A principios de 1870 John Henry Newman publicó su obra filosófica principal, el "Ensayo para contribuir a una gramática del asentimiento", de donde he extraído un párrafo que me parece llamativo. Hace referencia a la conciencia, un concepto que puede que haya sido una de las mejores aportaciones del Cardenal inglés converso.
"Nuestro gran maestro interior de religión es nuestra conciencia. La conciencia es una guía personal, y la uso porque tengo que usarme a mí mismo. Soy tan incapaz de pensar con una mente que no sea la mía como de respirar con los pulmones de otro. La conciencia está más cerca de mí que cualquier otro medio de conocimiento. Y del mismo modo que se me ha dado a mí, también se le ha dado a otros; y puesto que es llevada consigo por cada individuo en su propio corazón y no requiere nada además de ella misma, está por consiguiente adaptada para comunicar a cada uno separadamente ese conocimiento que es lo más decisivo para el individuo (...)"
Ni es el momento de grandes elaboraciones teológicas, ni es éste el lugar para hacerlas ni yo la persona adecuada para ello, pero a la luz de las frases de Newman se me han ocurrido algunas cosas "a vuela pluma".
La primera idea que me ha venido a la cabeza es la de libertad; Newman habla de la conciencia como "guía personal" y no cabe duda de que solamente podrá actuar adecuadamente en una persona libre. Y no es fácil ser libre, tenemos tantos condicionantes¡ .... puede que el buen rumbo de nuestra vida, el que lleva a la felicidad, tenga mucho que ver con nuestra capacidad de vencer esos obstáculos, exteriores e interiores, que se ciernen sobre esa libertad. El propio carácter, las ideas erróneas que se han vendido como ciertas y han cuajado en convicción, .... o las ciertas administradas sin la dosificación adecuada, el que dirán, las tradiciones familiares, los malos ejemplos o las malas enseñanzas, la rutina, ....
En una sociedad como la del siglo XXI, donde parece que hay quien pretende dictar desde el poder las formas de vivir y los modos de pensar; donde se quiere educar en una única manera de ser ciudadano; donde si uno no es interiormente fuerte puede sentirse arrastrado por la necesidad de ser políticamente correcto, urge que arraigue ese ansia de libertad y ese deseo de enarbolar la bandera de las propias convicciones para vivir en coherencia con ellas, respetando las de los otros y siguiendo el impulso de lo que nos dicta una conciencia libre.
El segundo pensamiento que brota inmediatamente ante las palabras citadas es el de la necesidad de fomentar nuestra capacidad crítica; en la época de las comunicaciones, cuando a cualquier ciudadano, ya desde pequeñito, le llegan todo tipo de noticias, opiniones y campañas a través de la Televisión, de Internet, de la prensa, de la radio, ... si nadie le ha enseñado a discriminar, a ponderar, a distinguir el grano de la paja, puede acabar tragando con todo .... algo que me temo sucede con una amplia mayoría de españoles, con la agravante de que quienes manipulan nuestra conciencia no son grandes pensadores ni literatos de fama, sino Buenafuente, Jordi González o el Gran Wyoming.
Pero esa capacidad crítica no será completa si no alcanza también a uno mismo y a nuestro entorno. No se si es mear fuera de tiesto sacar aquí a colación el seguidismo existente con relación a los partidos políticos mayoritarios, a quienes se apoya casi incondicionalmente; solamente eventos muy especiales (Filesa, GAL, atentados del 11-M) han sido capaces de modificar unas fidelidades que frecuentemente están tan poco justificadas. Nuestra capacidad crítica con los que piensan distinto es inversamente proporcional a la que tenemos con los nuestros.
La última reflexión va muy unida a las anteriores; aunque no tengo ninguna duda de que existe una ley natural que vive en nuestro interior, nuestra conciencia necesita ser formada, recibir el aprendizaje adecuado para poder tener el bagaje suficiente para manejarse con acierto en la vida. De nuestra habilidad para encontrar donde y cómo aprender dependerá en buena parte nuestro éxito en la empresa, y tengo el convencimiento que vías para conseguirlo hay unas cuantas.
