"La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina"
Stieg Larsson
Destino. Barcelona (2008)
749 páginas
Anoche terminé este libro, segundo de la Trilogía "Millenium", la gran obra póstuma del sueco Stieg Larsson. Ha sido una gratísima lectura y puedo asegurar que, desde mi punto de vista, estamos ante un gran libro y ante una serie imprescindible para quienes gustan de este tipo de novelas.
Eso sí, libros como éste tienen sus críticos feroces; se dice en su contra que estamos ante "best sellers" escritos y promocionados con la única idea de vender cuantos más mejor; no haré una cruzada acerca de la calidad de la obra, pero está muy por encima de lo que normalmente se escribe para engrosar las listas de libros más vendidos; otros acusan de snobs a quienes leemos a Lartsson, pues se argumenta que la moda de la novela de intriga escandinava, iniciada con Mankell y continuada con Fossum, Lackberg, Holt, ..., nos hace tragar todo lo que viene de ahí, algo que es incierto, pues de los países nórdicos viene bueno y malo y solamente se trata de seleccionar; la tercera lacra que se achaca a la intriga de Larsson son sus excesos; hay que admitir que el fallecido novelista incluye historias con un plus de exageración, aunque ninguna parece imposible de que suceda.
Repito: estamos ante un libro que vale la pena, aunque no cabe empezarlo sin haberse leído antes la primera parte, "Los hombres que no amaban a las mujeres". El presente libro sigue teniendo como protagonista a Mikael Blomkvist, el periodista que en la nueva trama vive los mejores momentos de su revista "Millennium", aunque quien realmente se lleva la palma de interés es Lisbeth Salander, la peculiar investigadora y hacker, cuya azarosa vida se desgrana y desvela en esta novela.
Junto a los citados van desfilando una serie de personajes apasionantes, perfectamente dibujados y con una clara distinción entre "buenos y malos", pues Larsson no evita caer en un cierto maniqueísmo. Los villanos está magníficamente diseñados, de la misma manera que el autor consuma una descripción excelente del equipo policial encargado de investigar los hechos que constituyen la trama de la novela.
El personaje de Salander, quien da título al libro, está lleno de matices y origina en el lector un dilema interior, pues uno no acaba de decidirse a inclinarse o no por alguien tan complejo y tan contradictorio; pero no creo equivocarme si pronostico que al final uno se acaba poniendo de su parte. Blomkvist, el legítimo propietario del protagonismo de la novela, acaba siendo oscurecido por su antigua amiga, que le llama "Don Perfecto".
Lo único malo de haber leído "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" es que has quemado el segundo cartucho: ya solamente queda uno, pero por favor, que salga cuanto antes.
http://www.negraycriminal.com/index.php?view=ficha&idl=7372
http://loslibros.wordpress.com/2008/12/02/la-chica-que-sonaba-con-una-cerilla-y-un-bidon-de-gasolina-de-stieg/
http://www.papelenblanco.com/2009/01/18-la-chica-que-sonaba-con-una-cerilla-y-un-bidon-de-gasolina-de-stieg-larsson
9 comentarios:
No sé dónde leí que para junio sale el tercer volumen. Parece que Larsson habría escrito nueve o diez si la vida le hubiera dado esa oportunidad. Yo aún no he leído el segundo, pero el primero me impresionó como pocas novelas de su clase, si es que cabe clasificarla.
P.D.: Y no me tengo por especialista en literatura policíaca (guiño a Brunetti).
Gracias por este post.
Tu opinión sobre los libros para mí tiene peso. Tenía dudas sobre esta trilogía... queda despejada.
Saludos.
Modestino, este segundo libro me gustó, pero me pareció algo palabroso, con giros de trama demorados sin razón. Salander es un personaje bien pesquisado, pero los manuales de psicología clínica que Larsson habrá consultado se notan demasiado, no te parece? Es un libro demasiado solido, sin sentido del humor, muy germanico. Tu dices que hay libros redondos - este podría ser cuadrado, en esa clasificación? :)) No tiene ni idea de como funciona la psicologia femenina, aunque me parece que quiere posar como campeón de los derechos de las mujeres.
La sexualidad de Salander me pareció una cosa forzada, de manual, no muy plausible en un personaje tan voluntarioso. Los malos son muy malos, muy feos y muy despiadados. El anunciado exit de Breger forzadísimo. Blomkvist es un tipo de personaje que se usaba en las novelas negras - definido en gran medida por su indefinición emocional - pero que ya no se usa mucho, no te parece?
