Mi primer recuerdo de Isabel Garcés se remonta a las películas de Marisol, y más en concreto a "Ha llegado un Ángel" (1961), la segunda protagonizada por la niña malagueña tras el éxito de "Un rayo de sol" (1960). Isabel Garcés aparecía como una señora mayor simpática y divertidísima, papel que repitió tantas veces a lo largo de su vida. La actriz, nacida en 1901, fue una magnífica intérprete de teatro, destacando en comedias de autores tan relevantes como Benavente, Jardiel Poncela, Arniches, Mihura, Pemán, Calvo Sotelo y López Rubio. En el cine fue una habitual de los productos típicos españoles de la época: "El taxi de los conflictos" (1969), "No desearás al vecino del quinto" (1970), "La novicia rebelde" (1971), "El abuelo tiene un plan" (1973), ... además de acompañar a la citada Marisol en otros filmes como "Marisol rumbo a Río" (1963), "Búsqueme a esa chica" (1965) o "Las cuatro bodas de Marisol" (1967). Por encima de todo, yo, a mi tierna edad, veía a esta mujer como una persona ocurrente, divertida, y por encima de todo entrañable. Los actores, es de Perogrullo, son actores y siempre pueden aparentar un carácter que no tienen, actuar dentro y fuera de los platós, pero siempre pensé que Isabel Garcés era así por naturaleza, la abuelita que todos desearíamos tener, la bondad personificada, con un toque de ingenuidad y sencillez delicioso.
Isabel Garcés también actuaba en televisión, y recuerdo perfectamente una de esas breves piezas que programaban por la noche y duraban menos de una hora; no recuerdo ni la fecha ni los datos de guionista y director, aunque intuyo que era en días navideños. La actriz interpretaba a una anciana que vendía tabaco, cerillas y chucherías en un carrito; vivía pobremente en una casucha con su marido, interpretado por Erasmo Pascual, enfermo y deprimido. El día de Nochebuena la mujer llega a su casa y cuando va a empezar a cenar con su esposo, hace su llegada una mujer siniestra que es la muerte, quien evidentemente viene en busca del anciano. La mujer que interpretaba la Garcés manda a la cama a su marido y comienza una entrañable conversación con la muerte, interpretada por Lola Lemos, en la que le explica como ha engañado a su marido diciéndole que ha vendido mucho cuando en realidad en todo el día solamente ha podido colocar una caja de cerillas, pues "en Navidad los niños ya se sienten bien correspondidos con dulces y regalos y no necesitan chucherías", a la vez que le dice que prefiere llamarle "Carmencita", pues eso de "Doña muerte" le suena muy mal. En el diálogo trata de convencer a la "parca" de que no se lleve al marido, y termina concertando con ésta que la muerta sea ella misma. El final de la historia nos presenta a una Isabel Garcés que se despierta tras haber quedado dormida en la mesa camilla y manifiesta su enfado con "Carmencita" por no haberle hecho caso, aunque luego comprueba que su marido sigue vivo y ambos celebran que la muerte decidiera regresar a su lugar sin cumplir su siniestra misión. No me cabe duda de que Isabel Garcés era la actriz adecuada, no se si ahora tenemos personajes así.
3 comentarios:
Veo que Isabel Garces ha tenido menos repercusion que Jean Sebrerg ... pero seguro que era mas simparica ;););)
Las vidas atormentadas siempre llaman más la atención.
Isabel, claramente era más simpática.
No cabe duda de que el drama siempre es noticia ...
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