12 de noviembre de 2008

La hora de la sociedad civil

Tengo la impresión de que la sociedad civil se encuentra adormecida y está siendo incapaz de enfrentarse con fuerza a una tendencia a organizarte la vida desde arriba que pienso se ha extendido en los últimos tiempos y que corre el peligro de restringir libertades y anestesiar convicciones. No me cabe ninguna duda que se hace necesario un cambio de ritmo, sino de dirección, que los ciudadanos tienen que recuperar la iniciativa, que tenemos que tener posibilidades de reacción ante la imposición desde arriba, la potenciación del pensamiento único y el control por quien tiene el poder, sea estatal o autonómico.

Cada día se observa un acercamiento mayor a la uniformidad ideológica; se ha producido una especie de esclavitud de lo políticamente correcto que produce en las personas un doble efecto, por un lado la coerción del derecho a discrepar, ante el miedo de ser etiquetado con cualquier epíteto peyorativo, y no es moco de pavo que hoy y ahora te llamen “machista”, “homófobo” o “reaccionario”; por otro una tendencia a la superficialidad, a la visión puramente sentimental y simple de la vida. Y esa imposición ideológica se fomenta desde los medios de comunicación, desde los centros oficiales de producción de opinión pública y desde las cámaras legislativas que bendicen determinados proyectos legislativos elaborados desde el poder. La célebre asignatura de educación para la ciudadanía, las palabras pronunciadas en su día por la Ministra de Igualdad respecto a un nuevo modelo de masculinidad o el intervencionismo cada vez mayor en la educación de los niños son síntomas evidentes de lo que digo.

Se intuye en las decisiones de quienes nos gobiernan, tanto a nivel estatal como autonómico y municipal, algo que cabrñia calificar de "ramalazo estatalista"; se está produciendo una progresiva reglamentación de la vida ciudadana, de tal manera que uno cada vez se encuentra con más actividades reguladas de manera que cuando uno tiene que viajar en coche a los agobios propios de todo traslado tiene que añadir mil previsiones sobre sillitas, cinturones y otras cosas, al caminar por la calle ya no basta con guardar las normas de urbanidad, pues es posible que el Ayuntamiento se haya inventado nuevas imposiciones, por no citar las exigencias que en ciertas autonomías imponen a los comerciantes en relación a la lengua de rótulos, carteles y anuncios. Es evidente que la convivencia exige una normativa, pero creo que no es menos sensato postular lo insoportable de una vida sometida a permanente reglamento, amen de que la libertad también se resiente con ello.

Pienso que estamos ante una crisis de la partitocracia; no hace mucho ya hablé de este tema y no quiero hacerme pesado, pero me temo que el poder de los partidos se ha impuesto al poder de los políticos elegidos por los ciudadanos, de tal manera que cuando un diputado actúa en el Parlamento aunque su legitimación proceda del voto recibido de los electores su representación está mucho más cerca del partido al que pertenece que de quien le dio su voto. Los partidos mayoritarios parecen con frecuencia mucho más preocupados de sostener sus posibilidades electorales o satisfacer los deseos y caprichos de grupos minoritarios que les sustentan que de buscar la defensa de los intereses generales de los votantes. Por eso habría que buscar maneras de que estos votantes, la sociedad civil, puedan ser más decisivos, puedan tener más que decir en todo esto; las listas abiertas, la exigencia de explicaciones, la obligación de responder de lo hecho, ... son posibles soluciones al problema.

Pero los ciudadanos también deben de fomentar su capacidad crítica, porque muchas veces parece faltar criterio. Si no se tiene un mínimo espíritu crítico, en el más positivo de los sentidos, uno acaba comulgando con ruedas de molino. Vivimos en una sociedad donde la opinión se forma en los corrillos de padres y madres que esperan a los niños salir del colegio, en la barra del bar, en las tertulias de amigos y en la audición de "tele-basura", de esta manera se termina tragando con todo y adquiriendo una cultura de bazar de rebajas. Se leen muy pocos libros, si acaso best-sellers redactados mucho más impulso de necesidades comerciales que de rigor histórico o científico, casi no se compran periódicos y el tiempo que dedicamos a internet está más justificado en lo supérfluo que en lo profundo. No se observa en la mayoría el menor interés por descubrir, entender o llegar más lejos, nos conformamos con lo que nos dan y damos por sentado lo que nos sugieren.

Repito, es la hora de la sociedad civil, es el momento de los ciudadanos. Estamos en una sociedad abierta y presumimos de pluralismo, pero todo esto es papel mojado si estamos pasivos ante el abuso de poder, acomodados a que nos den todo hecho, incluso lo que tenemos que pensar y defender, sumisos al gran hermano que nos dirije.


