Hace ya muchos años que no veo el festival de Eurovisión; el certamen ha dejado de tener ese encanto especial, ese estilo en el que si bien no abundaba una calidad excesiva, si encontrabas elegancia, dinamismo y alguna que otra emoción. Ayer ganó Austria, cuya intérprete lucía barba y se hacía llamar "Conchita"; no tengo ganas de morbo y ni he escuchado la canción triunfadora ni tengo demasiadas ganas de hacerlo. Son varios decenios sin seguir los temas más destacados del Festival, lo que me impide entrar en valoraciones sin arriesgarme a ser injusto, pero tengo claro que las cosas ya no son como antes, lo que no deja de tener su lógica; ya sabemos que los años no pasan en balde, pero en la Eurovisión que conocí a lo largo de los años 60, 70 y 80 todo era menos complicado, más abierto, más objetivo ... o a mí, que no niego ingenuidad, así me lo parecía.
El Festival de Eurovisión para quien esto suscribe va íntimamente unido a nombres como el de Sandie Shaw, triunfadora de la primera gala que seguí en directo con sus "Marionetas en la cuerda", el de Massiel, que rompió con el "La,la,la" lo que parecía una maldición: que España quedara primera, sin olvidar al "Gwendolyne" de Julio Iglesias que no pasó del cuarto lugar, la inolvidable actuación de Mocedades con "Eres tú", quienes debieron ganar y sólo fueron superados por la imponente voz de Anne Marie David, el triunfo de Vicky Leandros en 1972 con una elegantísima versión de "Apres toi", el boom de Abba en 1974 con Waterloo, la derrota de Betty Misiego en 1979 por causa del propio jurado español, sin olvidar incluso el eco de éxitos que no llegué a ver como el de Gigliola Cinquetti con "Non ho l´etta" o el de France Gall con "Poupée de cire, poupée de son". Doménico Modugno, Al Bano y Rómina Power, Udo Jurgens, Iva Zannichi, Cliff Richard, Frida Boccara Johnny Dolan, Celine Dion, Olivia Newton John, Paloma San Basilio o Nicola di Bari son otros nombres que con mayor o menor éxito también pasaron por el certamen. Eran momentos para disfrutar con el ritmo y el saber estar de los intérpretes británicos, el esfuerzo por superar las dificultades del idioma de los alemanes, holandeses o eslavos, la belleza sentimental de las canciones en francés o la ilusión que poníamos por el representante que cada año mandaba TVE, que nos solía parecer el mejor aunque en la clasificación final no solía quedar muy airoso.
Como ejemplo de esos tiempos tan antiguos me viene a la cabeza el Festival que en 1970 de celebró en Ámsterdam; España había ganado los dos anteriores -el segundo ex-aequo con otros tres países- y acudía al concurso con "Gwendolyne", un tema tiernísimo de Julio Iglesias que se había impuesto en un certamen previo frente a otros intérpretes pujantes del momento como Nino Bravo, Los Mismos, Margaluz, Voces Amigas, Luciana Wolf y Julián Granados. No parecía probable un tercer éxito consecutivo y las apuestas se inclinaban por el Reino Unido, representado por Mary Hopkins una rubia cantante que había triunfado años antes con "Que tiempo tan féliz" y Gianni Morandi, por entonces uno de los más importantes solistas italianos. En los ensayos causó sensación una escultural alemana llamada Katja Ebstein, que interpretaba un estiloso tema titulado "Wunder gibt es immer wieder"; los periodistas casi daban por supuesto el éxito de la germana, aunque a la hora de la verdad el triunfo fue para una jovencísima irlandesa de 19 años que respondía al nombre de Dana, actuó en último lugar e interpretó una canción dulce y emotiva llamada "All kinds of everything", un tema que se impuso en las votaciones de principio a fin. La mocita lucía una encantadora sonrisa, con dos palas llamativamente separadas por cierto, cantaba sentada y tenía una mirada tierna y encantadora. La canción no es nada del otro mundo, pero a mí me parece deliciosa y me devuelve a 45 años atrás.
7 comentarios:
El festiva de Eurovisión se ha convertido en un circo. Un beso.
Ya sabeis lo que se ha comentado este finde en los programas deportivos radiofónicos. En el año 1966 Austria ganó Eurovisión (con Udo Jurgens, no Curd Jurgens -que era un actor de cine- como han dicho algunos), el Atlético de Madrid ganó la Liga y el Real Madrid la Copa de Europa. A ver...
Pues yo confieso que, desde hace ya seis o siete u ocho años, procuro no perderme nunca el festival de Eurovisión: con una pizza y una cerveza, tengo garantizadas dos o tres horas de diversión.
Será que, sin ser consciente de ello, soy un friky, pero me lo paso genial. Incluso Isabel y Lupita se han vuelto "Eurofans".
Y, para colmo, los comentarios de José Mª Íñigo son sencillamente geniales. Anímate a verlo el próximo año, Modestino, porque, conociéndote, sé que le sacarás punta a todo lo que veas y oigas y pasarás un rato la mar de agradable.
¿Alguien da más por menos?
Tommy, ¿dónde hay que firmar para que se repita ese pronóstico?
Como circo puede ser hasta divertido, Susana, pero hay alguna cosa que es mal gusto, sin mas.
De Udo Jurgens, con su "Merci, cheri" a la Conchita esa hay un largo camino, amigo Tommy.
Iñigo sabe mucho sin duda, Brunetti.
En tres minutos que dura la cancion tienen que llamar la atencion como sea.Aun me acuerdo del bueno -por decir algo-del chiquilicuatre....
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