El pasado viernes asistí a una comida organizada para despedir a una persona relacionada con mi trabajo; el lugar no podía ser más atractivo: el Restaurante "Ara" ubicado en la localidad de Boltaña. Toda la provincia de Huesca está cargada de lugares preciosos, pero es posiblemente en el Sobrarbe donde se reúne la belleza inmensa del paisaje, ese ambiente entre mágico y espiritual que inunda el aire, la tierra, las aguas, ... y la especial idiosincrasia de sus gentes. Por eso, aunque solamente fueran unas horas, una tarde en el Sobrarbe rodeado de gente buena y apreciada se convierte, necesariamente, en uno de esos momentos especiales que, sin haber pasado nada relevante, quedan para siempre guardados en las entretelas de cada cual.
El menú fue espectacular, aunque mejor era la compañía en una comida en la que hubo emociones, diversión, más de una lágrima, nostalgia, palabras bonitas, y por encima de todo el encanto del cariño y de la amistad que no fueron consecuencia de libaciones espirituosas sino de sentimientos sinceros, porque lo que allí pasó tenía la fuerza, el aval de la verdad. Hay tiempos y ocasiones más trascendentes, por supuesto, pero es de agradecer que te permitan compartir, aunque vivas y trabajes lejos, ocasiones como ésta.
Mi compañero de viaje y yo aguantamos con firmeza hasta última hora, emprendiendo el camino de regreso cuando daban las 12 campanadas: ni el traje se volvió harapiento ni el coche se convirtió en calabaza, porque no había lugar para cenicientas ni hermanas malvadas, y quedó claro todo lo que nos costaba marcharnos. Atrás quedaron unas cuantas horas inolvidables, una "homenajeada" que se lo merecía, unos anfitriones formidables, la dulce sonrisa y los bonitos ojos de la joven camarera cordobesa, unos huevos estrellados con trufa inmejorables, un restaurante que lo había organizado todo al detalle, ... sin duda habrá que recordar el lema que adoptaron para la ocasión: "la vida es una llave que abre las puertas del mundo".
3 comentarios:
El coche que no se convirtió en calabaza ya lleva incorporada la llave que aparece en la foto.
Hace un tiempo pasé con unos amigos un fin de semana en Boltaña y alrededores y guardo un indeleble recuerdo de aquella visita.
Sin embargo, no me suena el restaurante "Ara". ¿Dónde está? ¿Es posible que pertenezca a ese hotel o balneario de cierto nivel que construyeron hace unos años en la carretera que va a Aínsa?
Por supuesto, es mera curiosidad gastronómico/festiva.
Buen fin de semana; y, a ser posible, dichoso especialmente en lo deportivo. Ya me entiendes.
El restaurante lo han montado en el camping, creo que es nuevo.
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