La mujer de la foto, Hoteline Losama, una haitiana de 25 años, estuvo todo ese tiempo en un hueco formado entre tabiques y cascotes, aprisionada por un refrigerador y cerca de un cadáver, dijo una fuente del operativo de rescate, que calificó como una "bendición" el haber logrado salvar a la muchacha. Una vez fuera del edificio derrumbado, en la camilla en la que esperaba ser introducida en una ambulancia, con las manos juntas y lágrimas en los ojos, la joven consideró su caso "un milagro".
La tragedia de Haití, pasada más de una semana del terremoto, sigue estremeciendo a cualquier gente de bien que pisa este mundo; el hambre, la miseria, la muerte y la desesperación asolan a un país pequeño y paupérrimo y nos hace preguntarnos si existe remedio para tamaña desgracia. En medio de tanta desolación, siempre acaban apareciendo detalles para seguir esperando, fogonazos que ofrecen algo de luz entre tanta niebla. Hace unos días fue la foto del niño que sonreía mientras se abrazaba con fuerza a un bombero español, hoy nos hemos despertado con esta foto que nos hace respirar, en la que al menos uno es capaz de descubrir la mano de Dios también en un escenario de angustia y desazón.
La sonrisa de Hoteline Losama es un brote de aire fresco; además es, sin ninguna duda una sonrisa bonita, unida a una mirada limpia, alegre ... y esto no es poco tras haber estado rodeada de paredes, escombros y cadáveres; Hoteline ha descubierto, posiblemente, que hay pocas cosas imprescindibles, que el secreto de la felicidad es bastante sencillo y simple, que para ser feliz no hace falta más que comprobar que los milagros existen.
4 comentarios:
Es cierto, las miradas de quiénes saben perdido su tiempo sonríen así cuando un milagro les regala un día más con vida... luego otro... y otro...
... nosotros, acomodados en nuestra confortable rutina, lo hemos olvidado. Y si la rutina es contrariada un día, somos tan ilusos, que creemos que todo se arregla con dinero o con papá estado.
Y no... hay cosas que sólo una presencia más alta nos puede conceder. Sólo Él.
Es una maravilla de sonrisa. Me he quedado largo rato mirándola. La han rescatado. ¡Está viva! La mejor razón para sonreír. Un contraste con caras largas porque no han pododo adquirir el último grito en ...lo que sea.
Gracias, Modestino
Siempre me he preguntado por qué los desarrapados, los sin techo, los míseros, los que nada tienen que perder porque nada tienen, no se rebelan de una vez y nos cortan la cabeza a todos los que tan cómodamente vivimos en este primer mundo. ¿Qué les retiene, si son mayoría?.
A lo mejor les retiene que son mejores que nosotros, amigo Brunetti ... aunque no te extrañe que algún día pase ... que no sería la primera vez.
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