30 de abril de 2013

¿El pistoletazo de salida?

 
Un tiroteo ante la sede del Gobierno en Italia deja dos ‘carabinieri’ heridos.

Los disparos de un parado desesperado hieren a dos ‘carabinieri’ ante la sede
del Gobierno y marcan la jura del cargo del nuevo Ejecutivo de Enrico Letta.

El que haya habido dos policías heridos es triste y lamentable, pero, desde mi punto de vista, no lo más llamativo. Lo que debe preocupar del atentado ocurrido en Roma cuando juraban el nuevo presidente del Gobierno y sus ministros es que el autor de los disparos, Luigi Preiti, es un albañil parado de 49 años que desesperado en su peregrinaje inútil buscando trabajo decidió disparar contra los políticos, a quienes atribuía la culpa principal de su penosa situación. Por primera vez en mucho tiempo un atentado -o como lo queramos llamar- de estas características provoca un cierto grado de comprensión y solidaridad respecto de su autor, por mucho que los "carabinieri" heridos sean evidentemente víctimas inocentes y que los políticos que resultaron ilesos nadie asegura que sean precisamente ellos los responsables de los males que afectan a Italia y a tantos otros países y, de cualquier manera, no parece la solución eso del "ojo por ojo".

Salta a la vista que aumenta, deprisa y llamativamente, la desafección hacia la clase política; pienso que no es justo generalizar, pero hay que comprender que más de seis millones de parados, demasiados casos de corrupción y esa inevitable sensación de ineficacia que se palpa en el ambiente hace comprensible el enfado generalizado con los políticos. Aquí en España hemos tenidos protestas, escraches, abucheos y demás, pero afortunadamente nadie ha llegado más lejos. Miedo me da que la acción desesperada de un italiano pueda ser el banderazo a una carrera que vaya a más, que a alguien le de un día por mostrar sus frustraciones a la tremenda y contemplemos agresiones y hasta tiros o a alguien le de por suicidarse llevándose a otros por delante. Serían hechos injustificables, pero tal vez algunos deberían comenzar a pensar que no basta con legislar y tomar decisiones, que los ciudadanos necesitamos liderazgo, cercanía y que los padres de la patria muestren no sólo comprensión, sino también que vayan a la cabeza a la hora de mostrarse solidarios, dar ejemplo de austeridad y tomar decisiones valientes, ... y sin demagogias, que de esos también andamos hartos.

Eso sí, ante estos actos no podemos caer en el error de comprender, disculpar, ni mucho menos justificar. Es muy triste que Preiti haya llegado a la situación a la que ha llegado, pero es la misma en la que se encuentran otros que ni disparan ni agreden. Lo que pasa es que cada vez hay más "desesperados" y la solución a la crisis no se ve por ninguna parte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como son los políticos españoles en lugar de solucionar la situación modifican el Codigo Penal y añaden una agravante si el muerto se dedica a la política...
La diferencia entre autolesionarse y lesionar a otros es muy grande pero tiene en común una gran rabia contenida.

Modestino dijo...

Rabia contenida ... que se ha dejado de contener. Faltan lideres de verdad, no encuentro ni uno.

Anónimo dijo...
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