3 de noviembre de 2011

Mingote se toma un respiro

La semana pasada una de las "terceras" de ABC recogía la carta en la que el humorista Antonio Mingote, tras comunicar su provecta edad de 92 años, solicitaba al director del diario de Vocento que le releve "del apremiante compromiso de rellenar a diario esa parcela del periódico en la que aparece mi dibujo". No cabe duda de que el genial dibujante, nacido en Sitges, pero con innegables raíces aragonesas pues su padre había nacido en Daroca, pueblo donde pasó parte de su infancia, además de Calatayud y Teruel, nota ya el inevitable paso de los años y opta por espaciar su trabajo en un medio donde lleva casi sesenta años colaborando ininterrumpidamente. Ahora Mingote podrá descansar y notar la caricia de la relajación, a la vez que sus seguidores echaremos de menos la sonrisa diaria de un hombre capaz de sacarle punta a cualquier cosa, meter el dedo en el ojo sin que se note, casi sin que duela y dar en el clavo un día sí y otro también. Mingote ha mantenido su agudo diagnóstico sobre la vida española a lo largo de generaciones, en dictadura y democracia, con el viento a favor y en contra y, con sus detractores que imagino tendrá, ha recibido siempre el unánime aplauso de quienes por encima de ideas y posturas concretas, saben valorar el sentido del humor y la perspicacia.

El primer chiste que recuerdo haber leído de Mingote apareció en el ABC que informaba del fallecimiento de D. Ramón Menéndez Pidal -noviembre de 1968- y en él aparecía el Cid Campeador sentado en una nube y recibiendo al ilustre fallecido a la vez que le decía: "usted y yo tenemos que hablar de muchas cosas". Así es Mingote: ocurrente, elegante, con cierta apariencia de ingenuidad que más que eso, desde mi punto de vista, es ingenio y capacidad de afinar en los detalles. Todos hemos disfrutados con los señores "de negro", las mujeres llenas de expresividad, los jóvenes de todo tipo, las "jamonas", ... Mingote sabe diseccionar la sociedad española a la vez que ejercita la crítica social y política con una habilidad y un gracejo indiscutibles.

La decisión de Mingote nos vuelve a hacer reflexionar sobre el paso del tiempo; la gente que nos ha hecho la vida más grata durante tantos años se va haciendo mayor, unos ya han desaparecido, otros -es el caso- toman la decisión de trabajar ocasionalmente: es ley de vida. ¡Que ese trabajo "a ratos" lo podamos disfrutar durante mucho tiempo!.





6 comentarios:

paterfamilias dijo...

No sabía que fuera tan mayor. Pues ha tardado en pedir esa "dispensa", ¿no?

Modestino dijo...

El tiempo pasa muy deprisa y la gente se carga de años sin que te enteres ... nos cargamos¡¡¡.

Más que una dispensa es una desaceleración, me parece.

Susana dijo...

Caramba, qué bien se conserva. Así da gusto llegar a los 92. Es un genio. Un beso.

Modestino dijo...

Bueno Susana, la foto no se de cuando es ... aunque me consta que, efectivamente, Mingote se conserva muy bien.

Anónimo dijo...

LOs chistes de Mingote ,creo que son algo mas que un chiste.No es una viñeta para reirte o esbozar una sonrisa.Los chistes de Mingotes ayudan a reflexionar y darte cuenta de cosas que por evidentes pueden pasar por alto.Es un narrdor de lo cotidiano .Hay que tener mucha inteligencia para resumirlo en una viñeta.

Modestino dijo...

Lo has definido perfectamente!. Creo qué tan sólo Forges le puede disputar la primacía.