16 de septiembre de 2011

La que montó Babacan ...



Al Atlético de Madrid le ha correspondido enfrentarse en Europa al Celtic de Glasgow 37 años después del histórico partido que en semifinales de la Copa de Europa -hoy Liga de Campeones- jugaron escoceses y madrileños en Glasgow el 20 de abril de 1974 y que acabó convirtiéndose en uno de los partidos más polémicos de la historia de la competición. Quienes nos informábamos de manera exclusiva por la prensa española pusimos desde el principio el centro de la polémica en el árbitro turco Dogan Babacan, un individuo bajito y calvo, con aspecto de minucioso que expulsó a los rojiblancos Ayala, Panadero Díaz y Quique; es más, a partir de entonces el apellido Babacan tuvo las mismas reminiscencias que en su día hicieron famoso al malogrado Emilio Guruceta. No obstante, quienes vimos el partido, a poco que nos vistamos de cierta objetividad tendremos que reconocer que el Atlético de Madrid ejerció una dureza notoria y reprobable, por mucho que los jugadores escoceses andaran de víctimas y provocadores y los espectadores hubieran convertido el Celtic Park en un infierno.

Los rojiblancos eran entrenados en aquella época por el argentino Juan Carlos Lorenzo que había hecho campeón de Argentina a San Lorenzo de Almagro, y ya se sabe que los entrenadores de por allí tienden a alimentar a sus jugadores con "bocadillos de tigre". Lorenzo no lo hizo mal con el Atlético, pues mantuvo al equipo siempre en posiciones privilegiadas de la clasificación y, junto al juego duro, le hizo practicar un inolvidable juego de contrataque que tuvo su más elocuente manifestación en un partido de esa misma Copa de Europa frente al Dinamo de Bucarest: de las veces que mejor he visto jugar en Europa a un equipo español. En la alineación titular presentada por Lorenzo en Glasgow militaban nada menos que seis defensas: los argentinos Panadero Díaz, Iselin Santos Ovejero y Cacho Heredia, el paraguayo Banegas y los españoles Melo y Eusebio; tanto Panadero y Ovejero como Benegas eran de los centrales más duros que corrían por aquella época por los campos de España. Las entradas de los jugadores españoles fueron muy duras, aunque bien es cierto que los delanteros rivales exageraban la nota en cada falta.

Me acuerdo perfectamente como las jugadas más polémicas eran iniciadas casi siempre por Jimmy Johnstone, un extremo derecho bajito, pelirrojo -ese día iba muy pelado- y con aspecto de algo mayor que no paraba de correr por la banda y caer al suelo espectacularmente en cuanto le tocaban: Johnstone, a quien llamaban la pulga voladora y era ya la figura del Celtic cuando en 1967 se impuso contra todo pronóstico al Inter de Milán en la Final de la misma Copa de Europa, se revolvía por el cesped como si le hubiesen intentado lapidar y conseguía excitar a un público exaltadísimo. Como queda dicho, el árbitro turco terminó expulsando a tres jugadores rojiblancos, a dos de ellos -Panadero y Quique- por sendas entradas francamente terroríficas y al Ratón Ayala por doble amonestación, y el encuentro acabó en empate sin goles y con un ambiente enormemente tenso en el campo y en las gradas. Curiosamente, el partido de vuelta se jugó en una balsa de aceite y los del Calderón se impusieron 2-0 con goles de dos históricos: Gárate y Adelardo, un par de caballeros del fútbol que, junto a Ufarte, Martínez Jayo, Melo, Salcedo, Alberto o Irureta daban un toque de elegancia a un equipo con demasiado "cabestro".

Con los años los jugadores atléticos han acabado reconociendo que se excedieron en sus entradas: al equipo se le contabilizaron 51 faltas, todo un record. Al parecer Panadero Díaz ya se la tenía jurada a Jimmy Johnstone de la Final de la Copa Intercontinental de 1968, cuando el lateral argentino jugaba en Racing de Avellaneda y se enfrentó al Celtic. Cuenta Miguel Reina, portero entonces del Atlético y padre de Pepe Reina, que la policía acabó metiendo a los jugadores rojiblancos "a prorrazos en el vestuario". La prensa española de entonces magnificó lo sucedido y ofreció una versión tal vez demasiado parcial de los hechos. Yo, que vi íntegramente el partido por la tele, recuerdo tanto el excesivo teatro de los escoceses como la pérdida de control de los integrantes del plantel madrileño.

Tras pasar esa eliminatoria, el Atlético jugó la Final de la competición con el Bayern Munich de Maier, Beckenbauer, Breitner, Hoennes, Muller, ... un trofeo que voló en un desgraciado último minuto de la prórroga en el que el central bávaro Schwarzenberg marcó el único tanto importante de su vida y el citado Reina cantó más de la cuenta. El 1-1 dio lugar a un partido de desempate en el que los teutones barrieron a los nuestros, pero esto da para otra entrada.


10 comentarios:

paterfamilias dijo...

¡Vaya tela con los atléticos!

Modestino dijo...

El Atl´´etico siempre ha sido fuente de polémicas, y en aquella época también de buen juego de contrataque.

veronicia dijo...

En esa amalgama partidarios de unos y otros equipos que somos en mi familia mi madre es del Atletico de Madrid...

Un hecho inexplicable para mi hasta ésta entrada de hoy; como le habla "a la TV" cuando juega un equipo español y como reacciona cuando sueltan o les sueltan alguna patada; mas o menos como si fuera algo de lo más normal y parte de la estrategia de juego.

(Lo de la falta táctica tiene un concepto mucho más amplio; si es a favor)

Tommy dijo...

Aún recuerdo a los inigualables Tip y Coll, que en la sección de deportes de su informativo paralelo (que en alguna ocasión comenzaron con "Deportes: han sido deportados...") definieron la UEFA como Usuarios Empeñados en Fastidiar al Atlético. Ay, aquella España.

Modestino dijo...

Aquella España no volverá, ni para bien ni para mal ... y a Tip y Coll nos los encontraremos arriba, no lo dudes Tommy.

Eso de enfrentarse con la tele es usual en muchos españoles y españolas, Vero.

veronicia dijo...

Muy bueno lo "Deportes; han sido deportados..." (madre mía la sección de deportes que les quedaría ahora...)

Álvaro Lamela dijo...

Enlazo el artículo a mi blog, dado que he hablado de Babacan y su primera expulsión en los mundiales.

Modestino dijo...

Gracias, me daré una vuelta por el blog.

Harrodienekes dijo...

Más bien no tienes ni puta idea. Panadero no era central, Reina no cantó y la final se perdió en un segundo partido que contaba como prorroga del primero y no pudo jugar ningún sancionado como en el primero.

Modestino dijo...

La prórroga yel desempate quedan perfectamente explicados en el post. Panadero era lateral zurdo, pero también jugó de central en varias ocasiones, ... pero sí, era lateral izquierdo.

Lo de Reina ... a mí me pareció una cantada: vi por la tele los dos partidos de la semifinal y los dos de la final, no hablo de oidas. Eso sí, lo de la cantada es opinión mía, todo lo subjetiva que quieras.

Mi blog es de aficionado, no soy un profesional y escribo de memoria casi siempre, con lo que admito errores e imprecisiones, por supuesto.

A lo mejor no tengo ni p ... idea, lo que tu no tienes es educación.