Foto: www.apfe.com.ar
"Nuestro gran maestro interior de religión es nuestra conciencia. La conciencia es una guía personal, y la uso porque tengo que usarme a mí mismo. Soy tan incapaz de pensar con una mente que no sea la mía como de respirar con los pulmones de otro. La conciencia está más cerca de mí que cualquier otro medio de conocimiento. Y del mismo modo que se me ha dado a mí, también se le ha dado a otros; y puesto que es llevada consigo por cada individuo en su propio corazón y no requiere nada además de ella misma, está por consiguiente adaptada para comunicar a cada uno separadamente ese conocimiento que es lo más decisivo para el individuo (...)"
Ni es el momento de grandes elaboraciones teológicas, ni es éste el lugar para hacerlas ni yo la persona adecuada para ello, pero a la luz de las frases de Newman se me han ocurrido algunas cosas "a vuela pluma".
La primera idea que me ha venido a la cabeza es la de libertad; Newman habla de la conciencia como "guía personal" y no cabe duda de que solamente podrá actuar adecuadamente en una persona libre. Y no es fácil ser libre, tenemos tantos condicionantes¡ .... puede que el buen rumbo de nuestra vida, el que lleva a la felicidad, tenga mucho que ver con nuestra capacidad de vencer esos obstáculos, exteriores e interiores, que se ciernen sobre esa libertad. El propio carácter, las ideas erróneas que se han vendido como ciertas y han cuajado en convicción, .... o las ciertas administradas sin la dosificación adecuada, el que dirán, las tradiciones familiares, los malos ejemplos o las malas enseñanzas, la rutina, ....
En una sociedad como la del siglo XXI, donde parece que hay quien pretende dictar desde el poder las formas de vivir y los modos de pensar; donde se quiere educar en una única manera de ser ciudadano; donde si uno no es interiormente fuerte puede sentirse arrastrado por la necesidad de ser políticamente correcto, urge que arraigue ese ansia de libertad y ese deseo de enarbolar la bandera de las propias convicciones para vivir en coherencia con ellas, respetando las de los otros y siguiendo el impulso de lo que nos dicta una conciencia libre.
El segundo pensamiento que brota inmediatamente ante las palabras citadas es el de la necesidad de fomentar nuestra capacidad crítica; en la época de las comunicaciones, cuando a cualquier ciudadano, ya desde pequeñito, le llegan todo tipo de noticias, opiniones y campañas a través de la Televisión, de Internet, de la prensa, de la radio, ... si nadie le ha enseñado a discriminar, a ponderar, a distinguir el grano de la paja, puede acabar tragando con todo .... algo que me temo sucede con una amplia mayoría de españoles, con la agravante de que quienes manipulan nuestra conciencia no son grandes pensadores ni literatos de fama, sino Buenafuente, Jordi González o el Gran Wyoming.
Pero esa capacidad crítica no será completa si no alcanza también a uno mismo y a nuestro entorno. No se si es mear fuera de tiesto sacar aquí a colación el seguidismo existente con relación a los partidos políticos mayoritarios, a quienes se apoya casi incondicionalmente; solamente eventos muy especiales (Filesa, GAL, atentados del 11-M) han sido capaces de modificar unas fidelidades que frecuentemente están tan poco justificadas. Nuestra capacidad crítica con los que piensan distinto es inversamente proporcional a la que tenemos con los nuestros.
La última reflexión va muy unida a las anteriores; aunque no tengo ninguna duda de que existe una ley natural que vive en nuestro interior, nuestra conciencia necesita ser formada, recibir el aprendizaje adecuado para poder tener el bagaje suficiente para manejarse con acierto en la vida. De nuestra habilidad para encontrar donde y cómo aprender dependerá en buena parte nuestro éxito en la empresa, y tengo el convencimiento que vías para conseguirlo hay unas cuantas.
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22 comentarios:
No es lugar para teologías ni tampoco nosotros somos teólogos. Pero ¡qué demonios!, a ver si ahora también nos vamos a autocensurar, Modestino.
