"La salvación de nuestro mundo se encuentra en el corazón de las personas, en su humildad, responsabilidad y capacidad de reflexión". Vaclav Havel
31 de diciembre de 2008
Feliz 2009¡¡¡¡
La vieja canción de Mecano, la que se refería a la Puerta del Sol, a las 12 uvas, hablaba de hacer balance de lo bueno y malo; yo ya me he olvidado de lo malo y solamente me quedan motivos para dar gracias: a Dios y a mis amigos. Además, este año trajo la idea de inaugurar este blog, algo que también agradezco: a quien me animó a hacerlo y a quienes me habéis aguantado estos meses.
Si miramos atrás comprobamos que este año hemos visto de todo: el primer presidente negro en la Historia del grande americano, una crisis económica galopante, guerras y conflictos a lo largo y ancho del globo, enormes éxitos de los deportistas españoles (Eurocopa, Roland Garrós, Wimblendon, Tour de Francia,...) y a nivel local un hasta hace bien poco impensable duelo futbolístico regional. Todos, seguramente, tenemos gente a la que quisimos que emprendieron el viaje definitivo el año que hoy termina, nos queda su recuerdo, sembrado por su ejemplo y esos momentos que guardamos tan adentro; más de uno habrá tomado decisiones importantes: ahora vendrá el momento de consolidarlas y, a lo mejor, reconducirlas; posiblemente pasaron cosas que nos hubieran gustado que fueran de otra manera ... o que no lo hubieran sido nunca ... incluso dejaron de ocurrir algunas que deseábamos, pero da igual: todo nos lo cargamos en el zurrón de la experiencia.
Ahora es ya el momento de mirar sólo adelante y, junto al deseo de lo mejor, cada uno hemos de asumir la decisión de ponerlo todo de nuestra parte para que así sea. Ojalá todos consigamos lo que deseemos, aunque tal vez sería más sensato ansiar lograr lo que nos convenga. En lo personal a todo el que lea este recorte de este rincón de la red ya sabe que le deso un montón de cosas buenas: éxito, salud y poder ser correspondidos con el cariño de todos; aunque a lo mejor, a la vista de los tiempos que corren, sea más adecuado encaminar nuestros mejores afanes en busca de la paz, esa paz que falta en tantos lados; emprendamos la tarea de reconstruir esa paz implicando a los hombres de buena voluntad .... probablemente intentando que cada vez haya más de estos últimos.
Fotos:blogs.ya.com; silvanole.blogspot.com; pobres-diablos.blogspot.com
25 de diciembre de 2008
Pensamientos navideños
Pienso que nadie discute que estos días son especiales; lo que pasa es que el tema de la Navidad da lugar a diversos planteamientos, variados planes personales y muy distintas sensaciones. Para los cristianos la Navidad tiene un sentido muy concreto y claro y como no tengo ganas de elucubrar más de la cuenta, dejo aquí lo que dijo Benedicto XVI al comenzar el Adviento en su primer año de pontificado:
“El pesebre puede ayudarnos a entender el secreto de la verdadera Navidad, porque habla de la humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo, el cual ‘de rico que era se hizo pobre’ por nosotros”.
“Su pobreza enriquece a quien la abraza y la Navidad trae gozo y paz a aquellos que, como los pastores en Belén, acogen las palabras del ángel: ‘y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre’. Este signo permanece también para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI. No hay otra navidad”.
Si miramos al Belén de nuestra casa, encontramos humildad, serenidad y entrega. Creo que un niño, que es Dios, sometido al poder de los hombres, las circunstancias del mundo y las inclemencias del tiempo nos tiene que enseñar a descubrir otro sentido a la vida, discurrir otros planteamientos y, en definitiva, ayudarnos a ser mejores, a ser como la Virgen y San José, que pusieron los medios para llevar cumplir fielmente su misión en la tierra.
Pero estamos en el siglo, y la Navidad presenta aspectos mucho más terrenales; durante estos últimos días he recibido montones de felicitaciones: algunas han llegado por vía tradicional, a través de esos Christmas en los que procuramos poner palabras que reflejen lo que el corazón nos dice, aunque también los hay oficiales, a veces fríos, a veces rutinarios, ... incluso, en ocasiones, pareciendo evitar toda trascendencia, casi huyendo de la palabra Navidad. La costumbre de felicitar no se ha librado del espacio cibernético y del forward, y por la red han corrido todo tipo de vídeos, power-points y archivos JPEG cargados con frases hechas y pensamientos de Benedetti, García Marquez o Víctor Hugo; todo muy bonito, aunque a uno le entra la duda de si el remitente es consciente de todos y cada uno de los destinatarios.
La misma Nochebuena se convierte en maremagnum de mensajes al móvil, con frases ocurrentes y excesivo recurso a los topicazos, aunque casi siempre existe un íntimo trasfondo de cariño y amistad. Hay muchos que, al hablar de estas fiestas, y en concreto de las reuniones familiares que conllevan, lo hacen con agobio y hasta cierto aborrecimiento; lo comprendo, porque a mí también me pasa, pero me parece que no es buen síntoma: tenemos que descubrir el valor de convivir en familia, el sentido positivo de los verbos compartir, colaborar y, por encima de todos, querer. No puede ser éste mal momento para ejercitar un deber que la caridad nos exige: aprovechar los momentos para descargar pesos ajenos y aliviar dolores profundos."No existe la Navidad ideal, solo la Navidad que usted decida crear como reflejo de sus valores, deseos, queridos y tradiciones"
“El pesebre puede ayudarnos a entender el secreto de la verdadera Navidad, porque habla de la humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo, el cual ‘de rico que era se hizo pobre’ por nosotros”.
“Su pobreza enriquece a quien la abraza y la Navidad trae gozo y paz a aquellos que, como los pastores en Belén, acogen las palabras del ángel: ‘y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre’. Este signo permanece también para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI. No hay otra navidad”.