Me encanta la relación de Salander con Palmgren, aunque este haya reaparecido como por artes de magia.
Hay fallos de trama: la demora de la policia en revistar "Millenium", en entrevistar Palmgren, la mujer que justo antes de ser asesinada descubre que está encinta... :))
Pero me gustó, :)) y es realmente mucho mejor que la media de las novelas policíacas que se publican.
Yo también he enontrado lagunas, Annemarie, pero pienso que algunas se resolverán en la tercera y última entrega. Al final te quedas con las ganas de saber como quedan los malos malísimos, por ejemplo.
A mí también me encanta la relación de Lisbeth con su antiguo tutor, es más el propio personaje de Palmgren es enyrañable.
Cuando hablo de un libro redondo quiero decir que es muy completo ... ¿qué llamaríamos libro cuadrado? .... ¿tal vez que no está bien terminado?.
Ya ves Ana, que Annemarie ofrece un interesantísimo complemento a mi valoración, aunque no se si ahora han regresado tus dudas.
Por aquí, una persona cuadrada es alguien sin sentido del humor. :))
Palmgren es un encanto, porque pudo apreciar Salander, sin exigirle giros moralizantes. Es realmente su amigo, pero ella es fenomenal también, porque se siente muy bien en su compañia. Es un par delicioso (y muy silencioso) y el que mejor funciona en todo el libro, no te parece?
Ana: el libro es bueno y entretenido, Modestino tiene más razón que yo. :))
Sí, posiblemente sea el dúo que mejor funciona del libro. También me parecen bien ensamblados los personajes policiacos del inspector "Burbuja" -¿Bubanski?- y su agente de nombre Sonja.
Por el contrario, a Blomkvist lo veo menos logrado que en la primera entrega.
Gracias por ese guiño, Tommy. Lo acepto de tan buen grado como si me lo hiciera la mismísima Penélope Cruz, ahora tan de moda.
Ya sé que no debería decirlo, porque en el anterior post de Modestino reflexionamos precisamente acerca de la humildad, pero si no os confieso, reviento como un lagarto: gracias al chivatazo que me dio el gran Paco Camarasa, el dueño y alma de la librería 'Negra y Criminal', ubicada en la Barceloneta, tuve la suerte de ser de las primeras personas en España en conocer la existencia de la trilogía de Larsson, cuando ni siquiera se había publicado aquí.
Sabedor de la felicidad que me esperaba, devoré la primera entrega en un fin de semana (intenso, claro); y el segundo apenas me duró siete días, robándole horas al trabajo y al sueño.
Visto ahora, considero que la primera parte tiene una calidad superior a la segunda y resulta más creíble. En especial, de la segunda parte me decepcionó (aunque perdono al autor) las peleas y luchas cuerpo a cuerpo que protagoniza la ínclita (y divina) Lisbeth Salander: no había necesidad de convertirla en experta en artes marciales. Pero igualmente la recomiendo: su lectura es pura pura droga.
El tercer volumen se publicará en España en junio. Pero como quiera que hoy, gracias a estos inventos tecnológicos, no hay ni fronteras ni secretos ni ocultaciones que valgan, resulta que ya sé cómo termina la trilogía. Me lo ha contado un conocido que la ha leído en francés.
No, no voy a ser tan impresentable como para contaros el final; entre otras razones porque, si lo hiciera, seguro que Modestino mutilaría vilmente mi comentario. Lo único que os puedo adelantar de ese final en relación al protagonista masculino de la novela es que, a menudo, la realidad y la ficción van absolutamente de la mano..... Y hasta aquí puedo escribir.
P.D. La semana pasada se estrenó en Suecia la película (¡cómo no iba a haber película!) sobre la primera parte. Los actores que hacen de protagonistas (Salander y Blomkvist) se han convertido en estrellas rutilantes: cuentan los diarios que apenas pueden salir a la calle sin que les atosiguen los fans. Muero por poderla ver, claro.
Pues sí, mejor no adelantar acontecimientos, aunque con eso de que la ficción y la realidad van de la mano ya dices bastante... ¿No será que la ficción supera a la realidad?.
A mí tampoco me entusiasmaron, por cierto, las escenas de las tortas mutuas.
A ver cuando hago la visita pendiente a la Librería de Cámarasa.
Le hincaremos el diente a la trilogía...¡pero porque lo dices tú!
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