Fotos: http://www.transantiagochile.com/, blogdejosemanuelareces.blogspot.com, http://www.hegel.net/

19 comentarios:

annemarie dijo...

El problema es que, en teoría, los partidos empezaron por ser todo eso: grupos de ciudadanos con opiniones afines sobre los grandes temas de cada sociedad, organizados para hacer oír su voz y cuando posible gobernar. Como se evita la perversión del principio democrático? Esa es la grande cuestión, no te parece? Yo soy muy optimista, también aquí, en relación con los efectos, que todavia no conocemos, de la inclusión de internet en el proceso de educación diaria de nuestros hijos.

Y también pienso que cuando finalmente se haga el último negocio pardo con el último galón de petróleo, y la gente dependa vitalmente de otras fuentes de energía que no envuelvan juegos de poder tan globalizados, los políticos van a tener que dejar a un lado su arrogancia absurda y oír los ciudadanos, no por una cuestión de principio, sino porque lo necesitarán. La responsabilidad personal frente a los constituyentes ya ha sido inventada hace mucho, por ejemplo. Nuevas leyes sobre la financiación de los partidos... Los off-shores...

Conoces las novelas de John Grisham? Sobretodo las de la primera fase tienen mucho que ver con tu post de hoy, creo. Buenos dias, ciudadano Modestino! (Me regalaron ayer la última de Peter Robinson. El inicio es muy bueno :))

Modestino dijo...

Tomo nota de la de Peter Robinson, pero tengo tantas pendientes ...

Los ciudadanos delegamos demasiado en el Estado -o Comunidad Autónoma-, y hay temas que no deberían ser delegables.

Anónimo dijo...

Modestino, mira que estás pesimista...

Pues mira, yo no participo en corrillos de mamás, no veo telebasura, no frecuento barras de bar, etc.

Y no soy la única. Te amenazo con una contra-entrada esta noche en la que pienso hablar de la otra sociedad civil, la que lee, la que escucha, la que es políticamente incorrecta hasta caer mal.

Con todo el tiempo que tú llevas en estos mundos de bitácoras, deberías haber escrito de la "mayoría", a lo menos para salvarnos a unos cuantos.

Y sí, voy a ser políticamente incorrecta. No me identifico con tu artículo (aunque esté mal echarme flores) y tampoco identifico a muchos de mis conocidos en él.

Puede que una parte de la sociedad esté dormida, pero otra parte está bien despierta.

Modestino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Modestino dijo...

No intentaba generalizar, pero yo conozco unos cuantos en los que se refleja lo que digo.

Por supuesto que hay gente con criterio, también los conozco.

De cualquier manera, a lo mejor no he sabido expresar bien lo que quería decir. Mi "alegato" era mucho más contra ese "ramalazo estatalista" que contra los ciudadanos. Fijaté bien que mi valoración "pesimista" se limita al último párrafo, cuando hablo de la falta de criterio.

Pero, insisto, no pretendía generalizar, simplemente fijaté en las audiencias; y otra cosa, ¿no te has encontrado nunca con gente que da credibilidad 100% a la versión de la historia del primer cineasta de moda o a lo que dice el primer gilipollas que ha escrito un libro sobre la boda del Cirineo con la Verónica?.

Aunque hoy ando estresado y a lo mejor necesitaría más templaza;).

Anónimo dijo...

Modestino, "fíjate" no "fijaté".

Sí, efectivamente, de todo hay. Perdón por no haber entendido bien tu artículo.

Ese ramalazo estatalista (me ha hecho gracia tu taxonomía) es directamente proporcional al nivel de ignorancia de las personas. En el colegio siempre me decían que el conocimiento me haría libre, y es verdad, a lo menos, libre para pensar (de esto ya hablamos en la famosa entrada del cardenal, ¿lo recuerdas?).

Sí que conozco algún fanático que se cree a pies juntillas el rollo de la memoria histórica (que sólo afecta a los crímenes de la derecha; será que el lado izquierdo está amnésico), las promesas de los políticos, los discursos de los historiadores y la ética de los filósofos.

Yo soy receptiva pero no gilipollas. Todo, todito, lo paso por mi filtro particular. De la historia me creo poco, que todo depende de quien la cuente y de los "pensadores" menos, que ya tengo yo mi propio cerebrito para pensar mejor o peor, pero no dejando de ser YO.

Te tengo que regañar ;P por no cuidar la ortografía.

Un abrazo, amigo.

Modestino dijo...

Pues sí, debo estar disléxico .... me pongo colorado y me perdonas, vale?.

Ya se que tu tienes tu propio cerebrito, pero hay gente, con carrera por cierto, que lo usa más bien poco, y que desde luego no tienen filtro alguno.

Anónimo dijo...