Si miramos al Belén de nuestra casa, encontramos humildad, serenidad y entrega. Creo que un niño, que es Dios, sometido al poder de los hombres, las circunstancias del mundo y las inclemencias del tiempo nos tiene que enseñar a descubrir otro sentido a la vida, discurrir otros planteamientos y, en definitiva, ayudarnos a ser mejores, a ser como la Virgen y San José, que pusieron los medios para llevar cumplir fielmente su misión en la tierra.
Pero estamos en el siglo, y la Navidad presenta aspectos mucho más terrenales; durante estos últimos días he recibido montones de felicitaciones: algunas han llegado por vía tradicional, a través de esos Christmas en los que procuramos poner palabras que reflejen lo que el corazón nos dice, aunque también los hay oficiales, a veces fríos, a veces rutinarios, ... incluso, en ocasiones, pareciendo evitar toda trascendencia, casi huyendo de la palabra Navidad. La costumbre de felicitar no se ha librado del espacio cibernético y del forward, y por la red han corrido todo tipo de vídeos, power-points y archivos JPEG cargados con frases hechas y pensamientos de Benedetti, García Marquez o Víctor Hugo; todo muy bonito, aunque a uno le entra la duda de si el remitente es consciente de todos y cada uno de los destinatarios.
La misma Nochebuena se convierte en maremagnum de mensajes al móvil, con frases ocurrentes y excesivo recurso a los topicazos, aunque casi siempre existe un íntimo trasfondo de cariño y amistad. Hay muchos que, al hablar de estas fiestas, y en concreto de las reuniones familiares que conllevan, lo hacen con agobio y hasta cierto aborrecimiento; lo comprendo, porque a mí también me pasa, pero me parece que no es buen síntoma: tenemos que descubrir el valor de convivir en familia, el sentido positivo de los verbos compartir, colaborar y, por encima de todos, querer. No puede ser éste mal momento para ejercitar un deber que la caridad nos exige: aprovechar los momentos para descargar pesos ajenos y aliviar dolores profundos."No existe la Navidad ideal, solo la Navidad que usted decida crear como reflejo de sus valores, deseos, queridos y tradiciones"
Bill McKibben
24 de diciembre de 2008
Feliz Navidad
Hace más de medio año que creé mi espacio de internet; desde entonces ha habido momentos de mayor o menor cierto, de más o menos dedicación, de buenas y malas noticias, de apariciones y desapariciones, de felices encuentros y hasta de alguna polémica. Al llegar el momento más hermoso del año, de todo corazón, para todos los que, a posta o sin querer, por curiosidad o por casualidad, por afecto o por interés, buscando algo o por pasar el rato ...se den una vuelta por esta su casa:
Feliz Navidad¡¡¡; que la paz y la serenidad que llegan desde Belén nos ayuden a ser mejores.
"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año" (Charles Dickens)
23 de diciembre de 2008
Eurovisión 1974, el nacimiento de un grupo histórico
El Festival de Eurovisión allá por los años 60 y 70 se había convertido en uno de los momentos estelares del año en Televisión. En 1973 la vencedora había sido Anne Marie David, una cantante con una voz formidable que representó a Luxemburgo con "Tu te reconnaitras", aunque nadie discutió que los vencedores morales del concurso fueron los chicos de Mocedades con el espléndido tema de Juan Carlos Calderón "Eres tú". Tanto Luxemburgo, que ya había ganado el año anterior con Vicky Leandros y "Apre toi", como España, que no debía estar para dispendios, renunciaron a organizar la edición del año siguiente y fue Reino Unido, representada en el 73 por el veterano Cliff Richard ("Power to All Our Friends"), quien acabó siendo la sede del Festival de 1974.
En dicha edición, celebrada con la brillantez y la sobriedad habitual en los británicos, se produjo lo que pienso ha sido la más espectacular aparición en la historia del festival; por Eurovisión habían pasado hasta entonces cantantes que, si no lo eran ya, acabaron siendo estrellas de fama mundial: Sandie Shaw, Julio Iglesias, Gianni Morandi, ... pero nunca hasta el año referido el festival se había convertido en la plataforma de lanzamiento de un participante -y ganador- como fue el caso de Abba, el grupo sueco que a partir de Eurovisión se convirtió en uno de los fenómenos musicales más importantes del siglo.
La representación elegida por Suecia y España explicaba bien a las claras los distintos criterios que había en ese momento en cada país a la hora de valorar quien podía conseguir el triunfo en un certamen de estas características. Mientras los escandinavos optaban por un conjunto moderno, una canción actual y una escenificación agresiva y vanguardista -todos recordamos a los representantes suecos con el gorro de Napoleón- los responsables de elegir la canción española recurrieron al tópico y eligieron a Peret, un fenómeno de la rumba, que con la guitarra española y un coro de flamencas -la "Chelo" y la "Payoya"- interpretó "canta y se feliz". Recuerdo que en los medios de comunicación nacionales se insistía en las enormes posibilidades que tenía el gitano catalán de vencer con un tipo de música que se entendía entusiasmaba en Europa; el tiempo demostró lo equivocados que estaban nuestros "expertos".
El triunfo de Abba fue rotundo, imponiéndose claramente con 24 votos, seis más que Italia, lo que a la vista del sistema de votación del momento era una diferencia notable. El Festival supuso para el grupo sueco el inicio de una carrera brillantísima y llena de éxitos: "Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)", "I Have A Dream", "Chiquitita", "Super Trouper", "The Winner Takes It All", "Dancing queen", y muchas otras más, son canciones que han recorrido el mundo; y hoy en día su música sigue perdurando con el músical y la película "Mamma mía". Era la primera vez que un conjunto musical se imponía en el Festival, algo que luego ha venido siendo frecuente. Abba eran distintos, especiales, dotados de una calidad muy superior a la media de los participantes en este Festival y en los anteriores. Destacaba, además, una coreografía espectacular y una originalidad en las formas de vestir y estar en el escenario que suponían un cambio radical y decisivo en los hábitos de un certamen que se estaba quedando anquilosado en formas arcaicas.
