27 de septiembre de 2011

La última corrida



El pasado domingo la Plaza Monumental de Barcelona bajó definitivamente la persiana y, por mor de la ley aprobada por el Parlament catalán, se puede decir que los toros han pasado a la historia en Cataluña. Eso sí, aunque haya a quien no le guste, nadie podrá evitar que a partir de ahora no solamente pasen a la historia, sino que formen parte de ella, incluso habrá quién piense que la historia taurinas del Principat se corresponde más con la realidad que la de Wilfredo el Pilós. No hay que ser excesivamente trascendente, pues lo que los entendidos llaman "la fiesta" no es más que un espectáculo, algo festivo, pero en Barcelona y en el resto de la región dicho espectáculo ha tenido momentos de brillo y gloria importantes. Barcelona ha tenido toreros adoptados como a propios, como fue el caso del onubense Antonio Borrero "Chamaco", quien cimentó su éxito en grandes tardes en "La Monumental"; en la ciudad condal han toreado los grandes diestros de siempre, desde Domingo Ortega, Marcial Lalanda y Manolete, hasta "El Viti", Antonio Ordóñez, Curro Romero, "El Cordobés", Julio Robles, "El Niño de la Capea", Dámaso González, ... También los mejores toreros de la actualidad han frecuentado Barcelona, y sin ir más lejos la víspera del "cierre" torearon y triunfaron allí quienes es posible sean, José Tomás aparte, los tres mejores del momento: "Morante de la Puebla", "El Juli" y José María Manzanares. Y todo ello sin olvidar que también en esa plaza apareció el drama que acompaña tantas veces a los toros, pues allí murieron por asta de toro el banderillero Joaquín Camino, hermano de Paco Camino en 1973 y el diestro portugués José Falcón en el verano de 1974.

Cada cual tiene sus tradiciones y cada Parlamento es soberano para legislar como le venga en gana, pero la prohibición de los toros en Cataluña adolece, desde mi punto de vista, de dos pecados principales: caer en el triste hábito de prohibir, algo que desgraciadamente parece haberse extendido a excesivos ámbitos y hacer ver que de tras de la decisión hay un afán de dar una bofetada al resto de España, porque en Cataluña hay otras costumbres con aspectos igual de discutibles acerca de las cuales nadie dice nada, sin olvidar que, por ejemplo, en tradiciones tan históricas como los "castells" se incide de vez en cuando en el abuso de forzar a niños de menos de 5años a subir a lo más alto de la torre humana contra su voluntad, y lejos de mí insinuar que deberían prohibirlo. Por el momento, el día señalado el coso barcelonés registró un lleno hasta la bandera, y triunfaron por todo lo alto el "number one" indiscutible, José Tomás, y el mejor torero catalán de la actualidad, Serafín Marín, con la presencia del veterano Juan Mora, un torero poderoso y de esencias.

El sol seguirá saliendo cada día sin toros en Barcelona, no es ni necesario ni conveniente hacer una tragedia de la decisión de los políticos catalanes y como tantas cosas imagino que será bueno valorar la medida con serenidad y capacidad de comprender actitudes y ponderar pros y contras. En cualquier caso, non estaría de más contemplar el mundo de los toros no solo con desapasionamiento, cuestión tal vez aplicable a los taurinos, sino también sin visceralidades, no vayamos a caer en la hipocresía de escandalizarnos de un espectáculo mientras sigue habiendo, sin que nadie diga esta boca es mía, Salas X y anuncios de contactos y se sigan tramitando determinadas leyes que afectan a vidas de superior importancia que los irracionales.


12 comentarios:

paterfamilias dijo...

Efectivamente, ese afán de prohibir y sobre todo eliminar todo aquello que huela a español es lo que les llevó a esto. Además, son ganas de crear una polémica donde no la hay: que me perdonen los amantes de la tauromaquia, pero en Cataluña estaba llamada a desaparecer (hace tiempo que las plazas no se llenaban). Si los contrarios a las corridas hubieran esperado un poco, habrían desaparecido de una forma natural.

Otro tema es la contradicción que existe con la permisividad que se da en el "correbous" por ejemplo.

Driver dijo...

En una sociedad teóricamente plural, el recurso de prohibir nos deja el regusto amargo del paso atrás, de la ocasión perdida, de la posibilidad cercenada.

Modestino dijo...

Los correbous se ve que no les ofenden ...
Me gusta tu frase, Driver.

Mariapi dijo...

Esto es otra de las paranoias megalomanas de los nazionalistas, tan apasionados cuando hablan de la libertad ...pero sólo para imponer la suya.
Lo que más me duele es esta "omertá" de la sociedad catalana actual...

Modestino dijo...

Hay una realidad que allí está, don muchos años sembrando y, en mi opinión, excluyendo.

veronicia dijo...

Hace muchos años que en cataluña a algunos les estorban los toros pero lo de que es por las corridas de toros yo no me lo creo; por toda la N II el toro de Osborne fué acompañando mi infancia... poco a poco fueron derribados todos los que había en Cataluña; ni cuando los declararon de interés nacional han sido respetados... a unos cuantos les da igual porque en Cataluña no quedó ni uno y si lo ponen lo quitan.

A las afueras de Barcelona está Mercabarna con un matadero; en palabras claras quien quiera ver un espectáculo que no va a olvidar, gratis que se reproduce miles de veces cada noche ya sabe donde...; corrales de recepción del ganado (6.500 m2)
zona de sangrado;
‘box ritual’ /aparato que inmoviliza al animal y permite el sacrificio ritual, mejora las condiciones higiénico-sanitarias, reduce el sufrimiento del animal y favorece el trabajo del matarife/ aseguro experiencia inolvidable ( y de verdad solo para mayores de 21 años )

Modestino dijo...

¿y qué les habrá hecho el toro de Osborne?, a mí me gusta más que el burro ese horrible.

tomae dijo...

¿Creéis que podría trasladarse este asunto (con las connotaciones políticas, nacionalistas...) a otros territorios como Euskadi?

Modestino dijo...

En el País Vasco hay muchísima más tradición taurina que en Cataluña. Las Ferias de Bilbao y San Sebastián siempre han sido de las más importantes.

Incluso tras unos cuantos años de ausencia de dichas Ferias han vuelto a celebrarse con toda la fuerza.

Alberto dijo...

Otra genialidad nacionalista, que son felices dando supuestas bofetadas al "Estado Español". Como dice paterfamilias, si hubiesen esperado un poquito, la fiesta de los toros caería por su desuso en Cataluña, donde tiene escasos adeptos. Pero la estulticia nacionalista es tal, que con provocaciones como ésta igual consiguen que crezcan como setas los aficionados a los toros en Cataluña.

Lo de permitir los correbous no es más que otra muestra de la doble moral nacionalista: estamos de acuerdo con que sufran los toros, pero a nuestra manera, no a la de los "otros".

tomae dijo...

Comentario duplicado.

Modestino, hoy contestando comentarios sobre el tema que también trataba, recordaba lo del concurso bianual de Castells en la Plaza de Toros de Tarragona, donde alguna colla excusaba su participación por tratarse de eso, una Plaza de Toros.

Modestino dijo...

El concurso creo recordar se celebraba cada 2 años. Se ve que a los de la colla esa les gustaba lucir los cuernos en otros escenarios ... ;)