Lo he visto bastantes veces, frecuentemente bordea el medio siglo, tez morena, ropa cara y deportiva y no es raro que lleve gomina; va por la vida de triunfador, su situación económica es holgada -o al menos lo aparenta- y presume de distinguir con acierto y matices los sabores, aromas y cosechas.
Por eso cuando se dirige a la barra del último pub de moda lo hace pisando fuerte, seguro de su capacidad, convencido de tener el toque irresistible de los elegidos. El porte imperial, los pasos tranquilos, la mirada intensa y la sonrisa tan impecable como falsa. No hay razones objetivas, pero el hombre piensa que el mundo está a sus pies, que en ese establecimiento todos deben de haber llegado a la situación de éxtasis al verle entrar.
Y al otro lado de la barra, ... en el polo opuesto del contrato social, la joven camarera se dispone a lidiar con el eral, muy hispano, muy arrollador. Seguramente no está allí por gusto, servir cubatas no es vocacional; posiblemente se quiere pagar unos estudios que le lleven más allá de una vida con demasiado olor a lejía, o se inicia en el mundo laboral a la espera de oportunidades de mayor futuro, ... es posible que haya llegado con su familia no hace mucho de Perú, Marruecos o Bulgaria y esté metida de lleno en la lucha por sobrevivir en tierra extraña ... Frente al "madurete" sólo le queda escuchar y cumplir, ni se le permiten confianzas ni le conviene caer en la tentación de ponerle en su sitio.
Pero hoy el tipo quiere guerra y posiblemente comienza mirando a la moza de arriba abajo con ojos que ni disimulan, ni vacilan ni respetan; él está en su territorio y ella a su disposición; puede parecer caballeroso, pero es incapaz de ocultar ese concepto tan peculiar de la vida, un injustificado sentido de la propiedad, una especie de derecho sobre aquél al que las circunstancias han puesto por debajo, una insoportable condescendencia. Pero sobre todo hay una posición tan lasciva como indecente, una postura "panorámica" indisimulada, una torpe y errada idea de dominio, de injustificada superioridad, de injusta posesión.
No es una experiencia única, siguen existiendo estos personajes; siguen sentándose en su taburete y mientras piden la última bebida de moda retratan y persiguen con la mirada a la camarera como si fuera suya, como si estuviera no sólo a su servicio, sino a su disposición y, lo que es peor, como si ésta no tuviera otro remedio que rendirse a sus pies, quedar embaucada por sus encantos y eternamente agradecida por haberle hecho caso ... y son tan torpes que no se dan cuenta que hacen el ridículo, se desprestigian sólos e ignoran que si ella pudiera saldría de su "cubículo" y le daría con la botella de "Cardhú" en la cabeza a ver si se le pasaban sus aires de conquistador de pacotilla.
20 comentarios:
La soberbia algunas veces nos mata. Y las más de las veces nos deja en ridículo, pero estamos tan pagados de nosotros mismos que ni lo vemos...
... y seguimos navegando en esa "torpe y errada idea de dominio, de injustificada superioridad, de injusta posesión".
Al de la gomina al menos se le ve venir, pero a veces la soberbia lleva el disfraz de la falsa humildad, de ese soy sencillo pero te dejo de vez en cuando claro que no lo soy... Es la soberbia más ridícula.
Un saludo, cuando lleguéis, que soy la más madrugradora... jajajaja
Es cierto que la soberbia tiene muchos disfraces.
Todavia hoy, ese comportamiento frente a las mujeres no solo se da en las barras de los bares, las mujeres lo viven en los trabajos, cuando llevan su coche al taller,incluso si alguna vez van a la ferreteria a comprar un tornillo y despacha un hombre; pero lo más grave es que por desgracia algunas lo viven en su propia casa.
Hay estúpidos que se creen superiores por el simple hecho de haber nacido hombres.
PD: Solo quiero participar no crear polémica.
Anónima, me gusta tu forma de participar. Esa forma de disentir del bloque monolítico es muy higiénica; y, aparte de que sueles estar cargada de razón, aviva el culto e inteligente blog (con 10 líneas basta).
Lejos de mí pensar que estas cosas pasan solamente en las barras de bares, pubs, etc... Ya se que se extiende a otros momentos. Mí entrada era un ejemplo que me parece significativo.
En mi opinión no creas polémica, aportas opiniones y en lo que a mí respecta las agradezco, entre otras cosas enriqueces el debate.
Porque el debate hace mucho más interesante el hilo, y debatir sobre en que medida estas situaciones han disminuido o no en los últimos años no deja de ser un tema interesante.
No creo Tallón que el bloque sea tan monolítico. Seguro que hay blogs más plurales, pero viendo algunos me parece que el mío no es tan endogámico. Otra cosa es que determinados hilos -fútbol, canciones, libros, nostalgias,..- no se prestan a excesivas discrepancias.
De cualquier manera he de reconocer que desde que apareciste la gente interviene más, así que te agradezco la revitalización de mí bitácora.
Además, amigo Tallón, no veo en este caso discrepancia, el anónimo/a confirma y amplia lo que ha pretendido ser una crítica al machismo hispánico.
Porque tú no te mojas, cómo lo ver el tema tú?.
Un abrazo, pico del Pirineo.
¡Toma descripción de macho ibérico chulesco y adinerado! Ríete del post de las marujas del AVE... Éste lo supera. Con gomina; la gomina que no falte...
Es triste... Yo también lo he presenciado y es como un bofetón en el alma. Muchas de esas chicas tienen una buena preparación académica porque "curran" de camareras. Es loable que quieran sacar adelante sus estudios trabajando, costeándoselos ellas mismas. Eso sí... no pueden decir nada. Ni siquiera "¿Y usted qué mira?"