Eurovisión 1974 contó también con dos participantes ilustres; la primera de ellas la italiana Gigliola Cinquettí, quien con 17 años había triunfado en la edición de 1964 con "Non ho l'età " y que en Londrés acabó segunda con "Sí", una canción tan bella como su intérprete, cantada con elegancia y estilo; a Gran Bretaña la representó la australiana Olivia Newton John, por entonces una desconocida y que tres años despuès saltaría a la fama mundial al actuar junto a John Travolta en "Grease"; Olivia fue quinta con "Long Live Love".
http://www.youtube.com/watch?v=zyuUy_iASCI
Fotos: www.keithm.utvinternet.ie; nicolasramospintado.files.wordpress.com; romionew.frbb.net; www.eurovisioncovers.co.uk
22 de diciembre de 2008
"Ciudad de ladrones", David Benioff
"Ciudad de ladrones"
David Benioff
Seix Barral, Barcelona (2008)
352 páginas
Ayer terminé esta novela ambientada en Leningrado al tiempo de los meses de la ocupación nazi. Los dos grandes protagonistas del libro son dos jóvenes de 17 y 22 años, Lev y Kolya, que se conocen en una celda de la cárcel acusados de desvalijar a un paracaidista alemán muerto el primero, y de desertar de filas el segundo. A ambos el coronel-jefe del centro les da la oportunidad de librarse de la ejecución si consiguen una docena de huevos frescos para preparar el paste de la boda de su hija. Semejante encargo parece una misión imposible en una Rusia sometida al poder alemán y a las carencias más absolutas.
La búsqueda de la docena de huevos centra el relato y da idea de los dos caracteres esenciales de esta novela, que no dejan de ser una gran paradoja: una misión sorprendente en clave humorística y un escenario auténticamente dramático, con las terribles consecuencias de la guerra: hambre, odio, miseria, muerte,...Benioff escribe con cierto tono de humor, presentándonos a dos protagonistas que se complementan: Kolya es un hombre experimentado, vital y pendenciero, audaz y lleno de vivencias, mientras que a Lev nos lo enseña como un joven inocente y novato, lleno de sensibilidad y al que le falta conocer los entresijos de la vida; ambos son personas cultas, pues el primero está escribiendo un libro, mientras Lev es un experto jugador de ajedrez.
Pero aunque se nos presente la aventura de ambos personajes como un envite juvenil y desenfadado, la acción se desarrolla en un escenario bien distinto, en medio del frente de guerra y en el libro se nos muestra con toda su crudeza todo el drama que lleva consigo. Hay escenas verdaderamente duras y situaciones de una crudeza tremenda. La práctica del canibalismo, los asesinatos indiscriminados, la existencia de perros "antiminas", los castigos torturas más tremendos, todo ello aparece en la narración de Benioff.
También hay tiempo para el amor, pues Lev se queda prendado de Vinka, una joven que forma parte de un grupo de partisanos con los que se encuentran los dos protagonistas en su andadura; ella ejerce de francotiradora y exhibe un aspecto exterior de hombre.
En algunos momentos la lectura se hace dura y parece excesivamente cruel, en otros parece que el ritmo decae, pero al final uno acaba enganchando y disfrutando con la lectura de esta novela escrita por David Benioff, uno de los guionistas cinematográficos de moda.
Fotos: www.navlan.es, www.comingsoon.net
21 de diciembre de 2008
Una victoria oxigenante
Real Zaragoza 3 Alicante C.F. 0
El partido jugado por el Zaragoza el pasado sábado siguió el guión previsto: un equipo flojo, que solamente había ganado un partido de Liga, con nueve bajas y en zona de descenso fue goleado por un Zaragoza muy superior, con dinamita arriba y una tremenda necesidad de reivindicación ante su afición tras el desastre de Vigo. Afortunadamente para los intereses blanquillos no hubo sorpresas y el Zaragoza goleó al Alicante.
A pesar de que el encuentro no pasó de un entrenamiento y el Alicante ofreció una pobrísima impresión, no hay que despreciar el triunfo de un Zaragoza que, al fin y al cabo, hizo lo que debía de hacer: ganar con contundencia. De paso, y tras el descalabro del Jerez en su casa frente al Nastic de Tarragona, el equipo termina el año en segunda posición, una auténtica medicina para la depresión que nos había entrado a todos tras el pinchazo ante los vecinos oscenses y el descalabro en el estadio de Balaidos.
No voy a entrar a estas alturas a realizar valoraciones generales del encuentro, y me voy a limitar a realizar una serie de consideraciones en torno a unos jugadores que dividiré en tres grupos. En primer lugar quiero referirme a los tres jugadores que considero se han convertido, por méritos propios, en los hombres más en forma del Zaragoza; el primero de ellos López Vallejo, quien ayer detuvo el segundo penalti de la temporada; el meta navarro, a quien poníamos en tela de juicio al comenzar la temporada se ha convertido en un valladar y ofrece a la defensa una seguridad imprescindible en una liga como la de 2ª. También queremos incluir aquí a Gabi, el centrocampista con más capacidad creativa del equipo, que cada tarde ofrece un despliegue físico espectacular: en cuanto mejore su tendencia a la precipitación se puede convertir en el auténtico motor de los blanquillos. Finalmente hay que mencionar a Ewerthon, pensar que el brasileño estuvo a un paso de irse cedido al Málaga nos provoca un suspiro de alivio; sin sus goles el Zaragoza estaría ahora en una posición casi insalvable.
Junto a estos quiero referirme a otros dos jugadores que ayer resurgieron tras varios partidos sin brillar: Jorge López y Oliveira. Ambos son, posiblemente, los miembros de la plantilla con más clase, los que deben de marcar la diferencia. Por eso es una buena noticia que empiecen a responder conforme a sus capacidades. El riojano se cansó de crear juego, de tocar bien el balón y culminó su actuación con el gol que cerraba el marcador. Oliveira rompió su nefasta racha de seis encuentros sin marcar, dio la asistencia de los otros dos goles y luchó como nunca. Estoy seguro de que si estos dos hombres rinden como saben y pueden, el ascenso caerá como fruta madura. Eso sí, uno y otro deberán refrendar sus actuaciones cuando el equipo se enfrente a rivales de más altura.
