Muchas veces hemos escuchado hablar de las vidas complicadas de los artistas, de la gente de la "farándula"; a la hora de hablar de "juguetes rotos" es fácil traer a colación un buen número de nombres al primer intento: Montgomery Clift, Judy Garland, Márilyn Monroe, Capucine, Ana María Pier Angeli, Romy Schneider, Rita Hayworth, ... son muchos los nombres que por una y otra razón acabaron sus días -algunos aún siguen ahí- sumidos en una cruel decadencia. Uno de los casos más dramáticos es el de Jean Seberg, una mujer de aspecto misterioso y de una belleza singular, a quien conozco más por las noticias aparecidas cuando se suicidó en París en 1979 y por algún que otro artículo en la red que por haber visto sus películas. En concreto hay dos enlaces cuya lectura resulta casi estremecedora que nos ofrecen una visión bastante completa de la complicada y convulsa vida de esta mujer nacida en el estado de Iowa y cuya vida da para varias películas: cuatro bodas, tres divorcios, mujer comprometida en la lucha política a favor de los derechos civiles, simpatizante de los "Panteras negras", perseguida por el FBI, adicta a las drogas, ...
Seberg comenzó en el cine muy joven y con apenas 19 años fue la protagonista de "Juana de Arco" (1957), el film que dirigió Otto Preminger con guión de Graham Greene y sobre una obra de Bernard Shaw, para consolidar su fama en "Bonjour tristesse" (1958), con el mismo director, basada en la novela que dio fama a Françoise Sagan y en la que llegó a imponerse a dos estrellas consagradas como David Niven y Deborah Kerr; inolvidables su aspecto de joven díscola y caprichosa en una formidable ambientación en la Costa Azul. Tras conseguir llegar a lo más alto a la primera llegó su experiencia con la "nouvelle vague" y compartió estrellato con Jean Paul Belmondo en "À bout de souffle" ("Al final de la escapada"), de Jean Luc Godard, una película que no he visto pero que tuvo en su día un éxito de público espectacular, aunque haya quien asegure que todo era snobismo, pues el film resultó para muchos un tostón inaguantable.
Jean Seberg siguió rodando películas, aunque he de admitir que ninguna me suena demasiado por lo que dejo a la pluma de expertos alguna valoración más. Eso sí, cabe citar "Lilith" (1964), una tierna historia romántica con Warren Beatty, y, sobre todo, el famoso western musical "La leyenda de la ciudad sin nombre" (1969), con Clint Eastwood y Lee Marvin con escenas que han dado la vuelta al mundo. Recuerdo haber visto en mi época de COU "El atentado", un film de Yves Boisst en torno al asesinato del político marroquí Ben Barka reconstruido desde los clichés más manidos del cine militante de los 70 y donde Seberg alternaba con actores tan "comprometi dos" como Gian Maria Volonté, Jean-Louis Trintignant y Michel Piccoli, una película de la que no me enteré de casi nada.
De la azarosa vida de la actriz no diré nada más, dejo los dos enlaces referidos anteriormente que explican muy bien todo. En su día me impresionó la forma en que murió la actriz: un suicidio siempre estremece; al cabo del tiempo vas conociendo cómo se llegó a esa situación extrema.
http://smoda.elpais.com/articulos/la-leyenda-de-jean-seberg-renace-en-el-documental-jean-seberg-eternelle/4386
http://www.sysvisions.com/feedback-zine/cine/c_jeanseberg.html
6 comentarios:
Me pregunto qué te ha impulsado a "resucitar" a Jean Seberg, aunque sí que es cierto que la muerte en trágicas circunstancias de una persona todavía joven siempre es impactante.
Ah, y si la comparas con otros films de Godard (JLG, como le llaman en algunas publicaciones especializadas) "A bout de souffle" es una peli de cine de verano. Claro que Godard es Godard. Ya lo decía Chabrol cuando le contaban la última excentricidad de su colega: Estos suizos, nunca dejarán de sorprenderme.
Hace mucho tiempo que tenía en la cabeza hablar de Jean Seberg, ¿razones? ... me encantó cuando la ví, hace un par de años, en "bonjour tristesse", me pareció una mujer especial ... y cautivadora.
Desde siempre me había llamado la atención esta actriz .... y, ... me apetecía. Tommy.
Realmente está maravillosa en "Bonjour, tristesse", aunque no hay que negarle méritos a Otto Preminger, que ya le había dado su primera oportunidad en "Saint Joan".
He recordado que Jean Seberg protagonizó, junto a una ya adolescente Marisol, una peli española, "La corrupción de Chris Miller", que no es precisamente la mejor de las dirigidas por Juan Antonio Bardem. Pero siempre nos quedará "La leyenda de la ciudad sin nombre", que esa sí que es una maravilla. E incluso "Lilith", que le valió su única nominación a un Globo de Oro, aunque sea una peli para gustos más refinados.
Es una pena que tantos famosos acaben así. Un beso.
Gustos refinados como el tuyo, Tommy.
No debe de ser facil sobrellevar la fama, Susana.
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