8 de septiembre de 2009

Los hijos de "Erasmus"



Ayer cogí el autobús de las 21.00 horas para regresar de Zaragoza a Huesca; lo hice en la parada de "Averly" y desde la Estación Intermodal ya venían instaladas en el asiento posterior al mío dos jóvenes estudiantes que, en la oscuridad del vehículo, me parecieron bastante elegantes y resultonas. Tras ponerse en marcha el bus ambas reanudaron su conversación de la que deduje que hoy tenían examen; me quedé con la curiosidad de saber qué carrera cursaban,aunque el hecho de oírlas hablar de "conductismo", "Freud", "psicología sexual" y términos similares me lleva a pensar que hacían psicología.

No pude evitar sentir simpatía por dichas "mozas", me suele pasar cuando se trata de estudiantes, una situación que me hace recordar la ya lejana época en que yo lo era, esos tiempos en los que los agobios y los desasosiegos venían por algo tan poco dramático como unos exámenes, unas asignaturas o unos profesores más bien huesos. Valoro el interés, la ilusión, incluso el cierto teatro que transmiten esas conversaciones de estudiantes. Ambas estaban muy seguras de llevar bien atado el temario de la asignatura que les había quedado colgada, aunque tras asegurar lo mucho que habían estudiado siempre acababan curándose en salud por si las moscas.

Han pasado muchos años desde aquellos setenta en que yo andaba en esas aventuras, pero creo no equivocarme al afirmar que los tiempos han cambiado mucho. Me llamó la atención lo mucho que habían vivido y viajado estas chicas, a diferencia de mi época en la que como mucho se montaba un paso del Ecuador, frecuentemente con destino nacional, al que asistían algunos. En la escasa hora que dura el viaje por la autovía, además de Freud y familia, salieron a la palestra los cuatro meses que el hermano de una de ellas, estudiante de Derecho y Económicas, se va a pasar en Milán a costa del "Erasmus", la estancia de otro amigo en Bolonia, donde por cierto aseguraban que aprobar era facilísimo, los viajes de una en plan intercambio a Irlanda e Inglaterra, los veranos que la otra se había pasado en Chicago y Las Vegas, todo ello contado con la misma sencillez con que en nuestros tiempos hablábamos de la Playa de Salou, el Palacio de Hielo de Jaca o la cornisa cantábrica.

¡Qué distinta panorámica la de los estudiantes de hoy!; la verdad es que me gustaría profundizar en otras cosas: cuáles son sus aspiraciones, su visión de futuro, en que medida valoran todo este despliegue de medios y esta enorme pluralidad de opciones o se han acostumbrado a ello como cosa normal, ... ¿son de verdad unos niños, unas niñas como a veces aparentan?, ¿o en el fondo han madurado mucho antes que en nuestra época?. Yo anoche me baje del autobús sorprendido, porque no se si la juventud está viviendo muy deprisa, si todo este montaje avasallador es bueno y fructífero, o si no hay nada nuevo bajo el sol y, sencillamente, lo que pasa es que me he hecho mayor.




13 comentarios:

María dijo...

Pues fíjate que yo creo que no se valoran en su momento esas experiencias viajeras. Luego, cuando pasa el tiempo, sí.

Yo lamento no haber aprovechado mi periodo universitario para haber viajado más, las becas Erasmus eran un chollo para eso.

Porque la mayoría de la gente que las disfruta, lo que hace es ir de cachondeo... alguna película hay sobre eso incluso.

En fin, qué añoranza de la etapa estudiantil!

Modestino dijo...

Yo también tengo la impresión de que frecuentemente la estancia fuera de España sirve mucho más para ver mundo y disfrutar que para aprender algo.

De cualquier manera a muchos nos pasa que al cabo de los años lamentemos no haber aprovechado lo suficiente las oportunidades. Yo, desde luego, siempre he lamentado no haber sido más minucioso y profundo en preparar las asignaturas y adentrarme en el mundo jurídico.

Blancael dijo...

Hola , no se si me conoces del blog de Sunsi, alguna vez me habrás leido..
Yo pienso que no lo valoran como deberían, ya ven como algo natural viajar ,y ya no dentro de España, sino en el extranjero.
Pero pienso que es culpa de los padres, que somos los que les dejamos ir, y les pagamos los gastos, pensando que es lo mejor para ellos.
Y no les va mal , aprenden otros idiomas, otras culturas, y a sacarse ellos solitos las castañas del fuego, así qeu si lo saben aprovechar, pensemos que es por su bien, y por su futuro.
Un saludo

Modestino dijo...

Creo que ya entraste en alguna otra ocasión, ¿tal vez en el post de la Torre de Londres?.

Sí, siempre pasa que uno sólo valora las cosas cuando no las tiene. Eso sí a más de uno nos hubiera vendio muy bien aprender a funcionar solos unos años antes.

Bienvenida¡¡¡

Lumroc dijo...

Ya sé que es un ordinariez, pero en algunas universidades a los estudiantes de "erasmus", se les conoce como "los orgasmus".

No creo que sea necesario explicar la razón.

Yo he tenido bastantes alumnos de estos. Mucha voluntad (a veces) y poca chicha (siempre).

Es, claro, una opinión basada en mi particular experiencia.

Modestino dijo...

Uff, tal apelativo es extensible a mucho tipo de personal, aunque muchas veces hay cosas que son más de boquilla que otra cosa.

Yo no tengo experiencia directa, la verdad, pero seguro que también hay quien se salva.

Rosaura dijo...

