En Libia se está armando gorda; cuando escribo estas líneas -7 de la tarde del 21 de febrero, hora española- hay rumores de que el líder libio viaja camino de Venezuela buscando un exilio dorado, aunque no hay nada confirmado. Lo que sí parece indudable es que los acontecimientos se precipitan en Trípoli, los disturbios adquieren unas dimensiones llamativas -al parecer hay decenas de muertos, se asegura que ha ardido la sede del Gobierno y el hijo del presidente ha amenazado con una guerra a los ciudadanos- y todo apunta a que estamos ante otra situación imparable. Eso sí, en esta ocasión parece que todo tiene peor aspecto que en Egipto, incluso hay quien habla de que puede llegar a producirse un auténtico genocidio. Y es que, al menos a primera vista, la catadura de Muamar Al Gaddafi es bastante peor que la del ya derrocado presidente egipcio. Al Gaddafi llegó al poder el 1 de septiembre de 1969 tras liderar una revolución militar que derrocó la monarquía encabezada por el rey Idris y desde entonces -han pasado más de 40 años- gobierna con mano dura y pulso firme un país situado en un lugar estratégico. El líder libio, a lo largo de estas cuatro décadas, ha aniquilado a sus opositores, ha intervenido -especialmente en la década de los 80- en el terrorismo internacional y en las guerras africanas -caso del Chad- y se ha enfrentado a los Estados Unidos. Solamente el presidente Reagan, con una acción osada y discutida le paró los pies metiendo sus aviones en el mismísimo palacio presidencial; Reagan le acusaba, parece que con razón, de haber estado implicado en los atentados de los aeropuertos de Viena y Roma en 1985, los de la Discoteca "La Belle" de Berlín en 1986, de dar apoyo a Abu Nidal, y de tener que ver con el atentado de Lockerbie y el cometido contra el vuelo UTA 772.
Pero Gaddafi, aunque su protagonismo internacional se vio reducido y su capacidad de "dar mal" se redujo a su propio país, ha aguantado otros veinte años largos en el poder, algo que supone la consolidación de un régimen donde ni hay libertades ni existen resortes para sacar del poder al dictador sin derramamientos de sangre. Por esta razón lo que se va conociendo de la situación en Libia y de las perspectivas que se abren en dicho país es para echarse a temblar, para comprender la incertidumbre, la tensión y el miedo que tienen que estar aflorando entre los ciudadanos libios; eso sí, lo que parece claro es que la mecha se ha encendido y no va a ser posible pararlos así como así.
Nuevamente surgen las preguntas que aparecían cuando la reciente crisis de El Cairo, cómo los occidentales solamente fuimos capaces de accionar contra Libia cuando nos vimos en peligro, atacados por un país gobernado por alguien con aspecto y maneras de iluminado; tras aparecer de modos más pacíficos hemos dejado que siguiera "percutiendo" a los suyos. Ahora queda por saber en que terminará todo y, tema que no deja de ser preocupante, lo que pasará después.
A uno le parece estar reviviendo esos días de hace casi 25 años en los que cayó el Muro de Berlín, se vino abajo el telón de acero y el imperio bolchevique terminó reducido a pavesas; con el Islam por medio resulta complicado, a la vez que inquietante, saber en que va a quedar toda esta movida.
Pero Gaddafi, aunque su protagonismo internacional se vio reducido y su capacidad de "dar mal" se redujo a su propio país, ha aguantado otros veinte años largos en el poder, algo que supone la consolidación de un régimen donde ni hay libertades ni existen resortes para sacar del poder al dictador sin derramamientos de sangre. Por esta razón lo que se va conociendo de la situación en Libia y de las perspectivas que se abren en dicho país es para echarse a temblar, para comprender la incertidumbre, la tensión y el miedo que tienen que estar aflorando entre los ciudadanos libios; eso sí, lo que parece claro es que la mecha se ha encendido y no va a ser posible pararlos así como así.
Nuevamente surgen las preguntas que aparecían cuando la reciente crisis de El Cairo, cómo los occidentales solamente fuimos capaces de accionar contra Libia cuando nos vimos en peligro, atacados por un país gobernado por alguien con aspecto y maneras de iluminado; tras aparecer de modos más pacíficos hemos dejado que siguiera "percutiendo" a los suyos. Ahora queda por saber en que terminará todo y, tema que no deja de ser preocupante, lo que pasará después.
