26 de mayo de 2010

"Los pazos de Ulloa", Emilia Pardo Bazán













Emilia Pardo Bazán fue quien introdujo el naturalismo en España; el naturalismo es un estilo literario basado en reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. "Los pazos de Ulloa" es posiblemente la obra cumbre de la Condesa de Pardo Bazán y en ella se refleja en toda su crudeza el ambiente decadente de la ariostocracia gallega, algo que también hicieron brillantemente en el siglo XX Elena Quiroga -"La sangre" (1952)-y Gonzalo Torrente Ballester -"Los gozos y las sombras" (1957)-.

Pardo Bazán destaca en medio de una serie de grandes escritores que conforman la corriente realista de la literatura española que brilló en la segunda mitad del siglo XIX; una nómina en la que destaca por encima de todos Benito Pérez Galdós, así como "La Regenta" de Leopoldo Alas "Clarín", posiblemente la obra culmen de la época. Otros nombres destacados son los de Pedro Antonio de Alarcón -de primer nivel "El escándalo"-, así como los escritores llamados regionales: el valenciano Vicente Blasco Ibáñez, el cántabro José María de Pereda, el andaluz Juan Valera y el asturiano Armando Palacio Valdés. Curiosamente, el naturalismo enfrentó a todos ellos, pues mientras unos, con Pardo Bazán y Pérez Galdós a la cabeza, lo defendían otros -Pereda y Alarcón- lo llegaban a considerar inmoral.

La novela, publicada en 1886, narra el impacto que produce la llegada de Julián, joven sacerdote, a los Pazos de Ulloa, donde el señor marqués vive una vida semisalvaje en compañía de sus supuestos servidores. Emilia Pardo Bazán decribe con crudeza, pero con maestría y veracidad a la vez, el caciquismo imperante, el sometimiento de la mujer en el mundo rural de la época. Es también una novela de personajes llenos de riqueza y significado: Primitivo, especie de mayordomo a quien, en la sombra, todos obedecen; su hija, la bella Sabel, el Marqués, que vive una vida salvaje, Nucha, la menor de las hijas, mujer dulce, de buenos sentimientos, no muy agraciada, y de una cierta debilidad enfermiza. El mensaje que al parecer pretendía introducir Pardo Bazán es la necesidad de integrar la naturaleza y la civilización. La aristocracia rural gallega era una sociedad cerrada que vivía según pautas ‘naturales’; el sentido último de la obra consiste en mostrar que todo aquel que no se adapta a ese medio o bien lleva una existencia marginal o bien es aniquilado.

Galicia, su geografía, sus paisajes, sus gentes, ... son terreno abonado para la literatura, si como es el caso, estamos ante una escritora formidable, los libros ambientados en esta zona de España adquieren un encanto espxial, algo que se aumenta cuando se habla de mujeres gallegas: Emilia Pardo Bazán, como Concepción Arenal o Rosalía de Castro, y varios siglos antes María Pita, demuestran que ya hace unos cuantos años en el norte de España las mujeres fueron pioneras en muchas cosas.

Con "Los pazos de Ulloa" traigo aquí la representación de una época de la literatura española que me encanta y tengo en demasía abandonada; obras como los "Episodios Nacionales", "Misericordia" o "Fortunata y Jacinta", las referidas "La Regenta" y "El escándalo", "Pepita Jiménez", "Peñas arriba" o "El sombrero de tres picos" son auténticas joyas de la literatura y deberíamos hacer algo por airearlas más.


11 comentarios:

Suso dijo...

Para mi, de lo mejor de lo mejor, desde Galdós,todo Galdós, hasta los que citas.Amenos,intensos y con cuajo.Eran grandes.

Me zampé hace un mes las novelas de Toerquemada de Galdós y me quedé alucinado de la actualidad que tiene.

Modestino dijo...

Tomo nota de la serie de Torquemada, no la he leído y es una buena idea para recomenzar con galdós, aunque aún me quedan Episodios Nacionales pendientes.

ana dijo...

Son unos autores que no tengo nada aprehendidos. Sólo he leído a Pérez Galdós... en fin, habrá que ir espabilando.

Un saludo Modestino.

veronicia dijo...

Emilia Pardo Bazán me cae bién...
Ella podría haber vivido muy tranquila haciendo cosas de señora rica de las de entonces pero sus inquietudes intelectuales no le permitieron quedar indiferente ante la ignorancia y el sistema educativo.
Conoció a Victor Hugo, E. Zola, y Galdós.
Feliz día de primavera...

Modestino dijo...

Feliz día de primavera Ana y Veronicia.

Víctor Hugo es un gran autor, con un libro formidable sobre todos: "Los miserables", con el que se hizo además una excelente película con Liam Neeson, Geioffrey Rush y Umma Thurman, e incluso recuerdo una serie de TVE en el espacio "Novela", con Pepe Calvo, Lola Cardona, Lola Gaos, Andrés Mejuto, Teresa Rabal, ...

Brunetti dijo...

Lo siento, buen amigo, pero hoy no me ha convencido tu recomedación literaria. No dudo de la calidad de la obra, ni de la importancia y personalidad (adelantada a su tiempo, sin duda) de la autora, pero me da el pálpito de que debe de ser algo rancia.

Además, habiendo tantos libros por leer y disponiendo de tan escaso tiempo para ello, creo que suspenderé la asignatura de Emilia Pardo Bazán para siempre.

En todo caso, salud y buena lectura.

Modestino dijo...

Admito tu postura, amigo Brunetti, pero la Pardo Bazan tiene bien poco de rancia.

Zambullida dijo...

Aparte de las obras citadas, yo añadiría "Doña Perfecta" y "Miau" dos de las mejores novelas, a mi entender junto a "Fortunata y Jacinta" de la literatura española. He leído también a Varela. A la Pardo Bazán, la conocí de muy jovencita; un día de éstos volveré a ella. Gracias por el recordatorio.

Modestino dijo...

"Míau" y "Doña Perfecta" no las he leído. Valera escribe de forma encantadora.
Pereda puede ser algo más pesado, pero sus descripciones son fantásticas.

Mariapi dijo...

Modestino, yo empecé por el final: Elena Quiroga me acercó a esos paisajes norteños, y fuí descubriendo a Pereda, Pardo Bazán y algo de Galdós. Gracias, tu post me hace pensar que debería releerlos.

Modestino dijo...

Elena Quiroga es uno de esos escritores a los que se tiene en un olvido que me parece injusto; ya hablé hace poco de Fernández Santos, y en el mismo paquete podríamos poner a Luis Romero, Dolores Medio, Juan Antonio de Zunzunegui, ...