6 de diciembre de 2008

Un derbi con todos los alicientes









Real Zaragoza 2 S.D. Huesca 2




El fútbol es un juego sorprendente; a priori un empate final en el marcador era un resultado soñado por los oscenses y negativo para los blanquillos; pero al final, a la vista de como sucedieron las cosas, es posible que los seguidores del Huesca se hayan quedado con un sabor agridulce, mientras los zaragocistas han respirado algo.

El partido ha tenido tres partes bien diferenciadas; la primera ha durado hasta la expulsión de Arizmendi; hasta ese momento el Zaragoza ha dominado claramente el partido, y aunque el Huesca ha contraatacado en dos ocasiones con peligro, los blanquillos han sido superiores, con un Gabi magistral y un Jorge López que parecía resurgir de su bache; el problema ha estado en el flojo estado de forma de Oliveira, quien no sabemos si seguía afectado por el despiste de las últimas semanas o por la enfermedad que le había tenido postrado los primeros días de la semana. El Huesca se ha defendido con orden y ha tenido en Eduardo un autentico bastión, demostrando que se trata de un equipo serio y muy bien posicionado.


La expulsión de Arizmendi ha marcado el encuentro; me ha parecido rigurosa, pero no se puede permitir que un profesional cometa la torpeza de jugársela con una entrada a destiempo teniendo ya una cartulina amarilla. El Zaragoza ha salido en la segunda parte descentrado; aquí pienso que no ha reaccionado a tiempo Marcelino, quien es posible que hubiera tenido que realizar algún cambio para rearmar el equipo. El Huesca se ha impuesto en esta fase del partido, ha marcado dos goles y ha parecido que el Zaragoza entregaba el encuentro.

Ha sido en torno al minuto 25 de la reanudación cuando se ha iniciado la tercera fase del encuentro que ha llevado al Zaragoza a un empate que ya nadie esperaba; con el 0-2 Marcelino ha comenzado a mover el banquillo, sacando a Caffa por Zapater y moviendo a Jorge López al medio campo, a la vez que incluía a Braulio en lugar de un desafortunado Oliveira y a Hidalgo en el puesto de Chus Herrero, dejando al equipo con solamente tres defensas. Los cambios han dado resultado, con un Braulio que ha luchado mucho y acertado bastante, mientras Hidalgo y Caffa que han aportado, respectivamente, solidez a la media y peligrosidad al ataque; pero sobre todos ha sobrevolado Ewerthon, quien ha demostrado encontrarse en auténtico estado de gracia y ha marcado dos goles que han devuelto un punto al casillero zaragocista.




El partido ha tenido todos los alicientes de un derbi: ha sido muy disputado, ha habido alternativas en el marcador, polémica, tensión en las gradas y cuatro goles: ¿qué mas se puede pedir?; es cierto que los del Huesca se lamentarán de la oportunidad perdida de hacer historia y los del Zaragoza sentimos pena por los dos puntos perdidos, pero a la vista de lo observado en el campo, tal vez no hubiera sido justa la derrota de nadie.

El Huesca ha demostrado que es un conjunto consolidado en segunda, ha jugado con tensión permanente y mucho orden, ha sido excelente el encuentro de Sastre y Camacho, a la vez que su pareja atacante ha vuelto a demostrar que es de las mejores de la categoría.

Por lo que se refiere al Real Zaragoza, ha tenido dos virtudes esenciales: capacidad de reacción y una fortaleza física que le ha llevado a acabar el partido a plenitud, algo difícil si se tiene en cuenta que ha jugado más de la mitad del mismo con 10 hombres y que supone, a la vez, una garantía de cara al futuro.



En el lado negativo hay que poner la falta de acierto cara al gol en la primera parte, el desconcierto de los primeros 20 minutos de la segunda y la fragilidad que muestra la defensa cuando a los centrales se les busca la espalda.

