novela es una continua relación de traiciones, castigos, ambiciones y conspiraciones, con un tono dramático tremendo y en la que se refleja la dureza de la época y la crueldad de tantos personajes históricos. El núcleo de la narración se halla en el breve y convulso reinado de Luis X, llamado con toda justificación "El turbulento", la caída en desgracia del ministro principal de su padre, Eguerrando de Marigny, las complicaciones de encontrar Papa en un convulso e interminable Cónclave y en la situación de la mujer del rey, Margarita de Borgoña, presa por adulterio y rechazada por su esposo. Una historia apasionante relatada con maestría por Maurice Druon y que vale la pena leer y releer. Pienso que es una serie que no debe faltar en cualquier biblioteca que se precie.

No es la primera vez que nos encontramos con una versión actual de personajes e historias antiguos; ahora bien, no deja de ser todo un atrevimiento resucitar al inspector Philippe Marlowe, el mítico detective creado por Raymond Chandler, aunque la nueva historia venga firmada nada menos que por Benjamin Black, el pseudónimo con el que el irlandés John Banville, eterno aspirante al Nobel, firma sus relatos policíacos. Black asumió el riesgo con "La rubia de ojos negros", y desde mi punto de vista ha salido plenamente airoso del reto. No soy capaz de hacer comparaciones entre este libro y los de Chandler, no soy ningún experto y tampoco me parece que haya de haberlas; solamente puedo decir que la historia me ha gustado y mucho. Por un lado está escrita con la maestría habitual del autor irlandés, a la vez que nos muestra unos personajes francamente atractivos -además, evidentemente, del conocido detective protagonista y algún reaparecido más- y un argumento sólido y que mantiene el interés. El cóctel tiene todos los ingredientes propios del genero: protagonista descarado, "femme fatale", malos malísimos, personajes siniestros, engaños, torpezas, debilidades, ... Benjamin Black asumió una empresa complicada y ha superado el riesgo con firmeza, ahora queda la duda de si va a continuar exprimiendo el "limón" o todo quedará en experimento aislado, ... yo apostaría por esto último, pero tiendo a equivocarme en estos pronósticos.

"El día de la independencia" es la segunda novela de la trilogía escrita por Richard Ford y que protagoniza Frank Bascombe; Ford es uno de los representantes de lo que se ha llamado "realismo sucio" norteamericano, junto a otros autores como Raymond Carver, John Fante o Charles Bukowski. Esta novela la he ido leyendo a trompicones a lo largo de cuatro meses, y pienso que ese ha sido mi error. Como ya me ocurrió con la primera entrega, "El periodista deportivo", me ha costado hacerme con el estilo del autor y en ocasiones se me ha hecho cuesta arriba enfrentarme a tantas páginas de lectura, nada menos que 564. Ha habido ratos en que me ha costado enterarme de lo que cuenta Ford, aunque también los ha habido en los que he disfrutado como un enano, especialmente cuando cuenta las negociaciones del protagonista, que ha pasado de la prensa deportiva a los negocios inmobiliarios, con un rancio matrimonio americano que quiere comprar una casa y los largos capítulos en los que narra el viaje que realiza con su conflictivo hijo adolescente Paul al "Pabellón de la Fama". Richard Ford escribe con maestría y refleja a la perfección la América menos glamourosa, el ciudadano de a pié, especialmente el mundo de los perdedores. Pero pienso que es una literatura que exige concentración y dedicación exclusiva, y allí ha debido de estar mi gran error. No obstante, pienso concluir la trilogía y a no tardar iniciaré "Acción de gracias", la novela que la cierra.