La alineación que ayer presentó Marcelino presentaba dos novedades: la presencia del canterano Goni en el lugar del lesionado Pulido y la de David Generelo, quien relegaba al banquillo al capitán Zapater. En cuanto a Generelo, quiero lanzar una lanza a su favor. Se ha dicho en algunos foros que el extremeño ha tenido muchas oportunidades y se ha quedado a mitad camino; no niego que hasta ahora no haya respondido a las expectativas, pero creo que hay matices y atenuantes. Generelo fue fichado en edad juvenil como una promesa notable del fútbol; ya tras su primer año en el filial (2000) Juanma Lillo lo llevó a la pretemporada y le hizo debutar en competición oficial, si no recuerdo mal en el partido de ida frente al Wisla Cracovia. Luego sufrió la habitual pájara de muchos jugadores tras debutar con el primer equipo: volvió al filial y bajó algo su rendimiento. Subió de nuevo con el equipo en 2ª y en el primer año de nuevo en 1ª tuvo algunas actuaciones destacadas: recuerdo una victoria en Valladolid con gol de cabeza de Generelo y su excelente actuación en la inolvidable final de Montjuich entrando, si no recuerdo mal, por Ponzio.
La temporada siguiente (2004-05) fue su mejor año; en la UEFA tuvo grandes intervenciones: un gol suyo abrió la lata en el partido inicial frente al SK Sigma Olomouc, otro -un auténtico golazo- dio la victoria al Zaragoza en el célebre partido pasado por agua ante el Dnipro y frente al Fenerbache en Turquía cuajó un encuentro sensacional -para mí, el mejor del equipo-. La Liga la acabó como una moto y todos recordamos ese partido frente al Depor en el que levantamos parcialmente un 0-2 (2-2 final) con dos goles del extremeño, quien estuvo a punto de marcar el tercero.
Todos esperábamos que la temporada 2005-06 fuera la de su consagración, pero pareció estancarse, tal vez perjudicado por la llegada de Celades, aunque formó parte del once inicial que destrozó al Real Madrid en La Romareda en partido de Copa (6-1). Al llegar Víctor Fernández se le cedió al Nastic de Tarragona; es cierto que allí su actuación no pasó de discreta, pero no conviene olvidar que empezó la temporada lesionado y que cuando pudo incorporarse al equipo éste estaba hundido en el farolillo rojo tras pagar la novatada en la máxima categoría; en la 2ª vuelta el Nastic tuvo una reacción insuficiente Generelo jugó bastante.
Tras regresar al Zaragoza, hizo una buena pretemporada con Víctor Fernández, pero se lesionó en el dedo del pié y acabó enlazando lesiones: al final jugó un total de 37 minutos en los tres primeros partidos y 18 más en el infausto encuentro jugado e campo del Levante. Este año se ha vuelto a lesionar, y es cierto que cuando se contó con él no estuvo precisamente afortunado: recuerdo su mal partido en el 2-2 frente a la Real. En resumen, no podemos olvidar que el chico ha tenido mala suerte con las lesiones, circunstancia que pienso permite que se mantenga la esperanza de acabe cuajando.
Por lo que se refiere a Goni, es posible que tras reclamar tantas veces el fichaje de un central, la solución la podamos tener en casa. A mí me parece un jugador con muchas cualidades y una presencia física importante. Me ha gustado el comentario que hace hoy en AS Mario Ornat: "Goni anduvo tranquilo: tiene un excelente manejo y su interrogante es la contundencia"; entiendo que la contundencia se puede ir aprendiendo con los entrenamientos. Goni tiene condiciones para ser un fijo en el primer equipo, sólo le faltan oportunidades, continuidad ... hay que tener paciencia con él, dejar que cuaje y no tacharle al primer o segundo fallo.
En definitiva, el temporal parece que ha amainado: no hay como vencer y verse muy arriba en la clasificación para que todo el mundo recupere la calma. No obstante, aún queda muchísimo por hacer y en cuanto comienze el 2009 se vienen encima los cuatro últimos partidos de la 1ª vuelta, ninguno de ellos fácil (Albacete, Salamanca, Córdoba y Rayo Vallecano) de cuyos resultados va a depender mucho la suerte final del Zaragoza.
Fotos: www.zaragocistas.com
20 de diciembre de 2008
Monasterio de Piedra
19 de diciembre de 2008
Abiertos a todos
No tengo excesivo tiempo para contar grandes cosas; por otra parte, no acababa de tener claro de qué voy a hablar hoy; ante esta situación me ha venido bien dar una vuelta por el blog de mi amigo Guillermo y se me ha ocurrido robarle una idea: estoy seguro de que me perdonará. La idea, además, no es suya -aunque, como hago yo ahora la asuma como propia-; se trata de algo que dijo la escritora norteamericana Flannery O’Connor: "una de las mayores equivocaciones de los católicos está en pensar que los escritores cuya religión es la católica escriben exclusivamente para ellos, para los católicos". La opinión de la gran escritora consigue agolpar en mi cabeza un montón de sugerencias, a la vez que remueve inquietudes que han ido creciendo en los últimos tiempos.
Las personas de mi generación nacimos en un estado confesional; ser católico era lo normal, ir a Misa una obligación que para bastantes estaba mucho más cerca de la exigencia social que del cumplimiento de un precepto, el Jefe de Estado entraba en los templos bajo palio y las verdades elementales de la fe se tenían por supuestas. Las cosas han cambiado, y ahora nos encontramos en una sociedad que podemos llamar post-cristiana; evidentemente, para quienes estamos convencidos de que existe una verdad, que no todo es relativo, que hay una ley natural ordenada por Dios e inscrita en el interior de cada persona, existe mucho por mejorar; pero a la vez, estas aspiraciones de mejora para muchos no pasan por un regreso al pasado: el catolicismo oficial, el clericalismo y el ejercicio aparente y convencional de la práctica religiosa no los veo como un retorno deseable.
