
Julio Iglesias se lanzó a partir de entonces al ruedo de Latinoamérica y con sus éxitos en Chile, Venezuela, Argentina, ... consiguió evitar una vida profesional efímera y triunfar por todo lo alto en todas partes, vendiendo discos como rosquillas por todo el mundo. Al cantante le falta voz, pero suplió ésto con una capacidad de trabajo espectacular y un acompañamiento musical muy bueno, amen de interpretar sus canciones con un estilo notable. Cuentan que tuvo que aprender a dominar el escenario, pues en sus inicios no sabía que hacer con las manos y terminaba con ellas en el bolsillo, lo que motivo que se acabara haciendo los pantalones sin aquéllos. Desde Eurovisión sus éxitos fueron continuos: "Un canto a Galicia", "A flor de piel", "Manuela", "Abrazamé", "Me olvidé de vivir" o "Hey" fueron algunos de los más señalados éxitos del cantante de esta primera época, sin olvidar sus discos dedicados a Méjico ("Cucurrucucú paloma", "Noche de ronda", "Cuando vivas conmigo", ...) o a América ("Caminito", "Júrame", "Moliendo café", ...), o versiones particulares de temas como "A mi manera", "Feelings" o "Candilejas". Sin olvidar el inolvidable dueto con D. Pedro Vargas cantando "Felicidades".

A lo largo de la década de los 80, Julio siguió sacando discos año tras año: "De niña a mujer", "Quijote", "Nathalie", "Momentos", "Lo mejor de tu vida", "Qué no se rompa la noche", "La carretera", "Vuela alto", "La gota fría" o "Milonga sentimental" se convirtieron en temas inolvidables, sin olvidar sus interpretaciones en inglés, como el espectacular "Crazy", o sus espectaculares duetos con Willie Nelson, "To all the girls I love before", con Diana Ross, "All of you", Dolly Parton, "When you tell me that you love me" y con All-4-One, "Smoke gets in your eyes".
El cantante despierta pasiones y odios, y te encuentras personas que lo tienen idolatrado y otros que lo incluyen en la cabeza de los pufos musicales de nuestra época. Yo, modestamente, no soy capaz de dar una opinión entendida del tema, aunque puedo asegurar que aunque ya no es lo primero que escucho en mis momentos de necesidad musical, lo sigo teniendo, en parte por una especie de prurito personal, en mi lista de elegidos.







