19 de noviembre de 2011

De locas y tiburones







"Unión Atlantic"
Adam Haslett
Salamandra. Barcelona (2010)
320 páginas

Resumen: Doug Fanning, el joven tiburón financiero que lidera la vertiginosa expansión del Union Atlantic, uno de los grandes bancos del país, acaba de construirse una ostentosa mansión en una selecta zona residencial a las afueras de Boston. Allí topará desde el primer día con el encono de su vecina, Charlotte Graves, una profesora de Historia que acudirá a los tribunales para denunciar la venta del terreno protegido donde se ha edificado la casa. Entre ambos litigantes se interpondrá Nate Fuller, un atormentado estudiante de instituto al que Charlotte da clases particulares. Así, mientras Fanning orquesta sofisticadas operaciones financieras al límite de la legalidad, el hermano de Charlotte, Henry Graves, director de la Reserva Federal de Nueva York, se halla cerca de destapar una trama de corrupción financiera de un potencial y unas dimensiones que ni él mismo imagina.

"Unión Atlantic" es una novela que toca un tema de máxima actualidad: el desplome económico de una gran entidad financiera; se trata además de una novela profética pues aunque publicada en España el año pasado, Haslett la comenzó a idear hace diez años. La idea es magnífica y la oportunidad para leerla única, aunque a la hora de la verdad algo ha habido de pinchazo en hueso, pues tras terminarla uno piensa que podía haber dado mucho de sí.

El argumento gira entre dos personajes contrapuestos: Doug Fanning, un tiburón financiero sin moral ni escrúpulos y Charlotte Graves una excéntrica y semiperturbada profesora que en su día fue expulsada del instituto donde daba clase “por describir el mundo tal y como era”. Fanning se ha construido una casa al lado de la de Charlotte y esta pleitea con él porque asegura que aquél no tenía autorización para hacerlo, que parte del terreno le pertenece. Así surge el choque entre el hombre frío e implacable y la mujer idealista que no se detiene ante nada. Entre medio surge la figura de Nate, un muchacho desarraigado e inmaduro que recibe clases de Charlotte y mantiene una ambigua relación personal con Doug.

No obstante, como señala José Antonio Gurpegui en "El Cultural" mucho más allá del tema central, el genuino mensaje de la novela "tiene que ver con la corrupción del sistema bancario y la filosofía social americana del “todo vale” que ha conducido al mundo a la actual situación de crisis.". La crítica norteamericana lo eligió como uno de los mejores libros del año, y pienso que mucho tiene que ver con la realidad del mundo actual, perfectamente reflejada en el libro. También hay quien encuentra notorios paralelismos entre Dough Fanning y Sherman McCoy, el protagonista de La hoguera de las vanidades, e incluso entre los respectivos argumentos de ambas novelas. En mi opinión, si se pretende comparar este libro con el de Tom Wolfe la comparación no se sostiene, no porque no exista esa similitud, sino porque "La hoguera de las vanidades" es mucho más completo.

Es un libro ideal para quienes andan al día del sistema financiero y han seguido con interés el desarrollo de la crisis que asola a occidente; quienes andamos algo peces en materia económica corremos el riesgo de perdernos en algunos capítulos. Por otra parte, la visión que nos ofrece Adam Haslett del tejido social norteamericano -la acción se desarrolla en Boston- es muy negativa: Doug es un hombre sin moral alguna dispuesto a lo peor e incapaz de querer a nadie; Charlotte está desquiciada y todo su idealismo se rompe en frustraciones, mientras Nate y su grupo de amigos son dibujados como unos irresponsables a los que solamente mueven el alcohol, las drogas y el sexo. Ante este panorama caben dos opciones: o pensar que el autor nos pinta un cuadro parcial de la sociedad o llegar a la conclusión de que detrás de la crisis económica lo que hay es una enorme crisis de valores; posiblemente haya un poco de todo.

Cabe destacar los "efectos especiales" de Haslett, que da vida propia a los dos perros de Charlotte, al parecer reencarnaciones caninas del líder de las Panteras Negras Malcolm X y del predicador puritano Cotton Mather. He de reconocer que me falta no se si criterio, imaginación o inteligencia para interpretar la obra en su conjunto y las disquisiciones caninas referidas, pero dejo un enlace de la crítica de "El País" que puede ser interesante:

http://wwwunmundoperfecto.blogspot.com/2010/10/novela-profetica-union-atlantic-de-adam.html.

De cualquier manera, no me ha parecido una novela "imprescindible", por mucho que trate un tema tan actual.


4 comentarios:

tomae dijo...

...pues si que es de rabiosa actualidad, y no solo por lo de las "tiburonadas financieras", sino por el origen del conflicto que estaba en ese "terreno"...igual los mundos de esos dos protagonistas no eran tan distintos.

Me ha sugerido mucho este libro, aunque parece que no vale tanto la pena...Buen Finde!

Modestino dijo...

Pues sí, Tomae, pienso que la idea salió mejor qué el libro.

mujer prevenida vale por dos dijo...

Yo leo novela negra porque estoy cansada de ver la realidad... aunque para mi lo que pasara en Leman Broders y compañía se aparta tanto de mi realidad que solo me produce frustración e impotencia por no poder hacer nada frente a un mundo que se desmorona

Modestino dijo...

Por supuesto, una novela negra, policiaca o de misterio oxigena más qué una de fraudes y quiebras.
Feliz sábado!