Creo que los cristianos debemos ser firmes en nuestras convicciones en tiempos en que a veces son atropelladas, dar testimonio del Evangelio, que debemos conocer y asumir en nuestra vida profesional, familiar y social y ser coherentes con las cosas que pensamos. Pero a la vez, los cristianos tenemos que convivir con quienes no lo son, o siéndolo tienen sus dudas, rebeldías o discrepancias; de lo contrario, corremos el peligro de caer en el aislamiento y la tribu. Los tiempos han corrido muy deprisa y las cosas han cambiado de la noche a la mañana sin que hayamos tenido tiempo de asimilarlo, de aprender a convivir en un mundo más diverso y, ¿por qué no decirlo?, más plural. Por eso la frase de O'Connor, una ferviente católica, tiene su miga. Los católicos tenemos que asumir la convivencia con quienes piensan o viven de maneras distintas y opuestas a nosotros, y hacer esa convivencia lo normal. Y es que dicha frase le salió bordada, y no podía ser menos, al fin y al cabo tiene mucho que ver con el mandamiento único del Evangelio: "Amaros los unos a los otros", una frase que no excluye a nadie.
En los últimos tiempos he notado cierta agresividad: en determinados medios de comunicación, en ciertos representantes del mundo de la cultura, incluso desde algunas instancias oficiales, hacia las manifestaciones de religiosidad, las posturas de los obispos o las posiciones de los católicos; pero también la he observado en algunas actitudes del otro lado, porque hay quienes parecen haberse enrocado en una especie de "monotema", cuando de siempre es desde la sugestión y no desde la imposición donde se pueden encontrar vías de coincidencia. Sinceramente, siento más admiración por aquellos cristianos tratan de influir positivamente con su ejemplo y su aportación personal en un partido político o un medio de comunicación, o sencillamente ejercitándola en su propio ambiente, entre tirios y troyanos, que de aquellos que redactan titulares tremendos en algunos semanarios o se obsesionan con la pancarta.
El compromiso de un cristiano en la sociedad en la que vive tiene que ser profundo, y eso incluye vivir la fe con coherencia y defenderla cuando procede, algo que en los tiempos que corren exige fortaleza, firmeza y convicción, y con ello hay que ofrecer tolerancia y respeto, evidentemente con exigencia de reciprocidad.
Fotos: famousquoteshomepage.com; manuelhernandeziglesias.wordpress.com; www.pjs.es
Las personas de mi generación nacimos en un estado confesional; ser católico era lo normal, ir a Misa una obligación que para bastantes estaba mucho más cerca de la exigencia social que del cumplimiento de un precepto, el Jefe de Estado entraba en los templos bajo palio y las verdades elementales de la fe se tenían por supuestas. Las cosas han cambiado, y ahora nos encontramos en una sociedad que podemos llamar post-cristiana; evidentemente, para quienes estamos convencidos de que existe una verdad, que no todo es relativo, que hay una ley natural ordenada por Dios e inscrita en el interior de cada persona, existe mucho por mejorar; pero a la vez, estas aspiraciones de mejora para muchos no pasan por un regreso al pasado: el catolicismo oficial, el clericalismo y el ejercicio aparente y convencional de la práctica religiosa no los veo como un retorno deseable.
Creo que los cristianos debemos ser firmes en nuestras convicciones en tiempos en que a veces son atropelladas, dar testimonio del Evangelio, que debemos conocer y asumir en nuestra vida profesional, familiar y social y ser coherentes con las cosas que pensamos. Pero a la vez, los cristianos tenemos que convivir con quienes no lo son, o siéndolo tienen sus dudas, rebeldías o discrepancias; de lo contrario, corremos el peligro de caer en el aislamiento y la tribu. Los tiempos han corrido muy deprisa y las cosas han cambiado de la noche a la mañana sin que hayamos tenido tiempo de asimilarlo, de aprender a convivir en un mundo más diverso y, ¿por qué no decirlo?, más plural. Por eso la frase de O'Connor, una ferviente católica, tiene su miga. Los católicos tenemos que asumir la convivencia con quienes piensan o viven de maneras distintas y opuestas a nosotros, y hacer esa convivencia lo normal. Y es que dicha frase le salió bordada, y no podía ser menos, al fin y al cabo tiene mucho que ver con el mandamiento único del Evangelio: "Amaros los unos a los otros", una frase que no excluye a nadie.
En los últimos tiempos he notado cierta agresividad: en determinados medios de comunicación, en ciertos representantes del mundo de la cultura, incluso desde algunas instancias oficiales, hacia las manifestaciones de religiosidad, las posturas de los obispos o las posiciones de los católicos; pero también la he observado en algunas actitudes del otro lado, porque hay quienes parecen haberse enrocado en una especie de "monotema", cuando de siempre es desde la sugestión y no desde la imposición donde se pueden encontrar vías de coincidencia. Sinceramente, siento más admiración por aquellos cristianos tratan de influir positivamente con su ejemplo y su aportación personal en un partido político o un medio de comunicación, o sencillamente ejercitándola en su propio ambiente, entre tirios y troyanos, que de aquellos que redactan titulares tremendos en algunos semanarios o se obsesionan con la pancarta.
El compromiso de un cristiano en la sociedad en la que vive tiene que ser profundo, y eso incluye vivir la fe con coherencia y defenderla cuando procede, algo que en los tiempos que corren exige fortaleza, firmeza y convicción, y con ello hay que ofrecer tolerancia y respeto, evidentemente con exigencia de reciprocidad.
Fotos: famousquoteshomepage.com; manuelhernandeziglesias.wordpress.com; www.pjs.es
18 de diciembre de 2008
"Et maintenant", Gilbert Becaud
No cabe ninguna duda de que Gilbert Becaud es uno de los grandes de la música francesa .... y ésto ya es decir mucho; tal vez sea, junto a Edith Piaff y Charles Aznavour, uno de los tres grandes de aquel país donde la música siempre es bella y las canciones suelen hablar de amor. Becaud nació en Toulón en 1927 y falleció en París hoy hace siete años.
Su primer éxito musical lo constituyó "Mes Mains"; otras canciones magníficas fueron "Nathalie" y "Le jour où la pluie viendra", pero fue "Et maintenant", sin ninguna duda, la que le elevó al altar de los indiscutibles de la música moderna del siglo XX.