Estoy en completo desacuerdo con la cita que has reproducido. Precisamente mi conciencia es lo menos auténtico que hay en mí. La han formado tantas personas que ya no sé distinguir qué pertenece a cada una. Mis ojos sé que son de mi madre pero mi conciencia, ¿de quién es?. De unos y de otros y de nadie al mismo tiempo.
Si me hubieran influido únicamente personas de razón mi conciencia sería estupenda aunque, eso sí, seguiría sin ser libre. El problema está, bien lo has dicho, en que los referentes culturales del s. XXI son cuatro memos que salen en televisión. Y puedes decir que a ti no te influyen. Pues te equivocas, como los escuches estás perdido que se te cuelan por las esquinas del alma y se instalan en tu casa como quien no quiere la cosa.
Ufff, libertad, ¿acaso existe?. Ni siquiera nuestros pensamientos son libres. Estamos condicionados por nuestra familia desde que nacemos, luego por nuestros amigos, por nuestros jefes, por nuestros políticos; digo mal "nuestros" porque son sólo de ellos mismos y, ni siquiera eso, porque tampoco ellos son libres. ¿Libertad?. Eso es un camelo, Modestino, un camelo.
La libertad no es un camelo, es una meta muy difícil de alcanzar, pero si lo intentamos nos podemos acercar algo.
No te discuto que a todos nos influye lo que leemos, vemos y oimos, pero si lo intentas puedes al menos tener algo de criterio. Necesitamos defendernos ante tanta agresividad, amiga.
No te niego, por supuesto, tantas influencias que condicionan nuestra libertad .... yo desde luego las tengo, e imagino que el resto del personal también: culturales, familiares, profesionales, ....
Gracias por discrepar:).
No me parece honestamente que haya razones para grandes pesimismos: si hubo generación manipulable, esa fue la nuestra, no te parece? Y sobrevivimos enteros, y leemos a John Newman y nos gusta tanto, y nuestra conciencia es un sitio, a pesar de todo y de tantos años, tan apacible y tan ameno, no te parece? Es bueno envejecer.
En todas las épocas ha habido manipulaciones, pero a mí me parece que la actual se lleva la palma .... aunque imagino que este pensamiento lo habrán tenido todos y cada uno de nuestros ancestros hasta el infinito.
Pero pesimismo nunca, Annemarie: hay que buscar lo bueno, lo bello .... hay que escarbar que siempre aparece.
Modestino, brujo, ya estás enredándome otra vez y me tengo que estudiar la maldita ley 30/1992.
Lo de tener criterio es una cosa y lo de ser libres, LIBRES, es otra.
Tener criterio, más o menos, se intenta todos los días. A estas alturas se nos cuela poca paja (o eso creemos). Lo de la libertad siempre me ha parecido un cuento de filósofos para retorcernos las entrañas. Que hay que ser libre, te dicen, y empiezas a torturarte pensando si todo lo que haces lo haces por ti o porque te influyen otros. Y se te va la vida en esta neurosis.
Como quiera que soy esclava aunque sea de mis sentimientos nunca podré alcanzar la libertad. No sé si Buda y Jesucristo lo lograron, pero me parece que también fueron esclavos de su misión.
Saludos, brujo, me voy a estudiar.
Claro que Jesucristo fue libre: libremente vino, libremente nos quiso y libremente aceptó la muerte, aunque le costara.
No te molesto más, amiga: estudia con provecho¡¡.
Me da que hoy bato el record de comentarios;).
Escarbar? No me parece. "La conciencia no requiere nada además de ella misma", y por eso en una medida muy radical y muy íntima, todas las manipulaciones son ilusiones y la vida pública de cada uno no es tal vez su medida real. Uff, buenos dias, Modestino! :))
Creo que sí, que hoy bates el récord...
Parafraseo a "Mañana" para decir lo contrario: Estoy completamente de acuerdo con la cita que has reproducido. Hasta el punto que creo que de las cosas más graves que puede hacer el ser humano es actuar en contra de lo que le dicta su conciencia... aunque se esté equivocando. Precisamente eres libre porque tienes conciencia y , a pesar de los condicionantes , puedes siempre actuar "en conciencia". Nadie puede apoderarse de ella. Cosa distinta es que se vaya diluyendo si no somos conscientes de que hay que reciclarla, formarla.