Muy bueno que lo hayas transmitido en un post.
A mí me dan vergüenza ajena estos tipos...
Un saludo
He leído los comentarios. Es de suponer que quien se comporta así en una barra lo hace en todas partes, a no ser que tenga doble o triple personalidad.
El posesivo no tiene un grano que se lo revienta al llegar a casa y entonces deja de serlo. El posesivo ni come ni deja comer... ni deja vivir... De acuerdo totalmente con Anónimo.
Otro saludo
De acuerdo con tallon, (aunque no se lo que es).
Otro abrazo para ti, amigo jurista hispanoromano(y buen buscador en google).
Gracias Anónima. Y no dejes de "participar".
La verdad es en los tiempos que corren está de moda meterse con los hombres, por supuesto que el especimen descrito por Modestino existe y es absolutamente penoso, pero quiero defender también a esos hombres nada machistas, a esos hombres que sí quieren a las mujeres y nadie habla de ellos, porque parece que está de moda lo contrario.
Se que hay hombres horribles y me he topado con alguno a nivel de la calle, hombres autoritarios que no quiero ni pensar como serán en sus casas, pero no todos son así,y me apetecía dejar constancia de ello, aunque quizá es muy evidente lo que digo.
Toda generalización es mala, amiga Rosaura; conozco a una persona que en las barras de bares y cafeteríar es todo lo contrario y tiene una capacidad enorme de relacionarse con quienes están al otro lado, algo que hace con caballerosidad, elegancia y respeto superlativo.
Por el contrario, conozco a otro, vecino mío, que está empeñado en que las mujeres hacen todo mal y tienen la culpa de todo, no hay quién le baje del burro -es cabezón hasta decir basta- y le hace la vida imposible a su mujer, convencido -lo que es peor- que tiene toda la razón del mundo ...no se como no le ha mandado a paseo. Me temo que de éstos hay unos cuántos.
Rosaura tiene mucha razón en lo que dice pero la pura verdad y nada más que la verdad esque antaño había mucho más machismo que ahora. Por diferentes circunstancias o tal vez por los cambios de ideales, estamos cambiando y espero que algun dia esto se erradique. Gracias por escucharme.
Veo un escritor en ciernes, gustándose en caracterizaciones psicológicas ( me has transportado a una especie de pub de los 70, con barra chester, mientras Juan Luis Galiardo se toma un güisqui), que además se jugó la cara de tanto mirar al chulo que miraba.... Voy también a poner el contrapunto talloniano: los hay machos irredentos, y también hay camareras encantadas de haberse conocido (lo he dicho suave)
Modestino te veo vivo, fresco y a tope, lo digo en serio,
Aupa el Zaragoza
Es verdad que algunas van pidiendo guerra, pero no pueden servir de justificación nunca.
El Zaragoza... ¡ay el Zaragoza!.
Excelente comentario Rosaura, no todo el monte es orégano.
Los gilipichis son ridículos pero a algunas mujeres les gustan, o al menos van con ellos; “pa gustos” los colores.
Aunque lo que voy a escribir sé que no es políticamente correcto, he llegado a la conclusión de que muchas de las desgracias que sufren las mujeres en sus relaciones personales tienen su origen en un error cometido en el mismo inicio de la relación; una suerte de 'error in eligendo' en el momento de ennoviarse o aparearse o -llevado el error al extremo- casarse. Y es que, muchísimas veces, ya se ve venir el fiasco (lo cual no justifica en absoluto, faltaría más, ese ojo amoratado o esos sollozos que tanto nos alarman cuando los vemos/oímos de cerca).
Todos tenemos ejemplos de familiares, amigas, vecinas o conocidas a las que hemos estado tentados de preguntarles: "Pero, ¿dónde vas con ese tío?", aunque casi nunca nos hemos atrevido por no perder la amistad o no vernos abochornados por una respuesta del tipo "¿Y a ti qué te importa?". Y, sin embargo, a muchos de nosotros, nos importa. Y mucho.
Y como quiera que, según lo que he aprendido hasta ahora, siempre habrá hombres brutos, zafios, chulos y/o sucios, soy de la opinión de que esos hechos tan nefandos no se llegarán a erradicar nunca. Todo lo más, conseguiremos que, al menos, aumenten las denuncias y queden desenmascarados, que no es poco.
Cómo ha dado de sí este post, Modestino. Del chulito de la barra del bar... a todo el abanico de posibilidades y variables.
Entro de nuevo -un poco pesada...-para darle las gracias a Rosaura. Ha estado muy acertada con su comentario. Hay muchos hombres buenos. Y muchos hombres que son víctimas de mujeres que saben que ellos , ahora, tiene mucho que perder con una denuncia aunque sea injustificada.
Y muy atinado el de Brunetti. No sé dónde ves que sea políticamente incorrecto. Si es verdad , la política da igual que sea correcta o incorrecta. Y la situación que comentas, que lo ves venir y no puedes hacer nada. Dicen que la libertad es un misterio...
Y, en definitiva, la vida, la gente... rica y variada... para lo bueno y lo malo.
Un saludo
Pues sí, ha dado mucho de sí. Y hay temas colaterales que darían para mucho.
La violencia de género, por ejemplo es un tema tremendo, es desgraciadamente real y no cabe trivializar, por más que haya abusos.
Y otra cuestión sería ver en que medida el feminismo radical esté pudiendo causar tanto daño con ha causado el machismo existente.
Pero son cuestiones para otra ocasión.
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