La corbata de puntos, sus casi 400 canciones y su mano en el oído son imágenes que marcaron su estilo. Aquella corbata se convirtió para él en un amuleto y tenía su historia: Gilbert había estudiado piano y aún joven, buscaba trabajo. Al presentarse en un piano-bar para pedir un empleo, el dueño del bar -que buscaba un pianista-, le dijo que era imposible satisfacer sus deseos, pues la etiqueta de su establecimiento exigía el uso de corbata y él no la llevaba. Al ir acompañado de su madre -portadora de un vestido azul con puntos- ella misma arrancó el olan de su vestido para confeccionarle de manera improvisada una corbata a su hijo, quien regresó al bar, donde fue inmediatamente contratado. Después de aquel dìa, Gilbert se presentó siempre usando una corbata de puntos.
"Et maintenant" es, como tantas, una hermosísima canción de amor, pero en esta ocasión, además, es todo un símbolo de una época dorada de la música francesa.
Fotos: www.stars-celebrites.com
Comida de Navidad
Ayer tocó comida de Navidad. Cada año se repite la cita, y en una de estas fechas de la semana previa a Nochebuena el mismo entusiasta de siempre nos organiza un festín que consigue que parezca mejor cada año que pasa. Por eso, tengo que empezar agradeciendo al "cerebro" del montaje su dedicación, su saber hacer y su acierto. Este año le vuelvo a dar el Oscar a la mejor organización de comidas navideñas.
A la hora de hablar de estos eventos nos puede entrar la vena crítica; hay quien habla de dispendio, hay quien lo hace de superficialidad, otros de consumismo y algunos de excesos. Ninguna de estas etiquetas es positiva y puestos a analizar no discuto que en la celebraciones de Navidad que hoy imperan contengan algo de todo ello, pero ni quiero ser negativo ni me parece el caso de la comida a la que asistí ayer. En tiempos de crisis no son buenos ni los excesos ni los gastos desproporcionados, pero ni en dichos momentos ni nunca es bueno el ejercicio de la cicatería y la ranciedad.
Estas comidas navideñas en las que cada año participo con quienes trabajan conmigo, algunos en ocasiones ocupando posiciones enfrentadas, han sido siempre una ocasión de estar juntos -lo que de por sí ya las justificaría-, de pasarlo bien, de escucharnos los unos a los otros y de compartir las ilusiones y las esperanzas propias de estos días. Es bueno que todos aprendamos a ser comedidos, a vivir la austeridad, pero cuando oigo algunos comentarios de quienes tienen una especie de tendencia natural al racaneo, se me llevan los demonios.
El lugar elegido para comer fue el de los últimos años, el Restaurante "Las Torres" de Huesca (http://www.lastorres-restaurante.com/), uno de los dos que en la capital del Alto Aragón tienen una estrella "Michelín". Dicho establecimiento reune todas las condiciones para mantener indefinidamente la referida estrella; la atención es excelente y los platos que ofrece la carta reunen las condiciones de calidad, originalidad, consistencia y buen gusto de los mejores sitios.
Buen ambiente, conversaciones interesantes, personas agradables y la mejor disposición de todos consiguieron una celebración de la Navidad a la altura de las mejores.
17 de diciembre de 2008
"Un árbol crece en Brooklyn", Betty Smith
"Un árbol crece en Brooklyn"
Betty Smith
Lumen, Barcelona (2008)
512 páginas
Hay libros que merecen ser colocados en el cuadro de honor de nuestra lecturas; algunos están escritos magistralmente, otros te ofrecen una historia apasionante, otros se ganan tu atención desde la primera hasta la última línea. "Un árbol crece en Brooklyn", posiblemente, participa de todas estas características, pero por encima de ellas, se convierte en una inyección de aire fresco, en una historia que cautiva por su sencillez, por su optimismo, por su hermosura. Ha sido un gozo haber podido leer, poco a poco, aprovechando cada línea, un libro distinto.
El libro es un clásico de la literatura norteamericana en el que se narra la infancia y juventud de Francie Nolan, hija de inmigrantes en el Brooklyn de la década de 1920. Esta es la entrañable historia de su vida y la de los Nolan, una familia pobre, de raíces irlandesas y austriacas, que llegó a América buscando prosperidad. Francie crece con un padre bueno pero débil y demasiado pegado a la botella, de manera que el verdadero soporte de la familia es su madre, Katie, que trabaja limpiando las escaleras de la vecindad. Un coro de familiares y amigos rodea a la familia: su hermano Neely, su abuela Mary Rommely, una irlandesa fuerte e inquebrantable, sus tías Sissy, tan bondadosa como insensata, y Evy.
No obstante queda claro desde el principio que son las mujeres Nolan las que de verdad pisan fuerte en la vida. Como aquel árbol que le da sombra mientras lee, y que crece en el cemento, Francie lucha contra toda clase de obstáculos para sobrevivir y salir adelante.
Es una auténtica gozada la lectura de este libro; es el relato de una vida normal, sin grandes acontecimientos; está escrito con una naturalidad y agilidad tremendas. La vida de los Nolan es una vida caracterizada por la pobreza, en ocasiones auténtica miseria: la madre tiene que hacer malabarismos para darles de comer; pero queda claro que nada de eso constituye obstáculo alguno para la felicidad, para vivir disfrutando de la vida. Pero esta satisfacción no es resignación: Katie Nolan aspira a que sus hijos estudien en el instituto y la Universidad, Francie tiene muy claras sus aspiraciones y su madre les lee cada noche fragmentos de la Biblia y de las mejores obras de Shakespeare.
Katie Nolan transmite su constancia a sus hijos, que aprenden con las aristas de la vida, con el hambre y las numerosas dificultades, mientras descubren en la escuela y en la lectura la existencia de otros mundos y sentimientos. La novela corría el peligro de convertirse en la típica historia de niña de familia pobre contada con el tono empalagoso de algunos de estos relatos, pero la autora lo evita radicalmente. La historia es ésa, pero la narración desprende verosimilitud por todos sus poros: los personajes son de carne y hueso; no se ahorran temas espinosos, tratados con un eficaz realismo; la autora critica, a su vez, la situación de las escuelas a principios de siglo y la indiferencia de muchas de las maestras; la pobreza provoca a veces situaciones deprimentes, etc.