A uno le parece estar reviviendo esos días de hace casi 25 años en los que cayó el Muro de Berlín, se vino abajo el telón de acero y el imperio bolchevique terminó reducido a pavesas; con el Islam por medio resulta complicado, a la vez que inquietante, saber en que va a quedar toda esta movida.
11 comentarios:
"tras aparecer de modos más pacíficos hemos dejado que siguiera "percutiendo" a los suyos. Ahora queda por saber en que terminará todo y, tema que no deja de ser preocupante, lo que pasará después."
Esta es la parte de la historia que mejor nos define, Modestino. "Percutiendo a los suyos"... que a nosotros no nos afecta. En qué terminará todo cuando los que se han alzado no tienen nada que perder...
Recuerdo los rostros de algunos musulmanes por algo que se quedó en una anécdota: el Perejil. Nos costó dormir aquella noche.
Calcula...
Muchas gracias por refrescarnos la memoria del Gaddafi anterior a estos 20 años de paz ficticia
El termino "percutir"lo utilizaba un amigo de Tarragona y me parece bastante expresivo.
Feliz martes, Sunsi.
"Dar mal", ésa expresión,tan de nuestra tierra, define muy bien.
Una situación muy complicada. Al final caerá, eso seguro, pero mientras más dolor, y después...una incógnita.
Soy muy pesimista con lo que está pasando en los países árabes.
Me temo una "revolución("involución" según mi criterio occidental) en toda regla.
Marruecos con la pretensión de recuperar Al Andalus - España - incluida.
No olvidemos que la última vez, nos costó 8 siglos quitárnoslos de encima.
Con todos mis respetos, pero la radicalización del Islam, de suyo no precisamente moderado, me parece una auténtica amenaza.
Hasta pronto, Modestino, un post muy oportuno, y saludos a todos.
Con tu permiso, Modestino. Asun... y desde entonces no han pasado otros ochos siglos. Ellos piensan que en la balanza pesa más su ocupación que la recuperación de nuestros territorios...
Y a algunos paisanos iluminados se les ocurre organizar congresos tipo: "Al-Andalus...loquesea"."Las raíces blabla bla del Al-Andalus"... Pues nada.. Que vayan con estas pijaditas. El integrismo islámico tiene de todo menos bromas. Y siguen pensando que les hemos echado de sus tierras.
Perdón por se tan poco optimista.
Un saludo Modestino.
Yo tsmpoco soy optimista y también observo cierto snobismo en algunos.
Esperaremos a ver que pasa.
Cuando era el malo de los malos, su maldad inspiraba novelas como "El quinto jinete", mi puerta de entrada a la "política ficción", un género que podría ser incluido en la novela negra. Ya se sabe, la realpolitik... esa forma tan sutil de hablar del cinismo a escala mundial.
Esta bien que los pueblos luchen por sus libertades contra sus tiranos.Ya que a veces los derchos hay que arrebatarlos para que te los den.Pero en ocasiones , estas revoluciones se saben como empiezan ,pero no como acaban.
Nos quedan por ver muchas cosas y me temo que no todas buenas.
GADDAFI=CEAUSESCU
Transcribo estas frases del diario "El Mundo" son de un discrurso dado por Gaddafi
"Si así se requiere, usaremos la fuerza, según las leyes internacionales y la constitución libia". "Desde mañana la policía impondrá la seguridad en las calles de Libia".
"Los protestantes están jugando con la unidad del país y todos los que quieran dañar a Libia serán ejecutados sin piedad".
El ejército y la policía actuarán para no permitir que Libia se convierta en Falluyah", porque las revueltas quieren convertir a Libia "en el nuevo Afganistán".
"Quien quiera a Muamar Gadafi, que salga y asegure las calles" porque si no, "se volverá a la oscuridad de los años 50".
"¿Quieres que América te ocupe, como Irak o Afganistán?".
"Los manifestantes quieren transformar el país en una república islámica" y que no está dispuesto "a ser gobernado por Bin Laden".
"La debilidad de Libia sería una base para la entrada de Al Qaeda en el país"
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