" (..) y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra."
(Mateo, 2, 9-11)
Cuando fuimos niños hoy era el día más esperado del año, la ilusión y la esperanza brotaban con una fuerza y una sencillez que con los años posiblemente hemos añorado muchas veces. Recuerdo que cuando era adolescente, pasado ya tiempo de ese momento especial en el que te caes del guindo, un amigo del colegio me comentó que eso de los Reyes Magos era algo que "debería ser verdad", y creo que tiene razón, incluso que uno puede esforzarse para mantener la realidad que nos ilusionó de niños el resto de nuestras vidas.
Cuenta la tradición que esos tres Reyes Magos venían de Oriente, aunque parece ser que representaban tres culturas bien diferentes: Melchor (Magalath), se dice que era un anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color y procedía de Europa, mientras Gaspar (Galgalath), el más joven y rubio de los tres, venía de Asia y Baltasar(Serakin), de raza negra, tenía su origen en África. También asegura la tradición -y los Evangelios- que estos tres personajes llevaron al niño oro, incienso y mirra.
El oro, el más precioso de los metales, es llevado a Jesús en cuanto rey; y en los tiempos que corren la imagen del oro, que es imagen del poder, de la prosperidad, del enriquecimiento, me trae a la cabeza que posiblemente nos venga bien a todos pedirle a los Reyes Magos un poco de cordura para nuestros gobernantes, algún que otro gesto de generosidad, apertura y bonhomía que últimamente parecen tan poco frecuentes, que devuelva el sentido común a los legisladores de este país; asimismo, el fin de las guerras, el reparto de la riqueza, la justicia social, la paz de los pueblos, la solidaridad entre las regiones, .... En un mundo en el que frecuentemente parece que se ha perdido el norte y la cordura, un poco de buena voluntad por parte de los poderosos puede equipararse al oro que buscaban esos primeros colonizadores del nuevo mundo.
El incienso es recibido en cuanto el niño Jesús es Dios; a mí es este un hecho que me produce una doble sensación, por un lado me lleva a rendir la cabeza ante el único al que pienso hay que hacerlo sin ninguna duda ni prejuicio, y con ello a incluir en mi carta a los Reyes una petición de trabajo y paz para todos, que nos cuide y nos impulse al bien; por otra parte, me entra el temor de caer ante las zancadillas que te ponen la vanidad, las alabanzas interesadas y la propia ceguera, y así añado a la lista el deseo de la humildad suficiente para permanecer consciente de lo poco que soy, para no creer nunca y en ninguna circunstancia que puedo ser merecedor de ese incienso que no me corresponde.
La mirra es una sustancia rojiza aromática que es común en medio oriente y Somalia; era muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes. La mirra es recibida por Jesús, en cuanto que es hombre, debiendo añadirse que dicha sustancia es también un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús. Al hacerse hombre, Dios bajo a la tierra y se hizo como nosotros, aunque en nuestro caso seamos especialmente débiles y, en ocasiones, fatuos y mezquinos. Todo esto me lleva a pedirle a los Reyes el sentido común que nos falta a veces, que como hombres que somos aprendamos a disfrutar de lo mejor que tenemos: de nuestra familia, de nuestros amigos y de la naturaleza creada por Dios; y por supuesto, pido a los Reyes la buena salud y, si esta faltara, fortaleza para sobrellevar lo que toque.
2 comentarios:
Y yo añado: que los Reyes nos traigan fuerzas para volver a la normalidad.
Cuesta más volver al colegio, trabajo o rutina diaria después de las navidades que cualquier otro periodo de vacación.Los turrones, villancicos, regalos y belenes, se pegan a los huesos........
¡ Ánimo y adelante con los faroles!
Llego muy tarde. Estos días he tenido poco tiempo. Un post precioso, Modestino. Y una carta completísima. Ojalá hayan traído un poquito de lo que pides. Ojalá...
Un saludo dede Tarraco
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