24 de marzo de 2015

Niña con paraguas


Muchas mañanas cuando voy al trabajo me cruzo con un señor que lleva a sus nietos al colegio; el hombre aparenta algo más de 70 años, al menos en apariencia goza de buena salud, tiene el acierto -y la virtud- de ir  pulcro y bien vestido, una cualidad que a uno le gustaría imitar cuando le llegue la tercera edad, y en sus modos y actitudes con sus nietos se vislumbra por encima de todo cariño y paciencia. Los niños -niño y niña de unos 4 o 5 años- son "más bonitos que un San Luis" y siempre se les ve en permanente diálogo con su abuelo y más felices que unas Pascuas. Es una de esas escenas que te levantan el ánimo mañanero, no siempre elevado, te llevan a comprobar que sigue habiendo gente sana y terminas echando de menos cuando no las ves.

Llevamos varios días de permanente -y en ocasiones abundante- lluvia, y el pasado lunes por la mañana la niña en cuestión -su hermanito no estaba- iba, acompañada por supuesto por su abuelo, portando un paraguas en tonos rojos con un dibujo de "Hello Kitty"; el citado nombre lo he tenido que buscar en "google", pues ando tan anticuado que en cuestión de gatos de ficción me he quedado en "Félix el gato", Tom, el eterno compañero de Jerry, el gato Jinks, el minino con acento andaluz que intentaba sin éxito amargar la vida de Pixie y Dixie y, por supuesto, Silvestre, el "lindo gatito" que terminaba siendo humillado por el dulce canario Piolín. "Hello Kitty" es una gata con moño creada por la compañía japonesa "Sanrio", con un aspecto dulce y juguetón con la que los nipones se han forrado a base de colocarla en todo tipo de objetos. A la niña se le veía feliz con su paraguas con gata, portándolo de esa forma que lo hacen los niños, más bien con poca ortodoxia y sin excesiva eficacia, porque parecía claro que a la pequeña lo que le apetecía era lucir paraguas, no evitar la lluvia, que ya sabemos que la infancia suele disfrutar con aguas, lluvias y charcos.

Y pensando en la escena comprendí que cuando nos hemos hecho adultos ... casi mayores, y quedan cada vez más lejos los tiempos de colegios y paraguas "decorados", nos convendría seguir aspirando a una felicidad que no presenta más complicaciones que un paraguas con una gata blanca con moño, lazo rosa y rallitas negras en su oreja izquierda ... porque no tengo ninguna duda que la niña del paraguas de "Hello Kitty" ha elegido lo mejor: un abuelo que le quiere y un paraguas resultón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gusta Hello Kitty, en mi baul de viaje coloqué unas pegatinas que ocupa toda la maleta así la reconozco desde lejos en la cinta del aeropuerto.

tomae dijo...

Te harías cruces de que el mundo "Hello Kitty" nunca se acaba ...piensa en cualquier accesorio y quedarás corto. :)

Modestino dijo...

Pues sí, debe de ser un mundo inmenso, pero lo tengo poco controlado ...