Resultan verdaderamente magistrales determinadas escenas, como la relación de Francie con la bibliotecaria que la atiende cada viernes cuando va a la Biblioteca pública a coger un libro prestado, o la conversación de la niña con su maestra a propósito de las redacciones que hacía: la profesora le dice que no se debe de escribir de cosas reales y mucho menos sórdidas; que la belleza está en otros temas mucho más delicados. Francie, que había contado en esas narraciones algunos episodios de su vida en Brooklyn, decide no volver a escribir, pues ella piensa que la auténtica literatura es la que parte de las experiencias más humanas, por muy duras que sean.
Hay un momento en el que Francie Nolan se dirige a Dios que no me resisto a reproducir:
"Dios amado, permíteme ser alo cada minuto de cada hora de mi vida. Permíteme ser alegre. Permíteme ser triste. Que tenga frío. Que esté abrigada. Que tenga hambre, que tenga demasiado para comer. Permíteme andar andrajosa o bien vestida. Que sea sincera o falsa. Que sea franca o mentirosa. Honorable o pecadora. Pero permíteme ser algo en cada bendito minuto. Y cuando duerma, permíteme soñar todo el tiempo para que no se malgaste la más mínima porción de vida".
Pienso que es una oración deliciosa, una expresión sencilla y sincera que lleva a la paz interior y a la serenidad de espíritu. Para tomar nota ... y ejemplo.
Un árbol crece Brooklyn se publicó en 1943 y tuvo una excelente acogida. En 1944, Elia Kazan se estrenó en el mundo del cine con la adaptación de esta novela. Ahora Mondadori nos da la ocasión de disfrutar de nuevo con una novela realmente oxigenante.
16 de diciembre de 2008
Lola Herrera
Tras pasar un ajetreado día en Madrid, con demasiadas reuniones y poca vida social, me marché a descansar a mi habitación del Hotel "Paseo del Arte", un establecimiento que me viene muy bien para poder coger tempranito el AVE de regreso, ya que se encuentra a cinco minutos andando de la Estación de Atocha.
No sabía de que hablar en este blog tras el breve parón del viaje y he de admitir que me apetecía encontrar algún tema de cierta enjundia, consciente como era de haber abusado en los últimos tiempos del recurso a las canciones, los libros y el cine. Me encontraba practicando el deporte del zapping cuando en una cadena, tal vez la segunda, apareció Lola Herrera. Se trataba de una entrevista a cargo de un periodista de los que frecuentan la pequeña pantalla, aunque su nombre, no obstante, lo desconozco. Si tuviera que elegir una actriz de teatro, creo que mi cabeza entraría en divagaciones entre Lola y Julia Gutiérrez Caba, aunque pienso que al final me quedaría con la primera. La entrevista no fue muy larga, pero me volví a quedar prendado de esa mujer que frecuentaba la tele en blanco y negro de mi infancia y se consagró del todo en el teatro con obras de la talla de "Las amargas lágrimas de Petra von Kant", "Solas" y, muy especialmente, la versión teatral de la gran obra de Delibes "Cinco horas con Mario".
Lola Herrera es una actriz de carácter, con una marcada personalidad, una serenidad excepcional en escena y una capacidad dramática fuera de lugar. Hay grandes damas de la escena española que posiblemente tengan más nombre: Nuria Espert, Marisa Paredes, Amparo Soler Leal, ... pero en Lola Herrera siempre he observado una naturalidad que se eleva por encima del resto. No obstante, lo hizo que me quedara prendado de Lola Herrera fue su saber estar, su forma de responder, su elegancia ..... su categoría humana. Lola nos habló de su frustrado matrimonio con Daniel Dicenta, y lo hizo con sencillez, sin reservas, timideces ni excusas; no le tembló la voz al afirmar que fue "abandonada como un ciprés" y al contar cómo tuvo que salir adelante sola y con dos hijos en una época, 1967, en la que a una mujer se le negaban unos cuantos derechos. Escuchando a Lola Herrera uno es capaz de hacerse cargo de los importantes avances que se han producido en este país en cuestión de igualdad de la mujer sin tener que oír afirmaciones llenas de rencor y revanchismo. Ella se limitó a contar las cosas como eran y así se llenó de argumentos y de razón.
Nos habló también de su infancia y juventud en Valladolid, con referencias entrañables a su abuela, una mujer marcada por los malos tratos, y a su madre, fallecida hace un mes a los 95 años. No tuvo reparo, por otra parte, en reconocer su edad, 73 años, desmintiendo a quienes, desde mi punto de vista con criterios trasnochados, pretenden quitar "feminidad" a las mujeres que admiten la cifra de su edad.
Lola Herrera habla pausada y serenamente, ofrece paz a quienes la escuchan y lanza afirmaciones llenas de sentido común. No le tembló la voz al reconocer que le "quedan tres telediarios" ni al relatar cómo con los años uno va perdiendo el miedo a la muerte, a la que se acaba enfrentando como una realidad inevitable.
Habló de las dificultades de una profesión que absorbe, que te dificulta una vida familiar, que te puede alejar de la vida ordinaria, pero que tras escuchar a Lola Herrera, uno no tiene dudas de que es compatible con la normalidad, la cercanía y los buenos sentimientos.
Fotos: www.elmundo.es; miblog-david.blogspot.com
14 de diciembre de 2008
Esas "pelis pastelonas"
El cine es un arte muy plural; conozco a unos cuantos expertos en la materia, auténticos genios de la cultura cinematográfica, personas que tienen en su "disco duro" propio todas las películas del mundo. Y como es lógico, tienen sus gustos y son muy exigentes, pero aún no he encontrado ninguno que sea capaz de despreciar algún género. Estos "frikis" de la pantalla son capaces de encontrar valores en cualquier producto de la gran fábrica del celuloide.