En los últimos años se ha comenzado a publicar en España las novelas de George V. Higgins, un escritor norteamericano fallecido hace ya 15 años y que muchos consideran un genio infravalorado; su escrito más célebre fue "Los amigos de Eddie Coyle", aunque el primero que he leído ha sido "Mátalos suavemente". No cabe duda de que se trata de novela negra en estado puro, lo importante del libro es el ambiente -los bajos fondos de Boston- , los personajes -todos pertenecientes al mundo de los asesinos a sueldo, los delincuentes de baja estofa y los abogados corruptos- y el aire interno de la novela. En "Mátalos suavemente" destacan sobremanera los diálogos, todos ellos bien elaborados, bastante duros y bestiales. No hay una trama concreta, ni por supuesto un ápice de intriga, Higgins nos cuenta, en toda su crudeza, una venganza, el implacable castigo a tres delincuentes de poca monta, auténticos perdedores que pasan más tiempo a la sombra que en la calle, por parte de asesinos sin escrúpulos. A ratos la lectura se hace complicada, porque el autor no siempre llama a los protagonistas con el mismo nombre y parece jugar con el lector. Las últimas diez o quince páginas me han parecido geniales, no por el desenlace en sí, por otra parte bastante previsible, sino porque el relato, los diálogos en concreto, parecen perfeccionarse en los últimos capítulos. El libro se llevó al cine por Andrew Dominik y con Brad Pitt en papel estelar, aunque por lo visto sin excesivo éxito.

"El leopardo de medianoche", de James McClure, es una novela que andaba por la estatntería de mi cuarto desde hace bastantes años; está editada por "Funambulista", una editorial con fama de seleccionar sus libros y se trata de una novela policíaca ambientada en el país del autor, Sudáfrica. Está escrita en 1975, es decir en plena vigencia del "apartheid", circunstancia que tiene notable importancia en el relato, pues entre otras cosas pone de manifiesto una llamativa crítica de la discriminación de las personas de raza negra. Como bien se expresa en los habituales comentarios de contraportada, el libro es algo más que una novela de intriga, pues McClure hace una profunda crítica político-social, además de que su contenido literario va más allá del simple relato policíaco. El modo de escribir del autor es curioso: no se trata de una novela fácil de leer y hay que hacerlo despacio, sabiendo entender el toque satírico del la narración, su finalidad crítica y la complicada forma en el que los dos protagonistas, el teniente Kramer, de raza blanca y su ayudante el sargento zulú Zondi, van resolviendo los crímenes que se suceden, que por cierto son bastante sangrientos.

De Agatha Christie lo he leído casi todo, aunque haca ya tantos años que no me importaría repetir unas cuantas novelas; entre las pocas que tenía pendientes se encontraba "Telón", relato que aparece con el subtítulo de "Último caso de Poirot"; una de las razones por las que no lo había leído derivaba de cierta resistencia a un libro en el que la autora mataba a su célebre detective belga, y es que uno tiene su corazoncito y se acaba apegando a los personajes por mucho que sean tan peculiares y empalagosos como Poirot. En el libro la llamada "reina del crimen" nos vuelve a situar en Styles, sede del primer caso del referido detective, y nos plantea una intriga muy bien elaborada, como si quisiera cerrar la serie esmerándose especialmente. Ha sido una delicia volver a disfrutar con los personajes, la ambientación, el clima tan llamativamente británico, los habituales juegos de despiste de la escritora y el final que, por mucho que te hayas habituado al estilo de Agatha Christie, siempre tiene algo de inesperado. Hay quien piensa que las novelas de la escritora inglesa se han quedado anticuadas, yo no comparto tal opinión, para mí leerlas siempre será como volver a las fuentes.

En el mes de abril falleció Gabriel García Marquez, ante su muerte ha habido quienes le han negado el pan y la sal por simples motivos ideológicos y quienes han caído en el más ridículo snobismo; escuchando la opinión de unos cuantos cuya sapiencia literaria no me ofrece duda alguna me quedó bien claro que se trata de un autor de primera fila de quien debía reconocer no haber leído nada. Por eso me embarqué en la empresa de cubrir esta laguna y terminé el mes leyendo "El coronel no tiene quien le escriba", un breve y delicioso relato que cabe encajar en lo que algunos llaman el realismo mágico. La vida mísera del viejo y decrépito coronel protagonista, su infructuosa espera de una pensión de la administración, la esperanza depositada en el gallo de pelea, un animal que acaba siendo parte esencial de la narración. El placer de la lectura de "El coronel no tiene quien le escriba" va aumentando conforme avanza la lectura, que resulta cada vez más grata y te introduce en un mundo especial. Habrá que empezar a atacar las novelas más extensas de García Márquez.