El domingo pasado, de un ataque al corazón y a los 72 años, falleció en Londres Erich Segal, el escritor norteamericano que pasará a la historia como el exitoso autor de "Love Story", el best seller que fue inmortalizado posterioremente en el cine por Arthur Hiller.
El estreno en 1970 de "Love Story" supuso el regreso a las películas románticas; tras unos años en lo que se imponían films de otro tipo ("Bonnie & Clyde", "En el calor de la noche", "El graduado", "El león en invierno", Dos hombres y un destino", "Cowboy de medianoche", ...), la gente llenó las salas de cine con un drama romántico basado en la sencillísima y recurrente historia de dos jovenes de distintas clases sociales que se enamoran y que tras superar múltiples obstáculos familiares tropiezan con cruda realidad de la enfermedad y la muerte. Los espectadores quedaron prendados de un guión que no tenía más pretensiones que tocar su fibra sensible, y de una historia y unos personajes en los que se podía identificar cada uno de ellos.
"Love Story" supuso el lanzamiento al estrellato de dos jóvenes actores cuyo trabajo les valió ese año la nominación al Oscar para los mejores actores principales: Ryan O'Neal y Ali MacGraw, si bien ambos acabaron perdiendo la batalla frente a dos auténticos paquidermos del cine: George C. Scott y Glenda Jackson. O'Neal tuvo también papeles importantes en dos películas de éxito posteriores, como "¿Qué me pasa doctor?" (1972), de Peter Bogdanovich y "Barry Lyndon" (1975), una de las obras maestras de Stanley Kubrick, que se llevó 4 estatuillas; de Ali MacGraw no recuerdo más intervención destacada que la de "La huida" (1972), de Sam Peckinpah, film en el que inició un romance con Steve MacQueen que acabó primero en boda y posteriormente en divorcio.
La película obtuvo siete nominaciones para los Oscars, si bien finalmente obtuvo tan sólo el galardón a la mejor banda sonora por su conocidísimo tema, compuesto por Francis Lai y del que se han hecho tantas versiones, entre las que destaca la de Andy Williams. Como curiosidad cabe destacar que en el reparto del film aparecen un veterano actor en sus últimos papeles, Ray Milland y otro jovencísimo en sus primeros, Tommy Lee Jones. Del guión está sacada la conocidísima frase de "Amor significa no tener que decir nunca lo siento"; un experto en el tema me recordaba esta mañana que esta es la frase que Bogdánovich le hace decir a Barbra Streissand dos años después en "¿Qué me pasa doctor?", a lo que el propio Ryan O'Neal contesta: "nunca he oído una frase tan estúpida", y es que la rivalidad también se da entre los cineastas.
SINOPSIS: Historia de amor de dos universitarios de Harvard. Él es hijo de un poderoso banquero, mientras que el padre de ella es un humilde emigrante italiano. Ambos consiguen vencer las dificultades propias de sus diferentes clases sociales, pero una enfermedad incurable destroza a la pareja.
De ese mismo año es otra película, de "fabricación europea" y temario similar, "Anónimo Veneciano", una película dirigida por el italiano Enrico María Salerno en la que, desde otra perspectiva, el amor es el tema central. En esta ocasión el final es el mismo, pues la muerte pone fin al amor terreno entre dos personas, pero el punto de partida es distinto, pues la protagonista regresa a Venecia para compartir con su primer marido, de quien se ha separado, sus últimos días de vida, reencontrándose con ese amor que al parecer no había muerto nunca.
La película no tuvo, evidentemente, el éxito en taquilla de su "compañera" americana, pero tenía una calidad notable, habiendo que añadir a las virtudes de la dirección magistral de Salerno, un actor de cine comprometido que debutaba como director y guionista, y de la interpretación un tema principal maravilloso, compuesto por por Stelvio Cipriani que forma su banda sonora junto a la 5ª sinfonía de Beethoven y el Concierto en do menor para oboe y orquesta de A. Marcello, dirigidos ambos por Giorgio Gaslini, así como el maravilloso escenario de Venecia que protagoniza prácticamente todas y cada una de las tomas de esta película de amor.
Los dos actores principales de "Anónimo Veneciano" son Tony Musante, un actor norteamericano habitual en películas policíacas y series de televisión de la misma naturaleza y Florinda Bolkan, una bellísima actriz nacida en Uruburetama (Brasil) con papeles importantes en "La caída de los dioses" (1969), de Luchino Visconti y "El último valle" (1970), de James Clavell.
SINOPSIS: Enrico, un tocador de oboe en la fenice, cuyo sueño era llegar a ser director de orquesta, sabe que morirá pronto a causa de un cáncer. Enrico vive separado de su mujer, Valeria, quien ha creado una familia en otra ciudad. Aún así, él le ruega que regrese a Venecia. Valeria, desconfiada, piensa que Enrico quiere chantajearla, pero en cambio sólo pasean por una Venecia deshecha, agonizante, recorriendo los lugares donde vivieron su unión, Valeria se da cuenta de que aún ama a Enrico. Es entonces cuando él le revela su enfermedad.
Los años 70, pasados las convulsiones de mayo del 68, los seguidores del mundo del cine se volvieron a encontrar con esas películas de siempre en las que abunda ese poco de drama y ese todo de amor y rosas, algo que nunca acaba de pasar de moda.
6 comentarios:
De Ryan Oneal,sin dudarlo,"Luna de papel",de Peter Bogdanovich.
Lástima que luego quedó en nada.
No se que tal habrá pasado el tiempo por estas películas, lo que me parece eternamente genial son sus melodías principales ya incorporadas al poupourri popular.
¡Qué recuerdos con Barry Lindon proyectada en pantalla de cine-forum en colegio mayor con algún desenfoque incluído ! Esta banda sonora - tomada de los clásicos de siempre - es una de las mejores selecciones de todos los tiempos.
Saludos y espero que el Zaragoza - con la tumba ya excavada - se resista a cerrar la tapa de su ataud - lagarto, lagarto
Barry Lyndon está aún entre miss muchas pelis pendientes.
En cuanto al paso del tiempo, yo creo que las bandas sonoras se han mantenido mejor que las películas en sí.
Un poco tarde... Qué bonitas las imágenes del vídeo, qué jóvnes Ryan O'Neal y Ali MacGraw... Una película con recuerdos añadidos.
Supongo que ella debía morir. Me rebelé en su momento.
Un saludo, Modestino
Uff... eras muy joven entonces, no?.
Modestino... no recuerdo la edad. Supongo que sí. O quizá la vi más tarde... pero repetí.
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