6 de noviembre de 2011

La afición del Sporting



Corría el mes de febrero de 2010 y el Zaragoza, entrenado entonces por José Aurelio Gay, se encontraba en los últimos lugares de la tabla de 1ª División; tras una primera vuelta nefasta la incorporación de siete nuevos fichajes a finales de enero -Suazo, Eliseu, Colunga, Jarosik, Contini, Roberto y Edmilson- había facilitado una notable reacción del equipo, que en los tres primeros partidos de la segunda vuelta había sumado siete puntos. A La Romareda llegaba un Sporting de Gijón clasificado en zona relativamente tranquila y el partido era considerado una ocasión de oro para que los blanquillos consolidaran su reacción. El equipo franjirrojo llegó a Zaragoza acompañado de más de dos mil seguidores, circunstancia sorprendente si consideramos la gran distancia que separa Zaragoza de Asturias y los fríos del invierno. La afición sportinguista se hizo notar durante todo el día en la capital maña: gente alegre, entusiasta y fiel a su equipo; el partido fue un desastre para los zaragocistas y el viejo Sporting se llevó una merecida victoria por 1-3. Los seguidores gijoneses, además de festejar el éxito de su equipo y en vez de pasarlo por la cara de la afición rival se dirigieron a los zaragocistas al grito de "¡sois de primera!", en una indudable actitud de elegancia y "fair play". De esta manera, los zaragocistas tuvimos el consuelo de haber caído frente a un club cuyos seguidores se merecían lo mejor, y es que hay ocasiones en las que uno encuentra extraños e inhabituales consuelos ante la derrota.

Cuando empecé a seguir ésto del fútbol el Sporting de Gijón era un equipo puntero de 2ª División, hasta que en junio de 1970 consiguió el ascenso a la máxima categoría; el equipo era entrenado por un gallego sabio, Luis Cid "Carriega" y el indiscutible líder de la plantilla era Enrique Castro "Quini", un goleador impenitente y un personaje especial, con los años Quini sería 35 veces internacional, ganaría siete trofeos "Pichichi, ficharía por el Barça y sufriría un sonado secuestro que terminó felizmente. El otro jugador destacado era el extremo zurdo Churruca, que también sería internacional y acabaría fichando por el Athletic de Bilbao. En ese equipo destacaban otros tres jugadores que ya han fallecido: el metra Castro, hermano de Quini y que moriría en 1993 en la Playa cántabra de Pechón al salvar a un niño de morir ahogado, "Tati Valdés", un interior al que llamaban "la maquinona", falleciendo en 2009 de una enfermedad degenerativa y el capitán, José Manuel, un defensa libre de la vieja escuela muerto repentinamente en 2008. Conforme avanzaba la década, y a pesar de un descenso puntual a segunda, el Sporting llegó a componer una plantilla excepcional que a punto estuvo de darle la Liga: los internacionales Maceda, Jiménez y Cundi componían una defensa excelente junto a Castro y Redondo, en la media la figura era el también internacional Joaquín, un portento físico que creaba fútbol a raudales junto al ex ovetense y madridista Uría y a Mesa, un andaluz alto, desgarbado, con bigote y melena capaz de hacer jugadas increibles, mientras en la delantera, junto a Quini, destacaban dos extremos de escuela: el asturiano Morán y Enzo Ferrero, un argentino llegado de Boca Juniors que hizo época en El Molinón.

Tras la época de éxitos llegó poco a poco la decadencia, aunque la cantera de Mareo seguía sacando productos de alta calidad: Eloy, Juanele, Manjarín, Ivan Iglesias, Esteban, Ablanedo, Abelardo, ... El equipo se mantuvo decorosamente en 1ª hasta 1998, fecha en la que bajó a la división de plata, donde estuvo diez años, hasta que en junio de 2008 se recuperó una categoría que conserva hasta hoy. El Sporting merece estar en 1ª, ha conseguido aguantar el chaparrón con una plantilla modesta en cuya composición se ha impuesto el sentido común y la sobriedad y con un entrenador, Manolo Preciado, que destaca por su honestidad, su capacidad de trabajo y su hombría de bien: ¡¡¡casi nada!!!. Y tanto en los tiempos europeos como en la larga travesía del desierto en segunda, la afición ha estado siempre con su Sporting, una afición paciente, constante, entusiasta y respetuosa, que apoya incondicionalmente a su equipo y respeta al rival. Yo he paseado en varias ocasiones por los alrededores del viejo Molinón, un estadio antiguo, con aspecto de andar próximo al derrumbamiento, pero que a la vez esconde entre sus piedras la historia de un club grandioso y la fidelidad de una afición única.

Hoy el Sporting juega en La Romareda y se anuncia que otros dos mil seguidores le van a acompañar: la "mareona" -así es conocida la magnífica afición sportinguista- volverá a estar a la altura; el Zaragoza llega al encuentro en plena crisis -como desgraciadamente suele ser habitual, esperemos que en esta ocasión los sportinguistas regresen a casa de vacío, aunque a partir del lunes les desee con toda sinceridad lo mejor: se lo merecen.






10 comentarios:

paterfamilias dijo...

Muy buena esa anécdota que cuentas y que da una idea de lo buena que es esta afición. Chapeau!!

Maireen dijo...

Supongo que te darás cuenta de que cuando escribes de fútbol no dejo ningún comentario. No se me ocurre nada que decir sobre el tema, sea lo que sea que hayas escrito, pero lo leo todo, que conste.

Modestino dijo...

Gracias Maireen, no eres la única ... pero es que no lo puedo evitar ;), ya procuro espaciarme con el fútbol, incluso pensé hacer un blog exclusivo para el tema, pero prefiero limitarme a mantener uno sólo.

Maireen dijo...

No, si yo no te estoy sugiriendo que lo evites, líbreme Dios. Cada cual en su blog habla de lo que le apetece. Es sólo para decirte que me paso por aquí sin falta y que lo leo todo, aunque haya temas de los que no comento.

Modestino dijo...

Ni yo había entendido eso, pero comprendo que es un tema de interés más restringido.

veronicia dijo...

Yo a la afición del Sporting le deseo lo mejor... pero los tres puntos que se queden en casa.

Modestino dijo...

Eso por supuesto, Veronicia aunque creo que por Zaragoza corre un viento de narices.

Modestino dijo...

Al final el Sporting volvió a mojar, y hemos salvado un punto milagrosamente.

Nati dijo...

Enhorabuena,aunque sea parcial, Modestino. Mientras seguía el partido, pensaba en tu corazón...
Yo también soy una fiel seguidora de tus siempre atinados comentarios, aunque no escriba nada. Un abrazo

Modestino dijo...

Afortunadamente, nati -y aunque pueda parecer lo contrario- he aprendido a controlar los nervios y mi corazón no sufre en los partidos.