Me parece admirable tu capacidad para, a partir de una conversación de autobús, (Por cierto, ya veo que no perdiste detalle, a mí también me pasaba, a veces sin querer,en el autobús te enterabas de todo)plantear el tema de los Erasmus y la nueva forma de vivir de la juventud, de los comentarios que haces se aprecia que tu espíritu es jóven porque se nota que miras a esos estudiantes de los que iba lleno el autobús de Huesca con cariño y un poco de nostálgia de aquella época de nuestras vidas.
A mi este tema de los Erasmus me pilla algo cerca porque lo he vivido en mi propia familia, mi hermano pequeño, y desde luego pienso que es absolutamente positivo, y yo creo que sí que lo valoran y que salen personas mucho más abiertas y preparadas para la vida en general por ese contacto con personas de diferentes países y costumbres, además valoras más tu propio país y te sientes orgulloso de él cuando sales fuera.
Me resultó curioso lo que me contaron acerca de estudiantes vascos que al principio del curso cuando les preguntaban de donde eran decían que vascos y al final terminaron diciendo que eran españoles.
Considero absolutamente fundamental el dominar más de un idioma, mi gran error ha sido ese, ahora intento paliarlo con clases de inglés pero con las que no llegaré a mucho porque hay que hacerlo de jóven.
No obstante espero que mis hijos sí sean Erasmus.
¿Podría haber Erasmus para mayores, sería genial? ¿ Nos apuntaríamos ahora verdad?

Modestino dijo...

Te agradezco, Rosaura, lo el espíritu joven, pero no estaría yo tan seguro. La conversación de ayer es posible que me ayudara a ver a las dos muchachas con cariño y nostalgia, pero ni te digo lo que pienso cuando escucho otro tipo de conversaciones o cuando en San Lorenzo, el día del chupinazo, me veo amenazado de ser bañado en vino por decenas de jóvenes con exceso de alcohol que se cobijan en el anonimato de la masa.

Lo del orgullo patrio ... no se, no se ...y eso de los vascos, pues a ver si se trata de mandar de Erasmus a una serie de gudaris!.

Yo no me apuntaría a Erasmus, ... si acaso a un crucero por el Caribe, una visita guiada a Egipto o a una entrada para una Final de la Liga de Champions en Wembley ... pero para otros trotes no estoy;).

Brunetti dijo...

¿De verdad alguien cree que, al salir al exterior, aumenta el 'orgullo patrio'?

Pues si es así, debo de ser un bicho raro porque, cuanto más viajo al extranjero, más me convenzo de que somos un país de pacotilla.

Se nos llena la boca con o de 'España' y, en realidad, cuando comparas, te das cuenta de que esto está lleno de cafres, de maleducados y de ruidosos. En cuestiones de educación, solidaridad y civismo, mi opinión es que estamos a años luz de los países de nuestro entorno. Si no fuera por el sol y el calor, que tanto gusta a la gente, no nos visitarían ni las cigüeñas.

Modestino dijo...

Me parece que hemos perdido "caché" en el entorno internacional, aunque en todas partes deben de cocer habas.

Tommy dijo...

Completamente de acuerdo con Modestino, Brunetti. Gilipollas hay en todas partes. Y en algunos sitios, encima con complejo de superioridad.

En cuanto al tema de los vascos que ha introducido Rosaura, me contaban hace tiempo que un sujeto con aspecto de ideólogo batasuno estaba hablando con otros de la misma cuerda en el bar de una villa navarra y les decía que conocía muchos países y que había viajado mucho, pero que como el Kas de limón de su pueblo no había bebido nada.

Quizás habría que tener en cuenta historias como éstas para analizar las raíces del "problema vasco". Y digo las raíces porque, en cuanto a las ramas y el tronco, ya dijo Arzalluz lo que tenía que decir: aquéllo de que unos mueven el árbol y otros recogen las nueces.

P.D.: Saludos desde Donosti.

sunsi dijo...

Rescato una anécdota de mi época (la tuya...) No hacía falta estar en la Uni para viajar a países de habla inglesa. ¡¡¡Aprender inglés!!! Así me va a mí...

Pues el asunto es que "se llevaba" ir a Irlanda...no sé por qué...
En bastantes bares irlandeses había un cartel en el que se podía leer: "Prohibida la entrada a españoles" Calcula... Me lo ha recordado el comentario de lumroc.

Estoy convencida de que viajar tiene que ser fantástico, enriquecedor... siempre que el que viaja sepa a qué va y tenga un mínimo de decencia para amortizar lo que lo papás invierten en estas salidas.

Un saludo. Me gutaría decir desde Bolonia o New York o París... pero no... sigue siendo desde Tarraco.

Máster en nubes dijo...

Me ha gustado mucho la entrada por lo que dices y por el modo en que la haces, anda que no se aprende oyendo a otros en el autobús o donde sea. En fin, viajar es bueno pero estoy con Sunsi y otros, depende de cómo se haga, al final puede ser tan empobrecedor como cualquier cosa. Y hoy abunda una especie peligrosa que es el tonto global, aquel que ha viajado, habla idiomas y lo que tú quieras, pero que no ha procesado nada o poco. Viajar es también una actitud, y hay gente que viaja sentado en un sillón y tiene esa apertura de mente sin moverse de él, mientras otros, me temo que muchos jóvenes, lo que les sirve el Erasmus es para lo que apunta Lumroc y otros. Depende del chico, tuve Erasmus de los países bálticos que eran excelentes estudiantes, e italianos que eran de pena. Y de los que envíabamos desde el CEU lo mismo, gente con ganas de realmente aprender, y gente que iba como a Disneylandia, de paseo.