En el capítulo individual voy a citar por encima de todos dos nombres: Ewerthon, hoy por hoy el jugador más importante del equipo, y que ya es líder solitario del Pichichi con 11 goles y Gabi, que cada día que pasa se consolida como el líder que necesita el equipo en medio campo. A mí me ha gustado Jorge López más que en otras ocasiones y también pongo buena nota a los tres jugadores que han salido de refresco en el segundo tiempo.



Por el contrario, Arizmendi ha tenido el día negro, no solamente por una expulsión de pardillo, sino también por haber fallado tres excelentes ocasiones de gol. Lo de Oliveira, por otra parte, comienza a ser preocupante; era un jugador llamado a marcar diferencias, pero no sólo está negado cara al gol, sino que parece en diversos momentos como fuera del partido.

Yo pienso que el partido, un auténtico acontecimiento deportivo en Aragón, ha tenido que dejar satisfechos a todos. Ambos equipos siguen en todo lo alto, con las aspiraciones intactas y habiendo demostrado un excelente estado de forma.

El próximo sábado nos espera el Celta, un grande venido a menos pero que conserva una plantilla con nombres de fuste: Notario, Borja Oubiña, Jonathan Vila, Trashorras y una delantera de lujo: el brasileño Dinei y el francés Ghilas. EL Zaragoza acudirá a Balaidos con el hándicap de las sanciones que presumiblemente caerán sobre el expulsado Arizmendi y el tarjeteado Jorge López, amen de que también su mister Marcelino ha recibido hoy la tarjeta roja. No obstante, el Zaragoza está en condiciones de seguir sumando.



4 comentarios:

Jorge Orús dijo...

Hay factores del bando oscense que han revivido al Zaragoza: Antonio Calderón ha errado en la convocatoria y en los cambios y empieza a ser habitual. Con 0-2, el centro del campo necesitaba refresco y control del balón. Con Ion Erice incomprensiblemente en la grada, el partido estaba para Sorribas. Ha puesto Vara (un interior por un lateral) y a Rodri (que no está para muchos trotes) y en el segundo gol del Zaragoza éste ha encadenado dos errores. La expulsión de Arizmendi ha sido rigurosa pero también la de Luis Helguera, por nada.
El Zaragoza me ha parecido un equipo con pegada, pero tiene un grave problema de criterio con la posesión del balón. Una pena para un equipo grande.
Un saludo

Modestino dijo...

Efectivamente, el Huesca ha podido pecar de inexperto, a un equipo con más tablas no se le hubiera escapado el partido.Pero creo que al Huesca no se le puede pedir más, es un conjunto muy bien trabajado, pero no le exijamos lo que no puede dar.

Se me ha olvidado citar el rigor en la expulsión de Helguera, aunque el chico se la estaba buscando.

Lo de la falta de criterio del Zaragoza en la posesión del alón me parece que es más consecuencia del estilo que le quiere imponer Marcelino. El año pasado con Matuzalem, Aimar, D¡Alessandro, y cía teníamos más criterio, pero en cambio este año, además de la pegada, hay buena preparación física y se lucha y pelea hasta el final: el pasado año este partido no lo sacábamos adelante ni de broma.

De cualquier manera, sigo pensando que la expulsión de Raizmendi ha sido mucho más decisiva, aunque lo que queda es el resultado final y lo demás, elucubraciones.

quique dijo...

el Huesca ha jugado a un buen nivel...y es cierto también que tras el 0-2 las cosas se han complicado
es justo reconocer que afortunadamente para el Huesca, el partido no duró más

Modestino dijo...

A mí me han sorprendido algunas crónicas -especialmente la del Diario Equipo- que hablan de baño del Huesca al Zaragoza, de que los oscenses merecíeron ganar de largo,... Sinceramente, es verdad que el Huesca hizo un partido muy serio y que con el 0-2 el partido era suyo, pero hasta la expulsión de Arizmendi yo vi superioridad zaragocista y se intuia victoria local.
Y digo esto río desmerecer el luego azulgrana, que a mí el resultado me pareció justo. Y aunque la expulsión de Helguepa fue un error, quién estuvo mucho más tiempo con diez fueron los blanquillos.