Y digo ésto porque con alguna frecuencia me he encontrado mentes más o menos preclaras que en temas de arte, literatura o cine muestran una exigencia inaudita y exigen, en el último caso, que una película responda a unos requisitos determinados para darle su visto bueno: o tienen que tener "mensaje" o "valores" o "tratar un tema serio" o qué se yo que "puñetas".
A mí siempre me han gustado ese tipo de films que, encasillados en el género comedia, tienen un contenido "romanticón", nos hablan de amores dulces y simples, se desarrollan en ambientes más o menos "glamourosos" y tienen, es imprescindible, un "happy end".
En la década de los noventa disfruté con unas cuantas de éstas y he hecho una selección de cuatro que paso a exponer brevemente por estricto orden de antiguedad.
La primera de ellas fue "Mientras dormías", una comedia dirigida por John Turteltaub y protagonizada por Sandra Bullock y Bill Pullman que relata el amor platónico de una modesta taquillera del metro por un apuesto ejecutivo que cada mañana le compra el billete; un día dicho galán, encarnado por un encorsetado Peter Gallagher, cae a la vía y la taquillera le salva la vida. Dicha situación lleva a divertidas confusiones, demostrándose al final que estos amores a primera vista no suelen ser reales, pues a quien acaba queriendo Sandra Bullock es al hermano del accidentado.
"Mientras dormías", por supuesto, es un film completamente intrascendente, pero está lleno de humanidad, tiene momentos divertidos, te hace pensar y pasar un rato tremendamente grato.
En 1997 se estrenó "La boda de mi mejor amigo"; la dirigió P. J. Hogan y el papel estelar le correspondió a una Julia oberts que se encontraba en aquel momento en la cresta de la ola; junto a ella destacaban Rupert Everett, un "guapo" inconfundible, Dermot Mulroney y una novata y espléndida Cámeron Díaz. La película fue un éxito comercial y de crítica. La canción "I Say a Little Prayer (For You)" (“Digo una pequeña oración para ti”) fue grabada por Diana King y presentada emblemáticamente en la cinta, convirtiéndose en un top 20 en el Billboard.
EL argumento es conocido por todos y se centra en el boicot de Julie Roberts, en el papel de una sofisticada crítica de restaurantes de Nueva York, a la boda de uno de sus amigos, a quien en secreto deseaba tener como esposo. para ello se sirve de un amigo gay que encarna con maestría y credibilidad Rupp Everett. La película está dirigida con inusual elegancia y también es una delicia verla.
"Tienes un e mail" fue dirigida en 1998 por Nora Ephron y está protagonizada por el oscarizado Tom Hanks y la encantadora Meg Ryan, una actriz que posiblemente nunca gane un Oscar, pero que aporta a sus personajes una gracia y una simpatía que me resultan deliciosas. La película narra l amistad vía internet entre el magnate de la cadena de librerías más grande de Manhattan y una agradable propietaria de una pequeña librería infantil que es un verdadero tesoro cultura; el enredo se centra en el hecho de que quienes son entrañables compañeros en la red, están enconadamente enfrentados profesionalmente.
El film lo vi dos veces en mi casa y una tercera en el Talgo, y cada vez quedé más encantado con él; a veces da gusto poder mojar tranquilamente la pestaña, sabiendo que se trata de ficción, sin pretender llegar más lejos a ningún sitio y teniendo asegurado el final feliz. A lo largo de la película se repite una hermosa canción de un tal Jony Mitchell que en el estribillo repite la palabra "Remember", aunque desconozco si es éste su título.
La última película que traigo hoy es "Notting Hill", posiblemente la de máyor éxito de las cuatro; fue dirigida en 1999 por Roger Michell y tiene por protagonistas a dos estrellas del momento: Julia Roberts y Hugh Grant. La historia se centra en William , propietario de una tienda de libros en el popular barrio londinense de Notting Hill, y Anna Scott, la estrella más rutilante del firmamento cinematográfico. Desde el momento en que la actriz entra en la tienda, William se embarca en un cortejo complicado que no se sabe donde le puede llevar.
La trama hace entretenida la película, aunque los mayores encantos de la misma, Julia Roberts aparte, son los primeros planos del precioso barrio londinense y la música verdaderamente inolvidable, con mención especial de "When you say nothing at all" y la canción final "She", de Elvis Costello.
Cuando vamos al cine, a veces nos conviene pensar, en otras ocasiones, enfrentarnos con la dureza de la vida o los secretos de la historia, algunas disfrutar, simplemente, con una obra de arte .... pero hay ocasiones en que lo que nos viene bien es una "peli" que nos ayude a descansar y nos ofrezca una historia oxigenante.
13 de diciembre de 2008
La Compañía
El fútbol no me da más que disgustos, así que voy a suspender, al menos momentáneamente mis crónicas zaragocistas. Como algo hay que hacer para desahogarse, se me ha ocurrido sacar del baúl de los recuerdos a un conjunto musica que gozó de cierta popularidad en los primeros años de la década de los setenta: La Compañía. Se trataba de un magnífico grupo vocal español que, gracias a sus versiones de grandes melodías de la zarzuela, lograron un éxito masivo. La Compañía lo formaron grandes nombres de la música pop que luego triunfaron en diversos campos del mundo del espectáculo.
El grupo fue creado por el productor Rafael Pérez Botija con la intención de introducir en el mercado una banda que versionara piezas de Zarzuela con ritmos modernos. Para ello fichó, entre otros, a antiguos miembros de grupos como Los Pasos, Los Sonor o Aguaviva hasta reunir una formación con ocho miembros.
El gran éxito de La Compañía fue "El soldadito", versión pop de una pieza de la Zarzuela Luisa Fernanda y que en pocas semanas se alzó a los primeros puestos de las listas de ventas del año 1971.
No obstante, la canción que más me gusta de las que promocionó La Compañía fue "Gitano", un tema que estuvo seleccionado para ser cantado por Mocedades en el Festival de Eurovisión de 1973, si bien al final resultó elegido "Eres Tú", una canción de Juan Carlos Calderón que tuvo un éxito arrollador. Gitano acabó siendo cantada por este grupo, y siempre ha sido uno de mis temas favoritos.
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