La víspera de San Jorge, patrono de Aragón, se celebra en la sede de las Cortes aragonesas, ubicadas en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, una recepción a la que se invita a autoridades, ciudadanos, representantes de los más diversos colectivos, etc ... el programa es el habitual en estos casos: discursos, galardones, interpretación del himno de Aragón -que no se lo sabe casi nadie, por cierto- y un cátering que suele ser amplio y variado ... un buen observador se lo puede pasar en grande viendo como los distintos grupos de personas que se forman organizan en ocasiones auténticas misiones de caza y captura del canapé, llegando en ocasiones a perder la compostura. Llevo bastantes años asistiendo al evento y estoy seguro que si dedico un ratillo al recuerdo saldrían anécdotas de lo más divertidas, así como reflexiones bien sugerentes de cómo somos las personas, en especial cuando perdemos el norte de la sencillez. Y, por esas razones que uno no acaba de domeñar, me ha venido a la cabeza un sucedido de la primera vez que asistí, allá por el año 2002, recién llegado a Huesca y todavía novato en estas lides. En el rincón donde me había tocado estar situado me fijé enseguida que alguien destacaba por encima de todos, se trataba de una chica joven, alta, de pelo castaño y vestida con una elegancia llamativa, aunque nada tradicional; tengo que aclarar, para que nadie se llame a engaño, que la foto la he buscado al azar en google y que la bella muchacha que encabeza mi post de hoy no tiene nada que ver con la moza en cuestión.
La gala quedó por lo tanto iluminada con la belleza y la elegancia de la joven en cuestión, y en el ambiente se notaba: somos así y en España, y Aragón no es una excepción, no guardamos en exceso las formas y nos gusta fijarnos en lo exótico, en lo que llama la atención, en la novedad, ... una novedad que resaltaba entre tanta cara conocida, harta de ver siempre a los mismos, de coincidir, entre palabras rimbombantes y mediasnoches de salmón ahumado, con los "plastas" de siempre. Y como la vida tiene esas casualidades, el acompañante de la llamativa joven se acerco al grupo donde me encontraba, pues creo recordar que conocía a alguien de los que allí estábamos, resultando ser el hijo de la Cónsul en Zaragoza de no que que país europeo -tal vez Francia- y su acompañante una estudiante de Derecho brasileña a la que habían dado una beca para estudiar Derecho Penal en Zaragoza: y resultó que la chica no sólo era guapísima, sino lista y de conversación agradable, y allí hablamos del dolo, de las profesiones jurídicas en Brasil y España y de Vinicius de Moraes, Toquinho y Madredeus ... y aunque nadie se lo crea, no caí en la debilidad de citar a Rivaldo, Ronaldo ni Ronaldinho, que eran por entonces los astros de la "canarinha".
Pero los hombres somos bastante fatuos, y la presencia de la estudiante sudamericana hizo perder la compostura a algunos, y así a unos cuantos señores maduros, de 60 años para arriba y bien posicionados en la vida, se les vio perder literalmente el oremus por conocer a la moza, e iniciaron una especie de fila de espera para saludarla, como si tuvieran que comprar una entrada para un concierto o evento deportivo y con aires casi de babear. Sin duda el paso del tiempo me ha podido hacer recordar lo ocurrido con cierta exageración, pero me temo que la becaria brasileña entre divertida y aburrida debió de pensar algo similar a la célebre frase de Asterix: "están locos estos hispanos".
La gala quedó por lo tanto iluminada con la belleza y la elegancia de la joven en cuestión, y en el ambiente se notaba: somos así y en España, y Aragón no es una excepción, no guardamos en exceso las formas y nos gusta fijarnos en lo exótico, en lo que llama la atención, en la novedad, ... una novedad que resaltaba entre tanta cara conocida, harta de ver siempre a los mismos, de coincidir, entre palabras rimbombantes y mediasnoches de salmón ahumado, con los "plastas" de siempre. Y como la vida tiene esas casualidades, el acompañante de la llamativa joven se acerco al grupo donde me encontraba, pues creo recordar que conocía a alguien de los que allí estábamos, resultando ser el hijo de la Cónsul en Zaragoza de no que que país europeo -tal vez Francia- y su acompañante una estudiante de Derecho brasileña a la que habían dado una beca para estudiar Derecho Penal en Zaragoza: y resultó que la chica no sólo era guapísima, sino lista y de conversación agradable, y allí hablamos del dolo, de las profesiones jurídicas en Brasil y España y de Vinicius de Moraes, Toquinho y Madredeus ... y aunque nadie se lo crea, no caí en la debilidad de citar a Rivaldo, Ronaldo ni Ronaldinho, que eran por entonces los astros de la "canarinha".
Pero los hombres somos bastante fatuos, y la presencia de la estudiante sudamericana hizo perder la compostura a algunos, y así a unos cuantos señores maduros, de 60 años para arriba y bien posicionados en la vida, se les vio perder literalmente el oremus por conocer a la moza, e iniciaron una especie de fila de espera para saludarla, como si tuvieran que comprar una entrada para un concierto o evento deportivo y con aires casi de babear. Sin duda el paso del tiempo me ha podido hacer recordar lo ocurrido con cierta exageración, pero me temo que la becaria brasileña entre divertida y aburrida debió de pensar algo similar a la célebre frase de Asterix: "están locos estos hispanos".
9 comentarios:
Si,me imagino la cara de babosos qe pondrian.
Y la brasileña,estaria diciendo "a ver cuando me largo de aqui"
Más que babosos los vi ridículos. Y la chica en el acto estaba voluntariamente y parecía a gusto, imagino que lo que le gustaría sería quitarse de encima algún que otro pelma.
Modestino... Una cara nueva, joven, guapa... Normal. Lo que pasa es que en "esta españa mía , esta España nuestra..." el personal es muy ...¿latino?. Mejor pensar eso. Curiosidad+ exceso de expresividad...+ población pequeña donde hay pocas novedades.¿No?
Esta España nuestra, jurisconsulto.
La población era Zaragoza, que no es pequeña. Conociendo a los personajes no ví zafiedad, pero si actitud fuera de lugar.
Está bien la caballerosidad latina, pero uno se pone en lugar de la chica e imagino que preferiría no ser el centro de nada.
Eso sí, hay individuos cuyo centro de mira sólo ca en una dirección, hay tipos que se creen irresistiblea y sólo aspiran a una cosa, y esos, amiga Sunsi no son latinos, sino unos pobres obsesos ... o si quieres, sencillamente, unos salidos molestos en grado sumo.
...guapa, lista, de conversación agradable y encima le gustaría hablar de fútbol, y hasta entendería... en fin Modestino, igual querían entrevistar ese rara avis...
Modestino como Virreina de todas las perlas del caribe y visto lo visto te nombro caballero protector de todas las beldades becarias brasileñas :)
De fútbol no hablamos, ni siquiera recuerdo de que ciudad era.
A veces la gente se aburre y no sabe muy bien qué hacer, ese debe de ser el problema.
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