Creo que estamos condicionados... Nadie vive "en abstracto". Pero ese entorno, familia, situación, no nos determina, no nos aboca a actuar de una forma concreta sí o sí. No es lo mismo condicionamiento que determinismo.
Me copio la cita. Gracias.
la libertad, en este mundo lleno de condicionantes morales, teológicos, sociales, psicológicos o de cualquier tipo, es una meta que se mueve en el terreno del mito, pero que cabe en el terreno de lo individual, en lo más íntimo de cada uno
la conciencia (como se parece fonéticamente a consciencia y qué poco discurren en paralelo!!!) es una masa moldeable en la que identidad personal, que no es sino la memoria de lo que hemos sido, trata de salvar todos esos condicionantes...todo depende de la capacidad crítica con que cada uno recibe los mensajes de esos distinguidos "pensadores" televisivos a los que hace referencia Modestino, y de otros emisores de mayor o menor entidad.
entiendo que en el terreno de la religión católica haya que valorar la libertad personal y la conciencia, que son la esencia de la fé individual...porque, como han dicho reiteradamente los pensadores, si no nay libertad y todo está determinado por un destino al que no podemos sustraernos, Dios no existe
yo, por mi parte, soy un puzzle en el que no siempre las piezas encajan
Caramba Quique, como se nota que estos días tienes tiempo de pensar: ya leeré despacio lo que dices, que es profundo.
Un abrazo¡¡¡
La libertad es un campo donde puedes sembrar lo que quieras...pero con la condición de sembrar. Hay que elegir, hay que ejercer la libertad. Un taxi "libre" no tine ningún sentido: hay que ocuparlo- el problema es que el viaje valga la pena, porque hay quien vive de carreras cortas y largas esperas.
La conciencia, al menos pa mi, hay que irla formando: al principio es cierto que hay muchos condicionantes culturales, familiares,económicos, históricos, biográficos, pero poco a poco uno va quitándole capasa a la cebolla y alcanza un criterio de su vida ( más o menos).
Newman cuando escribe eso es un señor con muchas horas de vuelo, y con alguna decisión en sus espaldas que le llevó a definir muy bien qué es eso de la conciencia.
Mi conciencia hoy, con 50 tacos, no tiene nada que ver con la los treinta...¡pero hay que estar buscando!
¡Buena entrada!
Hoy sí que bates récord Modestino. ¡Vaya temita que has escogido! ;)
Cuando me refería a Jesucristo me preguntaba si él no fue esclavo de su misión.
Libres, libres... No sé hasta qué punto. Libres para elegir pero nuestras elecciones se basan en nuestros pensamientos, en nuestras filias y en nuestras fobias. ¿Hasta qué punto son nuestras?.
Creo que al final no lo bato. Pues yo tengo muy claro que Jesucristo era libre, sabía a lo que venía y lo aceptaba, lo que pasa es que también era hombre y le costaba.
La libertad consiste más en querer lo que haces que en hacer lo que quieres.
Vaya nivelazo intelectual que habéis demostrado tener tú y tus 'colaboradores', Modestino. ¡Cualquiera mete baza o cucharada en este post! Previamente, se necesita un máster en Hegel o Kant en la Universidad de Salamanca. O bien, haberse leído (y comprendido) las obras completas de Kafka. No cumplo (ni por asomo) ninguna de esas premisas, pero no me sustraigo a dar mi opinión.
Me da la impresión de que hay mucha gente que se pasa la vida preguntándose si en verdad es libre, o si su vida viene ya marcada o predeterminada por todo lo que nos envuelve y condiciona. Creo, modestamente, que, por el camino, esas personas pierden el tiempo y la energía. A menudo, las cosas son mucho más fáciles. Veamos.
¿Nos hemos parado a pensar alguna vez cuántas cosas podemos realizar en esta vida por nosotros mismos, sin que nadie intervenga o mediatice nuestra decisión? Yo diría que, si no son infinitas, casi.