Y gente sin carrera ni estudios que tienen un filtro fino catalino.

quique dijo...

yo sí que creo que existen personas con criterio y con ese "filtro" del que habláis...el problema es que se emplea mayoritariamente en interés propio y con poca conciencia social, lo que favorece esa narcolepsia de la sociedad civil a la que se refiere mi amigo modestino

sunsi dijo...

Con filtro, conozco pocos. O tal vez lo tengan pero es mucho más cómodo delegar. La sociedad está aburrida y aborregada. Se queja mucho pero argumenta muy poco. Se queja mucho, pero si alguien tiene una iniciativa no les pidas algo de su tiempo ni que arrimen el hombro.

Completamente de acuerdo, Modestino.

Por lo menos a mí, los políticos no me representan . Me represento yo sola dando mi DNI y firmando, saliedo a la calle con pancartas, escribiendo a la prensa y darme por satisfecha si de 100 cartas me publican una.

Los políticos viven en otra estratosfera. Los que existimos de verdad somos lo que pisamos la calle. Y ahora sí, ahora igual empiezan a menearse...porque les han tocado el bolsillo , que es lo único que le importa a la mayoría.

Patricia, si Modestino es pesimista... entonces yo estoy sumida en una depresión mayor.

Saludos

Alberto dijo...

Los políticos viven en la estratósfera con visitas continuas a la vida real. Eso se puede comprobar si trabajas en una administración pública y tienes a unos cuantos incompetentes por encima tuyo mandándote, sin pegar ni chapa, sólo porque en su juventud ideológica se afiliaron a un sindicato (no digo a cuál) o a un partido político. Es de bien nacidos ser agradecidos y los políticos lo son, para los suyos, claro.

Lumroc dijo...

Y…, un poco en positivo: no os parece que un blog (o varios) es una buena manera de “despertar” a parte de la sociedad civil, aunque sea “persona a persona”.

A mí, por lo menos, me ayudáis a pensar y repensar, a ser más crítico …

Gracias por tu blog, Modestino. Y lo mismo del de Sunsi, Suso, TOI … y algunos otros “incorrectos” …

Modestino dijo...

Estoycon Lumroc: tenemos que despertar, y si pensamos que ya estamos despiertos, ayudar a que se despierte el vecino. Tendemos a ser acomodaticios.

Alberto: ayer lo comentaba con varias personas, cada vez se da más el fenómeno del político profesional, y esto no puede ser bueno. Hacer de la política un medio de vida, una profesión y no una ocasión de servicio no trae buenas consecuencias.

Y dos precisiones: cuando hablo de políticos no pienso en un partido concreto, pues el problema está extendido y ocurre en todos los partidos; y la otra, que no quiero generalizar, que he conocido excelentes personas y grandes trabajadores entre quienes se dedican a la política, de todas las tendencioas.

Maripaz dijo...

Hola, soy de las que no tienen "carrera" pero ,inquieta,con ganas de aprender,con opiniones propias...

Vuestros conocimientos,me abren horizontes...

Mi espiritu critico, me lleva a no conformarme,a intentar poner mi granito en la sociedad para poder ayudar desde mi rincon

Pienso que hay muchas personas en plan "borrego" pero tambien espiritus rebeldes que no se conforman y tratan aunque sea a nivel personal y pequeño de influir en el dia a dia
Un saludo para todos

Modestino dijo...

Por supuesto Mari Paz que hay espíritus rebeldes, y espíritus creativos, inquietos, nobles, honestos y sinceros.

Mi artículo pretendía ser más una defensa de la sociedad civil, del ciudadano individual y privado que una crítica, pero se ve que no lo he conseguido del todo.

Anónimo dijo...

¿Ves Modestino?. Escribes un artículo con toda tu buena intención pero se te rebela y hay lectores que sacamos conclusiones que tú no habías sospechado ni querido.

¡Viva el comentario de textos!.

Modestino dijo...

Para un blog que al fin y al cabo sigue estando en sus principios, es muy bueno que haya contraste de pareceres: una balsa de aceite aporta mucho menos.

Anónimo dijo...

¿Entiendes ahora porque a mí no me gusta que me den jabón?. Porque me lo creo y me relajo, y si me relajo el nivel de los artículos baja y termino escribiendo cualquier chorrada.

Tu blog está muy bien, brujo, y los comentaristas... ni te cuento.

No bajes la guardia y sigue fiel a ti mismo, que para ti escribes, al fin y al cabo.

Maripaz dijo...

Modestino, estoy de acuerdo contigo en la pasividad que mantenemos los ciudadanos, ante el abuso de poder de la clase politica

A lo mejor, no me he explicado bien en mi anterior escrito...

Quiza mi desencanto, me lleve a quedarme con lo poco positivo que pueda haber, para mantener la esperanza

Era lo que pretendia comunicar al mandarte el comentario

Un saludo