El fin de semana pasado el equipo de España se clasificó brillantemente para jugar la Final de la Copa Davis al imponerse a Francia por 4-1. La eliminatoria se celebró en Córdoba, lo que supone un auténtico acierto de quien lo decidió así, pues pocas ciudades hay en España tan bellas como la de los califas y quien acudiera a ver los partidos pudo disfrutar no sólo de la victoria de España, sino también del esplendor de la Mezquita, el Barrio Judío, el Museo de Julio Romero de Torres, el Alcázar de los Reyes Cristianos, las Caballerizas Reales, el Puente Romano o el Barrio de los toreros, además de poder meterse entre pecho y espalda el mejor rabo de toro de España en "El caballo rojo", toda una catedral de la gastronomía. Eso sí, a la vista de los calores que se gastan por esas tierras, no se si se asumió el riesgo de achicharrar a los tenistas.
Los cuatro partidos de individuales fueron un paseo para nuestros tenistas; David Ferrer y Rafael Nadal barrieron literalmente a sus rivales de la pista y tan apenas les dejaron ganar unos pocos juegos, también lo hizo Verdasco en el último partido de la eliminatoria, si bien en este caso todo el pescado estaba vendido y no cabe hablar de encuentro competitivo. Nadal volvió a demostrar que sigue siendo un fenómeno y que Djokóvic le puede arrebatar el número uno, pero no la calidad, la fuerza y la vergüenza torera -que de tierra de grandes diestros estamos hablando-, mientras que David Ferrer siguió acreditando que se puede contar con él y es apuesta segura para cualquier eliminatoria, final incluida. Tanto Nadal como Ferrer son fundamentalmente tenistas, gente preparada, que se cuida y procura ser noticia, sobre todo, dentro de la cancha.
Pero la eliminatoria tuvo también su grano, y así la pareja de dobles que formaron Feliciano López y Fernando Verdasco tuvo una actuación flojísma y acabaron siendo sacados de la pista por la pareja francesa que formaban Jo-Wilfried Tsonga y Michael Llodra (1-6, 2-6 y 0-6). No se trata de hacer leña del árbol caído, y menos de dar importancia a una derrota que no influyó para nada en el resultado final de la eliminatoria, pero me llama la atención el sonoro revolcón sufrido por nuestros "apuestos" doblistas. Y sobre todo, no me resisto a comparar a éstos con Ferrer y Nadal, pues mientras los dos titulares de los encuentros individuales se muestran siempre como personas cabales, sencillas y concentradas en lo suyo, intentar ganar partidos, López y Verdasco -a quienes llaman "Feli" y "Fer"- aparecen, al menos cara al exterior, como dos "pijaitos"´tremendamente preocupados por su imagen exterior y especialmente conocidos por sus éxitos con las chicas. La realidad que se percibió en Córdoba es que mientras unos no dejaban resquicio a la sorpresa, otros naufragaban literalmente en la pista.
Tanto Feliciano López como Fernando Verdasco se muestran como una especie de "metrosexuales" -he de admitir que no domino bien estos conceptos y, en consecuencia puedo estar equivocandome- muy preocupados de la colonia que usan, el tipo de peinado que llevan, la camiseta que se endosan y la última top-model con cuyo palmito se pasean por las ciudades y lugares de moda, cuando deberían andar más pendientes de cumplir adecuadamente en el terreno de la verdad. En la Final que próximamente se jugará frente a Argentina en tierras españolas -no se si ya se sabe el escenario- no tengo ninguna duda de que Nadal y Ferrer, sea cual sea el resultado de sus respectivos partidos, darán el do de pecho, a ver si estos dos niños bien se saben portar en esta ocasión y, aunque se despeinen y se manchen un poco, no nos hagan perder de salida uno de los cinco puntos en juego, que me parece que no va a sobrar ninguno, que no estamos en disposición de tirar por la borda ninguna de nuestras bazas.
10 comentarios:
Buena observación y plena coincidencia en ella. Será casualidad, pero el único punto que se perdió fue precisamente el suyo.
En mi opinión, de Verdasco aún podemos esperar alguna cosa, pero de Feliciano López, poco, muy poco (al menos dentro de la pista)
Me faltan conocimientos de tenis para valorar la calidad del dobles español, solamente puedo constatar que son bastante pijos ...;)
La verdad es que no me había fijado en esa diferencia, pero estoy de acuerdo.
En cuanto les pilla la prensa del corazón y entran en la rueda de los programas rosas... El tenis, desde donde alcanzan mis conocimientos, es un deporte sacrificado, con muchas horas de entrenamiento sin tregua para andar en otros asuntos. Y en la pista, máxima concentración. Todo lo que despista es un handicap. Como para estar pendiente de si el pelo sigue en su sitio o lo pantaloncitos te hacen buen tipo.
A Nadal lo imitan por sus ritos y le trae al fresco.
Muy buenas observaciones.
Saludos, Modestino.
Como en tantas ocasiones, se admiten defensores de los doblistas.
Sunsi y Susana, saludos.
Una pareja de dobles especialista en eso no ha sido muy habitual en el tenis español, creo que en el australiano los hay (ellos son muy de la Davis) Diría que la mejor pareja de "la roja" la formaron Vicario-Casal (también unos pijines pero le daban bien) aunque en su época poco hicimos en la Davis...
Corrígeme si me equivoco Modestino, no "stoy" tan puesto como tú, ahora bien si lo haces te la devuelvo con un Ace -pronunciado "eis"-
Sí, yo también pienso que la mejor pareja de dobles ha sido Sergio Casal-Emilio Sánchez-Vicario, aunque en tiempos primero José Luis Arilla y luego Joan Gisbert fueron excelentes parejas de dobles de Manolo Santana.
Los citados junto a Orantes y Juan Manuel Couder formaron parte de los equipos que jugaron sendas finales de la Davis en Australia con Jaime Bartoli de capitán a mediados de los 60.
buena liftada Modestino ;)
Repasando las cuatro finales ganarás por España me llevo la sorpresa de que Feliciano López y Fernando Verdasco se impusieron en el partido de dobles de las dos últimas, incluso en la de 2008 jugada en Argentina su triunfo fue decisivo y el propio Feliciano ganó su primer partido de individuales a Del Porrón cuando Ferrer había perdido el suyo: así que tengo que ser justo con los mozos y confesar mi ignorancia.
También me ha servido para recordar que en la primera final ganada (año 2000) también los dobles fueron decisivos y entonces la pareja era la formada por Alex Corretja y Joan Balcells, quienes vencieron a los favoritos australianos Wolsworth y Stolle en tres sets, sin que Balcells -un experto doblista- perdiera ni un sólo servicio suyo.
Por el contrario, en la final de 2004 Verdasco y Tommy Robredo fueron barridos por los norteamericanos hermanos Bryant.
No es Del Porrón, Sino Del Potro, número 1 argentino. Fue una mala jugada del móvil.
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