Identifico mucho la libertad con la libertad de movimiento y de pensamiento (sí, ya sé que ésta es una interpretación muy superficial del tema), y resulta que esas dos modalidades de libertad son las que, al parecer, menos valoramos, a pesar de que las tenemos casi todos (los que están en prisión sólo sueñan con tener libertad de movimientos). En cambio, me costaría mucho contar las cosas que NO puedo hacer o pensar. ¿Acaso estar solo, meditando, leyendo, pensando o simplemente aburrido no es la forma más genuina y plena de libertad?. Y si ello es así y está al alcance de (casi) todos, ¿a qué viene tanta preocupación o angustia por este tema, amigos?.
Salud y suerte (la libertad nos vendrá dada por añadidura: se trata de saber disfrutarla).
He de admitir, amigo cordobés, que temía un escrito tuyo más agresivo, pero no, me encuentro un largo comentario que tu llamas superficial, y tal vez lo sea, pero que a la vez rezuma saber pensar, saber entender la vida y saber vivirla.
Palenciana, me parto contigo. ¡Qué sentido del humor tan fino que tienes!. Se nota que eres cordobesito, que dices lo mismo que mi marido (él también es cordobés).
Bueno, hombre, si sólo es una forma de pasar el rato aunque, confieso, a mí ya me echa humo la cabeza.
La culpa es de Zapatero, como todo lo malo que ocurre en España, ja, ja, ja,
La culpa me temo que la comparte Zapatero con otros -oposición incluida-; aunque hace unos años el hombre se lució cuando dijo aquello de "no es que la verdad os hará libres, sino que la libertad os hará más verdaderos" ...jo debió decir con buena intención, pero carta analizar someramente la frase para darse cuenta que es una solemne estupidez.
Yo no había oído esta frase de ZP, pero no me parece ninguna estupidez. ¿Seguro que es de Zapatero?. Bueno, sí, tiene toda la pinta.
Modestino, al tema, ¿qué pasa con Jesucristo al final, que ya me he perdido?. ¿Era libre o estaba condicionado por ser el Salvador del Mundo?. Si lo hubiera dejado todo, ¿qué?. Hombre, pues Dios hubiera mandado otro, digo yo, pero reconoce que eso de que toda la Humanidad dependa de tu sacrificio tiene que condicionar mucho, ¡qué presión!.
Y, por cierto, a ver si dejáis de saltar a la yugular cada vez que se toca a Cristo, que sois más papistas que el Papa.
Pues a mí la frase me parece de toa simplonería atroz. Y no te salto a la yugular, perdona sí lo ha parecido, tú opina lo que quieras, que lo haces con mucho arte.
Me apetecía mucho que llegaras a los 20 comentarios, Modestino. No sé si será tu récord personal, pero se debe aproximar mucho. Felicidades. Aparte del tema tan jugoso que motivaba este 'post', creo que la clave de ese éxito también se ha debido a que lo has 'aguantado' en pantalla durante más de 24 horas, sin sustituirlo por otro: otras veces, no nos das tiempo ni a respirar, so julandrón.
A "¿Mañana más?":
Dile a tu marido de mi parte que no presuma tanto de ser cordobés, porque si, como me consta, es del norte de la provincia (de la zona del valle de Los Pedroches), se podría afirmar que es más manchego que cordobés.... ¡Ja! Y si 'se pica' por este comentario, que se haga un salmorejo (que lleva ajo) y se lo tome a la salud de todos los amigos 'blogueros'. (Por cierto, y para no todo sea enojo, dile también que en Los Pedroches se produce hoy día la carne más tierna y jugosa que imaginarse pueda uno).
Brunetti, a mi marido le fastidia un montón que le llame cordobesito, pero lo es.
Tranquilo que no se pica con nadie, si no es conmigo, ja, ja, ja.
Por cierto yo no sé el resto de "colaboradores" pero yo no he hecho ningún Master ni tampoco me he leído las obras completas de Kafka.
Será sentido común.
Sí: sentido común, no lo dudes. Pero no te tomes a Palenciana al pie de la letra, también tiene un 98% de sentido común....;)
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